El significado de satan en 1 Crónicas 21:2

El pasaje de 1 Crónicas 21:1 es considerado como uno de los más difíciles de la Biblia. Introduce la historia del pecado de David al ordenar un censo de la nación de Israel. El texto dice: “Pero Satanás se levantó contra Israel e incitó a David a que contara a Israel”. El cronista parece contradecir el relato paralelo de 2 Samuel 24:1, que dice: “El enojo del Señor volvió a encenderse contra Israel, e incitó a David contra ellos a que dijese: ‘Ve, cuenta a Israel y a Judá’ ”. Entonces, ¿quién animó a David a realizar el censo? ¿Dios o Satanás? ¿Podría ser esto una contradicción bíblica? ¿Por qué este acto del rey fue tan ofensivo para Dios? Este artículo pretende responder estas preguntas.

Principales interpretaciones

Los estudiosos han luchado por explicar adecuadamente la relación entre estos dos pasajes. Hay tres propuestas interpretativas que se destacan, y serán analizadas brevemente a continuación.[1]

Enfoque redaccional. El enfoque redaccional busca explicar las diferencias entre estos textos en términos de desarrollo literario. Por lo tanto, no existirían contradicciones entre ellos, ya que la versión del cronista representa una segunda redacción o corrección de 2 Samuel 24. Henry Smith sugiere que el cronista no pretendía dar otra perspectiva sobre el mismo evento, sino una nueva explicación del evento en sí, reescribiendo la historia desde una posición teológica diferente.[2] Evellyn Tollerton, a su vez, ve conexiones intertextuales entre 1 Crónicas 21 y Números 22 (en este texto, Dios envía al ángel de YHWH como adversario [satan]). Así, 2 Samuel 24:1 y 1 Crónicas 21:1 y 2 coinciden en que Dios se enojó y se levantó como satan contra Israel, incitando a David a realizar el censo. Entonces el cronista habría alterado el material para adaptarlo a su teología.[3]

El enfoque armónico. Este enfoque sostiene que los textos no se contradicen. Gleason Archer propone que, si se ven desde la perspectiva correcta, “ambos relatos son verdaderos, ya que tanto Dios como Satanás influyeron en parte sobre David”.[4] En la misma línea interpretativa, Koranteng-Pipim declara que estos dos pasajes, vistos desde el contexto más amplio de las Escrituras, no se contradicen, sino que se complementan al declarar que tanto Dios como Satanás son responsables de incitar a David a llevar a cabo el censo. Esto se debe a que, “en el pensamiento hebreo, lo que Dios permite, también lo hace”.[5]

El enfoque exegético. El problema con los enfoques anteriores es que no encuentran apoyo en el contexto del pasaje y generan varios problemas teológicos. La mayoría de quienes defienden el enfoque redaccional no reconocen la inspiración divina de la Biblia y tratan el texto bíblico simplemente como uno más entre otros del Antiguo Cercano Oriente. El enfoque armónico, por otra parte, se basa en el concepto de inerrancia bíblica. Su explicación de que tanto Dios como Satanás incitaron a David plantea serias dudas sobre cómo Dios aborda el problema del mal. Por esta razón, los estudiosos de la Biblia tienden a abandonar cualquier esfuerzo serio por interpretar estos textos basándose en estos enfoques. Investigaciones más recientes en el área de la exégesis intrabíblica respaldan un enfoque más exegético del texto. El siguiente análisis ejemplifica este enfoque.

Análisis intrabíblico

La exégesis intrabíblica es una forma de analizar textos bíblicos que interpretan o evocan otros textos de la Biblia.[6] Según Yair Zakovitch, “ninguna unidad literaria en la Biblia está sola, aislada e independiente, sin ningún otro texto extraído de su reservorio y presentado bajo una nueva luz”.[7] Aunque esta afirmación parece exagerada, es evidente que los escritores bíblicos posteriores fueron influenciados por escritos bíblicos previos.

El alcance de este artículo no permite explorar los principios del método de análisis intrabíblico, pero es necesario destacar un principio. Cuando los escritores bíblicos reutilizan escritos bíblicos previos, actúan como exégetas y teólogos, permaneciendo fieles al significado original de los pasajes utilizados, incluso cuando, bajo inspiración divina, desarrollan, a través de diversos medios, el significado adicional de esos pasajes para sus propios tiempos.[8] Este es el caso del uso que hace el cronista del relato de Samuel para el censo de David

Contextualización

Hay diferencias contextuales entre los libros de Samuel y de Crónicas.[9] El primer libro es del período anterior al exilio babilónico, mientras que el segundo es del período posterior. Mientras el autor de Samuel se preocupaba por el desarrollo inicial de la monarquía israelita, el autor de Crónicas sentía la necesidad de establecer una identidad para el grupo étnico y religioso que, por un lado, habitaba nuevamente en su tierra, pero, por otro lado, aún se encontraba en la diáspora. Quería que los judíos posexílicos aprendieran que el gobernante de su pueblo seguía siendo Dios mismo.

El relato del censo de David y sus consecuencias es uno de los ejemplos en los que el cronista utiliza la historia de Israel para enseñar verdades importantes a sus lectores. Él analizó cuidadosamente la historia sagrada y seleccionó eventos específicos para cumplir este propósito.[10] Su versión de la causa del censo no representa un nuevo significado, sino que es, de hecho, el significado que vio al interpretar el relato de 2 Samuel 24 a partir de su comprensión de la historia deuteronomista, que incluye los libros de Deuteronomio, Josué, Jueces, Samuel y Reyes.

La diferencia clave entre 2 Samuel 24:1 y 1 Crónicas 21:1 y 2 está en la declaración introductoria de 2 Samuel: “El enojo del Señor volvió a encenderse contra Israel”. Este tipo de expresiones son comunes en la historia deuteronomista, que sirvió como fuente historiográfica para el cronista. Algunos textos son ejemplo de ello (Juec. 2:14; 3:8; 10:7; 2 Rey. 13:3). Estos pasajes sugieren que, cuando la ira del Señor ardió contra Israel, él los entregó a sus adversarios militares. Entonces, si el cronista estuviera buscando una equivalencia interpretativa para la frase “El enojo del Señor volvió a encenderse contra Israel”, dentro del contexto más amplio de sus propias fuentes bíblicas, el significado que habría encontrado sería exactamente el que se ve en textos bíblicos previos; es decir, la amenaza de invasión por potencias extranjeras. Por lo tanto, habría leído 2 Samuel 24:1 como una declaración abreviada de que Dios, en cumplimiento de las estipulaciones del Pacto, permitió que un enemigo militar se levantara contra Israel.

El significado de satan

Esta conclusión arroja luz sobre el debate acerca del significado de satan en el contexto de este pasaje. Nielsen afirma que este sustantivo probablemente deriva del verbo satan, cuyo significado básico es “ser hostil” u “oponerse” a alguien.[11] El sustantivo, por lo tanto, significa “adversario” y puede referirse tanto a un ser natural como a un ser sobrenatural.[12] En la Biblia hebrea, este vocablo aparece 33 veces. En 16 ocasiones aparece acompañado del artículo (hassatan): 14 veces en el libro de Job (1:6-9, 12; 2:1-4, 6, 7), y 2 en Zacarías (3:2). En estos casos, la referencia explícita es a Satanás, el adversario de Dios y de su pueblo.[13]

Se acepta comúnmente que satan, sin el artículo, debe traducirse como Satanás en el texto que se analiza. Entre las razones, algunos teólogos mencionan que, al momento de escribir Crónicas, satan se había convertido en un nombre propio.[14] Otra razón se encuentra en el hecho de que, en Crónicas, Satanás se levantó (amad) contra Israel e incitó (sût) a David a pecar. Aecio Caïrus señala que el uso del verbo amad con el sustantivo satan también se encuentra en Zacarías 3:1. En ambos casos, se estaba oponiendo al pueblo de Dios. El verbo sût también aparece junto con Satanás en Job 2:3. Basado en esto, Caïrus sugiere que el autor de Crónicas estaba consciente de los otros dos pasajes y que su comprensión de satan refleja el mismo significado. Para él, la presencia o ausencia del artículo es irrelevante, porque satan, en estas otras dos fuentes, designa un nombre propio.[15]

Sin embargo, es probable que la ausencia del artículo contraste con todos los demás usos del término y tuviera como objetivo distinguirlo de Satanás, siempre escrito con un artículo en la Biblia hebrea. Por esta razón, Knoppers afirma que si satan se usa como nombre propio en 1 Crónicas 21, este es el único caso en toda la Biblia hebrea en el que el término recibe tal denotación. Por lo tanto, parece preferible interpretar satan según su uso normal del sustantivo como indefinido.[16]

De hecho, el uso anartroso de satan en el contexto de 1 Crónicas juega un papel crucial en la intención del cronista de mostrar que, si el rey y su pueblo no fueran fieles al Pacto, el reino caería en manos de sus enemigos militares, tal como señalaba el Pacto (Deut. 28:25). Las consecuencias de la infidelidad de Salomón demuestran este punto: “Y el Señor se enojó con Salomón, por cuanto su corazón se desvió del Dios de Israel que se le había aparecido dos veces. Aunque Dios le había mandado que no siguiese a otros dioses, él no guardó la orden del Señor. […] El Señor suscitó un adversario [satan] a Salomón, a Hadad idumeo, de sangre real de Edom” (1 Rey. 11:9-14).

El cronista entendió, basándose en su comprensión de la historia sagrada, que la ira del Señor contra Israel significaba la amenaza de un adversario extranjero, lo que llevó a David a realizar el censo con el fin de ampliar su ejército para la batalla y alardear de la abundancia de hombres disponibles en sus filas.[17] Elena de White sugiere que este era el propósito de David al autorizar el censo: “Con el objeto de extender sus conquistas entre las naciones extranjeras, David decidió aumentar su ejército, y requería servicio militar de todos los que tuviesen edad apropiada. Para llevar a cabo este proyecto, fue necesario hacer un censo de la población”.[18]

Así, cuando “un adversario se puso en contra de Israel”,[19] David no dudó en realizar un censo para ampliar su ejército y enfrentar al enemigo que lo amenazaba. Fue el orgullo y la ambición lo que motivó este acto del rey. Según Elena de White, contar a las personas en este contexto “revelaría el contraste que había entre la debilidad del reino cuando David ascendió al trono y su fortaleza y prosperidad bajo su gobierno. Esto tendería aún más a fomentar la ya excesiva confianza en sí que sentían tanto el rey como el pueblo”.[20] En esto consistió el gran pecado tanto del rey como de su nación.  Llevando a cabo un censo militar sin aprobación divina, expresó confianza en el poder militar humano, configurando una ruptura de la relación pactual con el Señor, lo que atrajo consecuencias inevitables.

Conclusión

Los relatos de Samuel y de Crónicas no se contradicen, como afirman los críticos de la Biblia. El censo de David fue motivado por un enemigo militar de Israel que se estaba convirtiendo en una amenaza para la nación. Envalentonado por sus exitosas campañas militares (1 Crón. 18-20), David olvidó la promesa de Dios, que decía: “Cuando salgas en guerra contra tus enemigos, y veas caballos y carros, un ejército más numeroso que el tuyo, no les tengas temor, porque el Señor tu Dios, que te sacó de Egipto, está contigo” (Deut. 20:1). Esta fue una de las lecciones que el cronista quería que los judíos posexílicos aprendieran y es una verdad que necesitamos aprender hoy. Parece claro que el cronista buscó mostrar a sus compañeros judíos las importantes lecciones de la gracia y el juicio de Dios en la historia de Israel.

Sobre el autor: pastor en Cuiabá, MT, Brasil.


Referencias

[1] Ver John H. Sailhamer, “1 Chronicles 21:1 – A Study in Inter-Biblical Interpretation”, Trinity Journal 10 (1989), p. 34.

[2] Henry P. Smith, A Critical and Exegetical Commentary on the Books of Samuel (Edinburgo: T. & T. Clark, 1992), p. 246; Roddy L. Braun, 1 Chronicles, Word Biblical Commentary 14 (Dallas: Word Books, 2002), p. 216.

[3] Evelyn Y. Tollerton, “God or Satan: A Literary Study of 1 Chronicles 21:1”. Ponencia presentada el 10 de febrero de 2017 en una de las secciones temáticas del Seminary Scholarship Symposium en la Universidad Andrews.

[4] Gleason L. Archer, org., A Inerrância da Bíblia: Uma sólida defesa da infalibilidade das Escrituras (São Paulo: Editora Vida, 2003), p. 101.

[5] Samuel Koranteng-Pipim, “Who Incited David to Take a Census of Israel?”, en Interpreting Scripture: Bible Questions and Answers, ed. por Gerhard Pfandl (Silver Spring: Biblical Research Institute, 2010), pp. 201, 202.

[6] Steven L. McKenzie, ed., The Oxford Encyclopedia of Biblical Interpretation (Oxford: Oxford University Press, 2013).

[7] Yair Zakovitch, “Inner-Biblical Interpretation”, en Reading Genesis: Ten Methods, ed. por R. Hendel (Cambridge: Cambridge University Press, 2010), pp. 95, 96.

[8] Richard M. Davidson, “Inner-Biblical Hermeneutics: The Use of Scripture by Bible Writers”, en Biblical Hermeneutics: An Adventist Approach, ed. por Frank M. Hasel (Silver Spring: Biblical Research Institute, 2020), p. 238; Abner Chou, The Hermeneutics of the Biblical Writers: Learning to Interpret Scripture from the Prophets and Apostles (Grand Rapids: Kregel, 2018), pp. 47-92.

[9] R. C. Toniolo, “O Censo de Davi: O Mesmo Episódio na Voz de Outro Narrador”, Cadernos de Pós-Graduação em Letras 18 (2018), pp. 232-244; Júlio P. T. Zabatiero, Uma História Cultural de Israel (São Paulo: Paulus, 2013), pp. 229-265.

[10] Isaac Kalimi, An Ancient Israelite Historian: Studies in the Chronicler, His Time, Place and Writing (Leiden: Brill, 2005), pp. 23-26; Zur Geschichtsschreibung des Chronisten Literarisch-historiographische Abweichungen der Chronik von ihren Paralleltexten in den Samuel- und Königsbüchern (Berlin: Gruyter, 2016).

[11] Ernst Jenni y Claus Westermann, eds., Theological Lexicon of the Old Testament (Peabody: Hendrickson, 1997), pp. 1.268, 1.269.

[12] James Swanson, “shātān”, Dictionary of Biblical Languages with Semantic Domains: Hebrew (Old Testament) (Oak Harbor: Logos Research Systems, 1997).

[13] Wilhelm Gesenius y Samuel Tregelles, Gesenius’ Hebrew and Chaldee Lexicon to the Old Testament Scriptures (Bellingham: Logos Research Systems, 2003), p. 788; Walter Baumgartner, Ludwig Köhler, Johann J. Stamm, eds., The Hebrew and Aramaic Lexicon of the Old Testament (Leiden: Brill, 2001), pp. 1.316, 1.317.

[14] Noel Bailey, “David’s Innocence: A Response to J. Wright”, Journal of the Study of Old Testament 64 (1994), pp. 83-90; Braun, 1 Chronicles, pp. 216, 217.

[15] Aecio E. Caïrus, “1 Chronicles”, en Andrews Bible Commentary, Old Testament, ed. por Ángel Manuel Rodríguez (Berrien Springs: Andrews University Press, 2020), pp. 536, 537.

[16] Gary N. Knoppers, I Chronicles 10–29: A New Translation With Introduction and Commentary (New Haven: Yale University Press, 2008), p. 744.

[17] El censo era el registro o la numeración del pueblo, generalmente llevado a cabo con el objetivo de reclutar hombres para la guerra o para la recolección de impuestos. La Biblia Hebrea menciona solo cinco ocasiones en las que se realizó un censo entre los israelitas (Éxo. 30:11-16; 38:26; Núm. 1–3; 26; 2 Sam. 24).

[18] Elena de White, Patriarcas y profetas (Florida: ACES, 2015), p. 809.

[19] Esta traducción de Knoppers refleja mejor el significado del texto. Knoppers, I Crónicas 10-29, p. 742.

[20] White, Patriarcas y profetas, p. 809.