Cuando Pablo arribó a Atenas, “su espíritu se deshacía en él viendo a la ciudad dada a la idolatría”. Lo mismo ocurre al llegar a la pujante ciudad de México.

El visitante tendría su primera sorpresa al comprobar la magnitud de esta ciudad que cuenta con seis millones de habitantes, una famosa universidad, grandes instituciones culturales, magníficos tesoros históricos y arqueológicos; en suma, es la mayor ciudad de la División Interamericana y una de las mayores de Latinoamérica y del mundo.

La segunda sorpresa lo entristecería, pues aunque la Unión Mexicana cuenta con 31.000 miembros, en la capital sólo hay seis iglesias, pocos miembros y escasas instituciones.

Pero el visitante, tendría una tercera sorpresa, al comprobar que en los últimos meses se han construido tres hermosos templos y se está celebrando la mayor cruzada evangélica de la historia de la Unión Mexicana.

Se invitó al pastor Carlos E. Aeschlimann, evangelista de la Asociación Bonaerense en Sudamérica, a trasladarse a México para dictar conferencias. Se integró un gran equipo de 33 obreros provenientes de las seis misiones locales, entre ellos, ocho alumnos del Colegio Superior de Montemorelos y tres profesores del Colegio Linda Vista. Al traer estos obreros se planeó organizar una escuela de evangelismo teórico-práctica.

PREPARACIÓN Y ORGANIZACIÓN DE LA CAMPAÑA

Varios meses antes de comenzar las conferencias, numerosas comisiones trabajaron arduamente preparando los detalles y el terreno. El pastor Sergio Moctezuma, director de Actividades Laicas de la unión dirigió una enérgica campaña con los laicos logrando centenares de interesados. También se reforzó la obra radial. Se visitaron 20.000 hogares con el plan de obtener nombres por medio de una encuesta.

Todo lo referente a la campaña fue planeado por una comisión directiva presidida por el presidente de la Unión Mexicana, pastor Alfredo Aeschlimann. Además, se nombraron las siguientes subcomisiones: (1) de Prensa, (2) de Relaciones Públicas, (3) de Movilización Laica, (4) de Música, (5) de Finanzas, (6) de Arte, (7) de Publicaciones, (8) de Acomodadores.

Los obreros fueron divididos en tres equipos dirigidos por los pastores: Samuel Guízar, Xavier Soto Valle y José Corral. El presidente de la Misión Central, pastor José Castrejón, actuó como jefe general del personal.

Fue maravillosa la colaboración prestada por todo el personal de la unión, de la Misión Central, de la Agencia de Publicaciones que donó 700 Biblias y de la hermandad que colaboró en forma extraordinaria en la obra misionera y donando 1.400 Biblias.

SE ABREN PUERTAS

Dios abrió puertas que en una gran ciudad generalmente están cerradas; son las puertas de los diarios, radio, televisión y entidades culturales. La Subcomisión de Prensa, dirigida por el profesor David García Poyato, consiguió que todos esos medios de difusión publicaran crónicas y avisos en forma gratuita.

Al llegar el conferenciante de Buenos Aires, a la 1.30 de la madrugada del 29 de septiembre (1964), estaban esperando reporteros de todos los principales diarios y canales de televisión. Luego se obtuvo que publicaran crónicas de casi todos los actos principales. Toda esta propaganda hubiera costado alrededor de 5.000 dólares.

Varias entidades culturales invitaron al pastor Carlos Aeschlimann a dictar conferencias. Entre ellas la entidad más famosa de México, el Instituto de Seguro Social. Allí en pleno centro de México, el salón se llenó a su máxima capacidad y 600 personas no pudieron entrar. Dijeron las autoridades que ésa fue la conferencia más concurrida en toda la historia del Seguro Social. En total hubo 12 conferencias en esas entidades con 5.000 asistentes.

Uno de los aspectos más extraordinarios fue la acogida en los medios de difusión. Los diarios, la radio y la televisión abrieron sus puertas de par en par. Actualmente se está preparando un microprograma de radio y un microprograma de televisión que serán transmitidos sin costo. Por estos medios se espera llegar con el mensaje a tres millones de personas.

COMIENZAN LAS CONFERENCIAS

El sábado 17 de octubre, toda la hermandad y los obreros estaban en plena ebullición. Esa noche comenzó la primera conferencia en la Iglesia de Anáhuac. Asistieron 600 personas. Al día siguiente comenzó el ciclo en Tacubaya; asistieron a los dos turnos casi 1.000 personas. Tres semanas después, comenzó el tercer ciclo en Portales con 700 asistentes. De ahí en adelante hubo dos conferencias en sábado y domingo y una conferencia cada noche, o sea tres conferencias en cada ciclo, con un total de 9 conferencias por semana.

Se obtuvieron en las dos primeras semanas alrededor de 2.500 nombres que el equipo de obreros visitó.

Actualmente asiste un promedio de 1.150 personas en los tres templos y es maravilloso ver cada noche algún templo lleno de almas sinceras.

LA BIBLIA EN MANOS DEL PÚBLICO

Si hubiésemos entrado en una de las reuniones, habríamos visto maravillados que cada asistente tenía una Biblia en sus manos. Cada vez que el conferenciante mencionaba una cita, centenares de personas abrían sus Biblias y leían cuidadosamente el texto y luego lo subrayaban. Era emocionante comprobar el tremendo interés del público en el estudio de la Biblia.

Como medio evangélico, se dictó un Curso Bíblico, y los que asistieron regularmente recibieron la Biblia como obsequio. Se inscribieron en los tres cursos 1.689 alumnos.

SE ABREN LAS PUERTAS DE LOS HOGARES

En cada clase del Curso de Evangelismo que se dictó en forma paralela al esfuerzo, se recalcó que el éxito de la campaña dependería de la obra bíblica personal. Tanto entusiasmo demostraron los obreros en esta fase de la obra, que probablemente la parte más extraordinaria de la campaña fue la obra maravillosa que hicieron los obreros en los hogares. En el momento de escribir estas líneas, se está estudiando en 600 hogares con más de 1.400 personas.

BUEN MATERIAL EVANGÉLICO

Siendo que la campaña es también una escuela, se ha impreso como material de evangelismo: a) una serie de folletos para entregar en los hogares, b) una serie de 22 estudios bíblicos, c) un libro reproducido a mimeógrafo con las conferencias dictadas, d) una carpeta con la historia del ciclo y el material utilizado, e) un libro impreso por la Subcomisión de Prensa, f) un disco con música de marimba, coros y cuartetos, g) una película de los principales acontecimientos del ciclo.

PRIMEROS FRUTOS

El sábado y domingo 19 y 20 de diciembre, todos los obreros y la hermandad de México tuvieron un día emocionante. Se celebró el primer bautismo en dos iglesias. En ceremonias solemnes y muy bien organizadas y ante un público desbordante, se bautizaron las primicias de la cruzada evangélica: 56 preciosas almas. Respondieron al fervoroso llamado del evangelista casi 300 personas. Se han programado varios bautismos más. El equipo evangélico y la hermandad están orando para que Dios conceda 250 almas hasta el mes de febrero y 500 hasta fines del año 1965.

El primer bautizado fue un joven médico que actualmente hace su internado en el Hospital Branson de Toronto, Canadá. También se rebautizó el estimado hermano Vicente Rodríguez, quien fue presidente de una misión local. Este hermano fue sumergido en las aguas bautismales por el presidente de la Misión Central quien a su vez fue ganado y bautizado por el hermano Vicente Rodríguez cuando era pastor. Asimismo, se unió al Señor un hermano que conocía la verdad desde hace 20 años, que había ganado muchas almas y que esta campaña lo decidió. Fue emocionante presenciar el bautismo de la esposa de un General de División, quien estaba desahuciada por los médicos y a quien el Señor levantó por la oración.

PERSPECTIVAS Y AGRADECIMIENTOS

Esta campaña está significando una gran bendición para los 33 obreros del equipo evangélico, para la hermandad de la ciudad de México y para toda la unión.

Hay un gran reavivamiento del fervor evangélico. Confiamos en que amanecerá un nuevo día para el desarrollo de nuestra obra en esta gran república.

Deseamos agradecer a los pastores Watts, Anderson y Kozel de la Asociación General por sus consejos y poderosos mensajes en favor del evangelismo, pronunciados con motivo de la Junta Plenaria de la unión.

También agradecemos a la División Interamericana por el gran apoyo que prestaron a la campaña. Asimismo, a la junta de la unión y de la Misión Central. A las misiones que enviaron obreros, al Colegio de Montemorelos que envió nueve alumnos y al Colegio Linda Vista que proporcionó tres profesores. Asimismo, agradecemos a la Unión Austral y a la Asociación Bonaerense por concedernos los servicios del evangelista.

Rogamos las oraciones de los lectores por nuestra obra en esta enorme ciudad de México.

Sobre el autor: Secretario-tesorero de la Unión Mexicana