Principios vivientes del culto, compilados

 

  • Puntualidad

“Despertaré al alba. Te alabaré, oh Jehová, entre los pueblos.” (Sal. 108:2, 3.)

“Una parte de mi religión es no interrumpir la religión de otros,” respondió una devota dama cuando le preguntaron por qué siempre iba temprano a la iglesia.

“Quienquiera que por indolencia o indiferencia llegue tarde, peca contra Dios, contra sus compañeros de culto y contra sí mismo. El cortesano que llega tarde ofende a su príncipe— cuánto más ofende a su Dios el adorador que llega tarde.”—Anónimo.

“Pensamos que si una congregación se propone, como parte de su religión, no darse vuelta hasta casi desarticular los cuellos cuando las personas entran en la iglesia durante el servicio, sería muy saludable tanto para sus cuellos como para su religión.”—R. A. Bertram.

  • Reverencia

“Sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia.” (Heb. 12:28.)

“Si él es ‘nuestro Dios,’ acatémoslo con reverencia.”—Adams.

“La verdadera reverencia hacia Dios es inspirada por el sentimiento de su infinita grandeza y de su presencia.”—“La Educación” pág. 237.

“Hay prácticas toleradas en las congregaciones religiosas que los cristianos celosos del honor de la casa de su Maestro debieran condenar rotundamente. El decoro es el compañero del sentimiento devocional, y por esta razón la casa de Dios nunca debiera perturbarse con el menor acto de irreverencia.”—Anónimo.

“A menos que aprendáis a respetar el lugar de devoción, no recibiréis la bendición de Dios. Podéis rendirle una forma de adoración, pero no será un servicio espiritual.”—“Joyas de los Testimonios,” tomo 2, pág. 251.

  • Santo temor

“Adoraré hacia el templo de su santidad en tu temor.7’ (Sal. 5:7.)

“Cuando vayáis a Dios… decid a vuestros corazones: “Oh alma mía, ahora me estoy dedicando a la obra más grande que criatura alguna haya acometido. Estoy por entrar ante la excelsa presencia de Dios para tratar cuestiones de permanencia eterna.’ ”—Salter.

Privilegio del culto público

“Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro hacedor.” (Sal. 95:6.)

“Si la voz de un solo santo en oración es tan dulce para Dios, cuánto más … el concierto de las oraciones de sus santos reunidos.”—Gurnall.

“En el culto público… se originan vínculos fuertes e imperecederos que nos atarán durante la eternidad.”—R. JE. Dale.

“Nuestros cultos deben ser ocasiones sagradas y preciosas.”—“Joyas de los Testimonios” tomo 2, pág. 250. (Ed. P. P.)

Culto inteligente

“Cantad con inteligencia.” (Sal. 47:7.)

“El Hijo de Dios es venido, y nos ha dado entendimiento.” (1 Juan 5:20.)

“Si los cristianos quisieran apropiarse las enseñanzas de Cristo acerca de velar y orar, rendirían un culto más inteligente a Dios.”—“Joyas de los Testimonios,” tomo 1, pág. 330. (Ed. C. E. S.)

“El culto es un acto del entendimiento aplicado al conocimiento de la excelencia de Dios y a la verdadera meditación acerca de su majestad… También es un acto de la voluntad, mediante el cual el alma adora y reverencia a Dios, se complace con su afabilidad, comprende su piedad, y entra en una íntima comunión con… todos sus sentimientos puestos en él. Debemos adorar a Dios comprensivamente; ningún otro servicio es razonable.”—Charnock.

  • Participación sincera

“Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón.” (Sal. 9:1.)

“No debiéramos atrevernos a dar a Dios un pedazo de nuestro corazón, cuando sabemos que debemos ofrecérselo todo.”—Charnock.

“Buscadlo aquí con toda el alma; no arrojéis a Cristo al establo y al pesebre, como si tuviérais mejores invitados para los aposentos principales.”—Baxter.

“Negarse a participar en el culto divino cuando se está presente en la casa de Dios constituye una presunción similar.”—Phelps.

“Ser espirituales en el culto consiste en tener nuestras almas unidas en plena armonía unas con otras y ofrecidas a Dios.”—Charnock.

“Oh, gran Jefe, enciende una bujía en mi corazón para que pueda ver lo que hay adentro y barrer la suciedad del lugar de tu morada.” —“African Child’s Prayer.”

  • Pensamientos centrados en Dios

“Cautivando todo intento a la obediencia de Cristo.” (2 Cor. 10:5.)

“El recuerdo de la omnipresencia de Dios desterrará toda distracción en el culto… Un ojo ocupado en la contemplación de un objeto no está ocioso para ser atraído por otra cosa…

 A cada pensamiento perturbador oponed la idea de la Omnipresencia Divina, y silenciadlo con la excelsitud de su majestad.”—Charnock.

“Es imposible tener una concepción clara de las cosas eternas a menos que se enseñe a la mente a espaciarse en los temas eternos. ’— “Testimonies,” tomo 2, pág. 414.

“Una mente desatenta y divagadora—que vaga como los ojos de los necios—en el templo de adoración, constituye la más insolente indignidad contra el Rey de reyes.”—Phelps.

“A menos que se inculquen en los miembros ideas correctas de la adoración y reverencia verdaderas, habrá una creciente tendencia a poner lo sagrado y eterno al mismo nivel que las cosas comunes, y los que profesan creer la verdad ofenderán a Dios y deshonrarán la religión.”—“Joyas de los Testimonios,” tomo 2, pág. 202. (Ed. P. P.)

“Nuestras reuniones deben hacerse intensamente interesantes. Deben estar impregnadas por la misma atmósfera del cielo. No haya discursos largos y áridos, ni oraciones formales simplemente para ocupar el tiempo. Todos deben estar listos para hacer su parte con prontitud, y cuando han cumplido su deber, la reunión debe clausurarse. Así el interés será mantenido hasta el final. Esto es ofrecer a Dios un culto aceptable. Su servicio debe ser hecho interesante y atrayente, y no dejarse que degenere en una forma árida.”—“Joyas de los Testimonios,” tomo 2, pág. 252. (Ed. P. P.)