Citas del Espíritu de Profecía

Hay muy pocos que han crecido lo suficiente como para comprender cuánto tienen que ver sus hábitos relativos a la alimentación, con su salud, su carácter, su utilidad en el mundo y su destino eterno.”—”Testimonies” tomo 1, págs. 488, 489.

“Muchos estudiantes ignoran, por desgracia, que el régimen alimentario ejerce una poderosa influencia sobre la salud.”—”Medical Ministry” pág. 77.

“Un sistema erróneo en lo que respecta a la comida y a la bebida destruye la salud, y con ella la dulzura de la vida.”—”Counsels on Health” pág. 117.

“Aquellos que pecan contra el conocimiento y la luz que han recibido, y recurren a los oficios de los médicos para administrarse drogas, constantemente notarán que la vida se les escapa de entre los dedos…

“Ellos no examinarán sus antiguos hábitos de comer y beber, ni prestarán atención especial a los hábitos erróneos que por muchos años han estado en la raíz de la enfermedad.” —”Medical Ministry” pág. 224.

“Si los cristianos mantienen en sujeción su cuerpo, y subyugan todos sus apetitos y pasiones a la conciencia iluminada, sintiendo la responsabilidad que tienen ante Dios y ante sus prójimos de obedecer las leyes que gobiernan la salud y la vida, ellos obtendrán la bendición del vigor mental y físico.”—”Counsels on Diet and Foods” pág. 65.

“Cuando estudiamos este asunto en el temor de Dios, aprendemos que es mejor, tamo para nuestra salud física como para nuestro adelanto espiritual, observar un régimen alimentario sencillo.”—”Medical Ministry” pág. 273.

“Si los israelitas hubiesen seguido las instrucciones dadas, y sacado provecho de sus ventajas, hubiesen llegado a ser una lección objetiva para el mundo, por su salud y su prosperidad.” Joyas de los Testimonios,” tomo 3, pág. 364.

“Si hubiesen querido vencer su apetito, obedeciendo a sus sabias restricciones, la debilidad y las enfermedades habrían sido desconocidas entre ellos.”—”Patriarcas y Profetas,” pág. 346.

Los alimentos deben ser sabrosos

 “Es importante que sazonemos los alimentos que ingerimos… Los alimentos mal cocinados están desgastando la vida y las energías de cientos de personas… Esto trastorna el organismo y es causa de muchas enfermedades.” —”Counsels on Health,” págs. 116, 117.

“Los alimentos serán preparados, no para fomentar la glotonería o satisfacer un gusto pervertido, sino para obtener una mayor fortaleza física, y por ende las mejores condiciones mentales.”—Id., pág. 50.

“El alimento escaso y mal cocinado vicia la sangre, pues debilita los órganos que la producen. Desarregla el sistema y causa enfermedades acompañadas de nerviosidad y de mal humor.”—”El Ministerio de Curación,” pág. 282.

“Es un pecado presentar en la mesa alimentos pobremente preparados, porque de la alimentación depende el buen funcionamiento de todo el organismo. El Señor desea que su pueblo comprenda la necesidad de preparar los alimentos de tal modo que no provoquen acidez de estómago, y por consecuencia, temperamentos irascibles. Recordemos que hay religión práctica en una rebanada de buen pan.” —”Counsels on Diet and Foods,” pág. 251.

“La mala manera de cocinar está desgastando lentamente las energías vitales de centenares de personas. Es peligroso para la salud y la vida comer en ciertos lugares el pan pesado y agrio, y otros alimentos preparados de un modo similar… A menos que el alimento sea preparado de una manera sana y apetitosa, es imponible que pueda convertirse en buena sangre, para restituir los tejidos desgastados.”—Id., pág. 264.

“Su organismo parecía ser una masa viviente de corrupción. Murió víctima de la mala cocina.”—”Counsels on Health,” pág. 150.

“Nada entre las comidas”

 “La regularidad en el comer es muy importante para la salud del cuerpo y la serenidad de la mente. No deberíamos tomar ni un bocado entre las comidas.”—Id., pág. 118.

“Es casi una costumbre común entre la gente del mundo comer tres veces al día, además de comer a intervalos irregulares entre las comidas; la última comida es por lo general la más fuerte, y se la toma a menudo justamente antes de retirarse a descansar. Esto es invertir el orden natural; una comida fuerte no debe tomarse tan tarde. Esas personas deben cambiar de práctica, e ingerir solamente dos comidas al día, y nada entre ellas, ni siquiera una manzana, una nuez u otra clase de fruta; el resultado podrá ser apreciado por el buen apetito y un gran progreso de la salud.”—Review and Herald, del 29 de julio de 1884.

“El estómago, después de haber estado sobrecargado y de haber cumplido con su trabajo, languidece… El estómago llega a cansarse después de haberlo mantenido trabajando constantemente, ordenándole digerir alimentos que no son precisamente de los más saludables. Puesto que no tienen tiempo para descansar, los órganos digestivos se debilitan, y de ahí viene esa sensación de vacío y el deseo de comer frecuentemente. En este caso, el remedio consiste en comer con menor frecuencia y menos cantidad, calmando el apetito con alimentos sencillos y naturales, y comiendo dos o tres veces al día como máximo. El estómago debe tener sus períodos regulares de trabajo y descanso: de ahí que comer irregularmente y entre las comidas, sea la más perniciosa de las violaciones de las leyes de la salud. Con hábitos regulares y con alimentos adecuados, el estómago se recuperará gradualmente.”—“Counsels on Diet and Foods,” pág. 175.

“Aprenderemos que lo mejor, tanto para nuestro adelanto espiritual como físico, es la sencillez en el régimen alimentario.”—“Counsels on Health,” pág. 127.

“Los alimentos pueden debilitar o fortalecer los órganos del estómago, y tienen mucho que ver en el control de la salud física y moral.”—“Testimonies,” tomo 3, pág. 568.

“Vuestro alimento no ha sido adecuado ni en la cantidad ni en la calidad. Habéis comido tanto y tan malos alimentos que no pueden convertirse en buena sangre.”—Id., pág. 74.

“El bebé ha sido seriamente afectado… su sangre ha sido envenenada por el mal régimen alimentario de la madre, que ha afiebrado todo su organismo, afectando por lo tanto el alimento del pequeño.” —“Counsels on Health,” pág. 79.

El régimen alimentario más saludable

 “Las frutas, las legumbres y las verduras preparadas de una manera sencilla, libres de especias y grasas de cualquier clase… nutren el cuerpo y dan fuerzas para resistir… cosa que no se logra tomando alimentos excitantes.” Id., pag. 115.

“Las legumbres, las frutas, las nueces y las verduras constituyen el régimen alimentario que nuestro Creador ha elegido para nosotros. Los alimentos preparados de la manera más sencilla y natural posible, son los más saludables y nutritivos. Imparten fortaleza, poder para resistir, y vigor al intelecto, cosas que no proporcionan alimentos más complejos y excitantes.”—“Counsels on Diet and Foods” pág. 310.

“Las aceitunas pueden ser preparadas como para ser ingeridas provechosamente en cada comida. Las ventajas buscadas en el uso de la manteca pueden ser obtenidas comiendo aceitunas preparadas adecuadamente. El aceite de las aceitunas alivia la constipación; y para los tuberculosos, o para aquellos que tienen el estómago inflamado e irritado, resulta mejor que un medicamento. Como alimento es superior a la grasa que nos llega de segunda mano por medio de los animales.”—“Testimonies” tomo 7, pág. 134.

“Si se toma leche, debe ser esterilizada, pues con esta precaución, hay menos peligro de enfermedad.”—“El Ministerio de Curación” pág. 282.

“Pero no recomendaremos un régimen alimentario empobrecido. Se me ha mostrado que muchos tienen una idea errónea de la reforma pro salud, y adoptan otra vez un régimen pobre… Nunca debiera ocurrírsenos que lo que comemos tiene pocas consecuencias… La alimentación pobre no puede convertirse en sangre buena. Un régimen empobrecido, empobrecerá la sangre.”—”Counsels on Health” pág. 145.

“Los alimentos insuficientes, empobrecidos y mal cocidos corrompen la sangre al debilitar los órganos que la producen.”—Ibid.

“La causa de la mala salud del Dr. X es el haber sobregirado su cuenta bancaria de salud y no haber podido reponer el capital por medio de alimentos saludables, nutritivos y sabrosos… No os arruinéis con un magro régimen alimentario; si lo hacéis estáis falsificando la reforma pro salud.”—“Medical Ministry,” pág. 288.

“Vendrá el tiempo cuando tendremos que descartar algunos de los alimentos que integran nuestro régimen actual, tales como la leche, la crema y los huevos; pero mi mensaje es que no se preocupe antes de tiempo, ni se aflija de tal modo que apresure su muerte.”— Id., pág. 289.

Té, café, drogas, licor, tabaco

 “El uso del té y del café es también perjudicial para el organismo… Entran en el torrente circulatorio y dañan las energías del cuerpo y de la mente… El té influye sobre la fortaleza de los nervios, y los deja muy debilitados… El té es venenoso para el organismo… Los bebedores de té y café llevan las marcas en sus rostros. La piel se torna amarillenta y adquiere la apariencia de algo sin vida.”—“Counsels on Health” pág. 87.

“El café es una complacencia dañina… cuyos efectos postreros son tristes: postración y agotamiento de las fuerzas físicas mentales y morales.”—Id., pág. 441.

“Enfermedades de toda clase y de todo tipo han venido sobre la humanidad por causa del uso del té, café, los narcóticos, el opio y el tabaco.”—“Medical Ministry,” pág. 222.

“Miles de los que se sienten enfermos podrían recobrar su salud, si… descartaran todas las drogas, y vivieran sencillamente, sin utilizar té, café, licores o especias, que irritan el estómago y lo dejan débil, incapaz de digerir aun alimentos sencillos sin ningún excitante.”—Id., pág. 229.

“Cada centavo gastado en té, café y carne, es más que derrochado, porque esas cosas se oponen al mejor desarrollo de las fuerzas físicas, mentales y esprituales.”—Id., pág. 274.

El mayor semillero de enfermedades

 “La propensión a enfermarse es aumentada diez veces al comer carne. Las fuerzas intelectuales, morales y físicas son disminuidas por el uso habitual de alimentos a base de carne. La carne trastorna el organismo, oscurece el intelecto, y embota la sensibilidad moral.”— “Counsels on Health” pág. 70.

“Si deseamos buscar la raíz de la mala salud en sus distintas manifestaciones, comprobaremos que es el seguro resultado de las comidas a base de carne.”—“Medical Ministry,” pág. 222.

“La carne es el mayor semillero de enfermedades que pudo haberse introducido en el sistema humano.”—Id., págs. 266, 267.

“Los cánceres, tumores y todas las enfermedades pulmonares se contraen mayormente por comer carne.

“Por la luz que Dios me ha dado sé que la preponderancia del cáncer y los tumores es debida a la insensata costumbre de comer carne.”—“Counsels on Health,” pág. 133.

“La gente está comiendo continuamente carne llena de gérmenes tuberculosos y cancerosos. Así se propagan la tuberculosis, el cáncer y otras enfermedades graves.”—“El Ministerio de Curación,” págs. 293, 294.

“Los peces que se alimentan de lo que arrojan las alcantarillas pueden trasladarse a aguas distantes, y ser pescados donde el agua es pura y fresca. Al servir de alimento, llevan la enfermedad y la muerte a los que ni siquiera sospechan el peligro.”—Id., pág. 295.

“La carne, la manteca, el queso, los pasteles muy dulces, los alimentos sazonados con especias, y los condimentos son ingeridos libremente tanto por ancianos como por jóvenes. Todas estas comidas cumplen su obra al desarreglar el estómago, excitar los nervios, y debilitar el intelecto.”—“Counsels on Health,” pág. 114.

“La alimentación a base de carne empobrecerá la sangre. Cocinad carne con especias, y comedla junto con tortas bien dulces y pasteles, y tendréis sangre de mala calidad… Los pastelillos y los pickles, que nunca debieran encontrar lugar en el estómago humano, darán sangre de una calidad pobrísima. Alimentos de mala calidad, cocinados de una manera impropia, y en cantidad insuficiente, no pueden convertirse en sangre buena. La carne y los alimentos excesivamente dulces, además de un régimen alimentario empobrecido, producirán los mismos resultados.”—Id., pág. 152.

Alimentos excesivamente sazonados y dulces

 “El uso de alimentos excesivamente condimentados produce la inflamación de las delicadas membranas de los órganos digestivos.”— “Medical Ministry,” pág. 286.

“El mismo alimento que colocan delante de sus niños es tal que puede irritar los tiernos revestimientos del estómago. La conmoción se trasmite al cerebro a través de los nervios, y como resultado las pasiones animales se despiertan y dominan a las fuerzas morales.”— “Testimonies” tomo 4, págs. 140, 141.

“Se sirven almuerzos bien condimentados y cenas tardías consistentes en carne excesivamente sazonada, salsas fuertes, tortas, pasteles, helados, te, café, etc. No es maravilla que con semejante régimen alimentario la gente padezca de obesidad y sufra incontables agonías por causa de la dispepsia.”—“Counsels on Health,” pág. 111.

“Los alimentos excesivamente condimentados quebrantan los órganos sanos del cuerpo y de la mente.”—Id., pág. 159.

El azúcar

 “Comúnmente se usa demasiado azúcar en las comidas. Las tortas, los budines, los pasteles, las gelatinas, las jaleas, son causas activas de la indigestión.”—“El Ministerio de Curación,” pág. 282.

“Muchos saben cómo hacer diferentes clases de tortas, pero las tortas no son el mejor alimento para poner a la mesa. Las tortas, los budines y los flanes desordenarán los órganos digestivos; ¿y por qué hemos de tentar a aquellos que rodean la mesa colocando tales alimentos ante ellos?”—The Youth´s Instructor, 31 de mayo de 1894.

“Tomar mucha cantidad de leche y azúcar juntos es dañoso. Traen impurezas al organismo… El azúcar obstruye el organismo. Estorba el trabajo de esa maquinaria viva… Cuando se ingiere azúcar sin moderación, se hace daño a todo el organismo…

“Su organismo parecía una masa viviente de corrupción… El trató de que el azúcar ocupara el lugar de la buena cocina, y lo único que logró fue empeorar el asunto… Eso obstruyó el organismo, irritó los órganos digestivos y afectó el cerebro. Y debido a la luz que me ha sido dada, debo decir que el azúcar, cuando es usada con exceso, produce más daño que la carne.”—“Counsels on Health,” págs. 149, 150.

“Algunos usan leche y echan una gran cantidad de azúcar sobre las sopas espesas (gachas de avena, etc.) pensando que de ese modo están llevando adelante la reforma pro salud. Pero el azúcar y la leche combinados pueden causar fermentos en el estómago, y esto es dañoso. El uso descuidado del azúcar en cualquier forma tiende a obstruir el organismo, y es frecuente causa de enfermedades.”—“Counsels on Health,” pág. 154.

“A menudo, al sentarme a la mesa de hermanos y hermanas, he visto la gran cantidad de azúcar y leche que usan. Esto embaraza el organismo, irrita los órganos de la digestión, y afecta el cerebro.”—“Counsels on Diet and Foods,” pág. 328.

Temperancia y dominio propio

“La temperancia estricta en el comer y el beber es altamente esencial para la preservación de la salud y el completo ejercicio de todas las funciones del cuerpo. Los hábitos de estricta temperancia, combinados con los ejercicios musculares y mentales, mantendrán el vigor de la mente y el cuerpo, y darán resistencia a aquellos que están ocupados en el ministerio, a los redactores, y a todos los que tengan trabajos sedentarios.”—“Counsels on Health,” pág. 123.

“Aquel que ve caer al gorrión, y que conoce el número de todos los cabellos de nuestra cabeza, anota el pecado de aquellos que dan rienda suelta a sus apetitos pervertidos a expensas de las fuerzas físicas.”—“Medical Ministry” pág. 78.

“Todos los que dan rienda suelta a sus apetitos, derrochan las energías físicas, y debilitan la resistencia moral, tarde o temprano sentirán el pago que recibe la transgresión de la ley física.”—“Medical Ministry,” pág. 264.

“Aquellos que complacen sus apetitos, y luego sufren por su intemperancia, y toman drogas para aliviarse, pueden estar seguros de que Dios no intervendrá para salvar la vida y la salud que descuidadamente han puesto en peligro.” —Id., pág. 14.

“La complacencia de los apetitos y de las pasiones, oscurece la mente y disminuye la fuerza física.”—“Counsels on Health,” pág. 573.

“Todo aquello que llega al estómago en mayor cantidad de lo que el organismo puede usar y convertir en sangre buena, entorpece la maquinaria… su presencia recarga el hígado, y provoca una situación morbosa en el organismo. El estómago es sobrecargado de trabajo… y entonces aparece esa sensación de postración.”—Id., pág. 160.

“Algunos no controlan sus apetitos… Están robando a Dios la fuerza física y mental que debe ser consagrada a su servicio.”—Id., pág. 71.

“La intemperancia en el comer, aunque se trate de alimentos de la debida calidad, tendrá una influencia agotadora sobre el organismo… La complacencia del apetito es la causa más importante de la debilidad física y mental y el cimiento de la debilidad que se nota por doquiera… Después de un tiempo, por la complacencia continua del apetito, los órganos digestivos se debilitan, y el alimento ingerido no satisface.” —Joyas de los Testimonios, tomo 1, págs. 500, 501.

“Adquieren gusto por ciertos manjares de los cuales no se recibe beneficio, sino perjuicio, y como el organismo se recarga, la constitución se debilita.”—Id., pág. 504.

“¿Cómo puede un hombre o una mujer guardar la ley de Dios… y dar rienda suelta a su intemperante apetito, que entorpece el cerebro, desgasta el intelecto, y llena el cuerpo de enfermedad?”—”Testimonies” tomo 4, pág. 31.

“Ceder a los apetitos con demasiada frecuencia, y comer en exceso, recarga los órganos digestivos y provoca un estado febril en todo el organismo. La sangre se vuelve impura, y aparecen varias clases de enfermedades.”— “Medical Ministry” pág. 281.

“Las enfermedades de los niños tienen su origen en la complacencia de los apetitos por parte de los padres. El organismo no requiere toda la cantidad de alimentos en que se espacia la mente.”—“Counsels on Health,” pág. 78.

“Ellos dieron rienda suelta a los apetitos depravados al ingerir venenos de acción lenta que corrompen la sangre, minan las energías mentales, y tienen como consecuencia la enfermedad y la muerte.”—“Testimonies,” tomo 3, pág. 140.

“El halago de los apetitos es la causa principal de la debilidad física y mental, del agotamiento y de las muertes prematuras.”—“Joyas de los Testimonios,” tomo 3, pág. 357.

“Por medio del apetito, Satanás controla la mente y el ser. Miles que debieran vivir han ido prematuramente a sus tumbas, arruinados, física, mental y moralmente.” “Testimonies,” tomo 3, pág. 562.

“El Redentor del mundo sabía que la complacencia del apetito produciría debilidad física… La decadencia de la virtud y la degeneración de la especie se deben principalmente a la complacencia del apetito pervertido.”—“Joyas de los Testimonios,” tomo 1, págs. 499, 500.

“El comer para satisfacer los sentidos atenta contra la salud y la paz.”—“Counsels on Health,” pág. 576.