La obra prohibida en sábado y la edificación del Tabernáculo.

    Dios bendijo y santificó el séptimo día para establecer un parámetro que debía ser seguido por toda la humanidad, dado que el sábado es una alianza eterna para los hijos de Israel (Éxo. 31:16) y el punto de inclusión del “extranjero” en la alianza (Isa. 56:3-8). Aquí se puede notar que el cuarto Mandamiento (Éxo. 20:8-11) no es relevante solamente para un grupo étnico particular, sino para todos aquellos que están dispuestos a entrar en un pacto con el Señor.

    Las peculiaridades de su observancia se vuelven, entonces, un factor importante sobre el cual discutir. En Éxodo 31:14, encontramos la siguiente declaración: “Así que guardaréis el día de reposo, porque santo es a vosotros; el que lo profanare, de cierto morirá; porque cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella persona será cortada de en medio de su pueblo”. A pesar de que algunas actividades prohibidas en el día sábado son mencionadas en el Antiguo Testamento, la Biblia no define la naturaleza de la obra referida en el texto citado. Entonces, ¿cómo es posible observar el Mandamiento sin entender lo que prohíbe? Hayim Halevy Donin observa que “cualquier ley, en cualquier sistema judicial, que es vaga y oscura, y que puede ser interpretada correctamente de diferentes formas, es inútil y no puede ser aplicada”.[1]

    Teniendo esto en cuenta, este artículo se propone responder la siguiente pregunta: ¿Cuál es la naturaleza de la obra (heb.mela’khah) prohibida en Éxodo 31:12 al 17? Para responder esta cuestión se hace necesario rastrear el uso del término mela’khah en el Antiguo Testamento, y también analizar la estructura del texto y las principales palabras de la perícopa.

Mela’khah en el Antiguo Testamento

    La palabra mela’khah es un sustantivo femenino singular derivado de la raíz l’kh y puede ser traducida como: obra, negocio o labor.[2] Aunque la raíz l’kh no aparezca en el texto bíblico en su forma verbal, está registrada en otras lenguas semíticas como, por ejemplo, el ugarítico laak y el etíope la’aka, ambos con el sentido de “enviar”, así como el verbo l’kh en hebreo.[3]

    El término aparece 166 veces en el Antiguo Testamento. De estas, 16 se refieren a un sábado semanal, 19 a un sábado ceremonial, y 64 a la edificación o a la restauración del Santuario. En el Pentateuco, el uso de esta expresión en relación con el sábado y el Santuario se vuelve aún más evidente. De las 65 veces que la encontramos en esta porción de las Escrituras, apenas ocho se refieren a otro asunto (Gén. 33:14; 39:11; Éxo. 22:8, 11; Lev. 7:24; 11:32; 13:48, 51), lo que parece sugerir algún tipo de relación entre la “obra” prohibida en sábado y la “obra” de edificación del Tabernáculo.

    El hecho de que la palabra mela’khah aparece abundantemente en el Pentateuco con relación a estos dos temas llevó a los Tanaim (rabinos que preservaron sus enseñanzas en la Mishná) a formular 39 categorías de trabajos prohibidos en sábado, conocidas como ’avot mela’khah.[4] Ellos entendían que la “obra” prohibida en sábado estaba íntimamente relacionada a la “obra” de edificación del Santuario, al punto de establecer 39 clases de trabajos que, a su entender, reunían todas las actividades necesarias para la construcción del Tabernáculo.

Sábado y Tabernáculo

    La relación entre obra, sábado y Santuario también puede ser observada en la estructura del libro pues, como aseguran Martin Buber y Franz Rosenzweig, “el contenido subsiste por medio de la propia e inseparable forma”.[5]

    El libro de Éxodo presenta dos secciones de capítulos referidas al Santuario, siendo la primera los capítulos 25 al 31; y la segunda, los capítulos 35 al 40. En la primera sección, se encuentran las directrices para la construcción del Tabernáculo; en la segunda, el relato de su ejecución. La orden de no realizar ninguna mela’khah en día sábado es introducida en el libro bajo pena de muerte al final del capítulo 31, y repetida al inicio del capítulo 35, siendo, de esta manera, un puente entre las dos secciones del Santuario.[6]

    Acerca de esta relación, Nahum Sarna comenta: “El reinicio de la narrativa del Tabernáculo, en el capítulo 35, comienza con la ley del sábado. Este patrón estructural se destina a enfatizar la jerarquía de valores que informa a la Torá: el Tabernáculo consagra la noción de santidad del espacio y el sábado incorpora el concepto de santidad del tiempo. Este último tiene precedencia sobre el primero, y la obra del Tabernáculo debía ceder un día cada semana para el descanso sabático”.[7]

    Considerando esta relación estructural entre el sábado y el Santuario, se nota una intencionalidad en la prohibición de realizar una obra en el séptimo día. De las 33 apariciones de mela’khah en Éxodo, 23 de ellas se encuentran en la segunda sección del Santuario. O sea que, después de prohibir la realización de una obra en sábado (Éxo.35:1-3), Dios orientó al pueblo a ejecutar la obra de edificación del Tabernáculo (por ej., Éxo. 35:21-35; 36:1-8; 38:24).

Sábado, Santuario y Creación

    La relación entre obra, sábado y Santuario se torna aún más evidente cuando se la vincula con el relato de la Creación. La referencia a la Creación en Éxodo 31:14 al 17 lleva al lector nuevamente a la narración de Génesis 2:2 y 3, pasaje en el que la palabra mela’khah aparece por primera vez en la Biblia. La forma del texto también reafirma su contenido, de modo que es posible establecer un paralelo estructural entre la construcción del Tabernáculo y la Creación. Un ejemplo de esto es la estructura de los capítulos 25 a 31 de Éxodo. Esta sección está dividida en siete partes, conforme a la repetición de la fórmula “Habló Jehová a Moisés” (25:1; 30:11,17, 22, 34; 31:1, 12). En otras palabras, la instrucción para la construcción del Santuario fue realizada en siete etapas, de la misma forma en que Dios creó el mundo en siete días. Además, la séptima unidad literaria de esta sección y el séptimo día de la Creación culminan con la celebración del sábado.[8]

Palabras clave

    La expresión shabbat shabbaton (“reposo solemne” [ver 31:15]) es una de las palabras clave en este texto. En la Biblia, esta expresión aparece principalmente en relación con el sábado y el día de la Expiación (Éxo. 16:23 [orden inverso, shabbaton shabbat]; 31:15; 35:2; Lev. 16:31; 23:3, 32).[9] Cuando el término hebraico shabbaton aparece solo, lo hace en asociación con la fiesta de las Trompetas y la fiesta de los Tabernáculos (Lev. 23:24, 39).

    La expresión shabbat shabbaton funciona como un superlativo y representa un alto grado de descanso.[10] Por esta causa, quien realizase cualquier tipo de obra en sábado o en el Día de la Expiación debería ser eliminado del pueblo (Éxo. 31:14; Lev. 23:29). En estos días, estaba prohibida la realización de cualquier tipo de obra (kol-ha’oseh mela’khah), de acuerdo con Éxodo 31:15 y 35:2 (cf. Lev. 16:29; 23:3, 31). En un sábado común, solamente las obras de siervos (kol mele’ khet ’avodah) estaban prohibidas (por ej., Lev. 23:25, 35; Núm. 29:1, 12, 35).

    Siendo que en un shabbat shabbaton estaba prohibida “todo tipo de obra” y que en un shabbaton estaban prohibidas solamente las “obras de siervos”, es posible concluir que la obra prohibida en una festividad común estaba restringida a un trabajo de naturaleza física/servil, mientras que, en sábado y en el Día de la Expiación, ningún tipo de obra debería ser realizada. Por lo tanto, la mela’khah prohibida en Éxodo 31:14 y 15 no debe ser entendida solo como una actividad laboral; caso contrario, no sería necesaria la diferenciación entre no realizar “ninguna obra” en un shabbat shabbaton y la prohibición de no realizar “ninguna obra de siervos” en un shabbaton.

    Otra palabra para resaltar en esta perícopa es el verbo shavat (Éxo. 31:17), el cual puede ser traducido como “cesar” o “parar”.[11] Según Génesis 2:2 y 3, Dios “cesó” (shavat) su “obra” (mela’khah) en el séptimo día. Esto implica que toda actividad creativa desarrollada durante los seis días de la Creación fue considerada mela’khah. De acuerdo a lo observado por Mathilde Frey, el uso de la palabra mela’khah en este texto resume las “acciones creativas de Dios” realizadas en los seis días de la semana, las cuales son expresadas por los verbos “crear” (bara‘ ); “hacer” (‘asah); “llamar” (qara’ ); “ver” (ra’ah); “hablar” (’amar); y otros.[12] Así, la clasificación del término mela’khah como una obra de naturaleza creativa parece reflejar mejor la amplitud de utilización de esta palabra en el Antiguo Testamento, así como su relación con la Creación y la construcción del Tabernáculo.

    El verbo ‘asah (“hacer”) es otro término importante en este análisis. Este verbo aparece tres veces en conjunto con la palabra mela’khah en Éxodo 31:14 y 15. Además, también es utilizado para referirse de los seis días de la semana (ver Éxo. 20:9-11, cf. Gén. 1:31). De esta forma, tanto ‘asah como shavat son verbos que dictan el movimiento de la Creación efectuada por Dios, y también de la construcción del Tabernáculo. Dios hizo que la secuencia de trabajo y descanso expresada en Éxodo 31: 12 al 17 fuese análoga a su obra creadora;[13] es decir, así como Dios “hizo” el mundo en seis días y “cesó” en el séptimo, los hijos de Israel deberían “hacer” el Tabernáculo durante seis días y “cesar” su obra en el séptimo.

    Por medio del mandamiento del sábado, Dios invita a la humanidad a imitar (imitatio Dei) el proceso de Creación y descanso efectuado por él. En las palabras de Heschel: “El arte de guardar el séptimo día es el arte de pintar en el lienzo del tiempo la grandeza misteriosa del clímax de la Creación; así como él santificó el séptimo día, debemos hacerlo nosotros. El amor al Shabat es el amor del hombre por lo que él y Dios tienen en común. Nuestro acto de guardar el día del Shabat es una paráfrasis de su santificación del séptimo día”.[14]

Conclusión

    Después de analizar la presencia del término mela’khah en el Antiguo Testamento, la estructura del texto y las principales palabras de Éxodo 31: 12 al 17, es posible concluir que la clave para la identificación de la naturaleza de la obra prohibida en el séptimo día está en la relación entre la palabra mela’ khah, el sábado y la construcción del Santuario. Se puede observar también que el contenido de Éxodo 31:12 al 17 aborda la “obra” relativa al sábado; y su contexto, la “obra” relativa a la construcción del Tabernáculo. Ya la forma del texto indica que la “obra” del sábado está conectada con la “obra” del Tabernáculo; y ambas, al relato de la Creación en el Génesis.

    Por lo tanto, la forma y el contenido del texto sugieren que la mela’ khah prohibida en 31:12 al 17 no está relacionada solamente a una actividad de naturaleza física, laboral o de siervos, sino a una actividad de “naturaleza creativa” semejante a la construcción del Tabernáculo y a la obra de Dios en la Creación. Mientras que esta es una definición más precisa, aún mantiene la amplitud intrínseca al término mela’ khah y a la subjetividad natural del texto, sin incurrir en el error tanaítico de definir y objetivar minuciosamente lo que no puede ser definido.

Sobre el autor: Editor en la Casa Publicadora Brasileira.


Referencias

[1] Hayim Halevy Donin, O Ser Judeu: Guia Para a Observância Judaica na Vida Contemporânea (Jerusalén: Organización Sionista Mundial, 1985), p. 106.

[2] Benjamin Davidson, The Analytical Hebrew and Chaldee Lexicon, 2a ed. (Massachusetts: Hendrickson, 2011), p. 403.

[3] J. Milgrom; D. P. Wright; H. J. Fabry, “ה ָאכ ָל ְמ“, en G. J. Botterweck (ed.); H. Ringgren (ed.); H. J. Fabry. (ed.), Theological Dictionary of the Old Testament (Grand Rapids; Cambridge: William B. Eerdmans Publishing Company, 1997), t. 8,p. 325.

[4] M i s h n a h Shabbat, 7:2. Ver B. Shabbat 49b.

[5] 5 Martin Buber; Franz Rosenzweig, Scripture and Translation (Indianápolis: Indiana University Press, 1994), p. 28.

[6] John Durham, Word Biblical Commentary: Exodus (Dallas: Word Incorpored, 2002), t. 3, p. 475.

[7] Nahum Sarna, The JPS Torah Commentary: Genesis (Filadelfia: Jewish Publication Society, 1989), p. 201. Elena de White también establece esa conexión; ver Comentario bíblico adventista, t. 7-A, p. 1.122.

[8] Richard Davidson, “Cosmic Metanarrative for the Comming Millenium”, Journal of the Adventist Theological Society 11 (2000), p. 110.

[9] La expresión shabbat shabbaton también es usada para referirse al año sabático, en Levítico 25:4. Aun así, aparece asociada al término shabbaton en el versículo 25, diferente a los otros dos ejemplos en el que este término nunca ocurre.

[10] Sarna, p. 90.

[11] L. Koehler; W. Baumgartner; M. E. J. Richardson; J. J. Stamm, The Hebrew and Aramaic Lexicon  of the Old Testament, edición electrónica (Leiden; Nueva York: E.J. Brill, 1999), p. 1.407.

[12] Mathilde Frey, “The Sabbath in the Pentateuch: An Exegetical and Theological Study” (Tesis de doctorado, Universidad de Andrews, 2011), p. 41.

[13] Umberto Cassuto, A Commentary on the Book of Exodus (Jerusalén: The Hebrew University Magnes Press, 1967), p. 404.

[14] 14 Abraham J. Heschel, O Schabat: Seu Significado Para o Homem Moderno (San Pablo, San Pablo: Perspectiva, 2009), p. 29.