Contemplar y conocer a Jesús nos mueve a darlo a conocer a los demás.
El pastor Page creció en un hogar adventista. Su padre era director de Publicaciones, y su madre era profesora. Ambos trabajaban, de manera muy dedicada, para la iglesia. En su juventud, el pastor Page pasó por una etapa de rebeldía, pero, gracias a la oración de sus padres, volvió al Señor y le dedicó su vida, por medio del ministerio. Como fruto de su matrimonio con Janet, fueron bendecidos con la llegada de dos hijos. El mayor es abogado, y trabaja para el Instituto Weimar (un centro de salud y educación integral perteneciente a la Iglesia, ubicado en California Estados Unidos); el menor estudió Teología, y ha trabajado en diversos ministerios relacionados con jóvenes. Tiene dos nietos, del matrimonio de su hijo mayor.
En el último congreso de la Asociación General, fue electo como secretario ministerial para el presente período eclesiástico. Él comparte con nosotros algunas de sus impresiones y puntos de vista, al ser entrevistado por Ministerio durante el reciente Concilio Ministerial Sudamericano.
Ministerio: ¿Qué lo impulsó a ser un pastor?
Pr. Page: Después de que volví al Señor, experimenté una conversión en un 110%. Sentí el llamado para un servicio de tiempo completo. Se me dio la posibilidad de estudiar en Andrews, lugar en donde me preparé para el ministerio.
Ministerio: ¿Qué rol han cumplido las Escrituras en su vida? ¿Cómo han moldeado su ministerio?
Pr. Page: En mi proceso de conversión, la Biblia me permitió comprender la seguridad de la salvación. En cierto sentido, mi crianza fue bastante legalista, así que los escritos de Pablo, en Romanos, fueron bastante significativos para mí. Las Escrituras constituyen la base de mi ministerio, al igual que el Espíritu de Profecía. Tanto la Biblia como los escritos de Elena de White han sido útiles y enriquecedores para mi vida y en mi ministerio.
Ministerio: Usted presenta una noción bastante realista del rol ministerial, con sus luchas y desafíos. ¿Por qué razones prefiere esta aproximación?
Pr. Page: Mi esposa y yo hemos sido llamados a un ministerio en el que compartimos nuestra vida de oración, y nuestras vivencias de cómo Dios nos ha tocado y transformado. Hemos descubierto que los líderes de iglesia también son vulnerables; tenemos nuestras caídas y tropiezos, en los que Dios debe actuar con su gracia. La gente puede identificarse con facilidad con estas vivencias -ya sean pastores o hermanos de iglesia-, al ver que sus dirigentes también luchan y que están en la misma senda junto con ellos. Cuando perciben que eres honesto en este aspecto, podrán respetar y confiar en tu liderazgo en otras áreas.
Ministerio: El ministerio pastoral siempre presenta desafíos y obstáculos. ¿Cuál ha sido un principio que siempre lo ha ayudado a superarlos?
Pr. Page: Elena de White menciona que debemos considerar cada dificultad como un llamado a la oración. Siempre he podido acudir a Dios, por medio de la oración. Este ha sido un principio vital en mi vida. Además, aprovecho la experiencia y los consejos de otros. Pero, por sobre todo, pasar tiempo con Dios, con su Palabra y en oración ha sido la clave para mí. Le pido que me dé sabiduría y la orientación necesaria. En este ejercicio espiritual hallo las mejores respuestas. No siempre son respuestas directas a mi problema, pero la presencia de Dios me reconforta y me da seguridad; o, sencillamente, me revela algo que no anticipaba… Solo, con la Palabra y en oración, es que hallo el consuelo para todos los desafíos.
Ministerio: En su experiencia, ¿en qué momento el ministerio se puede convertir en una carga para el pastor? ¿Cómo se evidencia el “burnout” en el ministerio?
Pr. Page: Estoy seguro de que existen diversas respuestas para esta pregunta, y no quiero ser simplista. Sin embargo, la promesa registrada en Mateo 11:28 es significativa. Cuando Elena de White comenta al respecto, ella se dirige a los dirigentes y a quienes son más activos en la iglesia. Debido a la carga de la responsabilidad, la cantidad de tareas y la prisa con la que deben efectuarse, a muchos se les “escapa” el tiempo que debieran pasar con Jesús. Creo que el “burnout” se produce cuando sentimos que no se están consiguiendo los resultados esperados; como consecuencia, nos preocupamos y nos frustramos. En el fondo, el problema radica en que no estamos compartiendo el yugo con Jesús, permitiendo que él lleve la carga. Dejamos de permanecer en él y de confiar en los planes que él tiene para nosotros; al contrario, intentamos satisfacer las expectativas del entorno, las que los demás nos han fijado, y trabajamos basándonos en nuestras propias fuerzas. Naturalmente, no nos va bien, y la frustración aumenta. Para mí, la solución radica en estarían unido y lleno del Espíritu Santo, cerca de Cristo, que él nos dé la paz y el éxito que planificó concedernos. Puede haber muchas razones más que expliquen el “burnout”, pero creo que la principal es que no estamos teniendo ese compañerismo íntimo con el Señor: escucharlo, y permitir que su poder se haga cargo de nuestro trabajo para darnos el éxito y la satisfacción.
Ministerio: Durante este último concilio ministerial, ¿qué impresión le han dejado los pastores de Sudamérica?
Pr. Page: Mi esposa y yo hemos sido muy bendecidos al conocerlos. No conocemos el idioma, como para hablarles, pero el observar su mirada, sus rostros y recibir sus abrazos ha sido una experiencia muy alentadora. En la medida en que pudimos compartir nuestra experiencia y trayectoria con el Señor, hemos sentido que se han identificado con ella.
Percibo que los pastores tienen un genuino deseo de conocer a Jesús, de ver que su obra avance, y que el reavivamiento y la reforma se puedan efectuar con poder en sus corazones. Ha sido una muy grata impresión. Notamos que los ministros no solo están trabajando arduamente al desarrollar programas para sus iglesias, sino además están interesados en que su relación con Jesús sea más profunda; y anhelan que sus familias participen diariamente de la salvación.
Ministerio: La División Sudamericana se ha propuesto distribuir millones de libros misioneros en 2012. ¿Puede ofrecer algún consejo en cuanto a cómo los pastores pueden usar este recurso como parte de su plan y su estrategia de trabajo?
Pr. Page: Estoy seguro de que la División Sudamericana tiene muchas buenas ideas sobre cómo testificar. Jonas Arrais, que es sudamericano, me comentaba que la oración no es algo que practicamos en eventos como estos [Concilio], para luego buscar ciertos métodos que podamos aplicar al trabajo pastoral; más bien, lo oración se convierte en el método. Hemos experimentado que con vecinos y amigos de trabajo es una buena idea orar por ellos antes de entregarles el libro; esto prepara sus corazones. La gran mayoría acepta que oremos por ellos; y todos necesitan de las oraciones; tienen problemas con sus hijos, en el trabajo, etc. Creo que la oración es la cuña de entrada para la entrega del libro Logran esperanza a la gente. Dios nos dará la sabiduría para saber a quién y cuándo entregar el libro. Así que tenemos dos opciones: simplemente salir y repartir la literatura, o la podemos canalizar por medio de la oración; que la gente, en nuestras iglesias y hogares, clame a Dios a fin de que la guie y la oriente. Creo que de esta manera será más beneficioso a largo plazo.
Ministerio: A menudo, se escucha hablar de una crisis en el púlpito, debido a que la Biblia está perdiendo su lugar de prominencia. ¿Qué opina al respecto?
Pr. Page: Existe una cita, en la que Elena de White declara que uno de los últimos engaños consistiría en restar valor e importancia a la Biblia, “los espiritistas […] enseñan al pueblo a que mire el Decálogo como si fuera letra muerta. Fábulas agradables y encantadoras cautivan los sentidos e inducen a los hombres a que rechacen la Biblia como fundamento de su fe. Se niega a Cristo tan descaradamente como antes; pero Satanás ha cegado tanto al pueblo que no discierne el engaño” (El conflicto de los siglos, pp. 614,615). A modo de comentario preliminar, veo esto como una señal de los tiempos en que vivimos, debido a que hay quienes desean deshacerse de porciones de la Biblia, al igual que de los escritos de Elena de White. Esto se debe a que las Escrituras alcanzan y desenmascaran sus pecados, sus hábitos, etc. Esto, sencillamente, revela que la batalla entre Cristo y Satanás está arreciando, incluso dentro de la iglesia, pues el enemigo desea apartarnos de la Palabra, que es la que nos mantendrá en pie en los días finales. Es vital que prediquemos la Palabra, que esta habite en nosotros y nosotros en ella. También, debemos estar atentos a lo que nos indica el Espíritu de Profecía.
Ministerio: ¿Qué puede motivar al pastor a pasar más tiempo con Dios y su Palabra antes de salir, apresurado, a sus quehaceres?
Pr. Page: Si el pastor ha basado su ministerio en la Palabra de Dios y en el Espíritu de Profecía, ya debería estar motivado. Sin embargo, si nos detenemos a pensar en lo que Dios realmente desea, por más exitosos que parezcamos a la luz de nuestras propias opiniones, nos daremos cuenta de que ni siquiera nos asomamos a la superficie de aquello que Dios desea obrar por medio de nosotros. Esta idea es la que siempre debiera motivarnos para volver a Dios y pasar más tiempo con él. La gente puede creer que somos exitosos, que somos buenos pastores; pero lo que vale es que nosotros percibamos que todavía nos falta bastante para ser lo que Dios desea que seamos. Esta idea siempre me impacta: percibir cuán tibio soy, con relación al potencial que Dios desea desarrollar en mí. Todos necesitamos ser reavivados. Para alcanzar el ideal que Dios ha propuesto para nosotros, necesitamos que se cumpla el mensaje de Juan 15: permanecer en él. Jesús declaró que podríamos hacer mucho más de lo que él hizo; que podríamos pedir cualquier cosa en su nombre y sería hecha, si permanecemos en él. Mientras más cerca estemos de Jesús, tendremos mayores frutos, glorificaremos al Padre; y nuestro gozo será completo. Mientras más cerca estemos de Jesús, mayor será nuestra felicidad. Esta también puede ser una motivación: estar con gozo, estar en paz, al hallar estas cosas a los pies de Jesús, y que luego se noten en nuestro ministerio.
Ministerio: Muchos de nuestros pastores aceptaron el llamado al ministerio hace varios años. Sin embargo, algunos han perdido la pasión y las convicciones que, en algún momento, los motivaban. ¿Tiene algún consejo para que la llama del ministerio se encienda nuevamente?
Pr. Page: La revelación de Dios nos indica que debemos contemplar a Jesús. Contemplar y conocer a Jesús nos mueve a darlo a conocer a los demás. Cuando logro concentrarme en Jesús, quiero involucrarme en el ministerio; quiero trabajar con él, y no estarían centrado en mí. Creo que esta es una de las mejores formas de ser reavivado en el ministerio.
Sobre el autor: (JP) Secretario ministerial de la Asociación General de la Iglesia Adventista. (PM) Director de la revista Ministerio, edición ACES.