III. TOMARÉ CONTACTO CON LOS DIRIGENTES DE LA IGLESIA DE MI ASOCIACIÓN

  1. Una vez realizada la labor anterior, con una idea aproximada de lo que deberé realizar, habiendo repasado bien el Manual de la Iglesia y el Manual para Ministros, visitaré al presidente de la asociación para conocer exactamente lo que él y la Junta Directiva esperan de mí, los límites de mi acción, mis colaboradores, mi presupuesto, mis derechos y mis deberes denominacionales. Un espíritu respetuoso y cristiano presidirán siempre la búsqueda de información y ayuda. A todas estas visitas llevaré una libreta de anotaciones y algunas ideas básicas de lo que podría realizar para el Señor en mi iglesia o distrito.
  2. Tomaré contacto con cada uno de los departamentales de mi asociación.

a. Conoceré lo que puedo recibir como ayuda para edificar espiritualmente a mi iglesia.

b. Recogeré la fecha e itinerario de todo el año en cuanto a las visitas a mi iglesia, para que yo pueda preparar a la iglesia para tales visitas y hacerlas altamente provechosas para el plan de evangelización.

c. Colaboraré en todo lo que esté a mi alcance por obtener el más alto clima de coordinación y colaboración con cada departamento de la asociación.

  • Tomaré contacto con el director de la Escuela Radiopostal. Buscaré el nombre y dirección de cada alumno en mi zona. En lo posible obtendré de él la nómina de todo alumno que alguna vez llegó a la lección 8 durante la última década. Son adventistas potenciales y deberé atraerlos.
  • Tomaré contacto con el director del Depto. de Publicaciones para obtener la lista de compradores en años pasados, de libros religiosos o revistas, de clientes que viven en mi zona de trabajo. Rogaré que envíe por lo menos un colportor evangélico regular a mi zona. Sé que será un gran apoyo para mi plan de acción.
  • Tomaré contacto con Ja casa editora y la Sociedad de Publicaciones para obtener la nómina de suscriptores a revistas por parte de gente en mi distrito de servicio. Sería bueno conocer esta información hasta cinco años previos a mi llegada.
  • Tomaré contacto con el director del colegio denominacional al cual van los jóvenes de mi distrito. Conoceré la nómina de los alumnos de mi iglesia en el colegio. Les escribiré cartas personales y me interesaré por atender sus necesidades. Investigaré las perspectivas anuales que el colegio ofrece a jóvenes con ideales pero sin recursos y trataré de que ingresen como alumnos industriales. Durante el verano apoyaré, estimularé y orientaré a los alumnos colportores en mi distrito ayudándoles a lograr su beca.
  • Escribiré o veré al capellán de nuestro sanatorio pidiéndole nombres y direcciones de enfermos que provinieron de mi distrito. Son adventistas potenciales. Escribiré para obtener la relación de los alumnos del programa radial Una Luz en el Camino u otro que * vivieren en mi zona.
  • Tomaré contacto con pastores y evangelistas colegas adventistas. Solicitaré sus ideas para establecer mi programa final. Intercambiaré libremente y sin egoísmo mis ideas y conquistas con ellos. Seré abierto, leal y mantendré aun a distancia geográfica el espíritu de equipo cristiano.
  • Todos los pedidos de ayuda en cualquier terreno los haré por las vías regulares y con previa autorización del presidente o tesorero.
  • Seré puntual en el envío de mis informes, correspondencia, respuesta a consultas y guardaré siempre una copia carbónica de mis cartas.

IV. ANALIZARÉ LOS ELEMENTOS RECOGIDOS

El plan de captar el panorama de la iglesia y de la comunidad puede llevarme aproximadamente tres semanas de activo e intenso trabajo.

  1. Ahora poseo información de primera fuente, fresca, actualizada y de valor excepcional para retocar mi plan de acción para el año y en favor de la iglesia.
  1. La iglesia valorará profundamente un trabajo serio tal y mirará con mayor simpatía y aprecio el programa que oportunamente le presentaré.
  2. Habré descubierto puntos débiles y fuertes de mi grey y ello me conducirá a preparar un programa bien balanceado que contemple las realidades de mis ovejas y de la comunidad que deben evangelizar.
  3. Sabré a su debido tiempo el aporte que la iglesia ha dado y podrá dar en tiempo, talento, recursos y potencial humano y religioso. Ahora podré trabajar con prospectiva.
  4. Habré establecido vínculos con la comunidad que servirán muchísimo en mi programa cristiano. Habré quizá obtenido un espacio radial, alguna columna semanal de diario, para colocar pensamientos bíblicos (quizá aun del libro de devociones matinales de años pasados). El nombre del pastor al pie de los mismos traerá aparejada una simpatía entre las familias de mi distrito.
  5. Este análisis me permitirá apartar imágenes equivocadas, destruir prejuicios, mitos, ser más realista en los enfoques, cometer menores yerros, producir grandes economías de todo género, enrolar a toda la iglesia en labores productivas en el plan de evangelización. Dinamizará el espíritu de la iglesia al saber que siguen a un líder capaz y organizado. (En algún caso puede ser útil que algún hermano con condiciones acompañe en visitas a algunos representantes de la comunidad. En las visitas por vez primera a miembros de la iglesia, convendrá que yo vaya solo y en algún caso que lo haga con mi esposa. No dejaré de orar en cada visita a cada hoqar adventista, siempre, sin excepción.)

V. SÍNTESIS FINAL Y ELABORACIÓN DEL PROGRAMA DE ACCIÓN

De esta labor, pasaré a la elaboración del programa de acción para todo el año, mes por mes. No dejaré nada librado a la improvisación. Elaboraré un programa suficientemente flexible para que la voz del Señor, las circunstancias y la experiencia, permitan ajustes en la marcha.

Haré un hábito de la planificación permanente de mi acción evangelizadora, pues sé que sin planificación perderé lamentablemente el tiempo y preciosas almas a las cuales sin organización y planeamiento no podré llegar.

  1. Elaboraré el programa de acción sugerente. Horas de estudio y de oración precederán esta importante labor de elaboración.
  1. Buscaré el consejo del presidente de la asociación al presentarle el plan en proceso de maduración.
  2. Presentaré luego a la Junta de la Iglesia y escucharé la opinión de los oficiales de la misma. Si viera conveniente volver a estudiar algún punto del mismo, entiendo que convendrá concluir esta primera reunión de estudio del plan y citar a una próxima para su aprobación final. Como obrero, no puedo aceptar observaciones ligeras o superficiales, pero si debo estar abierto y atento a toda observación seria y sensata. Será bueno tomar unos días para un estudio de las nuevas ideas.
  3. Solicitaré la aprobación del plan de acción evangelizadora a la Junta de la Iglesia y trataré de lograr el apoyo cristiano en una sesión que sea a la vez una ocasión de consagración del pastor y de los oficiales al Señor y al éxito del plan.
  4. Prepararé cuidadosamente una reunión especial el sábado de mañana siguiente. La iglesia debe haber sido conducida gradualmente a un alto nivel espiritual a través de una semana completa de reuniones de reaviva-miento y reforma. EL sábado de culminación de esta experiencia, presentaré el plan de evangelización total y solicitaré la dedicación de la iglesia al Señor y al logro de este plan.
  5. Ejecutaré el plan anual con el apoyo y con la colaboración de la iglesia.
  6. Reuniré a la junta periódicamente para evaluar el desarrollo del plan y realizar sabios y oportunos ajustes. Los oficiales, al sentir que participan realmente con el pastor en estas evaluaciones, sentirán como suyo todo el trabajo y la iglesia será bendecida por la unidad de acción de sus dirigentes.

8. Informaré periódicamente a mi presi-dente de la marcha del plan e invitare al mismo a visitar y a animar a la iglesia en el logro de sus objetivos misioneros.

  • Informaré objetivamente de los triunfos del Evangelio a nuestras publicaciones de información denominacional. Enviaré alguna fotografía representativa y algún relato de conversiones que siembre en otros el espíritu misionero.
  • En los minutos misioneros de cada sábado, estimularé la participación ordo-nada de laicos activos. Daré el crédito a los laicos por su acción. Lo haré especialmente a la hora de los bautismos. Eso los alentará.
  • Pondré en mi labor, sentido de misión, urgencia y dependencia de Dios.
  • Me recordaré a mí mismo muchas veces: LAICOS ACTIVOS ES IGUAL IGLESIA VIVA.