Bajo el poder del Espíritu Santo, Internet ofrece infinitas posibilidades de lleva personas a Jesús

Antes de su ascensión, Jesús les dijo a sus discípulos: “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hech. 1:8). Si bien ellos sabían que el evangelio sería llevado hasta los confines de la Tierra, probablemente no tenían idea de cómo Dios alcanzaría ese objetivo a través de ellos. La congregación de Jerusalén, en el tiempo de la ascensión de Jesús, alcanzaba solo a 120 (Hech. 1:15). Los discípulos sabían que era imposible para su pequeño número alcanzar el mundo, pero también sabían que la instrucción de Jesús no era depender de sí mismos, sino esperar el derramamiento del Espíritu Santo. Lo hicieron, y el mundo nunca fue el mismo desde entonces.

Es más, las buenas nuevas de Jesús han llegado a todos lados. De acuerdo con Global Christianity, “un estudio demográfico abarcante en más de 200 países descubrió que hay más de 2.180 millones de cristianos […] alrededor del mundo”.[1]

Esto no significa que la obra esté terminada. La población mundial ahora excede los 7.000 millones, y los cristianos solo son un tercio de la población mundial. Si bien esta cantidad se ha incrementado por 4 en los últimos 100 años, por causa del aumento de la población mundial, “los cristianos tienen mayor proporción en la población mundial ahora (32%) que hace un siglo (35%)”.[2]

Entonces, como pueblo, ¿cómo podemos cumplir con la tara que Jesús nos encomendó de evangelizar el mundo?

Es interesante que una de las respuestas puede ser a través de Internet.

Un planeta conectado

El mundo está interconectado, y cada día más y más personas se suman a Internet. Una investigación reciente de Faith Community Today acerca de las congregaciones y su uso de las tecnologías en Internet informó que existe “una relación directa entre la adopción de la tecnología y una congregación creciente y vital”.[3]

Uno de los desafíos de utilizar Internet para compartir el evangelio es que muchos líderes de iglesia no tienen el suficiente conocimiento acerca de la tecnología de Internet y, por lo tanto, no tienen ni idea de dónde comenzar. Si bien los jóvenes en la iglesia se sienten atraídos por Internet, dedican mucho tiempo a las redes sociales, a chatear on-line y a mirar videos. Pero esta situación generalmente cambia cuando las iglesias comienzan a utilizar Internet para alcanzar a las personas. Los líderes de la iglesia necesitan a los jóvenes para usar Internet con fines evangelizadores.

Exactamente ¿qué puede hacer su iglesia para involucrar a los miembros en el ministerio en Internet?

Primero y principal, ellos necesitan comprender que esta obra puede ser realizada solo gracias al poder del Espíritu Santo. Cuando los discípulos se reunieron en el aposento alto, oraron fervientemente por el Espíritu Santo porque Jesús se lo había pedido específicamente. “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hech. 1:8). Para que el evangelio pudiera llegar a los confines de la Tierra, ellos debían recibir el poder del Espíritu Santo. Esperaron pacientemente hasta que sus diferencias quedaron resueltas. Elena de White dice: “Estos días de preparación fueron días de profundo escudriñamiento del corazón. Los discípulos sentían su necesidad espiritual, y clamaban al Señor por la santa unción que los había de hacer idóneos para la obra de salvar almas. No pedían una bendición simplemente para sí. Estaban abrumados por la preocupación de salvar almas. Comprendían que el evangelio había de proclamarse al mundo, y demandaban el poder que Cristo había prometido”.[4] Una vez que fueron llenos del Espíritu Santo, sus palabras penetraron en el corazón de las personas, y “se añadieron aquel día como tres mil personas” (Hech. 2:41).

Segundo, deben orar para que el Espíritu Santo prepare el corazón de las personas. En la Biblia, el Espíritu Santo es el que agregaba las personas a la iglesia primitiva, y también el que no solo vino sobre los discípulos sino también sobre todas las personas que escuchaban la predicación de los discípulos. La Biblia dice: “Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua” (Hech. 2:6). ¿Cómo fue posible que todos escucharan en su propio idioma? El Espíritu vino sobre ellos y movió su corazón para tomar decisiones. Su oración diaria debería ser pedir el Espíritu Santo para que lo dirija a contactar personas cuyo corazón esté preparado, sin importar si está enfrente de usted o a miles de kilómetros detrás de una pantalla de computadora.

Tercero, debería educar a sus miembros acerca del correcto uso de Internet. Rápidamente se puede convertir en una herramienta de Satanás para tentar a las personas de todas las edades. A medida que los jóvenes pasan más y más tiempo en Internet, la iglesia debería organizar reuniones de capacitación regulares con el fin de presentar a los miembros herramientas y métodos prácticos para alcanzar a las personas a través de Internet.

Ideas prácticas

Estas son algunas sugerencias prácticas al trazar planes:

a. Establezca un ministerio de Internet en su iglesia local y reclute un coordinador del Ministerio en Internet (MI). b. Apoye a su coordinador del MI para desarrollar un sitio web creativo.

c. Anime y ayude a su coordinador de MI para asistir a sesiones de entrenamiento para evangelizar a través de Internet.

d. Ayude en el establecimiento de un equipo de servicio para el ministerio en Internet que pueda proveer respuestas on-line a preguntas, averiguaciones y cartas de Internet.

En una de las iglesias donde trabajé, colocamos un breve video, No tenga miedo, en uno de los sitios de videos más conocidos, a manera de prueba. Para nuestra sorpresa, en tres semanas, cerca de 360.000 personas fueron al sitio para mirarlo. Dios abrió nuestros ojos para ver este gran campo de cosecha. Sin mucha inversión, se construyó un sencillo estudio en la iglesia, y se produjeron programas para subir a Internet. Los jóvenes de la iglesia armaron una página para poner todos los videos juntos en ese sitio de videos.

Al final de ese año, 20 millones de personas habían visto esos videos.

Comience grabando los sermones sabáticos, súbalos al sitio web de su iglesia, y reclute a los jóvenes para filmar y editar los videos. Cree una radio por Internet en su iglesia e invite a los miembros a dedicar su tiempo y su talento a hacer programas de radio. Organice una visita a alguna otra iglesia que ya esté llevando a cabo un ministerio vibrante por Internet.

Conclusión

Elena de White dice: “La obra que Cristo hizo cuando estaba en la Tierra parecía limitarse a un campo estrecho, pero multitudes de todos los países oyeron su mensaje. Con frecuencia Dios emplea los medios más sencillos para obtener los mayores resultados. Es su plan que cada parte de su obra dependa de todas las demás partes, como una rueda dentro de otra rueda, y que actúen todas en armonía. El obrero más humilde, movido por el Espíritu Santo, tocará cuerdas invisibles cuyas vibraciones repercutirán hasta los fines de la Tierra, y producirán melodía a través de los siglos eternos”.[5]

Dios desea que cada miembro del cuerpo de Cristo participe en su misión. La obrade salvar a los perdidos debería ser el foco de toda la feligresía, no solo del equipo pastoral. Dios “añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos” (Hech. 2:47). Este crecimiento fue el resultado del compromiso de cada miembro de esa congregación. Con la llegada de Internet, los miembros de iglesia, de una manera o de otra, pueden participar para alcanzar a los no alcanzados del mundo para Cristo.

Las posibilidades son infinitas, y el impacto puede ser global.

Sobre el autor: Secretario de Unión de China, Honk Kong, China


Referencias

[1]  Global Christianity, “A Report on the Size and Distribution of the World’s Christian Population”, www.pewforum.org/Christian/Global-Christianity-exec.aspx Accedido el 6 de julio de 2012.

[2] Ibíd.

[3] “Report on Congregations and Their Use of Internet Technologies”, http://faithcommunitiestoday.org/report-congregations-and-their-use-internet-technologies, Accedido el 14 de marzo de 2012.

[4]  Elena de White, Los hechos de los apóstoles, p. 30.

[5] Elena de White, El Deseado de todas las gentes, p. 762.