La palabra “pastor” es una de las más hermosas en cualquier idioma del mundo, tanto en su significado de pastor de ovejas, como en el de conductor de almas. Cristo mismo se refirió a sí mismo como “el buen Pastor”.

Cristo hizo de sus ministros pastores al ordenarles: “Apacienta mis corderos… Pastorea mis ovejas”. De manera que ellos se convirtieron en subpastores de Cristo. Como ministros, nosotros somos guardianes de almas, y tenemos la importante responsabilidad de proporcionar una dieta espiritual equilibrada para los que están bajo nuestro cuidado. Si descuidamos esto, nuestra grey se pondrá enfermiza y a su tiempo morirá por desnutrición. ¿Cómo con testaremos, entonces, la pregunta: ¿Dónde está tu grey?, cuando nuestro Pastor supremo nos pida cuenta de nuestras ovejas?

Compañeros en el ministerio, ¿cómo cumpliremos nuestro deber? La respuesta es: proporcionando una dieta espiritual equilibrada cada sábado en nuestros sermones.

A veces es difícil saber qué predicar el sábado, y los predicadores enfrentan dos peligros: el primero es la deficiente preparación del sermón, y el segundo es una dieta desequilibrada en cuanto a sermones, que consiste en predicar sobre temas favoritos descuidando otros de importancia. Cualquiera de estos peligros puede destruir la buena predicación pastoral por falta de alimento para las ovejas que necesitan crecer “en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”.

Algunos predicadores son culpables en uno o ambos aspectos mencionados. ¿Nos maravillamos que algunas iglesias estén espiritualmente muertas? (Cuando una iglesia está espiritualmente muerta, ¡lo mejor que puede ocurrir es que se resucite al predicador!) Pero estos peligros pueden ser evitados por los pastores fieles.

La preparación inadecuada del sermón y la dieta desequilibrada en los sermones pueden remediarse mediante la planificación anticipada. Recuerden, los sermones no son como hongos, que nacen de la noche a la mañana (quiero decir que los sermones plantados el viernes de noche no están maduros para la cosecha el sábado de mañana), sino que son como el trigo: primero hierba, luego espiga, y finalmente fruto lleno en la espiga. El trigo no está listo para la cosecha hasta que es completamente maduro: entonces está listo para ser usado como alimento. En la misma forma, los sermones deben crecer hasta la plena madurez en el fértil suelo de la mente y el corazón del predicador, regados por el Espíritu Santo y habiendo recibido los rayos del Sol de Justicia. Sólo entonces están listos para ser usados como alimento para las ovejas el sábado de mañana.

A fin de madurar sus sermones, el predicador debe planearlos con meses, no con horas, de anticipación. Esto puede parecerle trabajoso a algunos (¡y debiera serlo!), pero la planificación anticipada es mucho más fácil que el esfuerzo desesperado de última hora para preparar el sermón.

Cuando un predicador falla en planificar sus sermones con anticipación, en realidad está planeando alimentar a su grey en forma desequilibrada, porque se ve tentado a predicar sobre el tema que tiene más a mano y que más le llama la atención en ese momento. El predicador debiera avergonzarse de recurrir a esta treta. Sólo mediante la planificación anticipada puede él ver el pleno alcance de sus sermones y predicar todo el Evangelio en forma equilibrada.

Hermanos, si hemos de obedecer la orden de Cristo de predicar y alimentar a su grey, debemos abandonar el sistema de planificar sermones a corto plazo el viernes de noche o el sábado de madrugada, y adoptar el programa de largo alcance. Debemos hacerlo por la causa del Maestro. ¿Por qué no comenzamos hoy?

Lo que estoy proponiendo es un año de púlpito, o sea, el programa de predicación con un año de anticipación. Ahora es tiempo de hacerse el programa de predicación para 1970. ¿Por qué no conseguimos un calendario grande mural, o lo trazamos nosotros mismos en una hoja grande de cartulina? Puede fijárselo en una pared de la habitación donde se preparan los sermones. Esto le ayudará a tener a la vista su año del púlpito mientras planea su programa misionero y de sermones. (Es un lugar apropiado para escribir todas sus citas, fechas importantes, etc.)

Consiga el calendario denominacional cuanto antes. Úselo como base para  planear su año del púlpito. Por ejemplo tome nota de la fecha señalada. Para el día de la familia y del altar Cristianó. Sería  apropiado un sermón acerca de cómo debiera ser el hogar cristiano ideal. Ponga eso en su calendario, así como los otros sermones sugeridos en el Calendario denominacional.

Después de llenar esas fechas con los temas sugeridos, puede proceder a asignar otros temas a las semanas restantes y así planear una dieta espiritual equilibrada para su grey. Al fin de este artículo hay un año del púlpito modelo sugerido por Thomas Blincoe, profesor de la Universidad Andrews, y “Cómo planear el año del púlpito”.

Creemos que dan una dieta equilibrada, pero no son una guía absoluta. La lista preparada por el pastor Blincoe no está hecha en un orden dado. Usted conoce su gente y sus iglesias, y debería planear su año del púlpito para hacer frente a sus necesidades espirituales.

Cuando haya elegido los cincuenta y dos temas, revíselos para equilibrarlos antes de ponerlos en su calendario. No preste excesiva atención a sus temas favoritos descuidando otros de importancia porque son difíciles de presentar. En la parte superior del calendario escriba con letras de molde: “PREDICA LA PALABRA Y HAZ DE CRISTO EL CENTRO VIVIENTE DE CADA MENSAJE”. Entonces siga su calendario, pero no sea esclavo del mismo si se hace necesaria una revisión. El calendario no es un fin en sí mismo, sino una herramienta para alcanzar el fin deseado.

Tienda hacia el blanco de comenzar a preparar sus sermones con meses de anticipación. Tenga un archivo con carpetas para cada tema. Mientras cumple con sus obligaciones, mientras lee, mientras piensa y medita, se le ocurrirán ideas. Escríbalas en el acto. Lleve consigo una libreta de apuntes con ese fin, y archive luego las ideas en la carpeta respectiva. Entonces cuando le toque preparar su sermón, ya habrá comenzado.

CALENDARIO SUGERENTE PARA EL AÑO DEL PÚLPITO

  1. El Significado del Día de Reposo
  2. Cómo Santificar el Sábado
  3. La Biblia —Autoridad de la Infalible Palabra de Dios
  4. El Don de Profecía
  5. El Espíritu de Profecía en la Iglesia Adventista
  6. La Trinidad
  7. La Divinidad de Jesucristo
  8. El Espíritu Santo
  9. La Iglesia —Sus Servicios y su Servicio
  10. El Sello de Dios y la Marca de la Bestia.
  11. El Santuario
  12. El Juicio Investigador
  13. Los Mensajes del Primero y Segundo Ángeles
  14. El Mensaje del Tercer Ángel
  15. El Origen del Mal
  16. La Depravación del Hombre
  17. El Significado de la Cruz
  18. Cómo Crecer en Cristo
  19. ¿Obediencia o Compromiso?
  20. La Ley y los Pactos
  21. La Ley y la Gracia o la Ley y el Evangelio
  22. El Arrepentimiento
  23. La Confesión
  24. El Perdón
  25. La Fe
  26. La Oración
  27. Principios del Estudio de la Biblia
  28. El Hogar Cristiano —I
  29. El Hogar Cristiano —II
  30. El Culto —I (¿Qué es el culto? ¿A quién debemos adorar? ¿Por qué debemos adorar?)
  31. El Culto —II (¿Cómo debemos adorar?)
  32. Las Normas de la Iglesia
  33. La Reforma Pro Salud —I
  34. La Reforma Pro Salud —II
  35. La Mayordomía (La Parábola de los Talentos)
  36. Los Diezmos y las Ofrendas
  37. El Amor
  38. La Humildad
  39. El Bautismo
  40. El Rito de Humildad y la Cena del Señor
  41. El Rito de Humildad y la Cena del Señor
  42. El Rito de Humildad y la Cena del Señor
  43. El Rito de Humildad y la Cena del Señor
  44. ¿Qué Actitud Debe Asumir el cristiano ante los No Cristianos, sus Costumbres y sus Leyes?
  45. La Segunda Venida de Cristo
  46. La Encarnación de Cristo
  47. El Ministerio de Cristo en el Santuario Celestial
  48. El Milenio
  49. La Tierra Nueva
  50. El Estado de los Muertos
  51. El Espiritismo
  52. El Mensaje de Laodicea y el Zarandeo

a. Las Siete Últimas Plagas (puede tratarse bajo 45 o 48)

b. El Juicio (puede tratarse bajo 12)

COMO PLANEAR EL AÑO DEL PÚLPITO

  1. Haga una encuesta entre sus feligreses acerca de qué les gustaría oír. (Prepare una hoja para la encuesta, tomando dos o tres de los Diez Minutos Misioneros para que sus miembros marquen una lista de tópicos ya indicados.)
  2. La visitación pastoral es el campo más fructífero para la producción de ideas y necesidades para los sermones. NOTA: No debe usarse ningún material que revele las confidencias de feligreses aconsejados por el pastor.
  3. Ocasiones tales como la Semana de Oración, los días Pro Libertad Religiosa, Pro Temperancia, Pro Educación Cristiana, todos entran automáticamente en su año del pulpito.
  4. Temas para el equilibrio espiritual debieran aparecer anualmente: la mayordomía, la segunda venida de Cristo, la certeza de nuestra fe, el espíritu de profecía, la ganancia de almas, etc.
  5. Ningún año del pulpito es completo si no incluye sermones especialmente apropiados en la Semana de Oración MV, el Día de los Conquistadores, y en la semana anterior al comienzo de las clases. Algunos ministros incluyen un sermonette para los menores cada sábado. Esto es muy bueno.
  6. Una serie de sermones puede a menudo reavivar el interés en la hora del sermón.

Sobre el autor: Director de la Asociación Ministerial de la División del Medio Oriente