Jesús se interesó especialmente en los niños. y cada instructor bíblico debiera manifestar un interés semejante. Debiera saber guiar a los padres en la preparación de sus hijos, y debiera ser capaz de aconsejarles cuando surja la cuestión del bautismo. Los niños que no tienen el fondo de una educación cristiana en una escuela adventista deben ser considerados de una manera totalmente diferente que aquellos que han sido instruidos cuidadosamente durante un cierto número de años. Como obreros debiéramos estar bien informados en cuanto a los planes de Dios para los niños que se encuentran en nuestro medio. En el tiempo conveniente se los debiera animar a dar el paso del bautismo, pero no antes de que resulte evidente que han tenido alguna experiencia espiritual. La experiencia cristiana de los niños se desarrollará naturalmente junto con su crecimiento, y por lo tanto, será diferente de la de los adultos.

 Las instructoras bíblicas debieran estar cabalmente al tanto del consejo divino en cuanto a este asunto. Demasiado a menudo los dirigentes de la iglesia vacilan en aceptar a los niños en el seno de la misma, únicamente porque temen que aumenten los blancos financieros. Este factor nunca debiera ser decisivo en este asunto. Por el contrario, la experiencia personal de los niños debiera pesarse a la luz de la Palabra de Dios y de su instrucción especial para la iglesia.

Consejos del Espíritu de Profecía

 “ALIMENTA MIS CORDEROS.”—“La comisión dada a Pedro por Cristo precisamente antes, de su ascensión: ‘Apacienta mis corderos,’ es dada a todo predicador… La causa de la verdad ha perdido mucho por falta de atención a las necesidades espirituales de los jóvenes… ¿Por qué no ha de considerarse como trabajo misionero de la clase más elevada la obra hecha en pro de los jóvenes que están en nuestras filas? Requiere el tacto más delicado, la consideración más atenta, las más fervientes oraciones pidiendo la sabiduría celestial.

 “Los jóvenes son el blanco de los ataques de Satanás; pero la bondad, cortesía y simpatía que fluyen de un corazón lleno de amor hacia Jesús, conquistarán su confianza, y los salvarán de muchas trampas del enemigo.”—“Obreros Evangélicos” págs. 219, 220.

NUESTRO PRIMER TRABAJO. —En general, no se ha prestado suficiente atención a nuestros niños y jóvenes… La obra que se halla más a mano de los miembros de nuestras iglesias es la de interesarse en nuestros jóvenes…. Los corderos del rebaño han de ser apacentados, y el Señor del cielo observa para ver quién hace la obra que él quiere que se haga en pro de los niños y jóvenes.”—“Joyas de los Testimonios” tomo 2, págs. 454, 455.

 “Únicamente el poder de Dios puede salvar a nuestros hijos de ser arrebatados por la marea del mal. La responsabilidad que descansa sobre padres, maestros y miembros de las iglesias, en cuanto a hacer su parte cooperando con Dios, es mayor de lo que puede expresarse en palabras.” —“Consejos para los Maestros,” pág. 127.

PROPÓSITOS DE LA OBRA EN FAVOR DE LOS NIÑOS. —“En nuestra obra en favor de los niños el propósito no debería ser meramente educarlos, y entretenerlos, sino trabajar por la conversión de ellos.”—“Testimonies” tomo 6, pág. 105.

 “Por medio de los niños se dará a conocer a todas las naciones el mensaje de Dios y su sanidad salvadora. Por lo tanto, sienta la iglesia una preocupación por los corderos del rebaño. Edúqueselos y prepáreselos para que presten servicio a Dios; porque son la herencia del Señor.” —“Consejos para los Maestros” pág. 136.

 LA ACTITUD DE JESÚS HACIA LOS NIÑOS. —“Él sabía que estos niños le escucharían y aceptarían como su Redentor con mucha mayor facilidad que los adultos, muchos de los cuales eran sabios en las cosas del mundo, y de corazón endurecido. En su enseñanza, él descendía a su nivel. El, la Majestad del cielo, no desdeñaba contestar sus preguntas, y simplificar sus importantes lecciones para adaptarlas a su entendimiento infantil. Plantaba en sus mentes las semillas de la verdad, que en años ulteriores brotarían y darían fruto para vida eterna.”—“El Deseado de Todas las Gentes” págs. 458, 459.

 LOS NIÑOS ESTÁN BIEN DISPUESTOS PARA ACEPTAR EL EVANGELIO. —“Es todavía verdad que los niños son más susceptibles a las enseñanzas del Evangelio; sus corazones están abiertos a las influencias divinas, y son fuertes para retener las lecciones recibidas. Los niñitos pueden ser cristianos, teniendo una experiencia de acuerdo con sus años. Necesitan ser educados en las cosas espirituales, y los padres deben darles todas las ventajas a fin de que adquieran un carácter semejante al de Cristo.”—“El Deseado de Todas las Gentes” pág. 459.

 LAS PRIMERAS LECCIONES Y LA EDIFICACIÓN DEL CARÁCTER. —“Las lecciones que aprende el niño durante los siete primeros años de su vida tienen más influencia en la formación de su carácter que todo lo que aprende en los años futuros.” Signs of the Times, del 8 de abril de 1903,

 “Debe darse instrucción religiosa a los niños desde sus más tiernos años. Debe serle dada no con espíritu de condenación, sino con un espíritu alegre y feliz.”—“Joyas de los Testimonios” tomo 2, pág. 391.

 “Desde niño, Timoteo conocía las Escrituras, y este conocimiento lo salvaguardó de las malas influencias que lo rodeaban, y de la tentación a escoger el placer y la complacencia egoísta antes que el deber. Todos nuestros hijos necesitan una salvaguardia tal; y debe ser parte de la obra de los padres y de los embajadores de Cristo cuidar de que los niños estén debidamente instruidos en la Palabra de Dios.”—Id. tomo 1, pág. 633.

EDAD ADECUADA PARA LA CONVERSIÓN Y EL BAUTISMO. —“Los niños de ocho, diez y doce años, tienen ya bastante edad para que se les hable de la religión personal. … Si son debidamente instruidos, los niños, aún los de poca edad, pueden tener opiniones correctas en cuanto a su estado de pecado, y el camino de salvación por Cristo.”—“Joyas de los Testimonios,” tomo 1, págs. 178, 179.

 LAS EMOCIONES VIOLENTAS NO SON ESENCIALES. —“Al trabajar para la conversión de nuestros hijos, no debemos esperar que las emociones violentas sean la evidencia esencial de que están convencidos de pecado. Ni tampoco es necesario saber el momento exacto en que se convierten. Debemos enseñarles a traer sus pecados a Jesús, pidiendo que los perdone, y que los reciba como recibía a los niños cuando estaba personalmente en la tierra.”—“El Deseado de Todas las Gentes,” pág. 459.

 EL BAUTISMO DE LOS NIÑOS Y LA RESPONSABILIDAD DE LOS PADRES. —“El bautismo es un rilo muy sagrado e importante, y su significado debe comprenderse cabalmente. Significa arrepentirse del pecado e iniciar una nueva vida en Cristo Jesús. No debe haber indebido apresuramiento para recibir este rito. Calculen lo que cuesta, tanto los padres como los hijos…

  “Cuando llega el período más feliz de su vida, y en su corazón aman a Jesús y desean ser bautizados, obrad fielmente con ellos. Antes que reciban el rito, preguntadles si es su primer propósito en la vida trabajar para Dios. Entonces explicadles cómo principiar. Las primeras lecciones significan mucho. Con sencillez, – enseñadles a prestar su primer servicio a Dios. Presentadles esta obra de la manera que haga más fácil su comprensión. Explicadles lo que significa darse al Señor, hacer exactamente lo que su Palabra indica, bajo el consejo de padres cristianos. Después de trabajar fielmente, si estáis convencidos de que vuestros hijos comprenden el significado de la conversión y el bautismo, y de que son verdaderamente convertidos, sean bautizados.”—“Joyas de los Testimonios” págs. 391, 392.

PROBLEMAS QUE PRESENTAN LOS NIÑOS PARA EL INSTRUCTOR BÍBLICO

 1. La conversión de los niños en el evangelismo.

2. Las oportunidades presentes del evangelismo infantil.

3. La necesidad de que se produzcan conversiones en la primera época de la vida.

4. La edad adecuada para el bautismo.

5. La preparación de los niños para el bautismo.

6. La responsabilidad de los padres en la época del bautismo de los niños.

7. Los resultados que se pueden esperar en estos jóvenes conversos.

8. La retención de los jóvenes en la iglesia.