1. “Dios no se agrada con vuestro gran despliegue de medios para publicitar vuestras reuniones, y con el despliegue hecho en otros aspectos de vuestra obra” (Evangelism, pág. 127).

A. Hemos notado que hoy día los avisos por radio, televisión y diarios, así como los volantes, traen poca gente a las reuniones.

B. Ciertas clases sociales no pueden ser alcanzadas mediante esfuerzos públicos: “En las grandes ciudades hay ciertas clases de personas que no pueden ser alcanzadas por las reuniones públicas… Deben hacerse esfuerzos personales diligentes en su favor” (Id., pág. 433).

C. El único medio por el cual podemos alcanzar y retener una muchedumbre es nuestra hermandad laica.

II. Pre organización

A. Organizar la iglesia.

  1. La sencillez es esencial.
  2. A menudo los pastores han sido transferidos inmediatamente antes de las campañas, de manera que toda la organización debe apoyarse en los laicos. El pastor actúa sólo como consejero.

B. El sábado a la hora del sermón, se organiza la campaña predicando sobre el tema: “La terminación de la obra y la segunda venida de Cristo”.

Se hace un llamado pidiendo que sólo respondan los que están dispuestos a trabajar decididamente.

C. Se pide a la iglesia que vuelva el sábado de tarde para la reunión de organización.

III. Servicio del sábado de tarde.

A. Se imparten algunos consejos del espíritu de profecía, asegurando que se podrá terminar la obra.

  1. Averigüe cuántos de los presentes son conversos.
  2. Pregúnteles qué los ganó. La mayoría dirán que fueron “atraídos con amor” al mensaje por alguien.

IV. Principios de organización.

A. La asamblea elige tres hombres como dirigentes.

  1. Entre ellos se determina el dirigente máximo.
  2. Se forman parejas, de dos hombres o de dos mujeres, para trabajar juntos.
  3. Los dirigentes tienen la responsabilidad de dividir el territorio, comenzando en el lugar más cercano a donde se celebrarán las reuniones.
  4. El objetivo: cada pareja trabaja en su zona hasta que concierta cuatro estudios bíblicos. Deben seguir manteniendo cuatro estudios hasta que comienza la serie.

B. Cómo trabajar la zona y concertar estudios bíblicos.

  1. La primera semana se trabaja una sola manzana.
  2. Pueden utilizarse folletos u hojas guías del plan “La Biblia Habla”.

C. Segunda visita

  1. Puede decirse algo así como lo siguiente: “Aquí estamos de nuevo. Ud. habrá leído la hojita que le dejamos la semana pasada acerca de la Biblia de regalo y las hojas guías que la acompañan. Estos cuestionarios hacen vivir realmente la Biblia. Cuando Ud. termine de contestar las veinte hojas, la Biblia es suya. Créame, no se va a arrepentir.

“¿Qué le parece?” (Si dice que sí, se le dejan las primeras dos hojas guías y la Biblia. Si dice que no, diga: “Quizá Ud. esté ahora demasiado ocupado, pero si en el futuro le interesara, la oferta estará en vigor siempre”. Entréguese un folleto con la dirección de la iglesia con el de teléfono.)

“Aquí tiene nuestra dirección (nuestro número de teléfono. Puede escribir o llamar pidiendo  que lo visiten.”

 “De paso, si hay hijos adolescentes en la casa, están bienvenidos para aprovechar este plan”.

D. En nuestro primer experimento, el primer sábado se cubrieron 22 manzanas.

Se distribuyeron 52 series de lecciones y Biblias en las 22 manzanas.

E. En la actualidad, menos de cuarenta parejas tienen en conjunto más de doscientas Biblias que están siendo estudiadas.

  1. El contacto personal y el “atraer con amor” a esos interesados significa mucho más que las lecciones en sí.
  2. Por eso se le instruye a cada pareja que permita que sus interesados corrijan ellos mismos sus lecciones mientras repasan juntos cada pregunta, tratando de aplicar las enseñanzas a su vida.

V. La organización debiera ser planeada con mucha anticipación. Personalmente trato que la organización empiece a funcionar seis meses antes del comienzo de la campaña.

VI. Cómo retener a la gente una vez comenzada la campaña.

A. “Los más alarmantes mensajes serán presentados por hombres designados por Dios, mensajes de un carácter tal que amonesten a la gente, que la despierten. Y aun cuando algunos resultarán provocados por la amonestación, y serán inducidos a resistir la luz y la evidencia, hemos de ver en esto mismo que estamos dando el mensaje de prueba para este tiempo… Debemos tener también, en nuestras ciudades, evangelistas consagrados, por medio de los cuales ha de presentarse un mensaje tan decididamente como para despertar a los oyentes” (Evangelismo, págs. 123, 124).

  1. La gente viene a escuchar la palabra hablada.
  2. Bosquejo del programa:

a. 19:30-19:40, servicio de canto.

b. 19:40-19:45, anuncios —sólo la primera noche durarán cinco minutos.

c. 19:45-19:46, himno oficial

d. 19:46-19:47, oración

e. 19:47-19.55, número especial de música o exhibición de dibujos con luz negra.

f. 19:55-20:30, sermón.

g. 20:30-20:35, recolección de las Biblias y de la ofrenda.

h. 20:35-20:55, proyección de una película.

B. La televisión ha afectado enormemente a nuestros auditorios.

  1. La gente está acostumbrada a que las cosas se muevan rápidamente.
  2. He descubierto que si mi sermón dura entre treinta y treinta y cinco minutos, mi congregación retiene más lo que se ha dicho.

VII Tengamos en cuenta que estamos viviendo en una era ecuménica.

A. Debemos evitar hablar en forma desfavorable de ninguna iglesia.

B. No usemos el nombre de ninguna iglesia en el sermón público.

C. Si conservamos la cristocentricidad del sermón, automáticamente será bondadoso, y nada de lo que se diga será descortés.

VIII      La puerta abierta para el mensaje y la llave del corazón.

Debieran presentarse los principios de la reforma pro salud. “La obra médico-misionera es una puerta a través de la cual la verdad ha de hallar entrada en muchos hogares en las ciudades… Los principios de la reforma pro salud deben ser proclamados como parte de la obra en esas ciudades… Escójanse obreros que estén capacitados para enseñar la verdad sabiamente, en forma clara y sencilla” (Evangelism, pág. 533).

  1. Nosotros usamos el plan de cinco días en relación con cada campaña.
  2. Creo que la única solución para el evangelismo en las grandes ciudades es la obra médica.
  3. Estoy contento que tenemos las indicaciones en los escritos del espíritu de profecía acerca de la obra en esas grandes ciudades.
  4. Si se hacen planes con los escritos del espíritu de profecía como guía, no trataremos más de pasar a través de una pared que carece de puerta.

Sobre el autor: Director de la Asociación Ministerial de la Unión Norte del Pacífico