Los pastores que han estado dirigiendo una mirada inquisidora al éxito extraordinario de Billy Graham en sus reuniones evangélicas, harían bien en considerar las razones de este éxito.

Es cierto que Billy Graham generalmente tiene éxito en conseguir que un elevado porcentaje de las iglesias de la ciudad y las poblaciones vecinas respalden su campaña. Es cierto que pone énfasis en el gran poder de la oración, y ciertamente Dios honra las oraciones que ascienden hasta su trono procedentes de corazones sinceros. Por ejemplo, en lo más frío del invierno, en Londres, según el testimonio de Billy Graham, cierta noche, en un “edificio frío y sin calefacción, ochocientas personas oraron toda la noche de rodillas” en favor de las reuniones.

Es cierto que Graham es un orador extraordinario que puede poner a contribución de sus presentaciones públicas, y en las privadas también, el factor adicional de una personalidad dinámica. Pero todas estas cosas no constituyen razones suficientes para conseguir que el nombre de Billy Graham llegue a ser familiar en el mundo entero. La elocuencia, la presentación correcta de los temas, la atracción espiritual y aun personal, son factores primarios en el éxito de un evangelista, pero hay otro ingrediente necesario: las correctas relaciones públicas.

De ninguna manera se realizan todos los contactos con el público por medio del púlpito, ni siquiera por medio de las visitas personales. En efecto, el primer contacto que se realiza con el público se lo hace por medio de la prensa. Y a fin de que este contacto sea positivo, se requiere un estudio cuidadoso y planes trazados con mucha meditación.

Jerry Beavan es el director de relaciones públicas del grupo evangelizador de Billy Graham, y Graham mismo dice: “Jerry Beavan es mi mano derecha.”

Beavan precede al evangelista y hace los arreglos necesarios para las citas, los contratos correspondientes, y traza los planes materiales necesarios para el éxito de las reuniones. Esta obra de avanzada en la actividad evangélica no es nueva en el campo del evangelismo. Dwight L. Moody, Billy Sunday y otros empleaban agentes similares en sus campañas.

La obra en favor de la serie de reuniones de Billy Graham comienza varios meses antes de la fecha de inauguración. Primero se preparan las iglesias espiritual y materialmente. Se solicita la cooperación de los pastores y los miembros. Se designan los ujieres, se organizan grupos de oración y se constituye y prepara el coro. Se hacen los arreglos correspondientes para obtener el auditorium y se reservan piezas en el hotel. La comodidad tanto del grupo evangelizador como del público que asistirá a las reuniones recibe minuciosa atención. Entonces comienza la obra publicitaria.

Dos semanas antes de la fecha de inauguración, Beavan hace una visita de cortesía a las estaciones de radio y los periódicos de la zona indicada. El cree que estos contactos personales son vitales para el éxito de su campaña. Sin embargo, no limita los contactos a los hombres de mayor categoría. Los periodistas, redactores y reporteros gráficos son también vitales para el éxito, y no se los considera instrumentos de poca utilidad en la tarea de reunir gente.

Los resultados de tal plan de acción se revelan en el cordial apoyo que se le brinda a Billy Graham en cada ciudad importante que visita. Un punto adicional de interés yace en el hecho de que los reporteros que se reclutan se encuentran entre los conversos de las campañas de Billy Graham.

Nuevos puntos de vista

Lo que se envía a la prensa debe constituir verdaderas noticias. No debiera solamente ser publicidad considerada como tal; el programa publicitario rebasa tales límites. Por eso mismo Beavan mantiene una vigilancia constante: quiere captar la campaña desde nuevos ángulos y puntos de vista a fin de tener siempre una historia interesante y un relato ameno que mantenga la campaña viva en la mente del público.

Los acontecimientos corrientes nunca se pasan por alto. Graham aprovecha el interés del momento mediante declaraciones acertadas, y al animar a la gente a realizar determinados actos. Los sucesos locales, los proyectos y los acontecimientos se convierten en temas para presentar su opinión con la sabiduría de la cautela ligada al valor de la convicción. Los acontecimientos importantes de la localidad aparentemente captan su atención y proveen de continuo material para sus meditadas declaraciones y crónicas para la prensa.

Otro ángulo del programa publicitario de Beavan son los contactos que realiza mediante las organizaciones comunales. Identifica en la mente del público a los evangelistas ayudantes, así como a los músicos y a los solistas, presentándolos personalmente. Se realizan reuniones en las escuelas, en los clubs y en las sociedades de mujeres en relación con la campaña. De este modo se establece un contacto íntimo con las organizaciones locales bien conocidas y se anima a los miembros de ellas a ir a las reuniones regulares de la campaña evangélica.

Resulta fundamental en todos los planes que se trazan para desarrollar este programa, el contacto mediato, la preparación anticipada, la presentación apropiada del evangelista por medio de una publicidad amplia y bien planeada y un conocimiento de la población en cuyo seno se desarrollará la campaña evangélica.

Más que dinero, todas esas cosas requieren meditación y tiempo. Realmente pueden formar parte de la publicidad de cada evangelista. El evangelista que tiene que trabajar con un presupuesto limitado, no debe necesariamente limitar su publicidad si sabe sacar provecho de las oportunidades que se le presentan.

La prensa pública es uno de los mejores medios de alcanzar a las multitudes. Es gratuita. Lo será ciertamente si podemos redactar buenas noticias y estamos dispuestos a darle al jefe de redacción las noticias que realmente necesita.

El evangelista que puede inaugurar su campaña en un barrio o población con la cual se ha familiarizado, encontrará una cooperación más amplia, una comprensión más cabal de su misión y una recepción más cálida que la que tendrá el hombre que comienza “fríamente” con unos pocos avisos pagados y algunos volantes anunciando su campaña.

Con un poco de meditación se puede conseguir que las relaciones públicas contribuyan al éxito del evangelismo.

Sobre el autor: Miembro del Depto. de Relaciones Públicas de la Asociación General.