En 1974 la Unión Colombo Venezolana invitó al pastor José Osorio Braña a venir a unirse al cuerpo de obreros de la unión. El pastor Osorio llegó a Colombia a mediados de 1974, y pocos días después se incorporó a las tareas en la viña del Señor como evangelista. Proveniente de España, desde sus primeros momentos se ganó el aprecio y el cariño de todos los que tuvimos la suerte de conocerlo.

Una de sus primeras intervenciones tuvo lugar en la ciudad de Bogotá, capital de Colombia, donde dirigió una semana de énfasis espiritual, para la cual se consiguió el teatro del Colegio Nacional de San Bartolomé, prestigioso establecimiento que dio altura al evento. Se concluyó con una ceremonia ante la presencia de más de cinco mil personas en el Coliseo de El Salitre, y como resultado 127 almas bajaron a las aguas bautismales. El acontecimiento fue difundido por todos los medios de información mediante comentarios en la radio y en tos diarios de la capital: El Tiempo, El Siglo, El Espectador, que sacaron en sus primeras páginas grandes fotografías, donde aparecían cuatro pastores bautizando en una piscina portátil instalada en el coliseo cubierto de El Salitre, con la colaboración especial del cuerpo de bomberos y autoridades. Fue un tremendo acontecimiento que conmovió la capital de Colombia.

En la ciudad de Cali, capital del Departamento del Valle, se usó por primera vez en Colombia el auditorio móvil (carpa) donde el pastor Osorio presentó el Plan de Cinco Días para Dejar de Fumar. Dejaron el cigarrillo más de mil personas. Luego dirigió un ciclo de conferencias que dio como fruto más de quinientas almas bautizadas. El impacto fue maravilloso y la ciudadanía quedó altamente impresionada. Se contó, además, con un gran despliegue informativo por parte de los medios de difusión: radio y prensa.

De Cali se dirigió a Caracas, capital de la República de Venezuela, donde inició su campaña con el Plan de Cinco Días para Dejar de Fumar, imprimiendo un nuevo rumbo a la evangelización en las dos misiones, pues el blanco de almas era de quinientas al año, y el evangelista Osorio bautizó 575 en pocas semanas. Por lo tanto el blanco fue elevado a mil almas:

La ciudad musical de Colombia, Ibagué, fue también favorecida con la presencia del evangelista Osorio. Como preámbulo presentó el Plan de Cinco Días para Dejar de Fumar y dejaron el cigarrillo más de 2.500 personas. El Auditorio Móvil (carpa) fue una novedad en esa ciudad, y el despliegue periodístico fue muy notorio. Se bautizaron mil personas y se organizó una iglesia que funciona normalmente.

Después se trasladó a Bucaramanga, la ciudad de los parques. Presentó el Plan de Cinco Días para Dejar de Fumar. En esa ocasión dejaron el tabaco más de tres mil personas. La campaña de evangelización estremeció a la capital Santanderana. Dios bendijo esa campaña que dio como resultado final 1.200 almas bautizadas, y se organizaron cuatro nuevas iglesias que funcionan actualmente en forma normal.

De Bucaramanga regresó a la ciudad de Barranquilla, llamada la “Puerta de Oro de Colombia” por su situación geográfica y porque ocupa un lugar prominente en la costa atlántica. También presentó el Plan de Cinco Días para Dejar de Fumar, y dejaron el cigarrillo más de dos mil personas. Se bautizaron 325 almas y se organizó una nueva iglesia con el nombre de Maranata, que funciona normalmente.

Sin embargo, el evangelista Osorio no se limitó solamente a las campañas con la carpa, sino que se dedicó a la organización de escuelas de evangelización con los alumnos de teología del último año de estudios. Pasaron más de sesenta de ellos por sus maravillosas experiencias educativas. Como secretario de la Asociación Ministerial realizó en varios lugares de la unión trabajos de preparación de material, que motivaron, educaron e impulsaron la evangelización en todos sus distritos. Por otra parte, es justo señalar que, con su llegada a la unión, hemos visto: Evangelismo 1974; 1975; 1976; 1977; 1978 y 1979, programas que fueron acompañados de materiales para todos los ministros.

En su labor de ayuda fue entrevistado en varias oportunidades por todas las cadenas radiofónicas y de televisión de los países de la unión. En Colombia visitó a varios ministros: de Salud, de Gobierno, de Justicia, la presidencia de la República, a gobernadores, comandantes de ejército y policía, alcaldes y otras autoridades. Nos parece que es oportuno y justo cuando por designio de Dios está abandonando la Unión Colombo Venezolana reconocer la labor que ha realizado en favor de Colombia y otros países de la unión. Más de un cuarto de millón de personas pasaron por las seis campañas que dirigió en esta unión. Sólo Dios sabe el resultado final. Como testimonio de su paso por la unión nos deja 4.227 personas bautizadas y varias iglesias organizadas.

Los métodos de trabajo del pastor Osorio son muy variados: sugiere, informa, educa, crea y promueve. Fueron presentados con lujo de detalles la serie de consejos sobre el hogar, el bienestar de la familia, y la prevención de los vicios y la delincuencia.

El evangelista Osorio encontraba tiempo también para visitar establecimientos educativos, centros sociales y clubes, donde presentó varios de sus temas que dejaron gratos recuerdos y buenas enseñanzas. Fue invitado a participar en varios simposios, mesas redondas, seminarios y conferencias, que forman parte de su metodología.

Es justo que quienes hemos sido sus colaboradores en las campañas, y hemos conquistado | valiosas experiencias, de inmensa utilidad, le digamos a través de este medio de información: ¡Gracias por su ayuda! Dios quiera que al dejar Colombia la divina Providencia lo continúe usando en la viña del Señor, y que su ausencia no sea definitiva. ¡Hasta luego y buena suerte!

Sobre el autor: El pastor Raimundo Pardo Suárez es director de Relaciones Públicas de la Unión Colombo Venezolana.