Quizá más que cualquier otro grupo de obreros, los pastores de iglesia o de distrito tienen que arreglárselas solos en la administración de su tiempo.
Es cierto, hay citas regulares durante la semana que figuran en el programa, pero consumen comparativamente pocas horas en la semana.
Para el ministro que es pastor de una o quizá dos iglesias, un programa diario bien definido, planeado sobre una base horaria, es la única solución para la frustración y la confusión semana tras semana.
Por supuesto, el ministro debe estar siempre listo para cuando se lo necesite, y esos llamados interrumpirán su programa diario y semanal, pero no necesariamente lo desorganizarán del todo.
ES DESEABLE TENER UNA OFICINA
Es altamente deseable que en lo posible el pastor tenga un escritorio, preferentemente en la iglesia, y que tenga horas de oficina en las cuales se lo pueda ver allí. Esto ofrece positivas ventajas.
- Los miembros de iglesia saben que pueden acudir al pastor en tales momentos sin sentir que lo están molestando.
- Pueden celebrarse sesiones sin interrupciones familiares que son casi seguras cuando la oficina está en la casa pastoral.
- Cuando no está ocupado en entrevistas, el pastor puede aprovechar el tiempo para estudiar o hacer planes.
PROGRAMA DE VISITACIÓN ORGANIZADO
El programa de visitación del pastor debiera estar bien organizado. Debiera ser denso y llevado a cabo en forma de visitas de negocio, pero sin parecerlo. Todo ministro tiene miembros a los cuales es más placentero visitar que a otros. Las visitas pastorales prolongadas pueden consumir mucho tiempo y echar a perder el programa bien planeado. A menos que los miembros de la familia visitada tengan problemas especialmente agudos, las visitas debieran ser breves, amistosas e informales, y sin embargo contribuirán en gran medida para el crecimiento y bienestar espiritual de los miembros. No importa cuán corta sea, la visita siempre debiera concluirse con una breve y ferviente oración por el miembro, la familia y toda necesidad especial. Tales visitas harán mucho para conservar y elevar el nivel espiritual de la iglesia.
TIEMPO PARA LA EXPANSIÓN
La expansión es esencial en un programa tan lleno y exigente como el del obrero. Si su programa está bien organizado tendrá algún tiempo para recreación y expansión personal y familiar. Un horario semanal que no ofrezca tiempo para la recreación y el tiempo libre es incompleto.
Años de experiencia como obrero y como administrador me han convencido de que uno de los problemas más críticos que tienen que afrontar los jóvenes obreros recién salidos de la vida metódica del colegio y del seminario, es la sabia repartición de horas y días.
Para la mayoría de nosotros, la única contribución genuina que podemos hacer a la causa de Dios es emplear nuestro tiempo tan eficientemente como sea posible en nuestros esfuerzos por llevar el Evangelio a los hombres y mujeres por cuya salvación somos responsables.
Lejos de producir una sensación de regimentación y restricción, un bien organizado calendario diario y horario librará al obrero para el pensamiento constructivo y la planificación de avanzada. Le permitirá dedicar más tiempo a la devoción y al estudio de la Escritura, y asegurará a los miembros de la iglesia que su pastor está alerta, interesado personalmente en ellos, y empeñado en la obra en bien de la iglesia.
Sobre el autor: Tesorero ayudante de la Asociación General