Una escuela de Recuperación de Alcohólicos y Fumadores consiste en un grupo de personas que se reúnen semanalmente para conducir un tratamiento antialcohólico y antitabáquico gratuito.

Los fines de semana, ya sea el sábado o el domingo en la noche, el grupo de voluntarios se reúne en su escuela para prestar ayuda a los que están bajo las garras del vicio.

Hay cientos de hermanos de la Asociación Paulista del Este de la Iglesia Adventista empeñados en este proyecto para liberar a los esclavos de la intemperancia. Es importante que todos los miembros de nuestra iglesia y nuestras instituciones trabajen en favor de la temperancia, tanto enseñándola como practicándola. Para que ésta triunfe debemos consagrarle, en el estudio y la práctica, nuestros mejores esfuerzos.

Debemos llegar con este mensaje a todas las clases sociales. La Hna. Elena G. de White, en su libro La Temperancia, en la página 202, nos dice que ésta debe ser divulgada por la palabra, la pluma y el voto.

No debe sobrecargarse al pastor de la iglesia al realizar este plan; es mejor recurrir a las fuerzas laicas, ya sean profesionales u hombres de negocio, médicos o enfermeros, o personas que tengan cualquier tipo de talento para consagrar a la causa de la temperancia.

Hay una gran necesidad de predicadores que presenten el mensaje de la temperancia a la luz de la Palabra de Dios. Para que este mensaje pueda progresar, según los planes divinos, es necesario que cada iglesia tenga un director de temperancia.

Basado en los escritos del espíritu de profecía y de la Biblia surgió el plan de las Escuelas de Recuperación de Alcohólicos y Fumadores. Para formar una escuela tal hay que reunir tres condiciones fundamentales:

  1. Material humano.
  2. Lugar apropiado.
  3. Apoyo financiero.

Veamos cada una de ellas:

  1. Material humano. Es necesario contar en la iglesia con un equipo humano para este trabajo, y se compone de:

a. Un director y un vicedirector nombrados por la junta de la iglesia. Su responsabilidad es la organización y la dirección de la escuela. El director puede ser el mismo director de Temperancia de la iglesia.

b. Los demás miembros son nombrados por la junta de la iglesia en acuerdo con el director que es quien registra a los alumnos y provee el material didáctico para la escuela.

c. Ayudantes: Se agregan al equipo los grupos de Relaciones Públicas y de visitas.

  • Lugar apropiado. La escuela puede funcionar en un aula de la escuela primaria o, en el caso de no existir ésta, pueden hacerse las reuniones en otro salón o en la misma iglesia con el conocimiento de su junta directiva.
  • Apoyo financiero. Deben conseguirse fondos suficientes para el funcionamiento de la Escuela de Recuperación. Pueden provenir del fondo de Actividad Misionera, o también puede incluirse en el presupuesto de Mayordomía de la iglesia. Debe proveerse para los gastos de la escuela y la adquisición de materiales como películas, diapositivas, máquinas proyectores, etc.

El programa

Primera parte. Se inicia con una charla de siete a diez minutos basada en la Palabra de Dios, a manera de meditación. No es un sermón, es un pequeño culto devocional que debe inspirar confianza y fe en Dios.

Segunda parte. Luego hay otra charla de quince minutos sobre el alcohol, y seguidamente el testimonio de un alcohólico que está en proceso de recuperación, que relata las victorias alcanzadas durante la semana.

A continuación deben ocuparse quince minutos para hablar acerca de los efectos del tabaco en el organismo humano. Aquí también debe seguir una entrevista con el alumno para confirmar la decisión que hizo anteriormente.

Tercera parte. En esta última parte debe dividirse a los alumnos en grupos. Los ayudantes tienen allí la oportunidad de entrevistarlos personalmente y conversar con ellos. Se practica la terapia de grupo y se entregan los medicamentos, y se hacen las anotaciones en la ficha personal de cada uno.

Al final del programa se ora en conjunto el Padrenuestro, y se los despide hasta la próxima reunión, la semana siguiente.

Dios ha obrado de esta forma muchos milagros. Gran cantidad de personas se han recuperado y han aceptado el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo.

Visitas

Las personas que asisten a la escuela deben ser visitadas durante la semana o el sábado de tarde. En esas visitas se ven cuáles son sus necesidades materiales y espirituales y se las anima para que asistan a la siguiente reunión.

En esas ocasiones muchos tienen la oportunidad de oír, por primera vez en su vida, el Evangelio. Reciben estudios bíblicos en sus hogares y se los inscribe a los cursos de la Escuela Radio postal.

Este proyecto misionero de temperancia ha resultado muy eficaz para la recuperación y la salvación de las almas que fueron liberadas de los vicios sociales del alcoholismo y el tabaquismo.

Actualmente tenemos 63 escuelas de este tipo en el Estado de San Pablo, Brasil. También tenemos otras en varias asociaciones, fuera del territorio de nuestra asociación y del país.

¡Dios sea loado por todo lo logrado hasta el momento!

Sobre el autor: El pastor Diógenes S. Meló es uno de los directores de Temperancia de la Asociación Paulista del Este, en la Unión Brasileña del Sur.