El Congreso de la Asociación General celebrado en Nueva Orleans (1985), eligió al pastor W. Floyd Bresee como secretario ministerial. Es el séptimo de una ilustre nómina de pastores que han ocupado dicha responsabilidad: A. G. Daniels (1922-1931); I. H. Evans (1931- 1941); L. E. Froom (1941-1950); R. A. Anderson (1950-1966); N. R. Dower (1966-1980); y J. Robert Spangler (1980-1985).
El pastor Bresee tiene una amplia experiencia pastoral, evangelizadora y didáctica. Fue ordenado al ministerio en Gladstone, Oregon, en 1955. Dedicó catorce años de su ministerio al pastorado, y cinco a la labor evangelizadora. Está casado con Ellen Louise Hendrickson y es padre de cuatro hijos (tres varones y una mujer).
Se graduó en el Walla Walla Colle- ge, obtuvo un magister de la Universidad del Estado de California en Sacramento, y en 1971 completó sus estudios doctorales en Northwestern University [Universidad del Noroeste] y en el Garrett Seminary, en Evanston, Illinois.
Mientras estuvo en la Asociación General la mayor contribución del pastor Bresee fue en el área del desarrollo vinculado con el Center of Continuing Education for Ministry (Centro de Educación continua para pastores) en la Universidad Andrews.
Su esposa, Elena, es coordinadora asociada de Shepherdess International [Asociación Internacional de Esposas de Pastores], una organización dedicada a proveer un sistema de apoyo para las esposas de pastor, para fortalecer la familia ministerial y preparar a las parejas de pastores en un equipo ministerial. El matrimonio Bresee también ha participado activamente en seminarios de desarrollo matrimonial.
La gran virtud del pastor Bresee se manifiesta en su amor por la predicación y en su capacidad didáctica de dicho arte. La experiencia áulica le servirá muy bien en su nueva responsabilidad al procurar fortalecer las capacidades comunicadoras del ministerio adventista del mundo entero.
El pastor Bresee es muy organizado y procura mantener limpia la superficie de su escritorio. También cree que el ministerio une tanto a las responsabilidades como a las buenas relaciones.
Pero más que nada anhela ver regresar a Jesús, y a su iglesia convertida en una agencia evangelizadora, alcanzando y rescatando a los hombres y a las mujeres, a los niños y a las niñas, salvándolos y alimentándolos en el amor de Dios. Nosotros, los directores del Ministerio solicitamos vuestras oraciones para que el Señor bautice el liderazgo de los Bresee con el fuego del Cielo a fin de que este fuego nos toque a cada uno de nosotros. Quiera este fuego del Espíritu apresurar el regreso de nuestro Señor, y que el fuego final purifique la tierra y la prepare para que sea nuestro hogar eterno.