Cuatro pastores de diferentes regiones brasileñas hablan acerca de las conquistas y la importancia de los Grupos pequeños en sus respectivos distritos.

Independientemente del lugar en que sean adoptados y de las características socioeconómicas y culturales de la sociedad en la que estén insertos, una cosa es cierta: los Grupos pequeños dan nueva vida a cualquier iglesia.

Ministerio entró en contacto con pastores de cuatro diferentes regiones brasileras, a fin de que compartieran su experiencia con ese método de trabajo. Evidentemente, no son los únicos con historias para contar acerca de este tema tan emocionante y que fundamenta las actividades misioneras de la iglesia en Sudamérica, especialmente desde el 30 de mayo de este año, con la apertura de los “Hogares de Esperanza”.

Con trece años de trabajo, el Pr. Adalberto de Souza e Silva, nacido en Rio Grande do Norte, lidera un distrito en la Misión Pemambucana Central. Habiendo iniciado sus actividades pastorales en 2004, el Pr. Luiz Carlos Damasceno, gaúcho de Cangucu, es pastor de distrito en la Asociación Catarinense. A su vez, el Pr. Marcos Nunes, que nació en Corumbá, MS, con la experiencia ministerial de trece años, lidera un distrito en la Asociación Planalto Central. Y el mineiro de Resplendor, el Pr. Valci Ribeiro Inácio, que inició su carrera pastoral en 2002, trabaja en la Asociación Amazonia Occidental.

Ministerio: ¿Cómo describen sus respectivos distritos?

Adalberto: Nuestro distrito tiene como sede el barrio de Sao Joao da Escócia, en Caruaru, Pemambuco. Está compuesto por cuatro iglesias y tres grupos, que totalizan 700 miembros. Estamos en una región donde prevalecen el turismo y el comercio textil.

Luiz: Trabajo en Araranguá, Santa Catarina, cuidando 440 miembros distribuidos en cuatro iglesias organizadas y tres grupos. Las diferencias son bien marcadas en los aspectos económicos, sociales y culturales.

Marcos: Estamos localizados en la ciudad de Formosa, Goiás, situada en la región norte de Brasilia. Su población está caracterizada, principalmente, por la existencia de muchos funcionarios públicos y buena estabilidad financiera. Por eso mismo, las personas buscan ampliar constantemente su nivel de conocimiento.

Valci: La sede de nuestro distrito es el barrio de Liberdade, en Porto Velho, capital de Rondónia. Pastoreamos once congregaciones y 1.120 miembros en una población de aproximadamente 30 mil personas. Se trata de una región en que se mezclan las clases media y baja y, en nuestras iglesias, la primera está representada por el 5% de los miembros.

Ministerio: ¿Cuántos Grupos pequeños existen en su distrito?

Adalberto: En mi distrito, existen 47 Grupos pequeños distribuidos en todas las congregaciones. Puedo afirmar que tenemos una iglesia en Grupos pequeños. Todos los proyectos y los programas son realizados directa o indirectamente con el apoyo y la actuación de los Grupos pequeños.

Luiz: Tenemos 29 Grupos pequeños en todas las congregaciones. Por otro lado, en algunos lugares, están más enraizados que en otros. Algunas iglesias todavía ven el Grupo pequeño como un programa más, mientras que otras lo adoptaron como estilo de vida.

Marcos: Actualmente, existen sesenta Grupos pequeños que funcionan dentro de la visión propuesta por el liderazgo de la iglesia. Algunas congregaciones están más avanzadas en la implantación y la consolidación del plan. En otras, trabajamos con paciencia. No queremos apresurar ninguna etapa de la implantación.

Valci: Tenemos cincuenta Grupos pequeños en el noventa por ciento de las once congregaciones de nuestro distrito. Es bueno aclarar que, en nuestra región, los Grupos pequeños estuvieron siempre más orientados hacia el evangelismo. Pero, ahora, estamos en la fase de concientización del aspecto más relacional, de acuerdo con la Biblia y los escritos de Elena de White.

Ministerio: En términos de calidad, ¿cómo consideran el funcionamiento de esos Grupos?

Adalberto: Hay lugares en que funcionan muy bien. En otros necesitan crecer. Todo depende del nivel de compromiso y preparación de los líderes. Percibí que, cuando el anciano de iglesia asume la idea, es mucho más fácil contagiar a la iglesia.

Luiz: Tenemos iglesias que funcionan en Grupos pequeños e iglesias con Grupos pequeños. En el primer caso, las iglesias tienen este plan como el estilo de vida misionera. Actúan como prototipos para las demás, a fin de que estas también se comprometan con el proyecto.

Marcos: Tener una iglesia en Grupos es el sueño de todo pastor. Pero eso requiere trabajo constante y persistente, planificación, entrenamiento, y supervisión.

Valci: Mi experiencia es semejante a la del Pr. Adalberto. Cuando el Grupo pequeño tiene un liderazgo preparado y comprometido, los resultados son extraordinarios.

Ministerio: ¿Cuáles son los resultados prácticos de la implantación de los Grupos pequeños en sus iglesias?

Adalberto: Este es mi tercer año en el distrito y, en 2007, había doce Grupos pequeños. Bautizamos 81 personas, pero parecía haber poca motivación para el crecimiento, además de la reducida aceptación y práctica de los principios elementales de la mayordomía cristiana. Un año y cuatro meses después, con 47 Grupos pequeños, la diferencia es grande. Tanto que, el año pasado, los bautismos llegaron a 180, los diezmos se duplicaron; el compromiso misionero es creciente, las iglesias son más fraternas, están entusiasmadas y son receptivas, y el índice de apostasía es cada vez menor. Solo en el primer trimestre de este año, hemos bautizado el mismo total del año 2007. Tres nuevos puntos de reunión se han establecido, con vistas al surgimiento de nuevas congregaciones.

Luiz: Puedo decir que, antes de los Grupos pequeños, no teníamos una iglesia comprometida con la misión. Actualmente, ese compromiso crece cada vez más. Los bautismos también crecen y el índice de apostasía cayó significativamente.

Marcos: Hace tres años, nuestro distrito estaba compuesto por ocho congregaciones y teníamos grandes desafíos. Entre ellos, remontar la frustración ocurrida por los intentos fracasados de implantación de Grupos pequeños y por el bajo compromiso misionero de los hermanos. La mayor parte de los resultados evangelizadores provenían del esfuerzo y el talento del pastor. Con mucho trabajo y oración, la iglesia volvió a crecer en Grupos pequeños.

Valci: Si bien, como mencioné antes, nuestro énfasis mayor es la evangelización, se puede afirmar que los aspectos de compromiso misionero de la iglesia, comunión entre los hermanos y conservación de nuevos miembros se han fortalecido mucho más desde el buen funcionamiento de los Grupos pequeños.

Ministerio: ¿Cómo ha sido la relación entre los Grupos pequeños y los demás departamentos de la iglesia?

Adalberto: En nuestro distrito, las iglesias han sido altamente beneficiadas por la integración de los Grupos pequeños con los demás departamentos. Comparten con ellos sus blancos y sus proyectos, creando un ambiente de cooperación e integración que promueve la unidad y la expansión de la iglesia.

Luiz: Los Grupos pequeños incorporan a su programa las actividades de los departamentos de la iglesia, lo que ha facilitado el trabajo de los líderes al igual que el cumplimiento de los objetivos de los departamentos.

Marcos: En una de nuestras iglesias, la Junta de iglesia propuso que los líderes de la iglesia para el año siguiente deberían estar ligados a un Grupo pequeño. De hecho, al repasar la lista de los nuevos oficiales, todos ellos participaban en Grupos pequeños. Así, el trabajo fluyó maravillosamente bien. Las promociones de los departamentos pasaron a ser realizadas a través de los Grupos pequeños. Los líderes percibieron que, en el Grupo pequeño, la respuesta a los programas y las promociones de sus respectivos sectores es inmediata y con intensidad. Los Grupos pequeños son aliados, facilitan la tarea de los departamentos.

Valci: En la mayoría de los casos, los líderes de los Grupos también son líderes de departamentos. Entonces, los Grupos pequeños participan activamente del módulo semanal, dirigiendo la Escuela Sabática, el encuentro de jóvenes y otras programaciones. En lugar de competencia, hay participación integrada.

Ministerio: ¿Y con respecto a otros métodos de evangelización? Los Grupos pequeños ¿han limitado su utilización?

Adalberto: Absolutamente no. Veamos el evangelismo público, por ejemplo. En nuestro caso, cada Grupo pequeño tiene un territorio designado para evangelizar, dando estudios bíblicos, dirigiendo a los interesados al lugar de predicación y cuidando de ellos. Las parejas misioneras permanecen activas en la visitación de casa en casa y en la práctica de la oración intercesora.

Luiz: El Grupo pequeño representa un fuerte apoyo a los demás métodos de evangelización. En las ocasiones en que realizamos campañas evangelizadoras, el Grupo pequeño ha sido la base del trabajo. Es a través de él que se prepara el campo, los interesados son atendidos y, después de bautizados, participan del discipulado. Esto ayuda mucho a la conservación de los nuevos miembros de la iglesia.

Marcos: El Grupo pequeño es la estructura ideal para que los diversos métodos sean puestos en práctica. En los Grupos pequeños, están las parejas misioneras, los instructores bíblicos y hasta los predicadores para la evangelización pública. Los Grupos pequeños proveen recursos humanos para cualquier empresa misionera de la iglesia. Por ejemplo, en una reunión con líderes de Grupos pequeños, fueron animados a formar parejas misioneras. Al siguiente encuentro, trajeron los nombres de 73 parejas que pasaron a atender a 160 personas interesadas en el evangelio.

Valci: Ya resalté que evangelizamos a través de los Grupos pequeños. En ellos, formamos parejas misioneras para visitar personas, dar estudios bíblicos, distribuir folletos, cuidar de los interesados y participar del programa evangelizador en sí. Durante Semana Santa, en una iglesia, los 13 Grupos pequeños participaron directamente de la programación.

Ministerio: ¿Qué experiencia le interesaría compartir?

Adalberto: Hay muchas experiencias que se podrían relatar, pero quiero destacar el cuadro completo anteriormente mencionado: el crecimiento en todas las áreas. Al conocer a mis iglesias y la realidad local, sé que eso es un gran milagro.

Luiz: Balneário Arroio do Silva era un municipio en que no había presencia de la iglesia adventista, hasta cuatro años atrás. Allí, el trabajo comenzó con un Grupo pequeño que fue duplicado, un año y medio después. Esos dos Grupos, unidos, programaron y realizaron la campaña evangelizadora de Semana Santa. El resultado fue el establecimiento de una nueva congregación.

Marcos: Tres Grupos pequeños diferentes se unieron para evangelizar en un barrio periférico de la sede de nuestro distrito. Para eso, alquilaron una pequeña carpa que fue erigida en el área, al lado de la casa donde se reunía uno de esos Grupos. Entonces, invitaron a vecinos, amigos, familiares y personas que ya estaban estudiando la Biblia. El primer bautismo fue de veinte personas. La continuidad de la campaña llevó a la adquisición de un terreno y a la construcción del templo. Como resultado, el total de bautismos fue de 145 personas. En verdad, un marco evangelizador histórico en la región.

Valci: La hermana Elane Montenegro siempre deseó tener un Grupo pequeño en su casa. Pero, entre otras dificultadas, su esposo no era de la iglesia y se oponía al proyecto. Cierto día, al escuchar un llamado más del director de Ministerio Personal de la iglesia, resolvió arriesgarse. Fue solo después de mucha lucha que su esposo estuvo de acuerdo y llegó a asistir a las reuniones. Finalmente lo bauticé, y hoy el hermano Valfredo forma parte del equipo misionero de la iglesia, deseo es estar acompañado de los “que me dio el Señor”, sean familiares o hermanos en Cristo.

Sobre el autor: Director de Ministerio, edición de la CPB.