El meridiano de la actualidad referida a la evangelización ha pasado en estos últimos meses por la ciudad de Ibagué, Colombia, donde se ha llevado a cabo uno de los mayores ciclos de evangelización de nuestra unión. La capital, Tolima, con sus 350.000 habitantes, ha sido llamada con justicia la ciudad musical de Colombia, la ciudad alegre, la ciudad del clima ideal y la ciudad que regala hospitalidad. Cuenta con una importante universidad. Nuestra iglesia tenía antes del ciclo aproximadamente 400 miembros activos y dos colegios de nivel primario. En estos momentos, después de terminar la campaña, nuestra feligresía se acerca a los 1.200 hermanos.

Antecedentes

            La fase preparatoria de la campaña comenzó unos tres meses antes. Los laicos fueron motivados, capacitados y puestos al trabajo misionero por los hermanos Nathaniel García y Raimundo Pardo, directores del departamento de Comunicación de la Unión y Asociación del Alto Magdalena respectivamente. Los hermanos que se alistaron en el trabajo y que aceptaron el desafío, hicieron una buena labor con el plan de los Carteros Misioneros y la Biblia Habla. Esta etapa preliminar terminó con una ceremonia de graduación el 15 de febrero en la que 1.150 alumnos recibieron sus diplomas ante una asistencia estimada en más de 2.300 personas.

Ubicación estratégica de la carpa

            Uno de los factores que ha favorecido la multitudinaria asistencia y colaborado por lo tanto al éxito del programa, ha sido la buena ubicación del auditorio móvil en el centro de la ciudad. Las dificultades que se encontraron para la adaptación del lote, se vieron ampliamente compensadas por los resultados.

            En estos momentos y por muchos años, nuestra carpa será todo un símbolo en la ciudad de Ibagué. Miles de personas han pasado por ella y es conocida por los ciudadanos como el salón de conferencias adventista donde se dan buenos consejos sobre la salud, la familia y la moral.

Magnífica colaboración de los medios de difusión

            Unos días antes de comenzar las conferencias, se visitaron los diferentes medios de difusión. En la capital de la república, el evangelista fue entrevistado por varias teledifusoras que transmitieron en directo a todo el país; y también por los principales periódicos. En Ibagué todos los órganos informativos prestaron un apoyo incondicional y gratuito al programa. Una emisora presentaba todos los días un programa de radio en el que hablaba el evangelista. Las conferencias eran anunciadas gratuitamente.

Profunda repercusión en la ciudad

            El 16 de febrero se inició el programa en la carpa, con el Plan de Cinco Días para Dejar de Fumar, con una asistencia diaria que se acercaba a las 4.000 personas. La apertura estuvo a cargo del comandante del Cuerpo de Bomberos de Ibagué, mayor Rafael Díaz Granados, en representación de las autoridades de la ciudad. En la parte médica colaboró muy eficazmente el Dr. Daniel González, médico cirujano adventista. Al finalizar el plan más de 2.450 personas abandonaron el tabaco. Un periódico de la ciudad, después de una encuesta por los lugares de expendio, comunicó que había disminuido sensiblemente la venta de tabaco.

            El promedio de asistencia a las conferencias a lo largo del programa fue de 3.000 personas aproximadamente. El evangelista debía predicar dos veces todos los días. Enormes colas se formaban alrededor del auditorio para poder entrar. Fue necesario abrir una puerta especial con muros de cemento, colocar un ómnibus a la entrada y recurrir a varios policías para controlar las multitudes que noche tras noche acudían a escuchar los mensajes. Entre los oyentes había médicos, psicólogos, abogados, pedagogos, ejecutivos, profesionales y personas de todas las clases sociales.

            El evangelista mantuvo entrevistas en el hotel con cientos de personas que acudían en busca de orientación.

La Palabra de Dios en los hogares

            Después de los temas introductorios, se puso en manos de los oyentes la Sagrada Escritura con el curso bíblico “La Conquista de la Felicidad”. Cada componente del equipo atendía un promedio de cuarenta casas donde muchas personas escuchaban los estudios bíblicos. Los alumnos venían a las conferencias con sus lecciones contestadas y se llevaban otras para seguir adelante con el curso. El instructor iba a los hogares a corregir y estudiar las lecciones con los interesados y ayudarlos a tomar la decisión.

Eficacia de las clases bautismales

            Las clases bautismales favorecieron los resultados finales de la cruzada de evangelización. Fueron organizadas en la carpa después del primer bautismo, con las 700 personas que respondieron al llamado. De esta clase procedieron las personas que semanalmente se bautizaban. Eran visitadas y confirmadas individualmente en sus hogares. La clase bautismal se dictaba los lunes y martes en lugar de la conferencia. La asistencia se mantuvo entre las 650 y 700 personas.

Valiosa colaboración de los laicos

            Nuestra feligresía colaboró muy bien con el ciclo. Apoyaron el programa con todo entusiasmo distribuyendo la propaganda, invitando personas, asistiendo a las conferencias, haciendo visitas y dando estudios bíblicos.

            Seis predicadores laicos pidieron licencia de un mes en sus trabajos y se fueron a predicar a diferentes iglesias del distrito en combinación con el programa de la carpa. Se les entregaron los temas, la propaganda, material adicional y se los instruyó. Volvieron gozosos con más de sesenta almas preparadas por ellos para el primer bautismo de la carpa.

Magníficos resultados

            A lo largo del ciclo se vio la mano poderosa del Señor. Una vez más se vivieron maravillosas experiencias de conversión. Al terminar la campaña se habían bautizado 729 personas. Un mes después se agregaron otras 57, lo que da una cifra total de 786 nuevas almas para el pueblo de Dios.

Se organiza una nueva iglesia

            Uno de los objetivos del ciclo era dejar a los nuevos hermanos debidamente organizados en una iglesia. Poco a poco se fue alcanzando este objetivo. Antes de concluir el ciclo de conferencias, y bajo la dirección de los administradores del campo local, la nueva iglesia del Paraíso quedó oficialmente organizada. Provisionalmente se reúne en la carpa en espera de que se termine la construcción del templo. En estos momentos la congregación está dirigida por el pastor Arturo González. Ha sido organizada la escuela sabática y la sociedad de jóvenes con sus actividades; el plan de mayordomía, con el sistema de diezmos y ofrendas; las actividades laicas con un plan de evangelización y los demás departamentos también se han puesto en acción. Es animador ver a los nuevos fieles dirigiendo prácticamente todas las actividades con el consejo de obreros.

Agradecimiento

            El Señor se manifestó poderosamente en el ciclo de conferencias llevado a cabo en la ciudad de Ibagué. Sentimos un profundo reconocimiento por las bendiciones que su iglesia recibió en este distrito. Hemos visto que nuestro Dios está dispuesto a hacer grandes cosas por nosotros si avanzamos con confianza en él y espíritu de trabajo.

Sobre el autor: Secretario de la Asociación Ministerial y Evangelista de la Unión Colombo-venezolana.