Es mas fácil convencer a una persona de que ciertas cosas son perjudiciales, que persuadirlas a que abandonen esos hábitos destructores del alma. A continuación damos algunas instrucciones de reconocido valor práctico.

I. PRINCIPIOS GENERALES

A. Haced resaltar los hábitos perjudiciales como vulgares tretas de Satanás.

 1. Los placeres del pecado son goces temporales (Heb. 11:25) que acarrean amargas consecuencias futuras. (Odiamos algo con más facilidad cuando nos convencemos de que nos ha engañado.)

 2. Dios nos proporcionará goces perdurables si se lo permitimos. (Sal. 16:11.)

B. Aprended a considerar un hábito perjudicial como pecado, o como algo que infaliblemente conduce al pecado. Pecado es cualquier cosa que se opone al plan de Dios.

 1. “Está en aquel que sabe hacer lo bueno y no lo hace.” (Sant. 4:17.)

 2. “Y si tu mano derecha te fuere ocasión decaer…” (Mat. 5:30.) Debéis ser sinceros y estar dispuestos a sacrificaros, a fin de vencer las tendencias pecaminosas. Únicamente así podéis alcanzar la victoria.

C. Considerad que los hábitos perjudiciales son un aporte que hacéis a la esclavitud de Satanás.

 1. “¿No sabéis que a quien os prestáis vosotros mismos por siervos para obedecerle, sois siervos de aquel a quien obedecéis?” (Rom. 6:16.)

 2. El Señor desea liberaros. “Y conoceréis la verdad, y la verdad os libertará.” (Juan 8:32.) “No quitará el bien a los que en integridad andan.” (Sal. 84:11.)

 D. Aprended a conocer los peligros fisiológicos y psicológicos que encierran los hábitos perjudiciales.

 1. Los malos hábitos son un suicidio lento que continuamente va reduciendo la verdadera vitalidad.

 2. ¿Por qué ser copias carbónicas de las masas irreflexivas? Cambiar de actitud es obrar con inteligencia, y son muchos los que anhelarán poseer el mismo valor para lograrlo.

 E. Recordad que a cada instante Cristo está listo a concederos el poder de vencer. “La oración cambia las cosas.”

 1. “Toda potestad me es dada… Por tanto, id…” (Mat. 28:18, 19.)

 2. “Todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará.” (Juan 16:23.)

F. Desead deliberadamente cambiar la perspectiva propia. “Mirad a mí y sed salvos.” (Isa; 45:22.)

 1. “Poned la mira en las cosas de arriba.” (Col. 3:2.)

 2. “No améis al mundo… El mundo se pasa, y su concupiscencia.” (1 Juan 2:15-17.)

G. No necesitáis torturaros procurando abandonar los malos hábitos poco a poco.

 1. Haced ahora una firme decisión.

 2. “He aquí ahora el tiempo aceptable.” (2 Cor. 6:2.)

 3. “¡Espera!” es la consigna de Satanás.

H. Permaneced alejados de los sitios y las compañías que sabéis serán motivos de tentación.

 1. “Bienaventurado el varón que no anduvo…” (Sal. 1:1.)

 2. Asociaos y visitad a personas que han vencido.

I. Pensad constructivamente. Existe verdadero poder en el modo correcto de pensar. No hay que atenerse meramente a pedir fuerza de lo alto; hay que proceder a dar gracias a Dios porque ya la ha concedido y ha contestado las oraciones.

 1. Si comprendéis que sois débiles, recalcad que la gracia de Dios “en la flaqueza se perfecciona.” (2 Cor. 12:9.)

 2. Alabad a Dios por las continuas victorias que obtenéis en Cristo. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” (Fil. 4:13.)

 3. Reemplazad con algo el hábito desaparecido.

 4. Siete espíritus moran donde había uno. (Mat. 12:43-45.)

 5. Destinad semanalmente cierto tiempo al servicio de Dios.

J. Testificad ante otros que vuestros corazones pertenecen al Señor y que ganáis la victoria en él.

K. Vencer el mal es una experiencia de cada instante, hora y día. No permitáis que la obra que os resta hacer se os presente como una enorme montaña. “Basta al día su afán.” (Mat. 6:34.)

II. EL ALCOHOL

A. Presentad los numerosos textos que hablan del alcohol y las bebidas espirituosas.

 1. Mejor es “el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.” (Prov. 16:32.)

 2. Ningún bebedor heredará el reino de los cielos. (1 Cor. 6:10.)

 3. Buscad textos adicionales.

B. Demostrad que es Satanás, y no Dios, quien adormece nuestros sentidos y nos perturba el juicio.

 1. Los sentidos son las avenidas de Dios que conducen al alma.

 2. Aun cuando estaba en la cruz, Cristo rechazó lo que podía perturbar sus sentidos.

C. Rechazad toda bebida perjudicial.

 1. Colocad la Biblia o “El Camino a Cristo” donde guardabais el licor, y cuando os sintáis tentados a beber, leed las promesas, y pedid la victoria por la fe.

 2. Permaneced alejados de los bares y los bebedores.

 3. Bebed mucho jugo de fruta.

D. Los bebedores pueden conseguir ciertos remedios preparados científicamente para combatir este vicio, y harían bien en probarlos.

E. Ocupaos de algunos quehaceres al aire libre, por lo menos después de las horas del trabajo regular.

F. Asistid a todas las reuniones de la iglesia.

III. EL TABACO

A. Convenceos de que el tabaco es un veneno, y resolveos a abandonarlo.

B. Estad seguros de que la lucha se producirá, pero decidios a manteneros firmes aún hasta la muerte. (Heb. 12:4; Apoc. 2:10.) Sin embargo, la supresión de este hábito, en lugar de destruir la vida, proporciona una vida más plena.

 1. Detengámonos y oremos cuando somos intensamente tentados.

 2. Reconoced que no sólo se trata de un hábito descortés que dista mucho de parecerse a los hábitos cristianos, sino que también va contra la mayordomía, puesto que le quita a Dios los recursos que podrían ayudar a ganar más almas.

 3. Considerad también la contaminación del templo de Dios por las enfermedades que acarrea y el adormecimiento del cerebro.

 4. Pensad en el gozo de la victoria: nervios firmes, cuerpo sano, gustación normal, boca limpia, aire puro en el hogar, sin humos molestos.

C. Definid vuestra posición acerca del vicio, a fin de que otros os conozcan por vuestra calidad de cristianos.

D. Cuando seáis tentados, haced uso de la fruta, la goma de mascar o los caramelos duros.

IV. ENTRETENIMIENTOS INCORRECTOS:

Baile, cine, música dudosa

A. Los cristianos deben seguir las huellas de Jesús.

 1. Pregunta: ¿Deseáis realmente seguir a vuestro Señor? Entonces, ¿queréis aplicar la prueba de Filipenses 4:8?: “Todo lo que es verdadero…”

 2. Leed declaraciones de fuentes no adventistas acerca de la naturaleza inmoral de estos entretenimientos.

B. La parábola de los talentos puede aplicarse en este caso.

 1. El tiempo y la energía nerviosa no son talentos que deben malgastarse.

 2. “Pero la que vive en delicias, viviendo está muerta.” (1 Tim. 5:6.)

C. Lo que Satanás tiene, no son más que unas pocas ideas básicas gastadas.

 1. No proporcionan ninguna satisfacción verdadera. Considerad lo muy hastiado que está el corazón con esas cosas.

 2. En la amistad que ofrece la iglesia hay goces y amigos más duraderos.

D. Introducid al candidato en el compañerismo de la iglesia: cultos, responsabilidades, sociabilidad.

V. CONCLUSIÓN

A. Tomad una decisión definitiva.

 1. Rehusad los substitutos baratos de los caminos de Dios que os ofrece Satanás.

 2. Huid del tentador; manteneos alejados del terreno de Satanás.

B. Adoptad normas de pensamiento constructivas, y realizad una acción positiva.

 1. Tratad inteligentemente los problemas de los hábitos perjudiciales. Sabed por qué razón es dañino un hábito determinado.

 2. Reconoced la esclavitud en que sumen los placeres prohibidos, y las consecuencias

posteriores que acarrean.

3. Romped de una vez con el hábito, y no procuréis hacerlo paulatinamente. (Dan. 4:27.)

C. Manteneos ocupados en la obra de Dios.

 1. Testificad gozosamente de la vida verdadera, pura y santa.

 2. Preocupaos de proseguir las buenas obras con constancia de propósito.

 3. Ayudad a los demás. Rescatad a otros que estén esclavizados por los hábitos perjudiciales. — De The Ministry, dic. de 1955.