La nomenclatura de los días de la semana en los tiempos apostólicos evidencia la distinción del sábado entre los primeros cristianos.

  Desde la Creación hasta el potente movimiento del Éxodo, y durante los altibajos de la historia de Israel narrada en el Antiguo Testamento, el sábado sobresale como el memorial de la Creación y la redención de Dios, y como un día único de adoración y compañerismo para el pueblo de Dios.

  Pero ¿y en el Nuevo Testamento? Los apóstoles y los primeros cristianos ¿guardaron el sábado? ¿O la muerte de Jesús en la cruz marcó el comienzo de nuevas realidades en relación con el sábado? Las respuestas a estas preguntas afectan la actitud que adoptamos hoy hacia el sábado porque, como cristianos, nos esforzamos por imitar la fe y la práctica de la iglesia primitiva.

  Se pueden percibir tres principales posiciones con respecto a la actitud de los primeros cristianos acerca de la observancia sabática. Primero: Jesús, los apóstoles y los primeros cristianos siguieron observando el sábado, tal y como se lo hacía en tiempos del Antiguo Testamento. Segundo: la transición del sábado al domingo ocurrió en los primeros siglos de la historia cristiana, y el domingo reemplazó gradualmente al sábado. Tercero: el concepto del sábado mismo experimentó un cambio bajo la sugerencia de que, con la muerte de Jesús, el sábado fue abolido y ya no existe un día santo en el ciclo semanal, por lo que todos los días son iguales.

 Este estudio no intentará dar una respuesta que abarque todos los asuntos mencionados. Más bien, se centrará en un aspecto: los nombres de los días de la semana en el Nuevo Testamento y otros documentos de la iglesia cristiana primitiva, y cómo estos nombres ayudan a resolver el debate mencionado.

  El Nuevo Testamento nos da nombres de tres de los días de la semana: el primero, el sexto y el séptimo; el domingo, el viernes y el sábado en el uso moderno. Comenzaremos con estos tres y los exploraremos en orden inverso, antes de considerar los otros días de la semana en otros documentos de la antigüedad.

EL SÉPTIMO DÍA

  El Nuevo Testamento llama al séptimo día “sábado”, del griego sabbaton.[1] Es la traducción de la palabra hebrea shabbat (sábado) que, a su vez, proviene del verbo shabat, “cesar, desistir, descansar”;[2] término que denota el día bíblico de descanso y adoración. Sabbaton aparece 68 veces en el Nuevo Testamento, siempre relacionado con el séptimo día, con la posible excepción de Colosenses 2:16.[3]

  Bíblicamente hablando, sabbath es un título, no un nombre. Cuando hablamos de Juan el Bautista, “Juan” es el nombre y “Bautista” es su título, que define su rol.[4] Cuando nos referimos al apóstol Pablo, “Pablo” es el nombre y “apóstol” su título.[5] De la misma manera, cuando leemos “mas el séptimo día es reposo [aquí, literalmente, sábado] para Jehová tu Dios” (Éxo.20:10),[6] el nombre del día es “séptimo”. Este uso está en sintonía con la práctica de los hebreos, tanto en tiempos bíblicos[7] como en la actualidad, de nombrar los días usando numerales.[8] “Sábado” es un título. Como tal, “sábado” define el papel especial del séptimo día como un día de descanso y adoración.[9] Es verdad que, finalmente, llegó a ser usado como nombre; sin embargo, bíblica y teológicamente, “sábado” es un título.

  El uso como título es evidente, en especial, en los escritos de Lucas. Mientras que otros escritores bíblicos se refieren al séptimo día con el sustantivo “sábado”, Lucas usa seis veces la forma “día de sábado” (hēmera tōn sabbatōn); es decir, día de reposo.[10]En el griego bíblico, cuando el nominativo, el acusativo o el dativo del sustantivo “día” (hēmera) es seguido por un sustantivo en genitivo, como es el caso aquí, el genitivo funciona adjetivalmente y define el sustantivo principal “día”.[11] Por ejemplo, el “tiempo de la siega” [literalmente, “los días de la siega”] de Génesis 30:14 son los días en que ocurre la siega. El día de purificación de Éxodo 29:36 era el día en que eran ofrecidos ciertos sacrificios. De la misma manera, tenemos el día de la “alegría” (Núm. 10:10), de la “expiación” (Lev. 23:27; 25:9), y muchos más.

  Asimismo, hēmera tōn sabbatōn debería ser traducido como un genitivo adjetival de aposición, “el día que es el sábado”, confirmando que el sábado es utilizado descriptivamente como un título.[12] Definir un día por su título, cuando el título supuestamente ya no es válido, no tiene sentido. La conclusión más natural es que Lucas describe el séptimo día de esta manera porque el séptimo día, aproximadamente unos treinta años después de la muerte de Jesús en la cruz, todavía continuaba siendo sábado, o día de reposo.

  Es más, el “día de sábado” de Lucas es una construcción gramatical relativamente rara, y es utilizada por primera vez en la versión del cuarto Mandamiento; literalmente, “acuérdate del día que es sábado para santificarlo”. Una construcción similar aparece en la reiteración deuteronómica de los Mandamientos (Deut. 5:12, 15). Usos posteriores aparecen en textos legales en que se define la conducta sabática prescriptiva y descriptiva.[13] Sería extraño que Lucas, un gentil cristiano, usara una terminología que deriva de la LXX y aparece casi exclusivamente en contextos legales, si consideraba que estos contextos legales ya eran obsoletos.

   Además del uso de la palabra “sábado”, el séptimo día es mencionado dos veces sencillamente por su designación numérica: “séptimo día”. Ambas instancias figuran en Hebreos 4:4.

EL SEXTO DÍA

   Cinco veces el Nuevo Testamento hace referencia directa al sexto día. Todas las veces aparece en el registro de la crucifixión. Se utilizan dos títulos: paraskeuē (Mat. 27:62; Mar. 15:42; Luc.23:54; Juan 19:31)[14] y prosabbaton (Mar.15:42). Paraskeuē significa “preparación”.[15] Preparación ¿para qué? Claramente, para el séptimo día que lo sigue.[16] Esto es evidente en el uso de Lucas: “Era día de la preparación, y estaba para comenzar el día de reposo” (Luc. 23:54). Como día de preparación, está vinculado con la observancia del sábado. Nolland comenta: “El  ‘día de preparación’ es el día previo al sábado, en el que se necesitan hacer los preparativos para poder observar fielmente las restricciones sabáticas”.[17] 

   La palabra prosabbaton significa literalmente “el [día] previo al sábado”.[18] Asume un sentido de movimiento hacia el sábado. La palabra aparece solo en Marcos 15:42; pero Lucas, en su texto paralelo, subraya de igual manera el sentido de movimiento al declarar que era día de preparación, y “estaba para comenzar el día de reposo” (Luc. 23:54). La designación del viernes tanto como paraskeuē como prosabbaton, por lo tanto, señala claramente al sábado como el punto culminante de la semana.

EL PRIMER DÍA

   Quizá la terminología más utiliza‐ da esté relacionada con “el primer día de la semana”. Hay ocho referencias en el Nuevo Testamento (Mat. 28:1; Mar.16:2, 9; Luc.24:1; Juan 20:1, 19; Hech.20:7; 1 Cor.16:2).[19] El término griego es mia sabbatōn, o variantes con la misma fuerza semántica. Todos están compuestos por el adjetivo numérico “primero”, seguido por el sustantivo “sábado”.

   Las traducciones en castellano rinden mia sabbatōn y sus variantes como “primer día de la semana”; es decir, traducen sabbatōn con la palabra castellana “semana”. Pero ¿es correcta esta traducción? La palabra sabbatōn en ningún lado se refiere a la semana; siempre al sábado. La palabra griega para “semana” es hebdomas.[20]

   Así, esta frase debería ser traducida en cualquiera de las siguientes tres formas: Bruce traduce mia sabbatōn como “el primer día después del sábado”;[21] Lenski prefiere la traducción “el primer día en referencia al sábado”;[22] una tercera posibilidad es “primer [día] hacia el sábado”.[23] Cualquiera que sea la traducción de mia sabbatōn que escojamos, el punto es que las tres subrayan la importancia del sábado como el punto culminante de la semana.[24] De las tres, prefiero la opción “primer [día] hacia el sábado”, teniendo en cuenta el hecho de que el término mencionado que hace referencia al viernes, prosabbaton, también indica dirección hacia el sábado.

EL RESTO DE LOS DÍAS DE LA SEMANA

   Hemos considerado las designaciones del Nuevo Testamento para el primer, el sexto y el séptimo días de la semana: domingo, viernes y sábado en castellano moderno. Y ¿con respecto a los demás? El Nuevo Testamento no provee nombres para ellos, pero otras fuentes contemporáneas sí lo hacen. El segundo día (lunes) fue llamado deutera sabbatōn; el tercero (martes), tritē sabbatōn; el cuarto (miércoles), tetartē sabbatōn o tetrad sabbatōn; y el quinto (jueves), pemptē sabbatōn; es decir, “segundo […] tercero […] cuarto […] quinto […] [días] hacia el sábado”, respectivamente.[25] Por lo tanto, estos también son designados en referencia al sábado.

   El latín no tiene una relevancia directa para el Nuevo Testamento, que fue escrito en griego. No obstante, el latín fue el segundo idioma más utilizado después del griego entre los primeros escritores cristianos. En la Vulgata, la traducción al latín de la Biblia, que data del siglo IV, encontramos los siguientes nombres para los días de la semana: el domingo es designado prima sabbati, [26] o una sabbati, [27] y ambos transmiten el significado de “primer [día] hacia/después del sábado”; el lunes es llamado secunda sabbati, “segundo [día] hacia/después del sábado”;[28] y el miércoles es llamado quarta sabbati, “cuarto [día] hacia/después del sábado.[29] El viernes es llamado parasceve, [30] una transliteración directa de la palabra griega paraskeuē que, tal como se ha señalado, indica preparación para el sábado. No aparecen los demás días de la semana.

   En el latín eclesiástico fuera de la Biblia, los días eran igualmente agrupados alrededor del sábado. Por ejemplo, el do‐ mingo era nombrado feria prima.[31] Feria designaba un “día libre”, en el que no se requería que trabajaran las personas, incluso los esclavos, y en el que los tribuna‐ les tampoco abrían. Inicialmente un concepto secular romano, en el vocabulario cristiano llegó a ser una referencia a un día religioso o día santo.[32]

   Como tal, feria prima significa el “primer [día] después del día santo” (es decir, el primer día después del sábado).[33] El lunes era llamado secunda feria, “segundo [día] después del día santo”; el martes, tertia feria; el miércoles, quarta feria; el jueves, quinta feria; el viernes, sexta feria; es decir, “tercer […] cuarto […] quinto […] sexto […] [día] después del día santo”.[34]

   El séptimo día era llamado sabbatum, “sábado”; palabra tomada prestada del hebreo shabbat a través del griego sabbaton. Este sistema latino para nombrar los días todavía se sigue en portugués.

EVALUACIÓN

   Al unificar la evidencia, podemos crear el siguiente gráfico:

  A partir del análisis y el gráfico previos, es evidente que en el Nuevo Testamento, y para otros primeros escritores cristianos, el griego y el latín uniformemente usan una nomenclatura para los días de la semana que es decididamente sabataria.

   Llaman al séptimo día “sábado”, si bien supuestamente ya no era el día de reposo; al sexto día llamaban “preparación [para el sábado]” o “el día antes del sábado”, cuando supuestamente ya no existía más;[35] y para el resto de los días de la semana usaban una designación numeral seguida por una referencia al sábado, subrayando al sábado como el centro de la semana cuando, supuestamente, ya no existía el sábado como día de reposo.

   ¿Por qué los cristianos utilizaban este lenguaje? Se podría especular que lo hacían, simplemente, por hábito. Muchos escritores del Nuevo Testamento eran judíos y, por lo tanto, estaban acostumbrados al hábito de los judíos de designar la semana basándose en el sábado. Pero, esta especulación no puede ser sostenida. Primero, al menos uno de los escritores del Nuevo Testamento, Lucas, era un gentil convertido, no un judío cristiano. Segundo, muchos de los libros del Nuevo Testamento, si bien fueron escritos por judíos, estaban dirigidos a cristianos gentiles; por lo tanto, los escritores podrían haber usado un lenguaje asimilable por los gentiles. Tercero, muchos otros escritores cristianos, griegos y latinos, provenían de un trasfondo gentil. 

  Los griegos y los latinos tenían nombres para los días de la semana; nombres relacionados con los planetas, tales como en el castellano moderno.[36] Así que, al adoptar un conjunto diferente de nombres, estaban yendo contra sus hábitos, contra los nombres utilizados en su cultura. 

   Se podría, todavía, objetar que los nombres relacionados con los planetas podrían dar la impresión de práctica idolátrica, porque los griegos y los romanos seculares que utilizaban estos nombres eran paganos. Sin embargo, incluso en este caso, los escritores cristianos podrían haber designado los días de la semana usando numerales, sin incluir alguna referencia al sábado. Este es el caso en muchos idiomas hoy, y estaba en uso entre los judíos del tiempo de Jesús y de los apóstoles. Después de todo, Hebreos 4:4 se refiere dos veces al séptimo día como “séptimo” o “séptimo día”,[37] mientras que “sexto día” es el apelativo más común en el Antiguo Testamento para el viernes.[38]

   No obstante, los escritores cristianos dejaron deliberadamente de lado tanto los nombres relacionados con los planetas como los nombres simplemente numéricos (a excepción de Hebreos 4:4), por una nomenclatura que es decididamente sabataria. ¿Por qué? La única conclusión lógica es que los apóstoles y otros escritores cristianos de los primeros siglos utilizaron el lenguaje relacionado con el sábado porque ellos eran sabatarios; es decir, siguieron guardando el sábado, tal y como el pueblo de Dios lo había hecho durante siglos antes que ellos. Sugerir que el sábado fue cambiado del séptimo al primer día de la semana, o que fue abolido, va contra la evidencia que hemos examinado.   

Sobre el autor: Es doctor en Teología y pastor en Chipre, Grecia.


Referencias

[1] F. F. Bruce, The Acts of the Apostles: Greek Text With Introduction and Commentary (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1951), p. 260.

[2] William Gesenius, A Hebrew and English Lexicon of the Old Testament (Oxford: Clarendon Press, 1972), p. 991.

[3] Ver, por ejemplo, Ron du Preez, Judging the Sabbath: Discovering What Can’t Be Found in Colossians 2:16 (Berrien Springs, MI: Andrews University, 2008). Du Preez argumenta, con erudición, que los “sábados” de Colosenses 2:16 se refiere a las tres grandes fiestas anuales de Israel. En contraste, ver Kim Papaioannou y Michael Mxolisi Sokupa, “Does Colossians 2:16, 17 Abolish the Sabbath?”, Adventist Review, 23 de febrero de 2012, para la posición de que Colosenses 2:16 se refiere a los sábados semanales.

[4] Ver F. F. Bruce en The New Bible Dictionary, ed. James Dixon Douglas (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1962), s.v. “John the Baptist”.

[5] Ver A. F. Walls, ibíd., s.v. “Apostle”.

[6] El artículo en inglés utiliza la English Standard Version.

[7] Ver Génesis 1:5, 8, 13, 19, 23, 31; 2:3; comparar con el sistema numeral en hebreo.

[8] R. K. Harrison, Teach Yourself Biblical Hebrew (London: Richard Clay, 1955), pp. 104-108; E. Kautzsch, ed., Gesenius’ Hebrew Grammar (Oxford: Clarendon, 1978), pp. 286-292.

[9] John I. Durham, “Exodus”, Word Biblical Commentary (Waco, TX: Word Books, 1987), t. 3, p. 289.

[10] Lucas 4:16; 13:14, 16; 14:5; Hech. 13:14; 16:13. Ver Joseph A. Fitzmyer, The Acts of the Apostles, Anchor Bible (New York: Doubleday, 1998), t. 31, p. 509.

[11] Daniel B. Wallace señala que todos los genitivos adjetivales son de alguna manera descriptivos. Greek Grammar Beyond the Basics (Grand Rapids, MI: Zondervan, 1996), pp. 78, 79.

[12] Por usos del genitivo de aposición, ver ibíd., p. 95.

[13] Éxo. 35:3; Lev. 24:8; Núm. 15:32, 33; 28:9; Neh. 10:31; 13:15, 17, 19, 22; Jer. 17:21, 22, 24, 27; Eze. 46:1, 4, 12.

[14] Juan 19:14 y 42 también utiliza la misma terminología, pero muy probablemente se refiera a la preparación para la Pascua, más que para el sábado; si bien en aquella instancia la preparación para el sábado y la Pascua coinciden (Juan 19:31).

[15] Henry George Liddell y Robert Scott, A Greek English Lexicon (Oxford: Clarendon, 1996), p. 1.324.

[16] Walter Bauer y Frederick Danker, eds., A Greek English Lexicon of the New Testament and Other Early Christian Literature (Chicago: University of Chicago Press, 2001), p. 771, lo define como el día “en que […] todo estaba relacionado con la preparación para el sábado”.

[17] John Nolland, Luke 18:35-24:53, Word Biblical Commentary, t. 35c (Dallas, TX: Word Books, 1993), p. 1.164.

[18] Liddell y Scott, Greek-English Lexicon, p. 1.499; Robert H. Stein, Mark, Baker Exegetical Commentary on the New Testament (Grand Rapids, MI: Baker Academic, 2008), pp. 723, 724. Stein señala, con agudeza, que Marcos está usando el calendario judío y, al reconocer los días, los explica a sus lectores griegos. Ver también Horst Balz, Exegetical Dictionary of the New Testament, t. 3, eds. Horst Balz y Gerhard Schneider (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1982-1983), s.v. “paraskeuh”. Balz señala que el término se siguió usando en la iglesia primitiva.

[19] Algunos argumentan que el “día del Señor” de Apocalipsis 1:10 también hace referencia al domingo. Esto es improbable, porque no existe evidencia de que el domingo sea llamado de esta manera en el tiempo en que Juan escribió el Apocalipsis. Bíblicamente hablando, es una referencia ya sea al sábado como séptimo día, que en la Biblia es llamado “sábado para el Señor” (Éxo. 20:10), o al profético “día del Señor” (por ejemplo, Mal. 4:5; Hech. 2:20; 1 Cor. 1:8; 5:5; 2 Cor. 1:14; 1 Tes.5:2; 2 Ped. 3:10), el día de la venida de Jesús.

[20] Ver, por ejemplo, Gén. 29:27, 28; Éxo. 34:22; Lev.23:15, 16; 25:8; Núm. 28:26; Deut. 16:9 (2x), 10, 16; 2 Crón. 8:13; Dan. 9:24, 27; 10:2, 3; A Greek-English Lexicon of the New Testament, p. 269.

[21] Bruce, The Acts, p. 372. Ben Witherington III, si bien se inclina por la traducción “primer día de la semana”, reconoce que la frase originalmente hacía referencia al sábado. Él traduce el significado original de la frase mia sabbaton como “primer día después del sábado”. Bruce, The Acts, p. 606.

[22] Richard C. H. Lenski, The Interpretation of the Acts of the Apostles 15-28 (Minneapolis, MN: Augsburg Fortress, 1944), p. 824. Lenski señala que “los judíos no tenían nombres definidos para los días de la semana. La elección de definir la semana por medio del sábado no se debía a una ausencia de un sistema de nomenclatura alternativo, sino más bien era una indicación del respeto por esa institución importante”.

[23] Ver el genitivo de destino en Wallace, Greek Grammar, pp. 100, 101. Se puede encontrar ejemplos de genitivos de destino en Mat. 10:5; Hech. 16:17; Rom.8:36; 9:22; Gál. 2:7; Efe. 2:3, entre otros.

[24] A. T. Lincoln admite la designación sabataria de la semana cuando declara que la frase mia sabbatou y otras relacionadas “reflejan la terminología de las iglesias cristianas gentiles para el domingo como el primer día en la secuencia determinada por el sábado”. “From Sabbath to Lord’s Day: A Biblical and Theological Perspective”, en From Sabbath to Lord’s Day, ed. D. A. Carson (Grand Rapids, MI: Academie, 1982), p. 398.

[25] Ver LXX Sal. 47:1; 93:1; Josefo, Wars 2.289; Didajé 8:1; “Εβδομάδα”, Wikipedia, consultado el 27 de mayo de 2014, http://el.wikipedia.org/wiki/ Εβδομάδα; Werner Froånhlich, “The Days of the Week in Various Languages”, consultado el 27 de mayo de 2014, http://www.geonames.de/days.html; GDZ, consultado el 27 de mayo de 2014,

http://gdz.sub.unigoettingen.de/de/dms/load/toc/?PPN=PPN655965645&DMDID=DMDLOG_0001.

[26] Ver Vulgata, Mat. 28:1; Mar. 16:9.

[27] Ver Vulgata, Luc. 24:1; Juan 20:1, 19; Hech. 20:7; 1 Cor. 16:2.

[28] Ver Vulgata, Sal. 47:1.

[29] Ver Vulgata, Sal. 93:1.

[30] Ver Vulgata, Mat. 27:62; Mar. 15:42; Luc. 23:54; Juan 19:31.

[31] Faith Wallis, “Chronology and Systems of Dating”, en Medieval Latin: An Introduction and Bibliographical Guide, eds. Frank Anthony Carl Mantello y A. G. Rigg (Washington, DC: CUA Press, 1996), p. 385.

[32] Ver, por ejemplo, “Feria”, Catholic Encyclopedia, New Advent, consultado el 28 de mayo de 2014, http:// www.newadvent.org/cathen/06043a.htm.

[33] En los siglos posteriores, el nombre del primer día de la semana fue cambiado de feria prima a dominica o dies dominicus, “día del Señor”, pero este fue un desarrollo posterior.

[34] Fröhlich, “The Days of the Week”, http://www.geonames.de/days.html.

[35] Eduard Lohse señala esta discrepancia, pero no logra explicarla. Theological Dictionary of the New Testament, t. 7, trad. y ed. Geoffrey W. Bromiley (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1971), s.v. “sabbaton”.

[36] Existe cierta incertidumbre acerca de cuándo los nombres relacionados con los planetas llegaron a consolidarse, pero E. G. Richards cita a Plutarco, quien indica que los nombres relacionados con los planetas se estaban volviendo famosos. Mapping Time: The Calendar and History (Oxford: Oxford University Press, 1999), p. 269.

[37] El uso del numeral “séptimo” para el séptimo día de la semana es común en la LXX (Gén. 2:2, 3; Éxo.16:26, 27, 29, 30; 20:10, 11; 23:12; 24:14; 31:15, 17; 34:21; 35:2; Lev. 23:3; Deut. 5:14; 2 Sam. 12:18; y, posiblemente, Est. 1:10).

[38] Gén. 1:31; 2:2; Éxo. 16:5, 22, 29.