En este número de Ministerio publicamos la primera parte de la entrevista que le hizo el pastor Zinaldo Santos, director de esta revista, al pastor Ted N. C. Wilson, uno de los vicepresidentes de la Asociación General.
Ministerio: Por favor, preséntenos una corta biografía de usted, mencionando las responsabilidades que ha ocupado en la iglesia en diferentes lugares.
Ted Wilson: En cuanto a mi educación, le puedo decir que tengo un magíster (licenciatura) en Religión y Administración de Empresas del Colegio de la Unión de Columbia, de Takoma Park, Maryland. Este título lo obtuve en 1971. Tengo también una licenciatura en Teología otorgada en 1973 por la Universidad Andrews, de Berrien Springs, Michigan. Tengo una licenciatura en Educación para la Salud otorgada por la Universidad de Loma Linda, California, en 1974. Tengo, además, un doctorado en Educación Religiosa por la Universidad de Nueva York, obtenido en 1981.
Con respecto a mis credenciales, son las siguientes: pastor de la Iglesia Adventista, ordenado en Windale, Nueva York, en 1978. Especialista en Educación para la Salud, credencial otorgada por la Comisión de Educación para la Salud, Nueva York, 1989.
Acerca de mi servicio para la iglesia le puedo decir lo siguiente: pastor en la Asociación del Gran Nueva York desde 1974 hasta 1976. Asistente del director de Ministerios Metropolitanos, Nueva York, desde 1976 hasta 1978. Director de esos ministerios desde 1978 hasta 1981. Secretario de la Asociación Ministerial y director de Mayordomía en la División del África y el Océano índico, Abid ján, Costa de Marfil, desde 1981 hasta 1985. Director de Salud y Temperancia en esa División desde 1981 hasta 1984. Secretario asistente en esa misma División desde 1984 hasta 1985. Secretario desde 1985 hasta 1990. Secretario asistente de la Asociación General desde 1990 hasta 1992. Presidente de la División Euroasiática, con sede en Moscú, Rusia, desde 1992 hasta 1996. Presidente de Casa Editora Review and Herald, en Hagerstown, Maryland, desde 1996 hasta el año 2000. Vicepresidente general de la Asociación General, con sede en Silver Spring, Maryland, desde el año 2000 hasta el presente.
Los idiomas que hablo, además del inglés, son el francés y algo de ruso.
Estoy afiliado a la Asociación Norteamericana de Salud Pública, a una organización educativa que se denomina Phi Delta Kapa y a la Asociación de Educación Religiosa.
Algunos hechos de interés son: crecí en Egipto, serví como pastor urbano en Nueva York y serví fuera de los Estados Unidos en África y Rusia.
Me intereso especialmente en la evangelización, en el ministerio urbano, en el alpinismo y en la carpintería.
Algunos datos personales: Nací en Takoma Park, Maryland, el 10 de mayo de 1950. Me casé con Louise Vollmer, en Asheville, Carolina del Norte, el 14 de septiembre de 1975. Mis hijas son: Emilie Louise, Eliza-beth Esther y Catherine Anne, nacidas respectivamente en 1978,1980 y 1983.
Mis padres son Neal C. Wilson y Elinor E. Wilson.
Ministerio: Los departamentos de la Asociación General han celebrado últimamente reuniones de consejo. ¿Cuáles son los motivos y la principal razón de estos encuentros?
Ted Wilson: Los departamentos de la iglesia son una de las mejores bendiciones que Dios nos ha dado. Son recursos formidables para la evangelización y el alimento espiritual. El propósito de estas reuniones consistió en dar oportunidad a los líderes de las divisiones con el fin de que se reunieran, se relacionaran entre sí, deliberaran y trazaran planes para el quinquenio. El enfoque en cada caso dependió del departamento y de las necesidades de cada campo. Hubo una definida actitud de unidad y de ánimo espiritual en estas reuniones. Pudimos sentir la presencia de Dios y su bendición. Sólo con el poder del Señor se podrán poner en práctica, con éxito, las recomendaciones y las ideas consideradas en estas reuniones.
Ministerio: ¿Cuáles son las expectativas de los dirigentes de la Asociación General acerca de los resultados prácticos de estas reuniones?
Ted Wilson: La Asociación General desea proporcionar los recursos necesarios para que la iglesia pueda cumplir su misión en el mundo. El Señor nos ha proporcionado muchos recursos que necesitamos compartir. No son sólo recursos financieros; estamos hablando acerca de las numerosas ideas y los programas de éxito de las diversas organizaciones de la iglesia referentes a la evangelización pública, y a la atención y el cuidado espiritual de los miembros de la iglesia. Es necesario compartirlas generosamente con el campo mundial. Estas reuniones proporcionan la clase de ambiente para que se pueda producir el surgimiento de las ideas inspiradas por el Espíritu Santo, su intercambio y su explicación. Esperamos que como consecuencia de estas reuniones se desarrollen muchos otros planes y programas con la mira de satisfacer las necesidades espirituales de la gente. Cada División, Unión y campo, sin duda tendrá que adaptar estos planes y programas a las necesidades locales. Pero el mensaje es claro: exaltar a Jesús e invitar a la gente a acudir a él y a prepararse para su segunda venida. ¡Qué privilegio es formar parte del movimiento adventista de los últimos días, con su triple y especial mensaje angélico de Apocalipsis 14:6 al 12!
Ministerio: ¿Cómo evalúa usted personalmente la importancia de estas reuniones?
Ted Wilson: Se la puede percibir en la unidad, en los objetivos misioneros y en los resultados que producirán estos encuentros. Es importante que trabajemos juntos como iglesia mundial bajo la conducción del Espíritu Santo. Lo que más le gustaría al diablo es que hubiera facciones y diferencias, pero al estudiar y orar juntos podremos crecer en el Señor y alcanzar las metas de la iglesia, que es su testigo de los últimos días ante el mundo. Estas reuniones les proporcionan una oportunidad a los dirigentes de compartir ideas y sueños para ubicarlos en el contexto adecuado, con el fin de exaltar a Jesús en todo lo que hacemos y llamar la atención de la gente a su segunda venida.
Ministerio: Usted asistió a las reuniones de los secretarios de la Asociación Ministerial. ¿Cómo concibe el papel de este secretario en la iglesia?
Ted Wilson: El papel del secretario de la Asociación Ministerial es muy importante. Es multifacético, y cada una de esas facetas contribuye a que el equipo de pastores se mantenga concentrado en los objetivos y las metas adecuados. Uno de los aspectos más importantes consiste en mantener a los pastores, evangelistas y líderes locales con la atención fija en nuestra verdadera misión, que es evangelizar, es decir, compartir con los demás a Cristo y nuestro especial mensaje adventista. La formulación de ideas relativas a la evangelización, y la motivación al respecto, son tareas importantes del secretario de la Asociación Ministerial. También él es el “pastor” de los pastores al ayudarlos a satisfacer sus necesidades espirituales y personales, y al animarlos para que lo logren. Este secretario también debe proveer muchos elementos destinados a promover el desarrollo espiritual, teológico, administrativo y pastoral de los ministros. También debe estar calificado para ayudar a las esposas y las familias de los pastores, con el fin de que comprendan el papel que deben desempeñar al servir de modelos de vida cristiana gracias al poder del Espíritu Santo. Tiene muchas funciones que cumplir, pero la más importante consiste en lograr que los pastores se mantengan con la vista fija en Jesús para lograr así un nivel espiritual más elevado como consecuencia de su dependencia de Cristo. En este contexto, el secretario debe animar constantemente a nuestros pastores para que se cumpla la misión especial que tenemos como Iglesia Adventista. No somos una iglesia más, sino un movimiento singular al que Cristo ha dado una tarea especial, a saber, la proclamación de los mensajes de Apocalipsis 14:6 al 12. No debemos perder nuestra visión ni nuestra misión. Este secretario puede ayudar a los pastores a mantener la vista fija en nuestra misión gracias al poder del Espíritu Santo.
Ministerio: Algunos perciben cierta tensión entre la tarea del secretario de la Asociación Ministerial y la de los administradores. ¿La percibe usted? Si su respuesta es “sí”, ¿cómo cree que se la podría eliminar?
Ted Wilson: Esa tensión no debería existir. En efecto, ambos grupos de obreros deberían trabajar íntimamente unidos. Analicemos el significado de la palabra “secretario”. Este obrero es el “secretario” de la Asociación Ministerial. Pero el “presidente” o “líder” de esta asociación es el presidente de la organización de que se trate. Éste es el caso de los departamentos también. Aunque ahora les damos el título de “directores” a los encargados de los departamentos, hasta hace poco los llamábamos “secretarios”. El presidente de la Misión, Asociación, Unión, División y Asociación General es en realidad la “cabeza” de cada departamento, en el sentido de que debería estar vitalmente interesado en la tarea de esas entidades y en su promoción. En el caso de la Asociación Ministerial, el presidente debe estar activamente interesado en el bienestar espiritual de los pastores y, por lo tanto, debería trabajar en estrecha relación con el secretario, animándolo a trazar planes acerca de la evangelización, el desarrollo educacional de los pastores, su fortaleza espiritual y la de su familia, la preparación de materiales para los pastores y otros aspectos de la función ministerial.
Ministerio: ¿Está de acuerdo usted en que un administrador no debería estar al mismo tiempo encargado de la Asociación Ministerial?
Ted Wilson: Depende del presupuesto. Si hay suficientes fondos, debería seleccionarse a alguien que se dedique de lleno a la importante tarea dé la Asociación Ministerial. Si la organización es pequeña, entonces uno de los administradores o alguna otra persona debería desempeñarse como secretario ministerial. La principal característica de este secretario debería ser su profunda espiritualidad, su íntima comunión con Cristo, y su capacidad para atender y alimentar a los pastores en la importante misión que deben llevar a cabo para el Señor.
Ministerio: Por lo general el secretario ministerial suele ser también el evangelista. Pero algunos pastores extrañan su presencia cuando éste se encuentra dedicado a tareas de evangelización. ¿Cree usted que el secretario ministerial debería ser sólo eso?
Ted Wilson: De nuevo, esto depende de los fondos que disponga la organización de que se trate. Personalmente no veo que haya dificultad alguna en que el secretario ministerial sea a la vez el evangelista. Si es capaz de administrar bien su tiempo debería funcionar bien.
Ministerio: ¿Qué piensa usted acerca de la participación de mujeres en la tarea ministerial?
Ted Wilson: Hay suficiente trabajo para todos en el cumplimiento de la misión de la iglesia. No se necesita estar ordenado para ser una gran bendición espiritual, incluso en el campo de la evangelización. Las damas pueden trabajar en íntima comunión con los pastores de las iglesias locales como instructoras bíblicas, colaboradoras en la obra pastoral, consejeras y ayudantes de capellanía en las instituciones. Por supuesto, bajo la orientación y el entrenamiento del pastor, mujeres, hombres y jóvenes de entre los laicos deberían dedicarse a conquistar personas para Cristo y ayudar a alimentar espiritualmente a la iglesia local. Las esposas de los pastores deberían trabajar estrechamente unidas a sus esposos en la obra de la iglesia. En efecto, el espíritu de profecía anima a las asociaciones a pagar un salario a las esposas de los pastores que hacen obra pastoral y evangélica junto a ellos. El Señor necesita de todos: hombres, mujeres, jóvenes y niños con fin de que trabajen en la conquista de corazones para el Señor durante los últimos días de la historia de la Tierra. Dios tiene un lugar para cada uno en su gran obra mientras nos acercamos a la inminente venida de Jesús.
Ministerio: ¿Cómo ve usted al pastor adventista frente a los desafíos del mundo actual? ¿De qué manera se debería preparar para hacerles frente?
Ted Wilson: Como nunca antes debemos confiar en el Señor y en su Palabra. Debemos tener una mejor comprensión de la relación que existe entre la Biblia y el espíritu de profecía, y estudiar ambos. Necesitamos entender la importancia de la oración personal aparte de la oración pública, y seguir el ejemplo de Cristo para conseguir fortaleza celestial por medio de la oración y la dependencia de nuestro Padre celestial. Debemos comprender mejor que la Iglesia Adventista es el movimiento especial de Dios para darle al mundo su mensaje especial. Necesitamos exaltar más a Cristo en nuestras relaciones personales y desde el púlpito. Debemos mostrárselo al mundo y llamar la atención a su segunda venida. El diablo hará todo lo posible para apartar al pueblo de Dios de esta obra. En esta época llena de tecnología necesitamos simplificar nuestras vidas y comprender que pasar momentos de calma con el Señor es más importante aún. Las dificultades que nos esperan serán increíblemente difíciles. Sólo si dependemos totalmente de Cristo y de su Palabra podremos soportar la prueba. Cristo y su Palabra, la Biblia, deben ser más reales para nosotros al llegar al fin del tiempo. Una actitud cuidadosa y respetuosa con respecto al espíritu de profecía será una gran bendición para todo creyente y pastor que espere aprender más acerca de Cristo y de lo que él quiere que hagamos en estos últimos días. ¡Qué precioso don del cielo es el espíritu de profecía, que nos señala a Cristo y su Palabra! (Continuará).
Sobre los autores: Editor asociado de la Revista Adventista, edición brasileña, y director de Ministerio, edición brasileña. / Vicepresidente de la Asociación General.