Temas desarrollados por el autor en la Iglesia de Santa Fe, Argentina, durante el año 1960 en forma de cursillo con excelentes resultados

Todos sabemos que hay diversas maneras de presentar la verdad y decimos que su presentación debe ser lógica. (Desgraciadamente a veces sólo es lógica para nosotros mientras que para el público resulta confusa. Pienso que hay una forma “natural-global-lógica”, y es la manera en que las Sagradas Escrituras presentan el gran plan de Dios a través de sus páginas.

 Por “natural-global-lógico”, quiero decir que sigue el orden en que han sucedido los hechos. Por lo menos en lo que al plan de salvación se refiere, “global” significa que en cada estudio se presenta una vislumbre de todo el plan de salvación, siendo cada estudio una unidad menor dentro de toda la serie —la unidad mayor o todo— que se desarrolla en forma natural y lógica en la medida en que la gente la pueda comprender. En cada lección, por Jo tanto, debieran aparecer tres personajes principales: Cristo, el hombre y Satanás. Aunque no se presenten en forma directa, pueden manifestarse en una actitud, posición o decisión. Por ejemplo: el primer estudio o revelación que Dios le dio a Adán después de su caída, “Y enemistad pondré” (actitud que debía adoptar el hombre) “entre ti” (Satanás) “y la mujer, y entre tu simiente y la suya (Cristo)…”

 Es interesante notar cuán fácil y delicadamente se puede entretejer la gran cadena de la verdad, como ser, la ley, el sábado, la mortalidad y el estado de los muertos, como también todas las demás verdades proféticas, que adquieren nueva vida, surgen en forma más natural y más visible para la gente que las contempla y distingue más fácilmente por su relación con el gran conjunto.

 Este cursillo fue presentado los domingos de tarde de la siguiente manera: 15 minutos, vistas de las tierras bíblicas con explicaciones grabadas; 35 minutos, exposición del tema; 20 minutos, estudio bíblico sobre el tema presentado. Daría mejores resultados si fuese presentado dos o tres veces por semana.

Los temas presentados, con una breve explicación

1. La más urgente necesidad del hombre moderno. Los diferentes medios provistos por el hombre no pueden solucionar sus problemas. Una civilización sin Dios está condenada a perecer. Debemos volver a Dios, sus planes y propósitos. Rom. 1:18-23; Apoc. 14:6,7; Jer. 6:15; Job 11:13.

 2. Desarrollo panorámico del gran plan de Dios. El propósito original de Dios para la tierra y el hombre. El hombre fracasó y Dios tuvo que hacer un plan de emergencia para rescatar al perdido. Un rápido panorama del plan de salvación. (Presentación del diagrama).

 3. En qué consiste el plan de Dios. Entrada del pecado en la tierra por medio de Adán y la promesa de salvación (Gén. 3:15).

 4. ¿En qué forma fue revelado al hombre este plan? Comienza con Gén. 3:15. La presentación de la Biblia en términos de Núm. 12:6.

 5. Revelaciones del plan de Dios en el Antiguo Testamento. El santuario, el pedido hecho a Abrahán de sacrificar a su hijo, el cordero…

 6. La revelación incontrovertible del plan de Dios. Se terminaron las promesas y llegado el tiempo vino Cristo (Heb. 1:1-3.) Siete pilares que sostienen esto: encarnación, vida sin pecado, crucifixión, resurrección, ascensión, intercesión y segunda venida. Cristo es irrefutable.

 7. Cristo revelando el gran plan de Dios. ¿Sabía Cristo que estaba cumpliendo un plan? ¿Habló él de un plan de salvación? Juan 17:1-10; Luc. 15.

 8. El Espíritu Santo revelando el gran plan de Dios. El Espíritu Santo es el portavoz de este plan. 2 Ped. 1:21; Mat. 1:21; 1 Cor. 2:10; Hech. 2:1-4, 37, 38, 41, 47.

 9. ¿Cumple con su cometido el gran plan de Dios? Resumen de lo presentado hasta aquí. Heb. 11; Job 1:1, 6-12; Fil. 2:4-6; Heb. 12:1.

 10. ¿Qué es menester que yo haga para ser salvo? Aquí entramos en lo que el hombre debe hacer por su salvación y su relación con los otros dos personajes: Cristo y Satanás. En esta parte enfocamos especialmente al hombre, y en este primer tema de la segunda serie tratamos especialmente del arrepentimiento (Hech. 16:26-34). Debemos hacer notar el subtítulo “Los elementos divino y humano del arrepentimiento” (Rom. 2:4; Hech. 11:18). Debemos aceptar el llamamiento divino al arrepentimiento, nada más.

 11. Los pasos hacia la salvación. Fe, conversión, confesión y perdón. Otra vez aparece el subtítulo “La fe, un elemento divino-humano” (1 Cor. 12:9; Gál. 5:23). Debemos aceptarla. Lo maravilloso del plan de Dios es que todo está provisto.

 12. Salvados para obedecer. Este es un tema de suma importancia, ya que presenta la ley en su verdadero papel en la salvación. Hacemos, pues, para su mejor comprensión, la historia de la obediencia en el desarrollo del plan de Dios, desde el principio.

 —Adán fue hecho obediente a Dios; tenía la ley de Dios en su corazón.

 —Desde Caín y Abel, la humanidad (en el nuevo plan) se divide en los que son obedientes y los que no lo son. Los obedientes siempre son menos.

 —Los hombres han ido perdiendo cada vez más la conciencia de su deber hacia Dios y el prójimo. Su mismo pueblo, después de 300 años de esclavitud perdió no sólo el concepto de sus deberes hacia Dios, sino también el de la santidad de Dios.

 —Entonces Dios tuvo que darles un nuevo concepto de su carácter y santidad y lo hizo por escrito en el Sinaí, grabado con su propio dedo para que los que por su gracia hemos sido salvados podamos siempre tener presentes nuestros deberes.

 13. El glorioso resultado del plan de salvación y el esfuerzo humano. Aquí presentamos en forma resumida la justificación y santificación por la fe. La justificación proviene totalmente de Dios y la debemos aceptar. La santificación, también gracia de Dios, se combina con el esfuerzo humano. Este tema resume la parte de Dios y la nuestra en la salvación.

 14. La gran controversia de los siglos. Aquí comenzamos a enfocar la obra opositora al plan de Dios. Historia del origen del conflicto. Gén. 3; Apoc. 12:7-9; 12:10; Mat. 4:1- 10; Dan. 7:23-25; Apoc. 16:12-14.

 15.Echó por tierra la verdad. Satanás dirigió sus ataques a las dos columnas del plan de salvación: la ley y el Evangelio de Cristo. La obediencia a la ley es la meta a la cual Dios espera que Peguen sus hijos. Cristo es el medio provisto para alcanzar tal objetivo. Dentro de la ley también son dos los mandamientos a los cuales Satanás dirigió sus zarpazos en todo tiempo. Notemos, en la historia de Israel: la idolatría y la falta de observancia del sábado son los preceptos por los cuales Dios continuamente reprende a su pueblo. 1 Rey. 14:9; 12:28; Neh. 13:15-22. Contra Cristo ha hecho lo mismo. Satanás transformó en mero formalismo los sacrificios simbólicos de Cristo del Antiguo Testamento (1 Sam. 15:22; Gén. 4:3-8; Apoc. 12:1-5), como también, luego, los símbolos de la cena del Señor.

 16. Fin de la controversia entre el bien y el mal. Apoc. 12:10-12, 17; 14:12. Presentamos un desarrollo profético de los eventos finales y del triunfo del pueblo de Dios.

 17. El evento más glorioso del plan de Dios. Segunda venida.

 18. Resultados finales de la obediencia y la desobediencia. Recompensa de los salvados y castigo de los desobedientes. El milenio.

 19. La tierra restaurada y el hogar de los redimidos. Todos estos temas presentados engloban el plan de Dios. Ofrecen un cuadro natural y lógico, como un todo, que comenzó y ya estamos viendo su terminación.

 20. ¿Cómo puede entenderse todo esto? “No es mediante controversias y discusiones como se ilumina el alma. Debemos mirar y vivir”. Este estudio está basado en la experiencia de Nicodemo (Juan 3; especialmente el versículo 14).

 Queridos colegas en el ministerio de Jesucristo, quiera Dios iluminarnos y bendecirnos en la presentación del maravilloso plan de salvación, tan amplio y profundo que alcanza hasta el más vil pecador.

Sobre el autor: Presidente de la Misión Patagónica