Sugerencias para evangelizar a los Testigos de Jehová.

     Estaba dando un estudio bíblico en la vereda de una casa y, sin darme cuenta, una dama se había acercado desde atrás, silenciosamente. Cuando la vi, con su falda larga, su sombrilla y la cartera, de la que sobresalían algunas publicaciones, me señalaron que estaba frente a una Testigo de Jehová. Pensé que mi estudio se “arruinaría”, pero después supe que solamente quería dejar a sus niños con mi estudiante, mientras ella asistía al Salón del Reino. Así conocí a Betsy. Aunque se sorprendió de verme con una Biblia en casa de su hermana, fue amable conmigo. La siguiente vez que la vi fue en una reunión de su familia; y fue en esa ocasión que intenté conversar, para ganar su confianza. Al comienzo, se mostró distante, pero cuando notó mi conocimiento sobre los Testigos, se intrigó y me preguntó por qué yo no era un Testigo de Jehová. Esa pregunta fue la oportunidad que yo esperaba a fin de establecer un diálogo adecuado. Pueden imaginar que dilaté la respuesta a su pregunta durante meses, mientras examinaba la Biblia con Betsy y sus hermanas. No pasó mucho tiempo para que Alfredo, su esposo, se opusiera a estos estudios. Él no quería que Betsy imaginara siquiera abandonar el Jehovismo.

     ¿Quién no conoce a los Testigos de Jehová? Seguramente, todos. Pero ¿realmente los conocemos hasta el punto de interesarnos en saber cómo llegar a ellos? Muchos suponen que tratar con un Testigo de Jehová no requiere de ningún conocimiento adicional que el que se necesitaría para tratar con un católico o un protestante. Otros los consideran tan inalcanzables que aseguran que todo esfuerzo dirigido hacia ellos es inútil. Pero, ambas ideas yerran porque son limitativas en el cumplimiento de la misión “a toda nación, tribu, lengua y pueblo” (Apoc. 14:6). Por eso, este artículo busca estimular un interés misionero en favor de los Testigos de Jehová.

ORIGEN Y MISION DEL JEHOVISMO

     El Jehovismo surgió en el contexto de las ramificaciones religiosas en que derivó el movimiento millerita después de 1844. Algunos grupos, denominados “adventistas” o “segundo adventistas”, insistían en la colocación de nuevas fechas para la venida de Cristo. Charles Taze Russell, fundador de los Testigos de Jehová, tropezó con uno de ellos: la Iglesia Cristiana del Advenimiento, cuando era solo un joven.

     Según Russell, fue en medio de una crisis de fe que entró, al parecer por accidente, en un salón en donde predicaba el pastor segundo adventista Jonas Wendell. Aquella reunión fue suficiente para reavivar la fe de Russell y despertar su interés por las profecías bíblicas. Para 1870, Russell formó un grupo de estudio, denominado Estudiantes de la Biblia. Con el tiempo, el grupo creció, y en 1884 crearon la entidad legal denominada Zion’s Watch Tower Tract Society, siendo Russell su presidente. Más adelante, esta entidad cambió su nombre a Watch Tower Bible and Tract Society (de aquí en adelante, Sociedad Watch Tower). Para 1909, la sede central de la Sociedad se trasladó a Brooklyn, donde permanece hasta el día de hoy. En 1931, durante la presidencia de Joseph Franklin Rutherford (segundo presidente de esta congregación), el grupo dejaría de llamarse Estudiantes Internacionales de la Biblia, para adoptar el nombre de Testigos de Jehová.

     Hoy, el movimiento se extiende por todo el globo. Según su último Anuario (2012), poseen 98 sucursales que supervisan el trabajo en 236 países. En 2011, un total de 7.659.019 publicadores (la mayoría, predicadores bautizados) fueron casa por casa, colocando literatura o dando estudios bíblicos; quienes, junto con otros predicadores especiales, suman un total de 1.707.094.710 horas de trabajo misionero.

LA ORGANIZACIÓN DE JEHOVA

     ¿Qué es lo que los motiva a esta clase de trabajo? Sin duda, gran parte de la respuesta radica en su sentido de identidad; es decir, la forma en que ellos se ven y el mensaje que afirman poseer. Según esto, consideran que constituyen “la única religión verdadera” porque “satisfacen los requisitos” de Dios; y creen que él los ha “escogido” para proclamar “con celo el Reino de Dios”, antes de que termine este “sistema de cosas inicuo”.

     Pero ¿cómo pueden tener tal certidumbre? Ellos aseguran poseer un hecho incontrovertible. De acuerdo con la Sociedad, en 1918 Jesucristo realizó una inspección sobre la cristiandad, para comprobar quiénes se encontraban suministrando el correcto alimento bíblico. El resultado de la inspección fue que, en la primavera de 1919, Jesucristo escogió a la Sociedad Watch Tower por sobre toda la cristiandad, nombrando a sus dirigentes en Brooklyn (el Cuerpo Gobernante) como “el esclavo fiel y discreto”, en cumplimiento de Mateo 24:45 al 47. El resto de las iglesias de la cristiandad “cayeron por completo del favor de Dios”, fueron declaradas Babilonia y condenadas a la destrucción. En consecuencia, consideran que su organización es teocrática, y que las enseñanzas del Cuerpo Gobernante (“el esclavo fiel y discreto”) deben ser consideradas como las enseñanzas mismas de Dios.

Esta idea de la “organización teocrática de Jehová” es tan poderosa que condiciona todo lo que piensan y hacen los Testigos de Jehová en el mundo. Dependen de la Sociedad tanto para entender la Biblia como para encontrar la salvación. Esta es la razón por la que una confrontación directa produce poco impacto en un Testigo, pues él se ve como un súbdito de Jehová, y a su contendiente como un siervo de Babilonia. Por eso, a menos que el Testigo de Jehová pierda la confianza en la Sociedad Watch Tower, el progreso en alcanzarlos es poco fructífero.

LA RELACIÓN ENTRE 1914 Y 1918/1919

     ¿De dónde surge el año 1918? Puesto que no es el objetivo estudiar la validez profética de 1918, será suficiente saber que esta fecha se cuenta desde 1914, año en que afirman que Cristo volvió por segunda vez de manera invisible. Sin embargo, esto encierra un grave problema para los Testigos de Jehová. Porque, aun suponiendo que el conteo entre las dos fechas estuviera correcto, los Testigos deben explicar los vacíos que se hallan en la fecha de 1914.

     El año 1914 se sostiene en la idea de que el árbol de Daniel 4 es una profecía de doble interpretación. La primera, para Nabucodonosor; y la otra, para el Reino de Dios, tal como era representado en los reyes de Judá. Los siete tiempos del árbol derribado serían 2.520 años, que se cuentan desde la caída de Sedequías, en el año 607 a.C., hasta 1914, año en el que Jesucristo se habría sentado en el Trono de Jehová por siempre. Sin embargo, esta interpretación está errada no solo desde un punto de vista bíblico, sino también histórico. Primero, no hay manera de sostener que Daniel 4 sea una profecía de doble interpretación: la predicción se cumplió de principio a fin con Nabucodonosor (Dan. 4:20-28, 33, 34, 37). En segundo lugar, las evidencias históricas han demostrado hasta la saciedad que Sedequías no cayó en el año 607 a.C. sino en 586 a.C., es decir, unos veinte años después de la fecha defendida por los Testigos de Jehová. Esto significa que, si la interpretación de Daniel 4 fuese correcta, entonces Cristo habría regresado en 1935, y no en 1914; lo cual deja en el aire la fechas de 1918 y 1919 como los años de la inspección y del nombramiento del “esclavo fiel y discreto”.

LA INSPECCIÓN A LA LUZ DE LOS HECHOS

     Pero, lo anterior no es el único problema al que se enfrenta la Sociedad Watch Tower, porque aun si diéramos por válido el año 1918, un análisis de la razón por la que Jesucristo habría escogido a la Sociedad Watch Tower como su organización verdadera vuelve improbable esta afirmación. Ellos sostienen que cuando “Jesús, el Amo, inspeccionó a este ‘esclavo’ en 1918, vio que estaba cumpliendo fielmente su deber de suministrar el ‘alimento al tiempo apropiado’, de modo que con mucho gusto lo nombró ‘sobre todos sus bienes’ ”.

     Puesto que el “alimento” son las enseñanzas de la Sociedad, Don Cameron tiene razón cuando afirma que cualquier decisión tomada por Jesús habría estado “basada únicamente en lo que ellos habían estado enseñando hasta 1919”. Siendo así, surge una pregunta: ¿Cómo pudo Cristo haber elegido a la Sociedad Watch Tower por sobre el resto de la cristiandad, si muchas de las enseñanzas que la organización predicaba y sostenía para esa fecha, posteriormente, fueron repudiadas y abandonadas, por considerarse enseñanzas erróneas?

     Cuando los Testigos de Jehová son confrontados con los cambios doctrinales que su organización ha realizado, normalmente afirman que eso se debe a que hoy la Sociedad posee “mayor luz”. Pero, cuando estos cambios se analizan a la luz de la inspección de 1918, existen serias implicaciones respecto de su identidad como pueblo escogido. Porque, si lo que hoy enseñan es la verdad, entonces lo enseñado hasta 1919 era mentira, pues de otra manera hoy no afirmarían poseer “mayor luz”. Por otro lado, si lo enseñado hasta 1919 era el “alimento al tiempo apropiado”, entonces mucho de lo que hoy están enseñando debe ser mentira, pues de otro modo Jesucristo jamás los hubiera elegido por sobre el resto de la cristiandad.

     Los ejemplos que presentamos a continuación muestran la clase de “alimento” equivocado que la Sociedad Watch Tower estaba enseñando en 1919, y que Jesucristo tuvo que haber revisado durante la supuesta inspección de 1918:

     Para 1919, enseñaban que Cristo había “regresado”, de manera invisible, en 1874. Fue recién en la década de 1930 cuando la Sociedad se dio cuenta de que Jesucristo habría vuelto en 1914 d.C.

     Enseñaron, hasta 1935, que Jesús asumiría el Reino en 1878, habiendo efectuado la resurrección de los muertos; y que en 1915 acabaría el anarquismo, es decir, el fin de las “instituciones en el mundo”. Hoy, se afirma que estas fechas se “fundaban en equivocaciones”. Después, afirmaron la desaparición de las repúblicas de toda la Tierra para el otoño de 1920. Creyeron, hasta 1936, que Cristo había muerto en una cruz, y esta aparecía impresa en sus publicaciones. Hoy, aseguran que la cruz es un símbolo pagano. Continuaron celebrando la Navidad hasta 1926. Hoy, la consideran una fiesta pagana.

     Desde 1918 hasta 1925 empezaron la famosa campaña denominada “Millones que ahora viven no morirán jamás”. Y, aun antes de que terminara 1920, afirmaron que el fin, esta vez, llegaría en 1925, y que para esa fecha resucitarían Abraham, Isaac, Jacob y otros patriarcas del Antiguo Testamento. Jamás sucedió. Para comienzos de la década de 1890 hasta 1929, enseñaron fehacientemente que la pirámide de Keops, en Guiza, (Egipto) confirmaba la cronología bíblica. Creían que era “un fuerte testigo, comprobador del plan de Dios”. Más adelante, la misma Watch Tower la denominó “la Biblia de Satanás, y no la piedra testigo de Dios”.

     Para 1917, enseñaban que “el Alfa y la Omega” de Apocalipsis 1:8 (el Todopoderoso), 21:6 y 22:13 era Jesús. Dijeron que el Dios que se adora en Apocalipsis 19:4 es Jesucristo. Eso hoy se considera una blasfemia: el Alfa y la Omega únicamente es el Padre.

     Para esa misma fecha, publicaron cosas curiosas, como que “Miguel y sus ángeles” (Apoc. 12:7) representan al Papa y a los obispos. Que Nahum 2:3 al 6 representa la descripción de una locomotora con el conductor, el fogonero y el cobrador de boletos. Que había evidencia para el establecimiento del Reino en Palestina, en el año 1925. Que la Tierra había sido creada hacía 48 mil años. Que el ángel de Apocalipsis 8:5 era la Watch Tower; y el incensario, el libro The Finished Mystery. Que la distancia de 1.600 estadios, de Apocalipsis 14:20, era la distancia entre el lugar donde se escribió el libro The Finished Mystery (Scranton, Pennsylvania) y el lugar donde se lo imprimió (Brooklyn). Que el behemot (Job 40:15-24) era la máquina de vapor fija; y que el leviatán (Job 41:2-19) era la locomotora.

    ¿Es posible que Cristo haya revisado esta clase de “alimento” equivocado, contaminado con enseñanzas paganas e, incluso, con cosas que hasta ellos admiten como absurdas, y aun así “con mucho gusto” nombrar a la Sociedad Watch Tower como la única religión verdadera? Hoy en día, cualquier Testigo de Jehová podría ser disciplinado, y aun expulsado, si afirmara que Cristo murió en una cruz, o si se supiera que celebra la Navidad cada año. Pero ¿cómo fue posible que durante 17 años más, después de 1919, Jesucristo tolerara que las publicaciones de su “siervo fiel y discreto” siguieran mostrando el símbolo “pagano” de la cruz; o que soportara por 7 años más el festejo de la fiesta “pagana” de la Navidad, cuando la elección se basó en la clase de “alimento” correcto que la Sociedad estaba suministrado a sus súbditos?

     Estos ejemplos muestran el estado de confusión en el que la Sociedad Watch Tower ha estado sumida la mayor parte de su historia. Pero, recuérdelo: Jesucristo no hizo la elección sobre la base de lo que enseñan hoy, sino de lo que enseñaban en 1919. Por otro lado, es verdad que la Sociedad aún mantiene algunas enseñanzas anteriores a 1919. Pero, si su permanente rechazo de la idea de la Trinidad determinó su elección, entonces ellos no tienen mejores razones que los cristadelfianos para haber sido elegidos; porque estos últimos, a pesar de sus errores, para 1919 también rechazaban la Trinidad y la inmortalidad del alma, y evitaban el servicio militar.

CONCLUSIÓN

     Aunque la Sociedad Watch Tower se muestra como una organización fuerte, con una estructura sólida e impresionante, no pasa de ser una corporación religiosa de hechura humana. Al carecer de toda razón válida para su existencia, ha asumido una identidad y una misión que no le corresponde. La Sociedad Watch Tower no solamente tiene que lidiar con una cronología insostenible para su idea de 1914, sino también, aun dando por sentada la veracidad de esta fecha y que se pudiera demostrar la inspección divina de 1918, los hechos vuelven ficticia la idea de que Jesucristo pudo haberlos escogido como su único pueblo verdadero.

     Sin duda, los Testigos de Jehová que visitan nuestros hogares son personas sinceras, que aman a Dios. A todos se les ha enseñado a creer que las enseñanzas provenientes de su organización proceden de Jehová y que deben ser aceptadas sin dilación. Pocos testigos han sido llevados a reflexionar en la legitimidad de su organización a la luz de 1914 y 1918/1919. Por eso, iniciar un estudio acerca de la validez de estas tres fechas (sobre todo, 1914) es la mejor manera de empezar un trabajo por ellos. Se deben postergar temas controversiales como la Trinidad, la sangre u otras cosas hasta más adelante; porque nuestro objetivo es ayudarlos a abandonar, de la manera más sencilla, su confianza en la Watch Tower, para que la depositen en la Biblia directamente.

     Al acercarnos a ellos, se debe seguir el método de Cristo. Deben ser tratados con amor, con respeto; recordando que el que está frente a nosotros es un candidato para el Reino de Dios. Por otra parte, jamás deben ser considerados fuera de alcance. La verdad es que si más adventistas trabajaran por ellos de manera inteligente, ferviente y paciente, más Testigos de Jehová abandonarían el error y abrazarían la verdad. Si así no fuera, la familia de Betsy hoy no estaría en las filas del verdadero remanente. Después de distintas controversias, un día tuve la alegría de bautizarla; y no solo a ella sino también a Alfredo, quien finalmente no pudo resistirse más a la luz de la verdad. Hoy, Alfredo es un dirigente activo de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en la ciudad donde los conocí.

     Estoy convencido de que entre los Testigos de Jehová Dios tiene un pueblo, el cual también necesita escuchar el llamado misericordioso: “Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas” (Apoc.18:4).

Sobre el autor: Director del Centro de Estudios White, ITSAE. Profesor de Teología, ITSAE, República del Ecuador.