Ha llegado plenamente el tiempo cuando a las tinieblas se las llama luz. y a la luz. tinieblas. Vivimos en una época en que se ensalza el libertinaje; cuando aquellos que esparcen falsedades, doctrinas erróneas y herejías que ‘destruyen el alma, son aceptados y exaltados por la sociedad, y los más terribles actos de iniquidad son disculpados y excusados bajo el pretexto de la caridad. —-Elena G. de White, Review and Herald, del 10 de junio de 1888.
La historia se repite
En los días de los apóstoles se presentaban como verdad las herejías más absurdas. La historia se repite, y seguirá repitiéndose. Siempre habrá seres que. aunque aparentemente concienzudos. se asirán de la sombra, prefiriéndola a los objetos que la proyectan. Aceptan el error en lugar de la verdad porque está vestido de ropajes nuevos, que piensan que cubren algo maravilloso. Pero quítese la cubierta y nada aparece. —Id., del 5 de febrero de 1901.
Debería haber obra diligente y oración fervorosa y fe para hacer frente el error arrollador de los falsos maestros y de los seductores; porque “en los últimos días vendrán tiempos peligrosos.”—“Evangelista,” pág. 626.
No es demasiado tarde para advertir a los hermanos que estudien la Biblia por sí mismos, pues podrían ser engañados por el error. Sabemos que las falsedades están infiltrándose como suaves corrientes, y que ésa es justamente la razón por la cual anhelamos cada rayo de luz que Dios tiene para nosotros, y que nos haga aptos para que podamos estar en pie en medio de los peligros de los últimos días. —Elena G. de White, Review and Herald, del 4 de marzo de 1890.
El celo de Satanás se intensifica
En la gran obra que tenemos ante nosotros. siempre haremos frente a la tentación. Aunque muchos de nosotros estamos durmiendo en nuestros puestos. Satanás no duerme; él se esforzará incansablemente para introducir herejías que nos impidan rendir un ferviente culto a Dios. —Id., del 22 de julio de 1909.
A medida que la verdad adelanta, Satanás intensifica su celo para entorpecer tal progreso presentando engaños en formas placenteras. A medida que damos impulso a la verdad, él también lo hace con sus errores. Pondrá en movimiento a sus agentes, en vista del regreso del Señor, para que salgan y clamen: “He aquí está el Cristo, o allí.” Y entonces surgirán aquí esta superstición y allí aquella herejía. Y decidme, ¿qué podemos hacer nosotros? Os lo diré: Podemos.: familiarizarnos con la Biblia y leer lo que dijo el Señor. No solamente los ministros sino todos aquellos que aman y temen a Dios deben hacer la obra del Maestro: y ello hará que la luz que él os dio brille ante todos. —Id., del 18 de agosto de 1885.
La palabra es el antídoto
Cristo animó a los hombres a estudiar la Palabra y dar sus verdades a otros, a impartir, cualquiera fuere el sacrificio personal, luz y vida celestiales. Este era el antídoto para el mal naciente. —Id., del 22 de julio de 1909.
Cuando se presenta un mensaje al pueblo de Dios, éste no debe oponerse a él; debe recurrir a la Biblia, comparando el mensaje con la ley y el testimonio, y si no soporta esta prueba, no es la verdad. —Id., del 18 de febrero de 1890.
No debemos recibir las palabras de aquellos que vienen con un mensaje que contradice los puntos principales de nuestra fe. Ellos reúnen un conjunto de textos y los amontonan como prueba alrededor de sus teorías favoritas. Esto ha sucedido vez tras vez durante los últimos 50 años. —Elena G. de White, Elmshaven Leaflets. N° 1, “Preach the Word,” pág. 5.
Ha llegado el tiempo cuando no podemos confiar en la doctrina que llega a nuestros oídos, a menos que veamos que armoniza con la Palabra de Dios. Hay herejías peligrosas que serán presentadas como doctrinas de la Biblia; debemos estar familiarizados con las Escrituras hasta el punto de que sepamos cómo enfrentarlas. La, fe de cada uno será probada, y cada uno pasará a través de la prueba de un escrupuloso escrutinio- —Elena G. de White, Review and Herald, del 3 de mayo de 1887.
Preséntese la verdad con claridad
Cuando el error penetra en nuestras líneas, no debemos discutir acerca de él. Debemos dar fielmente el mensaje de reprobación, y apartar la mente de la gente de las ideas fantásticas y erróneas, presentando la verdad en contraste con el error. La presentación de los temas celestiales ofrecerá a la mente principios que descansan sobre un fundamento tan perdurable como la eternidad. —“Testimonies,” tomo 8, pág. 192.
Aquellos que son enviados por Dios para hacer una obra especial, serán llamados a hacer frente a las herejías y los errores. Deberían ejercer la caridad bíblica con todos los hombres, presentando la verdad tal como es en Jesús. Algunos serán más fervientes y celosos en su resistencia a la verdad; pero si bien es cierto que se deben exponer inflexiblemente sus faltas y sus malas prácticas, se debe ejercer longanimidad, paciencia y tolerancia hacia ellos. Evangelista,” pág. 368.
Se debe fomentar la agudeza de percepción y la nobleza de alma; el espíritu de verdad y justicia debe controlar nuestra conducta, nuestras palabras y también nuestra pluma…Dejad de lado las estocadas agudas; no aprendáis métodos de combate en la escuela de Satanás. El Espíritu Santo no inspira palabras de censura.”—“Testimonies to Ministers” pág. 248.
Debemos poner a un lado los personalismos aunque estamos tentados a tomar ventaja de las palabras y acciones. Debemos dominar con paciencia nuestra propia alma. Hermanos, manifestad que estáis enteramente del lado del Señor, permitid que la verdad de la santa Palabra de Dios revele las transgresiones y el pecado y manifieste el poder santificador de la verdad sobre los corazones humanos. —Id. 249. (Continuará.)