El tesorero de la División Sudamericana (DSA) enseña el camino que se debe recorrer para huir de las deudas y entender la dinámica de las finanzas de la iglesia.
Algunos han alimentado dudas, y las han difundido, acerca del destino y la aplicación de los diezmos y las ofrendas, y a veces con eso han logrado dividir congregaciones. También existen pastores que, al caer en la trampa consumista de la época, se enredan en un desequilibrio financiero y terminan abandonando las filas del ministerio. Como se ve, el tema de las finanzas es bastante espinoso. Requiere fidelidad e inteligencia, reveladoras del grado de importancia que ocupa Dios en el corazón de la persona.
Sobre este tema, le habla en esta entrevista el pastor Marino Francisco de Oliveira al Ministerio, con la participación de los pastores Jonas Arrais, Antonio Tostes y Divonzir Ferelli, secretario asociado de la Asociación Ministerial de la División, director de Finanzas de la Casa Publicadora Brasileña (CPB) y gerente de filiales de la CPB respectivamente.
Desde julio del año 2000, el pastor de Oliveira es tesorero de la DSA, responsabilidad a la que llegó con la experiencia acumulada de 29 años de servicio en el Instituto Adventista Cruzeiro do Sul, las asociaciones de Santa Catarina y Río Grande del Sur, y la Unión del Sur del Brasil.
Nació en Rolante, Río Grande del Sur, y se graduó en Administración de Empresas. El pastor de Oliveira realizó, además, estudios especiales en Finanzas, además del curso de Complementación Teológica. Está casado con Warlei Krummenauer de Oliveira (secretaria) y tiene dos hijas: Wilmara (psicóloga) y Lucimara (médica).
Ministerio: ¿Cómo convive la iglesia Adventista de la División Sudamericana con la situación económica mundial tan poco favorable, no obstante lo cual ha conseguido un notable crecimiento en lo que a la evangelización se refiere?
Pastor de Oliveira: La estructura financiera de la iglesia se estableció sobre la base de la orientación profética, con mucho estudio y mucha oración. Eso ha permitido a los líderes trazar directivas seguras y eficaces para enfrentar las circunstancias más adversas. También creo que Dios está guiando a las diferentes comisiones cuando toman decisiones conservadoras, en sintonía con la urgencia de la predicación del evangelio y de acuerdo con las necesidades de un mundo que experimenta cambios rápidos. Muchos hermanos, frente a la inestabilidad del escenario económico y de crisis inminentes, tratan de relacionarse más íntimamente con Dios y ser más fieles a él. Por otro lado, la difícil situación económica estimula a la gente a volverse a Dios, y a buscar en él la solución y la estabilidad de la vida.
Ministerio: ¿Cómo están reaccionando las instituciones de la iglesia frente a los desafíos propios de la situación actual, con el estancamiento de los negocios, la disminución del consumo, el desempleo y los altos intereses bancarios?
Pastor de Oliveira: Nuestras instituciones están tratando de adaptarse, y están haciendo los ajustes necesarios para mantener el equilibrio financiero. La iglesia tiene instrucciones y reglamentos claros que, cuando se los estudia y se los pone en práctica, generalmente dan buenos resultados. Hemos observado, con mucha alegría, que los administradores de esas instituciones están haciendo los ajustes necesarios y saludables, con oración y determinación. La seguridad reside en seguir las directivas definidas por la iglesia y en procurar el consejo de las comisiones. Vivimos en una época en la que nos debemos anticipar a los problemas.
Ministerio: El hecho de que cada vez se le dé más importancia a la evangelizarían implica también la inversión de más recursos. ¿Sugiere esta circunstancia una adaptación en la distribución de los recursos de la iglesia en sus diferentes niveles?
Pastor de Oliveira: Es cierto que nos estamos concentrando en la misión, es decir, estamos cumpliendo el propósito para el cual se nos comisionó. La iglesia de hoy está tratando de invertir totalmente sus recursos, sin necesidad de adaptaciones. Por supuesto que hemos tratado de optimizar esos recursos en todos los niveles, para aplicarlos cada vez más a la misión principal de la iglesia.
Ministerio: ¿Cómo evaluaría usted la fidelidad de los miembros de las iglesias locales de Sudamérica en lo que se refiere a las finanzas de la obra?
Pastor de Oliveira: Creo que la mayor parte de los miembros es fiel, a pesar de que vivimos en un continente que sale de una crisis para caer en otra. Pero hay objetivos que todavía se deben alcanzar en lo que tiene que ver con la enseñanza y la predicación del fiel ejercicio de la mayordomía cristiana, que reconoce la soberanía de Dios en todas las cosas. Reposa sobre nosotros, los pastores, una tremenda responsabilidad: Si los pastores no se manifestaran aptos para el cargo, si dejaran de presentar a la iglesia la importancia de devolver al Señor lo que le pertenece, si no tratan de que los oficiales que están a sus órdenes sean fieles, o que se traiga el diezmo, están en peligro. Están descuidando un asunto que implica una bendición o una maldición para la iglesia. Se los debe apartar de su responsabilidad, y se debe probar a otros hombres”, dice la mensajera del Señor. Estamos creciendo, y necesitamos asumir cada vez más esa responsabilidad con determinación y con el poder del Espíritu Santo.
Ministerio: ¿Qué consejo le daría usted a una iglesia que sufre porque no le alcanza el dinero para la satisfacción de sus necesidades básicas?
Pastor de Oliveira: En primer lugar, debe tomar en consideración este consejo inspirado que aparece en el libro Consejos sobre mayordomía cristiana, p. 108: “Se me mostró que es un error emplear el diezmo para satisfacer los gastos ocasionales de la iglesia”. Por lo tanto, el tesorero debe organizarse de tal manera que disponga primero de un detalle bien claro de cuáles son las entradas y cuáles las salidas, sin olvidarse de aclarar cuál es el déficit operativo mensual. A continuación, debe discutir esta situación con el pastor, el anciano y el secretario, a fin de presentar el asunto a la junta de la iglesia. Con la aprobación de la junta, se debe presentar un plan a la iglesia, que satisfaga las necesidades de un equilibrio operativo. El Manual de la iglesia establece que “el método más satisfactorio para atender los gastos de la iglesia consiste en confeccionar un presupuesto”. Es importante recordar que el plan de Dios requiere que nuestra adoración se exprese también por medio de ofrendas voluntarias.
Ministerio: En ciertos lugares se cuestiona el uso del diezmo y su aplicación. ¿Qué actitud deben asumir los pastores frente a esta situación?
Pastor de Oliveira: Creo que los pastores deben seguir sencillamente la orientación inspirada que aparece en Obreros evangélicos, p. 239: “Algunos han estado descontentos, y han dicho: ‘No pagaré más mi diezmo, porque no tengo confianza en el modo en que se manejan las cosas en el centro de la obra’. Pero ¿robaréis a Dios porque os parece que la dirección de la obra no es correcta? Presentad vuestras quejas, clara y abiertamente, con el debido espíritu, a quienes incumba. Enviad vuestras peticiones para que se ajusten y se pongan las cosas en orden; pero no os retiréis de la obra de Dios, ni os demostréis infieles porque otros no estén haciendo lo recto”
Ministerio: ¿Cuáles son las orientaciones de la iglesia con respecto a la distribución de las ofrendas?
Pastor de Oliveira: La iglesia recomienda un sistema simplificado para que el miembro pueda dar sus ofrendas. En resumen, él entrega su ofrenda y, a menos que la dedique a un fin específico, el tesorero la distribuirá de la siguiente manera: un 20% para las misiones mundiales, un 10% para proyectos misioneros, otro 10% para el plan de desarrollo del campo local y el 60% restante para los gastos de la iglesia local. Quisiera aclarar que no se trata de una alteración de los principios, o criterios, ya establecidos por la iglesia en cuanto a respetar la voluntad del dador. Si él define el destino al cual se debe dedicar esa ofrenda, el tesorero debe respetar esa decisión. Pero la simplificación que hemos mencionado vino para facilitar la comprensión de los dadores, y pone en evidencia la claridad del plan financiero de la iglesia en su totalidad.
Ministerio: ¿Existe alguna orientación inspirada que el pastor pueda compartir con los hermanos que, mientras residen en una determinada región, tienen por costumbre enviar sus diezmos a otra región?
Pastor de Oliveira: No conozco ninguna orientación inspirada específica, pero el Manual de la iglesia dice que “el diezmo es del Señor, y se lo debe entregar, como acto de adoración, en la tesorería de la Asociación/Misión, por medio de la iglesia a la cual pertenece el miembro. Donde las circunstancias son especiales, los miembros de la iglesia deben consultar a los administradores de la Asociación/Misión”. Esto se estableció en un congreso mundial, y equivale a una orientación divina. La iglesia, reunida en congreso, estableció el sistema del diezmo compartido, que permite la atención de todas las necesidades de cualquier zona geográfica.
Ministerio: ¿Qué importancia le da usted al manejo de las finanzas en su relación con el éxito de la obra pastoral?
Pastor de Oliveira: No hay éxito verdadero sin una actividad financiera planificada y equilibrada; porque cuando hay desequilibrio y endeudamiento, no hay ni productividad ni ánimo, lo que termina manifestándose en la vida espiritual de la persona. Creo oportuno recordar algunas citas muy claras: “La deuda es un yugo, un yugo que se apodera de nosotros y nos mortifica” “Ningún obrero debe manejar sus negocios de manera que incurra en deudas […] Si se envuelve voluntariamente en deudas, está cayendo en una de las trampas que pone Satanás para apoderarse de las almas” Es necesario seguir la orientación de Cristo dada en Lucas 14:28, 29, especialmente la recomendación de que es necesario sentarse primero a sacar cuentas para construir la torre del presupuesto familiar.
Ministerio: ¿Cuáles son, según usted, los principales aspectos que se deben considerar cuando se trata de equilibrar las finanzas familiares?
Pastor de Oliveira: En el libro El hombre de hoy, el autor escribió que “en la actualidad, los hombres se consumen en el deseo de comprar cosas que no necesitan, con el dinero que no tienen, para impresionar a gente que no quieren” Desgraciadamente, nos encontramos insertos en un contexto en el que hay en cada esquina un templo dedicado a la adoración del consumismo. Pero una planificación financiera y un presupuesto bien estudiado y discutido ayudarán a la familia a protegerse de los ataques del consumismo El presupuesto familiar debe tomar en consideración la fidelidad a Dios en una devolución del diezmo y una entrega de las ofrendas que sea proporcional a las entradas percibidas. Su elaboración debe abarcar a toda la familia. Se lo debe seguir en forma estricta, sin gastar antes de recibir, y sin gastar tampoco todo lo que se recibe. Saber gastar los recursos es más importante, y exige más conocimiento y disciplina que conseguirlos. Por lo común, dedicamos entre quince y veinte años a preparamos para desempeñar una actividad profesional, y no nos preparamos para gastar ni aplicar los recursos que obtenemos. La regla es no trasponer los límites señalados por el presupuesto. Algunas prácticas sencillas son no ir con hambre al supermercado ni llevar niños cuando vamos a él, e ir con una lista de lo que queremos comprar, averiguar los precios y la calidad de los artículos, y dedicar un poco de tiempo a investigar antes de gastar el dinero.
Ministerio: ¿Quién debería ser el responsable del cuidado de las finanzas de la familia pastoral?
Pastor de Oliveira: El pastor y su esposa deben determinar quién será el principal responsable de la administración de los recursos. Pero todo se debe hacer con la participación de todos los miembros de la familia. Uno de los cónyuges debe ser el responsable de anotar todas las entradas y todas las salidas, para que se pueda cotejar con lo que se ha planificado. Los hijos deben participar en esto; se les debe informar acerca de todos los detalles, según el grado de comprensión que tengan. Es importante proporcionarles una pequeña entrada mensual, enseñarles a devolver el diezmo y dar ofrendas, y aplicar los recursos de manera inteligente, inculcándoles los principios del ahorro. Esto es tan importante, que merece la atención de los líderes del aspecto financiero y de Mayordomía Cristiana, y se lo debería considerar en todos los concilios ministeriales.
Ministerio: ¿Qué evaluación se podría hacer en cuanto a las entradas que están recibiendo hoy los pastores y los obreros?
Pastor de Oliveira: Son perfectamente suficientes para que podamos vivir con decoro y decencia. Añadamos a esto el hecho de que la iglesia está recibiendo los recursos necesarios para hacer frente a esta situación. Destacamos el hecho de que los respectivos valores se establecen por consenso y por solicitud de las uniones que, al ponerse de acuerdo con los campos locales, han sugerido cambios cuando ha sido necesario. También se toman en cuenta otros factores, como por ejemplo el costo de vida, la capacidad de pago de los campos y las instituciones, como también la situación económica general de la región.
Ministerio: ¿Debería el pastor preocuparse por tener prioridades materiales y patrimoniales?
Pastor de Oliveira: De acuerdo con la orientación de la Sra. Elena de White, el pastor es responsable de dar los pasos necesarios para atender sus aspectos materiales y patrimoniales. Se trata de una recomendación inspirada, y el pastor debe pensar en su futura jubilación y hacer planes al respecto, para no caer en el desánimo ni poner cargas innecesarias sobre sus familiares. Según entendemos el asunto, las prioridades en la aplicación de los recursos economizados se deberían hacer al recibir el primer sueldo, después de establecer lo necesario para la manutención de la familia y la educación de los hijos. A ello siguen, primero, los inmuebles, después los muebles y al final los automóviles. Hacer planes para disponer de un techo en el futuro produce mucha estima propia, una sana confianza en sí mismo, y seguridad personal y familiar. Comience por conseguir un terreno, haga planes y aproveche todas las oportunidades. Los muebles deben ser confortables, sencillos y de buen gusto; pero se los debe adquirir después de estudiar el asunto y de analizarlo bien. El auto debería estar al final de la lista de prioridades, porque exige un estudio más detallado en cuanto a su adquisición y manutención. Antes de comprarlo, consulte los motivos y las necesidades de trabajo de la familia. Las otras prioridades necesitan recibir recursos cada mes, no importa si son reducidos.
Ministerio: En una oportunidad, la Sra. White hizo la siguiente declaración: “Donde veo obreros de esta causa que han sido fieles y leales a la obra, y que se los abandona para que sufran, es mi deber hablar en favor de ellos. Si esto no impulsa a los hermanos para que los ayuden, entonces yo los debo ayudar, aunque para eso me vea obligada a usar parte de mi diezmo”. ¿Por qué dijo eso ella?
Pastor de Oliveira: Creo que esa observación, realizada en el contexto de la época en que se la hizo, era pertinente y oportuna, y contribuyó para que la iglesia se organizara. Conviene resaltar que la orientación de la Hna. White que encontramos en el libro Testimonios para los ministros, p. 26, presenta las principales razones de la organización o el establecimiento del orden eclesiástico: “La organización era indispensable para proporcionar sostén al ministerio, para dirigir la obra en nuevos territorios, para proteger tanto a la iglesia como a los ministros de los miembros indignos, para retener las propiedades de la iglesia, para la publicación de la verdad por medio de la prensa y para muchos otros objetos” Hoy disponemos de una organización que atiende equilibradamente a todos los obreros, incluso a los jubilados.
Ministerio: Al referirse a la pareja pastoral, ella dice también: “El método de pagar a los hombres que trabajan y no a sus esposas es un plan que no está de acuerdo con la orden del Señor” ¿Se puede deducir que las esposas de los pastores también deben recibir sueldo, o hay alguna situación especial aquí?
Pastor de Oliveira: Esta afirmación se hizo el 22 de marzo de 1898 en un contexto específico, en el que se refería a “mujeres que trabajan con tanta devoción como sus esposos, y a quienes Dios reconoce que son tan necesarias para la obra como sus maridos” Un mes después, volvió a tratar el mismo tema y mencionó los nombres de esposas de pastores (Starr, Haskell, Wilson, Robinson) que estaban “dando estudios bíblicos y orando por las familias”. Es decir, al analizar esas declaraciones, debemos recordar que la Hna. White estaba hablando acerca de esposas de obreros que trabajaban como instructoras bíblicas, incurrían en gastos personales y se dedicaban totalmente al ministerio, y no recibían salario. Ella estaba tratando de corregir ese error. Hoy, las esposas que trabajan tiempo completo como instructoras bíblicas, en tareas de educación y en otros sectores de la iglesia reciben sus respectivos salarios.
Ministerio: ¿Cómo pueden apoyar de manera mas amplia el programa de Evangelismo integral los tesoreros que trabajan en los diferentes niveles de la iglesia?
Pastor de Oliveira: En primer lugar, al ser fieles a Dios en lo personal y en su adoración a él, por medio de los diezmos y las ofrendas. En segundo lugar, al ser exactos, puntuales y fieles en la administración de las finanzas de la iglesia, en el área de su responsabilidad, mediante una contabilidad precisa, eficiente y transparente. En tercer lugar, al seguir la orientación de los reglamentos y los votos tomados por las juntas en los diversos niveles denominacionales. En cuarto lugar, al trabajar en armonía con los líderes de la organización inmediata mente superior. Entonces, en quinto lugar, al actuar con austeridad, economizando cada centavo para que se lo pueda aplicar al cumplimiento de la misión. El tesorero debe conservar una visión permanente de la urgencia de la predicación del evangelio, al canalizar, de manera equilibrada, todos los recursos presupuestarios y los excedentes de la misión. Para conservar siempre esa visión y la misión de la iglesia en su mente y en su corazón, debe participar como mínimo en una campaña de evangelización por año.
Sobre el autor: Zinaldo A. Santos es director de la revista Ministerio, edición brasileña, y Marino F. de Oliveira es tesorero de la DSA.