Investigación abarcadora destaca evidencias del Santuario celestial en el Antiguo Testamento
Uno de los temas más controvertidos de la teología adventista está relacionado con la creencia en el Santuario celestial y su vinculación con la dinámica de la salvación.
En El Santuario celestial en el Antiguo Testamento (Academia cristiana; Ceplib, 2014, 520 páginas) Elías Brasil de Souza, doctor en Exégesis y Teología del Antiguo Testamento, y director del Instituto de Investigaciones Bíblicas de la Asociación General de la Iglesia Adventista, presenta un estudio de pasajes del Antiguo Testamento con el objetivo de destacar: 1) la función del Santuario celestial; 2) la relación del Santuario celestial con su contraparte terrenal; y 3) el concepto de Santuario en la Biblia hebrea.
El libro presenta un análisis minucioso de pasajes clave del Antiguo Testamento, que amplía la investigación anteriormente publicada por Richard M. Davidson, “The Heavenly Sanctuary in the Old Testament”, que mostró la necesidad de una investigación futura sobre el tema. De hecho, pocos estudios académicos han estado dedicados al asunto del Templo/ Santuario celestial en la Biblia hebrea.
Aunque sea una obra repleta de lenguaje técnico teológico, el contenido es presentado de forma didáctica y accesible. Dividida en seis capítulos, se estructuró de manera tal que su argumentación recorre desde el paño de fondo de la Biblia hebrea, en al Antiguo Oriente Medio, hasta el último de los libros de la Tanakh. En el primer capítulo, el autor describe la problemática de la investigación, la metodología, y una revisión de la literatura sobre el tema. A su vez, el segundo capítulo presenta el concepto de Santuario/Templo en el Antiguo Oriente Medio en textos egipcios, sumerios, acadianos, hititas y ugaríticos, mostrando las similitudes y las diferencias entre la concepción del pueblo de Israel y la de sus vecinos en relación con la existencia y la función de un Templo/Santuario celestial. Las evidencias señalan que ellos entendían el Santuario celestial como un sitio de habitación y actividad de las divinidades.
Al tratar el tema del Santuario celestial en la Torá, en el capítulo 3, el autor examina algunos acontecimientos narrados en los libros de Génesis, Éxodo y Deuteronomio. Inicia su exposición con el episodio de la torre de Babel, probablemente un templo o zigurat, según su tesis; pues sus edificadores tenían la intención de que la construcción alcanzara los cielos, al ser un punto de conexión con el reino celeste. A continuación, Souza analiza el sueño de Jacob, una escalera apoyada en la tierra, cuya punta tocaba los cielos (Gén. 28:12). La escalera, y los actos culturales realizados por el patriarca, indicaban una interacción dinámica entre la esfera terrestre y su equivalente celestial. El estudio de la palabra tabnît (modelo, figura, imagen [Éxo. 25:9, 40]) es presentado a la luz de su contexto narrativo. Por lo que todo indica, la expresión revela que el Templo celestial funcionó como arquetipo para el Santuario terrestre.
El análisis de los libros proféticos se concentra en el capítulo 4. El autor destaca textos como la visión del Trono y del Templo celestial de Isaías 6:1 al 8 y la referencia de Habacuc 2:20, donde se lee: “Mas Jehová está en su santo templo […]”. Souza, además, se explaya acerca de la descripción del “querubín protector” del Santuario celestial y su correspondencia con el equivalente terrestre (Eze. 28). De acuerdo con el investigador, el Templo del cielo también es descrito como un lugar de adoración, expiación y juicio. En el capítulo 5, el autor analiza pasajes relacionados con esas funciones, principalmente, en el libro del profeta Daniel.
El último capítulo agrupa insights de los capítulos anteriores, y presenta una síntesis teológica del tema. Souza concluye que la Biblia hebrea concibe al Santuario celestial como el lugar de las actividades divinas, en correspondencia estructural y vertical con su equivalente terrestre. Además de esto, el Santuario parece desempeñar un papel prominente en el contexto del Gran Conflicto, está íntimamente vinculado con el tema de la alianza y, evidentemente, es un lugar en el cielo. Tal implicación se opone a la idea de que esa edificación debe ser interpretada metafóricamente o “como una realidad de extensión igual al cielo” (p. 435).
Sin duda alguna, estudiosos de Teología, pastores y público en general serán grandemente beneficiados por la sólida investigación presentada por Elías Brasil de Souza en su libro El Santuario celestial en el Antiguo Testamento.
Sobre el autor: editor asociado de la revista Ministerio Adventista.