Publicamos a continuación tres importantes acuerdos tomados por la última junta plenaria de la División Sudamericana. Los mismos interesan de cerca a cada ministro de Dios, ya que están relacionados con el bienestar espiritual de la grey del Señor, sobre la cual nos ha puesto por pastores, para que la apacentemos en los pastos siempre verdes de la Palabra de Dios, con el fin de tenerla bien alimentada, para que se conserve fiel hasta el día en que el Pastor de los pastores lleve a su rebaño a los prados eternos.
Con el fin de reducir las apostasías al mínimo posible, rogamos a cada ministro que lea las resoluciones que siguen con espíritu de oración y una intensa pasión por las almas confiadas a su cuidado, y que luego ponga manos a la obra para llevarlas a la práctica en su esfera de acción bajo la dirección del Espíritu Santo. ¡Que el Señor premie la labor de cada uno de sus fieles ministros!
Mantengamos y alimentemos a la grey
Por cuanto, un programa comprensivo para conseguir que los ex miembros de la iglesia vuelvan al seno de la misma puede tener éxito solamente cuando nuestros pastores y dirigentes de la misma presten más atención a alimentar a nuestras congregaciones con la Palabra de Dios, vivificante y espiritual, la única que puede mantener y fortalecer el gozo en el amor de Dios; y, Por cuanto, el consejo del espíritu de profecía para los pastores es: “Rompa más bien el pan de vida ante estas hambrientas almas.” Nunca debiera predicar un sermón que no ayude a sus oyentes a ver más claramente lo que deben hacer para salvarse. . .. Relatad la historia de su vida de abnegación y sacrificio, de su humillación y muerte, de su resurrección y ascensión, de su intercesión por los pecadores en los atrios celestiales.
“En toda congregación hay almas en quienes el Espíritu del Señor está obrando. Ayudadles a comprender lo que es la verdad; impartidles el pan de vida; llamad su atención a las cuestiones vitales.”—”Obreros Evangélicos,” pág. 161.
“La gente necesita forraje puro, completamente libre de desperdicios. ‘Predicad la palabra,’ fue el cometido que Pablo dio a Timoteo y este es nuestro cometido también.”—”Testimonies to Ministers,” pág. 318.
Se resuelve: 1. Que nuestro ministerio mantenga siempre ante sí la importancia primordial de concentrar nuestro culto público en torno a la predicación de la Sagrada Palabra de Dios, guardándose de dedicar para otras cosas el tiempo destinado a este propósito cada semana, y tratando de llevar a cabo durante todo el año un programa cristocéntrico y salvador de almas en su predicación y enseñanza en todas nuestras iglesias.
2. Se espera que adopten este plan todos nuestros pastores, obreros y ancianos de iglesia que ocupen el púlpito durante el sábado, y que cuando se dirijan las campañas, y en los días especiales provistos por la denominación, se ponga mucho cuidado en promoverlos desde un punto de vista espiritual y con la dignidad emanada de a verdadera devoción (“Testimonies,” tomo 4, Pág. 100). Todo plan que trate de ganar de nuevo a los ex miembros de la iglesia, toda campana tendiente a ganar a otros para la iglesia debiera fortalecerse con la seguridad de que la escuela sabática, el culto del sábado de mañana, la reunión de oración, y todas las otras reuniones públicas, sean tan inspiradoramente espirituales, y estén tan impregnadas de una devoción tan satisfactoria, que esta gente sienta el deseo de volver otra vez…
3. Que el pastor preste especial atención a visitar a todos los miembros de la iglesia en sus hogares, insistiendo en conseguir la cooperación de los ancianos de la iglesia y otros miembros laicos bien dotados, que pueden organizarse como grupo de visitadores o supervigilantes, bajo la dirección del pastor local, quien los instruirá en los principios que informan las visitas y los contactos personales.
Ganemos de nuevo a los ex miembros de la iglesia
Por cuanto hay centenares de ex miembros de la iglesia adventista que viven cerca de nuestras iglesias y que no comulgan más con nosotros; y
Por cuanto se nos ha dicho que “se deberían realizar esfuerzos abnegados para salvar a los perdidos… y muchos de los que se han apartado del redil regresarán para seguir al gran Pastor (“Testimonies,” tomo 6, pág. 401); y
Por cuanto estos ex hermanos y hermanas constituyen sin duda uno de los campos más amplio5 y fructíferos del evangelismo, si se los puede alcanzar con el tacto y tierno amor, y con el poder Salvador de Cristo como el motivo impulsor;
Se resuelve: (1) que todas las juntas de las asociaciones presten cuidadoso estudio al problema de trazar planes para alcanzar a estas almas y ganarlas de nuevo a la plena comunión y a la feligresía, en el seno de la iglesia adventista- Para llevar a cabo estos planes sugerimos esto- a. Consíganse los nombres de los ex adventistas de parte de los secretarios de iglesia, de los parientes, los miembros de iglesia, etc., y pónganse estos nombres en un fichero, anotando la información pertinente en cada tarjeta.
b. Al organizar a la iglesia para visitar a 1os exmiembros, se debiera tener mucho cuidado seleccionar a personas de tacto que tengan mucho amor por Cristo en el corazón, y que se relacionen con estas almas con un espíritu de amor 1 simpatía en lugar de criticarlos por sus fracasos pasados.
c. Estos esfuerzos deben realizarse como una empresa organizada, silenciosa, que abarque todo el año, bajo la dirección del pastor o del director del distrito, en lugar de llevarlos a cabo en forma de una campaña que implique anuncios públicos-
d. Anímese a la iglesia para que ore continua- mente por los exmiembros en sus cultos familia- res, en las reuniones de oración, para que de este modo todos los miembros de la iglesia participe11 del interés que se tiene en ganar de nuevo a estas personas.
e. En una época conveniente del año, celébrense servicios especiales de reavivamiento para todos los miembros de la iglesia, e invítese a los antiguos miembros a asistir, y durante esas reunióles predíquense sermones poderosos y salvadores de almas, y elévense fervientes oraciones que alcancen a los corazones de todos.
f. Anímese a la escuela sabática a presenta programas hogareños cuidadosamente preparados e invítese a todos los exmiembros a asistir.
g. Cuando algunos de estos exmiembros respondan y comience a asistir de nuevo a cualquiera de los servicios de la iglesia, se le debe brindar una bienvenida especial; nunca se deben mencionar sus apostasías, sino que por el contrario el pastor y los hermanos debieran rodearlos con un espíritu de amor y compañerismo de modo que anhelen regresar de nuevo y encontrar su primer amor.
h. De los fondos misioneros de la iglesia, páguense, durante tres meses, ejemplares de La Revista Adventista o Juventud para estas personas.
i. Debiera prestarse importancia especial a este ministerio en las asambleas de obreros, y en esas oportunidades los que han tenido éxito en ella, debieran relatar incidentes animadores.
2. Que la Asociación Ministerial prepare una serie de artículos para El Ministerio Adventista proporcionando mayores detalles sugestivos en cuanto a cómo pueden nuestros pastores llevar a cabo este plan.
Los libros del Espíritu de Profecía
Por cuanto la crisis inminente relacionada con los acontecimientos finales de la historia del mundo requiere un claro discernimiento de los tiempos en que vivimos; una experiencia espiritual rica y fructífera; la más elevada norma de conducta cristiana; y una preparación ferviente y de corazón para salir al encuentro del Señor; y
Por cuanto los consejos del espíritu de profecía han resultado adecuados para cumplir estos propósitos y guiar y conservar a la iglesia hasta la victoria final; y
Por cuanto “la instrucción que fue dada en los primeros días del mensaje debe conservarse como instrucción segura a seguir en estos días finales (Elena G. de White, Review and Herald, del 18 de julio de 1907); y
Por cuanto los libros del espíritu de profecía “contienen instrucciones que tienen que ver con los casos de todos’’ (Elena G. de White, Review and Herald, del 26 de diciembre de 1882), y no obstante hay muchos entre nuestro pueblo que “saben poco o nada del contenido de estos libros, y están perdiendo mucho por causa de este descuido.’’ (Ibid.),
SE RESUELVE: 1. que nuestros pastores en las iglesias y en las reuniones generales, llamen de nuevo la atención de los miembros de nuestras iglesias a la oportunidad de los consejos del espíritu de profecía, y al lugar vital que ocupa en nuestras vidas y en nuestra obra.
2. Que insistamos para que todos dediquen un estudio cuidadoso y con oración a estos consejos enviados por el cielo y que amolden su vida a ellos
3. Que se insista con todos los miembros de nuestras iglesias en toda la División Sudamericana, a que consigan los libros del espíritu de profecía que ya han sido publicados en castellano o en portugués. Deseamos mencionar especialmente los siguientes: “Joyas de los Testimonios,’’ “El Deseado de Todas las Gentes.” “Mensajes para los Jóvenes,” “Servicio Cristiano.”
4. Que se tracen planes en todo lugar para que se puedan adquirir los libros del espíritu de profecía mediante el plan de cuotas a pagar semanal o mensualmente y que se entreguen esos libros al comprador en el momento de pagar la última cuota.
Cómo evitar las apostasías
La iglesia está empeñada en una campaña de evangelización que abarca el mundo entero, en armonía con la profecía de Apocalipsis 14:6-12. Al mismo tiempo está trabajando con gran tesón Para duplicar la feligresía a la mayor brevedad posible, a fin de preparar un pueblo numeroso para la venida de nuestro Señor Jesús.
Esta labor se ve estorbada por un gran obstáculo: las apostasías. Es un verdadero gozo para el creyente ver cómo los nuevos conversos entran en la iglesia; pero al mismo tiempo, es deseo- razonador el espectáculo de los que salen por la puerta trasera por haberse enfriado, y posteriormente apostatado de la verdad.
Si queremos duplicar la feligresía, debemos encontrar la manera de cerrar la puerta trasera de la iglesia. En cierto sector del campo, la apostasía alcanza al 45% de los que fueron añadidos a la iglesia por medio del bautismo. Se ha comprobado que la mayoría de los que se enfrían y luego se apartan de la grey, no son los nuevos conversos sino los que han estado militando en las filas de la iglesia por un lapso que varía entra 5 y 10 años. Esta es una revelación muy significativa. Quiere decir que los que abandonan la verdad, en su gran mayoría no lo hacen porque tienen dudas acerca de alguna doctrina de la Palabra de Dios, sino más bien debido a que no han sido “pastoreados” como debieron haberlo sido. Quiere decir que no encontraron simpatía que los alentara en sus luchas y problemas, y que muchas veces, al ser perseguidos por sus familiares y amigos, les faltó la mano ayudadora que hubiera podido hacer más llevadera su situación.
Cada miembro retenido en la iglesia será un factor más en la rápida duplicación de la feligresía. Cada miembro retenido en la iglesia será un ganador de almas. Cada miembro retenido en la iglesia dará su apoyo financiero en diezmos y ofrendas para el adelanto de la obra de Dios. Cada miembro retenido en la iglesia será un probable enemigo menos de la divina verdad.
Con el fin de ayudar a los ministros a mantener la grey entera en la iglesia, y sobre todo, para evitar que los nuevos creyentes se descarríen en la época crítica de la vida cristiana, publicamos en este número varios artículos provenientes de la pluma de obreros de experiencia, sobre la manera de hacer frente a esta ola de apostasías, y retener a los miembros fieles y contentos en el seno de la iglesia, ayudándoles a guardarse sin mácula para el día de la venida del Señor.
Esperamos de cada ministro en la causa de Dios que estudie detenidamente los artículos referentes a esta cuestión candente, y luego ponga manos a la obra, con fervor y espíritu de oración, para que pueda ser extirpado de la iglesia el cáncer de la apostasía. ¡Que Dios bendiga a cada ministro en esta noble tarea!