Cada vez que voy a la biblioteca de la ciudad salgo admirado y abochornado. Me admira ver el tremendo servicio que ofrecen. Me abochorna comprender lo poco que lo usamos.
¿Ha utilizado los servicios de su secretario ministerial últimamente? ¿Qué ha podido hacer él en su favor? ¿Acaso lo trata como a las bibliotecas, lindas para curiosear, pero de poca utilidad?
En 1988 se realizó en Washington el primer encuentro consultivo en nuestra historia destinado exclusivamente a los secretarios ministeriales. El presidente de la Asociación General y los presidentes de la División nos acompañaron para abordar la pregunta: ¿Qué labor efectiva realizan los secretarios ministeriales y qué debieran hacer?
Este artículo no tiene el propósito de pro- mocionar a la Asociación Ministerial. Por otra parte, me parece adecuado que conozca algunos de los servicios que usted puede esperar de parte de su secretario ministerial.
- Visitación personal. El secretario ministerial local no debiera pasar demasiado tiempo en su oficina. La mayor parte de los materiales destinados a los pastores ya vienen preparados. Antes que reescribir estos trabajos, debiera estar en el campo ofreciendo asesoramiento espiritual y preparando a los pastores.
- Disposición a escuchar. Los pastores y sus esposas a veces sienten que no tienen quién les pueda ayudar cuando ven frustrado su trabajo ministerial. Pero el pastor debiera acudir al secretario ministerial y hablarle con franqueza con respecto a las cosas que considera que son injustas y que pueden amenazar su futuro en el ministerio.
- Capacidad para satisfacer las necesidades educativas del pastor. El secretario ministerial de su campo debiera trabajar estrechamente con los administradores con el objetivo de asesorar adecuadamente al pastor en su labor, y no meramente a llenar los vacíos que se produzcan en la asociación.
- Entrenamiento en la evangelización pastoral. El secretario ministerial a menudo tiene una gran experiencia evangelizadora. Esto es bueno. Pero cuando se desempeña como secretario ministerial, es fundamentalmente un entrenador y no simplemente alguien que practica la evangelización. Su objetivo evangelizador no debiera medirse por cuántas personas bautizó, sino a cuántos pastores ha preparado para que estén en condiciones de bautizar.
- La revista Ministerio Adventista debiera poner al día al pastor con respecto a temas pastorales. El secretario ministerial de su campo es el responsable de velar a fin de que reciba una suscripción a Ministerio o a la publicación ministerial que se edite en su idioma. Este es el medio más práctico para compartir las ideas relativas a la conquista de las almas y, a la vez, para mantener un ministerio unido teológicamente.
- Un instrumento para alcanzar a los clérigos no adventistas. No todos los campos pueden abonar la suscripción complementaria de Ministry destinada a los pastores que no son adventistas, como lo recomienda el programa PREACH. Sin embargo, es posible que cada pastor adventista cuente, entre sus amigos, a pastores que no sean adventistas, y su secretario ministerial debiera tener algún plan destinado a alcanzarlos.
- Herramientas para la conquista de las almas. El pastor local no puede estar al tanto de cuáles son las mejores herramientas y las más efectivas para la ganancia de las almas. Pero el secretario debiera conocer y compartir los materiales que estén disponibles de la unión, de la división y de otras procedencias, así como también del centro de materiales para pastores de la Asociación General.
- Crear oportunidades de educación continua. Los pastores adventistas deben mantenerse al día en su profesión. Actualmente se espera que cada pastor destine veinte horas reloj anuales al programa de educación continua. El campo local guarda un registro de su educación continua y lo revisa cuando se renueva su licencia. Si, por alguna razón, el pastor ha quedado rezagado, el secretario ministerial tiene programas que lo ayudarán a alcanzar los objetivos.
- La suscripción a un casete. Escuchar casetes mientras se viaja es una de las formas efectivas destinadas a mantener al día el ministerio sin que destine un tiempo adicional. El secretario ministerial de su campo debiera ofrecerle este servicio a través de algún club de casetes o de una biblioteca de préstamos de casetes.
- Un sistema de asesoramiento y de apoyo para las esposas. El secretario ministerial que vela por esta actividad trata de que la Asociación ministerial área femenina del campo local conforme un grupo armonioso donde su esposa se encuentre cómoda. La mayoría de las esposas, aunque tengan una buena educación en otras áreas, han tenido poco entrenamiento en la función de ser esposas de pastor. El secretario ministerial puede ayudarlas proporcionándoles programas de preparación especiales en ocasión de las reuniones de obreros y ofreciéndoles los cursos de educación continua preparados por la Asociación General.
Seguramente, su secretario ministerial no puede abordar con igual maestría todos estos proyectos. Después de todo, es bueno recordar que sólo es un ser humano. Sin embargo, si algunos de estos programas no se han desarrollado en su campo local o misión, es posible que gracias a su estímulo se los pueda comenzar o reiniciar.
Sobre el autor: Floyd Breese es el secretario ministerial de la Asociación General.