Texto-. Mat. 15: 9

I. Múltiples formas del culto falso. Todos los dioses de hechura humana constituyen una forma de culto instituida por el hombre.

A. Los hombres honran “a las criaturas antes que al Criador.” (Rom. 1:25.)

B. Adoran la obra de sus manos. (Isa. 2:8; Miq. 5:13; Jer. 1:16; Hech. 17:25.)

C. Adoran la autoridad humana y los mandamientos de los hombres. (Mat. 15:9.)

D. Adoran el poder humano, tanto político como eclesiástico. “No tenemos rey sino a César.” (Juan 19:15; cf. 2 Tes. 2:3, 4; Apoc. 13:7, 8.)

II. El espíritu que anima el culto falso es el espíritu centrado en sí mismo de origen satánico. “Subiré al cielo… ensalzaré mi solio… seré semejante al Altísimo.” (Isa. 14:13, 14.) “Oponiéndose y levantándose contra todo lo que se llama Dios.” (2 Tes. 2:4.)

A. El espíritu del anticristo. (1 Juan 4:3; 2:18.)

B. El espíritu de error. (1 Juan 4:6; Isa. 32:6; 2 Ped. 3:17.)

1. La negación a escuchar la Palabra de Dios y la preferencia por los “dioses ajenos.” (Jer. 13: 10.)

2. La negación a adherirse a la ley de Dios. (Jer. 16:11: Isa. 8:20; 48:18: cf. Isa. 8:16.)

3. El fariseísmo y el legalismo. (Mat. 5:20; Rom. 10:2, 3: Isa. 64:6.) “Con hipocresía hablarán mentiré.” (1 Tim. 4:2.)

C. Los “espíritus de demonios.” (Apoc. 16:14.)

III. Los resultados del culto falso impuesto por los hombres.

A. Guerra. “En escogiendo nuevos dioses, la guerra estaba a las puertas.” (Jue. 5:8; cf. Isa. 59:8.)

B. Confesión: “Avergüéncense todos los que sirven a las imágenes.” (Sal. 97:7.)

C. Poderoso engaño. (2 Tes. 2:9-11.)

1. Herejías de perdición. (2 Ped. 2:1-3.)

2. Doctrinas de demonios. (1 Tim. 4:1.)

3. Falsos cristos y falsos profetas. (Mat. 24:24.)

D. Ajenos de la vida de Dios. (Efe. 4:18.)

1. Falso placer en la injusticia. (2 Tes. 2:12.)

2. “Juntamente se recrean en sus errores.” (2 Ped. 2:13.)

E. Reciben los juicios de Dios: “Por cuanto dejaron a Jehová… y han abrazado dioses ajenos, y los adoraron y sirvieron: por eso él ha traído todo este mal sobre ellos.” (2 Crón. 7:22; cf. Jer. 16:11; 22:9; Isa. 26:9.)

F. Almas perdidas: No aman la verdad. (2 Tes. 2:10.) Todos los ídolos se corrompen y no tienen poder para salvar. Son deidades humanas de la religión de engaño e injusticia, que resulta en:

1. Un corazón engañado. (Deut. 11:16; Heb. 3:13.)

2. Una mente reprobada. (Rom. 1:28-32.)

3. Una confianza en la vanidad. (Isa. 59:4, 14, 15.)

4. Un viaje en la oscuridad. (Isa. 59:9; 1 Ped. 2:9.)

5. Una pecaminosidad voluntaria. (Heb. 10:26, 27.) Y finalmente en una pérdida eterna.

G. El camino hacia el olvido. “Si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios, y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres, y a ellos te encorvares, … de cierto pereceréis.” (Deut. 8:19.) Una gran lección de la historia: Ninguna nación puede salvarse sin acudir a Dios. El pecado no ofrece ninguna seguridad. La gran perversión de los corazones malignos es sostener la necia idea de que los dioses que son hechura humana pueden salvar. (Isa. 46: 6, 7.)

IV. Toda religión falsa es la adoración del yo y de Satanás, que es “el dios de este siglo.” (2 Cor. 4:4; Luc. 4:7.)

A. La adoración de los demonios. (Apoc. 9:20.) Los ministros de Satanás disfrazados con el traje de la religión como ángeles de luz y ministros de justicia. (2 Cor. 11:13- 15.)

B. Los principios básicos de la religión falsa: “Seréis como dioses.” (Gén. 3:5.) “No moriréis.” (Gén. 3:4.) Señal inequívoca de la deificación propia e inmortalizaron de sí mismos. Estos son los principios egoístas del culto al sol (Eze. 8:16; Deut. 17:3) y del espiritismo (Apoc. 16:13, 14), tal como se han manifestado a través de toda la historia pagana, y tal como se están reafirmando en nuestros días.

C. Satanás se esfuerza constantemente por lograr que alguna de las formas de su religión tenga validez universal. El diablo busca una adoración mundial en un mundo confederado cuya religión universal será contraria a Dios en el nombre de Dios.

1. Ejemplos del pasado: la adoración de ídolos (Hech. 19:27); la astrología y la adoración de los cuerpos celestes (Jer. 44:19; 2 Rey. 10:19; 1 Rey. 11:33; Deut. 4:19; Jer. 8:2.) Los imperios del pasado designados por las bestias. La imagen de oro del poder confederado. (Dan. 3:5-28.)

2. La alianza final entre el dragón, la bestia y el falso profeta. (Apoc. 13:3, 4, 8, 12, 15; 14:9-11; 17:13, 14; 19:20.) Un mundo apóstata confederado en guerra con Dios. (Apoc. 20: 4.)

3. Un atrevido intento de imitar fraudulentamente la venida de Cristo (2 Tes. 2:8, 9), usurpar el gobierno y recibir la adoración de un mundo confederado.

V. Llamamiento. (Apoc. 14:7.)

A. “No habrá en ti dios ajeno, ni te encorvarás a dios extraño.” (Sal. 81:9.)

B. Cristo rehusó el culto a Satanás y a su mundo confederado. (Mat. 4:9, 10.)

C. En esta hora de juicio para la historia, Dios “enervará a todos los dioses de la tierra.” (Sof. 2:10, 11.) Ha llegado el tiempo cuando el hombre ha de cesar de tributar gloria al hombre, y en cambio ha de prestar atención al llamado de “temed a Dios, y dadle honra; porque la hora de su juicio es venida; y adorad a aquel que ha hecho el cielo y la tierra.” (Apoc. 14:7.) ¡Ha llegado la hora del juicio!

D. El camino hacia la vida o el camino hacia la muerte. (Deut. 30:15-20.)