El antiguo dicho: “Entre el plato y la boca se pierde la sopa” podría parafrasearse en evangelismo: “Entre el altar y el bautisterio se pierden las almas”. Reducir la diferencia entre el número de los que se adelantan respondiendo a un llamado de altar y el número de los que llegan finalmente a bautizarse es ciertamente el blanco de todo ganador de almas. Presentamos a continuación algunos factores que hemos encontrado útiles para alcanzar este blanco.
Los resultados de un llamado de altar son generalmente más estables si se cubren en las reuniones tanto las doctrinas como los principios básicos de la conversión, antes de hacer el llamado. En el típico esfuerzo de tres semanas, generalmente puede hacerse un llamado con éxito después de dos semanas de reuniones.
Lo que se diga antes y durante el llamado es muy importante. Debe dejarse bien claro que es un llamado a la entrega completa. Debiera mencionarse durante el llamado que se dará la oportunidad de estudiar más adelante hasta que todo sea aclarado. Esto cumplirá dos propósitos: incluirá en la invitación a aquellos que todavía tienen dudas pero que desean entregarse en los puntos que ya están claros, e indicará que esto no es tan sólo un llamado del tipo de reavivamiento en el cual la gente avanza hacia el altar y luego nunca más vuelve a las reuniones. Estos llamados se hacen con tacto dando a entender que hay un programa ulterior a seguirse con aquellos que pasan adelante.
Debieran usarse tarjetas de decisión
Las palabras que el evangelista dirige al fin del llamado a aquellos que han pasado adelante son de importancia vital. Su actitud debiera ser positiva. Debiera dar por sentado que cada persona que se ha adelantado seguirá preparándose para el bautismo. Debe usarse cierta clase de tarjeta que dé a aquellos que pasan adelante la oportunidad de confirmar su decisión suscribiendo una solicitud de unión al pueblo guardador de los mandamientos. Además de conseguir el nombre y la dirección, esta tarjeta debiera registrar la siguiente información: ¿Hay algún problema con el cigarrillo o con el trabajo en sábado? ¿A qué hora se encuentra en casa la persona por lo general (mañana, tarde o noche)? Asegúrese también de obtener la edad de los jóvenes de edad escolar que pasan adelante.
Preparación rápida pero completa
Esta reunión posterior debiera tener lugar después que se haya retirado el grueso de la congregación. No debiera llevar mucho tiempo, si se han organizado bien las cosas. Antes de despedir a los que han pasado adelante, anuncie que en lo sucesivo ese grupo se reunirá cada noche. Cuanto más pronto esas personas estén preparadas para el bautismo después de su decisión, menos oportunidad tendrá el diablo de llevárselas de nuevo. La preparación puede ser rápida, y, sin embargo, completa. Puede exhortarse al grupo a hacer de ésa una maravillosa semana de victoria. Nos agrada usar Filipenses 4:13 como texto clave cada noche. Lo decimos juntos al fin de cada clase. Los que tienen problema con el hábito de fumar debieran ser animados a reclamar la victoria mediante Cristo en ese momento. En la mayoría de los casos, estas cinco noches harán más por aquellos que tengan ese problema que el tratamiento clínico para dejar de fumar, porque esas personas tienen el incentivo de llegar a ser miembros de iglesia y están poniendo algo positivo en lugar de su hábito de fumar.
Salvación no por obras
Es bueno mencionar que, si hiciéramos depender la salvación de las obras, nos llevaría toda la vida y todavía no estaríamos listos; pero como dependemos de Jesús, podemos obtenerla tan pronto como estemos dispuestos a entregarnos. Cuanto más pronto estemos listos, tanta más gloria a Cristo, y no al hombre.
En un esfuerzo de tres semanas, debiera realizarse la primera clase bautismal durante la tercera semana del esfuerzo, después de la reunión regular. Algunas partes de la reunión pueden omitirse o acortarse para que la clase no se haga demasiado tarde. La segunda clase bautismal, formada por los que han contestado al llamado el último fin de semana de las reuniones, se reunirá las cinco noches siguientes al cierre oficial de la campaña. Esta clase tendrá la ventaja de un período de tiempo mayor, ya que no habrá una reunión que la preceda, pero la primera clase tiene la ventaja de la inspiración de las reuniones públicas que todavía estarán en vigor. Algunos evangelistas permiten que los miembros de iglesia y el público asistan a la clase bautismal que se realiza la segunda semana.
Visite inmediatamente a los miembros ausentes
Debe dejarse bien claro que los que pierdan una clase recibirán una visita el día siguiente con el fin de recompensar la lección que han perdido. Esto fomentará la buena asistencia y hará que toda la clase avance en forma pareja. No puede exagerarse la importancia de este punto. Se preparará un registro de clase mediante las tarjetas de decisión llenadas por los que contestaron al llamado. Cada noche se tomará el registro de los presentes. Nosotros lo hacemos pasando una hoja de papel para que los presentes la firmen. Cada miembro ausente recibe la visita de uno de los obreros antes que la clase se reúna de nuevo la noche siguiente. Se le entrega el material impreso usado en la clase y, en un breve estudio, se le da un resumen del contenido presentado.
La visitación de esos miembros ausentes tiene prioridad sobre toda otra cosa, desde que se organiza la clase. Es absolutamente esencial que cada lección perdida por uno de los miembros de la clase sea recuperada por la visita de uno de los obreros antes de la clase siguiente. Esto los impresionará con la importancia de la clase y hará más para animar la asistencia regular que cualquier otra cosa. Generalmente nos toca hacer eso solamente en caso de enfermedad o de trabajo nocturno. Si se sigue fielmente este plan, es imposible que alguien se bautice sin haber pasado por el estudio de cada doctrina distintiva, como por ejemplo el espíritu de profecía.
El acercamiento positivo, el mejor
Dedicamos todo un período de clase para el espíritu de profecía. Lo presentamos en forma positiva como uno de los grandes dones que Dios ha dado a su pueblo. Otra noche se dedica a las normas cristianas sobre el vestido, las diversiones y la comida. Esto también exige una presentación positiva. Insista en los beneficios antes que en las restricciones. Además de una revisión general de las doctrinas, otros temas que deben cubrirse en una clase bautismal son: cómo guardar el sábado, el significado de la Cena del Señor y el rito del lavamiento de los pies. También damos material adicional que hable sobre los privilegios y los deberes de los miembros de iglesia, que explique la organización y la terminología denominacionales, las publicaciones, etc.
Pueden conseguirse varios libritos de algunos de nuestros evangelistas que han preparado material para ser usados en la enseñanza de las clases bautismales. Nosotros tenemos nuestro material en forma mimeografiada, de manera que podemos incluirlo en la carpeta de hojas sueltas que contiene nuestros sermones evangelísticos.
Rótulo de identificación
La tercera noche de nuestra clase bautismal (de paso, le damos el nombre de clase bíblica especial, y no de clase bautismal) proporcionamos un rótulo de identificación para ser atado al bolso que contendrá la ropa interior y otros artículos del candidato. De un lado del rótulo hay una lista de todo lo que el candidato debe traer para el bautismo, y del otro hay lugar para poner el nombre, la dirección y la talla aproximada del candidato (para elegir ropa adecuada). La tarjeta debe ser de buena calidad, con dos agujeros en ambos extremos para ser atada alrededor del bolso. Se anima a los miembros de la clase a traer su ropa bautismal la noche siguiente. Algunos se olvidarán. Proporcionando los rótulos la tercera noche, ellos todavía tendrán la oportunidad de traer sus cosas a la última clase. El hecho de preparar la ropa de antemano es un medio adicional de sellar la decisión. También evita confusiones de último momento y permite que todo esté bien organizado el sábado de mañana para el bautismo. Debemos a Fordyce Detamore esta excelente idea del rótulo.
Al mismo tiempo que los rótulos, entregamos un formulario de información de feligresía que hemos preparado. También hay que llenarlo y devolverlo con el bolso de la ropa. Esta información persigue varios propósitos: nos permite evaluar nuestros diversos métodos de propaganda. Nos permite hacer que los editores de nuestras revistas misioneras, nuestras escuelas bíblicas (por correspondencia), y nuestros obreros de radio y TV sepan cuándo hemos bautizado a alguien como resultado de esas agencias. Nos ayuda a dar crédito a los laicos y colportores que han tenido parte en llevar un alma a Cristo. Provee una base para diversos estudios estadísticos. Nos permite dar una breve historia de la conversión del candidato en el momento de su bautismo. Deja un valioso registro permanente en los archivos del pastor.
Nuestra experiencia ha sido que, por prolongada que sea la campaña y elevado el número de personas que hayan pasado adelante, obtenemos los mejores resultados comenzando inmediatamente la clase bautismal y realizándola por las noches. En algunos casos en los cuales ya la distancia, ya el pequeño número de candidatos parecían indicarnos que podrían ser preparados mejor en estudios en el hogar antes que en una reunión en grupo, nos hemos apartado del plan expuesto más arriba. En todo caso el resultado ha sido desanimador. Creemos en la preparación en grupo y sin demora de los candidatos.
Postergación en privado del bautismo
Muchos problemas que surgen antes del bautismo pueden resolverse en una semana de tiempo, si hay una voluntad determinada y una entrega completa. Los que no estén listos para la última clase cuando se repasa el voto bautismal con todos los candidatos, serán invitados a asistir nuevamente a las clases la semana siguiente, en preparación para el segundo bautismo. Debieran hacerse en privado los arreglos rara postergar el bautismo y no frente a la clase, de otra manera otros que estén lisios para el bautismo tenderían a dejarse estar.
El uso de los métodos expuestos, por los cuales somos deudores a muchos de nuestros compañeros en el ministerio, nos ha permitido alcanzar este blanco en la mayoría de los casos. Compartimos estos métodos rogando que sean una bendición para otros como lo han sido para nosotros.
Sobre el autor: Evangelista de la Asociación de Oregon.