Lograr que el público conozca el nombre de la iglesia es una forma de evangelizar. Hay poder en el nombre de la iglesia. “El nombre adventista del séptimo día presenta los verdaderos rasgos de nuestra fe, y convencerá a la mente inquisidora”, afirmó Elena de White (Joyas de los testimonios, t. 1, p. 81). Mantener el nombre adventista del séptimo día delante de la gente, a través de los medios de comunicación y las relaciones personales desarrolladas por los miembros en diversas organizaciones cívicas, forma una conciencia, crea credibilidad y confianza, todas cosas fundamentales para la evangelización.
Al ofrecer algunas ideas para alcanzar este objetivo, Cindy Kurtzhals, directora de Comunicación de la Asociación de Florida, en los EE.UU., nota que cada vez que el nombre adventista se menciona en un artículo, spot publicitario o programa, el contenido del mensaje puede darle esperanza al lector, al oyente o al televidente. Más importante todavía, le da la oportunidad al Espíritu Santo para obrar en los corazones.
Observe las indicaciones de Kurtzhals. Al emplearlas, recuerde usar el nombre completo de la iglesia y no el abreviado.
Promueva la divulgación de eventos. Tres iglesias de Florida ofrecieron una serie de conciertos divulgados a través de una eficaz campaña publicitaria en los medios. Muchos de los invitados se sintieron atraídos por la identificación con los adventistas del séptimo día, y terminaron recibiendo a Cristo. Una iglesia de 69 miembros recibió 175 visitas para el concierto.
Escriba para los diarios. Dé su opinión acerca de alguna noticia desde el punto de vista adventista. Esas pequeñas manifestaciones dan una visión positiva, y a) mismo tiempo comparten nuestra esperanza. También puede tener una columna diaria o semanal acerca de salud, familia, análisis de problemas sociales o eventos proféticos, entre otros temas. Mantenga una buena relación con los redactores del diario, y con el tiempo lo invitarán a escribir algo.
Haga propaganda para sus campañas de evangelización. Ponga en funcionamiento el departamento de Comunicación de su iglesia, para llevar a cabo un esfuerzo sistemático de publicidad en tomo de la campaña de evangelización que usted realiza. Deben usarse los diarios, las radios y los canales de televisión locales y regionales. Usted verá surgir algunos nuevos interesados.
Divulgue los eventos comunitarios. La inauguración de escuelas, seminarios, la distribución de ropa, alimentos y medicinas a gente necesitada o víctimas de algún siniestro, son hechos que muestran el interés de la iglesia en la solución de los problemas sociales. Ponga en acción a los Conquistadores.
Invite a periodistas. Cuando lleve a cabo programas como cursos para dejar de fumar, por ejemplo, invite a periodistas para que asistan e informen al respecto.
Publique avisos en los medios. Compre espacios en los medios, con el fin de proyectar una imagen positiva de su iglesia e informar a la comunidad acerca de los cultos y ciertos eventos especiales. Una pequeña inversión en este sentido puede dar grandes dividendos. Considere que el pago de los avisos es una inversión y no un gasto. Ponga el teléfono de su iglesia en la guía telefónica, y publíquelo en los diarios, en catálogos, revistas y guías de turismo.
Participe de programas. Relaciónese con la producción de programas de entrevistas de radio y televisión. Los productores siempre están buscando gente capaz e interesante para entrevistar, gente que tenga algo que decir. Usted puede estar incluido en esa lista.
Cultive amistades. Acuérdese de las personas que le abren las puertas en los medios, en las fechas especiales del año. Envíeles una tarjeta de Navidad y Año Nuevo, una felicitación por el cumpleaños y una nota de aprecio por algún trabajo realizado.
Haga publicidad en lugares adecuados. Si la gente no puede ubicar fácilmente su iglesia es probable que vaya a algún otro lugar que sea más fácil de encontrar. Recuerde que siempre debe tener, en lugares estratégicos, señales o medios que representen a la iglesia. Puede ser una placa de identificación, un cartel o propagandas en las rutas de acceso a la ciudad, con un mensaje conveniente y con la dirección de la iglesia. Debe ser algo de buena calidad y bien mantenido.
Aproveche los acontecimientos. Organice eventos en la iglesia en relación con lo que sucede en la comunidad. Si se produce una calamidad, como por ejemplo una inundación, un incendio de grandes proporciones, una sequía prolongada, un terremoto, un accidente ecológico, etc., promueva un día de oración y anúncielo. Después del 11 de septiembre del año pasado algunas iglesias de Nueva York abrieron sus puertas al público para brindar consejo y orar. Actúe junto con organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, e inclúyalas también en su publicidad.
Sobre el autor: Secretario de Asociación Ministerial de la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.