No tengo interés en asistir a la Semana de Oración anual, porque sus reuniones son tan secas y poco interesantes. La semana está mal planeada, o no hay ningún plan.
A menudo la persona que lee lo hace en forma deficiente. Los que se hacen entre un párrafo y otro con frecuencia no son oportunos; son largos, y algunas veces resultan cansadores. Prefiero leer las lecturas para la Semana de Oración en casa, con mi familia”. Este es un comentario hecho por un miembro hace algunos años. Desafortunadamente, muchos pastores han escuchado declaraciones similares.
Este sentir de muchos miembros se advierte palpablemente en la ausencia de tantos de ellos de los cultos de la Semana de Oración. No realizan ningún comentario desfavorable. Se limitan a no asistir. En algunas de las iglesias más grandes asiste a las reuniones de la Semana de Oración únicamente una pequeña parte de los miembros. Esto constituye un mudo testimonio de una triste falta de interés. Lo que debería ser un reavivamiento espiritual en la iglesia se ha convertido, en muchos casos, en nada más que un ejercicio espiritual de rutina, llevado a cabo sin mayor preocupación para beneficio de unos pocos fieles. La Semana de Oración se instituyó originalmente para que fuera una fuente de gran inspiración espiritual y de ayuda para nuestro pueblo. Es la época del año cuando nuestras iglesias de todo el mundo se unen en un esfuerzo por obtener beneficio espiritual. A medida que nos aproximamos a la venida de nuestro Señor, esto debe ser cada vez más necesario.
¿Qué puede hacerse para destacar ante nuestro pueblo el valor de esta importante semana? Una respuesta es el reavivamiento de la Semana de Oración. He utilizado este plan durante una década, y sus méritos ya han sido probados. Una Semana de Oración exitosa es el resultado de cuidadosa planificación. El reavivamiento de la Semana de Oración consta de dos partes: el servicio de lectura y el servicio de reavivamiento.
Con suficiente anticipación debe conseguirse a un pastor para que cada noche de la Semana de Oración lleve a cabo reuniones en la iglesia que ha solicitado sus servicios. Debe pedírsele que prepare sermones que satisfagan las necesidades espirituales de los feligreses. El pastor de esa iglesia puede significar para él una valiosa ayuda, al plantearle algunas de las necesidades espirituales específicas de su congregación.
Los pastores de distritos vecinos pueden ayudarse mutuamente en este plan. Mientras un pastor realiza todos los preparativos en su iglesia para llevar a cabo exitosamente el reavivamiento, el otro puede planear la serie de sermones de reavivamiento que predicará en esa iglesia. La semana siguiente estos planes pueden invertirse. Así. al planear la Semana de Oración en una iglesia para ser efectuada en una semana y en la otra iglesia en la siguiente, el plan puede llevarse a cabo con todo éxito.
Estos planes no necesitan ser complicados.
Basta la publicidad hecha en el boletín de la iglesia, desde el púlpito, o mediante cartas personales enviadas algunas semanas antes. En algunos casos, alguien deseará preparar volantes para distribuirlos entre los vecinos, invitándolos a participar en esta fiesta espiritual.
Los servicios se realizan cada noche de domingo a viernes, y ambos sábados. Se invita a la congregación a asistir a los servicios de lectura, que cada noche comenzarán a la misma hora. El pastor o un anciano que sepa leer bien recibe la tarea de leer los artículos que aparecen en el número especial de La Revista Adventista. Deben entregarse con suficiente anticipación para asegurar una buena presentación.
La lectura se hace sin comentarios. Al final de la lectura se hará un breve comentario antes de invitar a la congregación a orar por sus propias necesidades, por las necesidades de los hermanos y por el éxito del reavivamiento.
Asistirán no sólo unos pocos fieles, sino que otros miembros de la iglesia se unirán a ellos.
Esta reunión generalmente se efectúa en otra dependencia de la iglesia, cuando la hay.
El servicio de reavivamiento se lleva a cabo en la iglesia misma a continuación de la reunión anterior de lectura. Quince minutos antes de la hora de comenzar, se hace escuchar a los asistentes música sacra. Hay algunos que llegarán demasiado temprano para el servicio de reavivamiento y demasiado tarde para el de lectura. Entre ellos pueden encontrarse amigos del vecindario. Tener la iglesia bien iluminada y con música, la hace más atractiva.
Los encargados de la reunión deben comenzarla a la hora exacta. Un breve servicio decanto debe preceder al sermón. La presentación de música instrumental y de solos o cuartetos le da realce a la reunión. No es necesario hacer anuncios, con excepción del programa de la noche siguiente.
Puesto que la Semana de Oración va de sábado a sábado, sería mejor que el orador tuviera a su cargo los sermones de ambos sábados. El servicio del último sábado le proporcionará una buena oportunidad de terminar adecuadamente sus reuniones.
En el caso en que el orador no pueda estar presente Jos dos sábados de la Semana de Oración, el pastor de la iglesia puede hacerse cargo de esos servicios. Sin embargo, la lectura del mensaje para cada sábado será menos efectiva que la preparación de un buen sermón, basado en los mensajes respectivos de La Revista. Una gran parte de la congregación apreciará este método. No hay muchas personas, en la congregación o fuera de ella, que disfruten con la presentación de un discurso leído.
¿Qué resultados pueden esperarse de este plan de reavivamiento de la Semana de Oración? Para comenzar, se ayudará a más miembros de la congregación durante esta semana.
Se ayudará no sólo a los que acuden a escuchar la lectura, sino también a muchos otros que no están dispuestos a hacerlo, y que estarán presentes en el culto que sigue. Serán días de gran refrigerio espiritual para la congregación. Acrecentará la fe de los fieles. Ayudará a recobrar a los tibios. Aumentará el tono espiritual de la iglesia y fortalecerá los lazos de la unidad. También anudará a algunos que vacilan en su decisión a ponerse de parte de Cristo y a unirse a la iglesia. La Semana de Oración ha demostrado ser una gran bendición para muchos de nuestros miembros a través de los años. Su influencia puede ser grandemente ampliada utilizando el plan de reavivamiento de la Semana de Oración. ¿ Por qué no probarlo?
Sobre el autor: Pastor de la Iglesia de Sligo, Takoma Park, Maryland