Durante el mes de julio del año 2002 el pastor Veloso estuvo en el Brasil, donde participó del encuentro de profesores de Teología y editores adventistas, que se llevó a cabo en Garulhos, Sao Paulo y también del Simposio Bíblico Teológico Sudamericano que se realizó en la UNASP. Después de esos eventos habló con el Ministerio acerca de la iglesia, la misión y la escatología. A continuación publicamos los aspectos más importantes de esa conversación.

Ministerio: Denos, por favor, una visión de la Iglesia Adventista en el mundo, en el contexto de la misión.

Pastor Mario Veloso: La iglesia, viva y dinámica, por la acción del Espíritu Santo, está muy activa en el mundo entero. Es verdad que hay lugares más difíciles que otros para nuestros proyectos misioneros. Europa y Australia son ejemplos de esa dificultad, por causa del secularismo. Los países de la “Ventana 10/40” lo son por razones religiosas. China, por causas políticas y culturales. El resto del mundo está abierto a la misión, y la iglesia avanza allí con resultados espectaculares. Eso ocurre en las Américas, en el África, en la zona asiática del Pacífico Norte, y en la del Pacífico Sur también, en las islas de ese océano y hasta en la India, donde hasta hace poco era muy difícil promover el cristianismo. Eso hablando en general, porque en las zonas difíciles hay lugares donde la predicación del evangelio está yendo muy bien, como es el caso de la China. Y en las regiones consideradas fáciles hay lugares donde la iglesia avanza más despacio. Es el caso de Japón, Bangladesh y otros. Posiblemente el secularismo y la intolerancia religiosa sean las dificultades más grandes que enfrenta la iglesia en el mundo para llevar adelante su misión. También hay una dificultad interna: la dedicación a la misión no es la misma en cada miembro.

Ministerio: ¿Cómo está la iglesia en Rusia?

Pastor Veloso: Rusia y los países que conformaron la Unión Soviética presentan oportunidades extraordinarias. Y la iglesia está tratando de aprovecharlas. Los primeros diez años, después de la desintegración de la Unión Soviética en 1990, fueron momentos de predicación muy activa, por medio de grandes reuniones públicas. La iglesia creció de unos 25 mil miembros a 150 mil. Desde el año 2000 hasta el 2003 la obra misionera está concentrada en la preparación de nuevos pastores y en desarrollar la tarea donde no hay adventistas. El “Proyecto 300” se creó con ese fin. Se trata de trescientos jóvenes que estamos entrenando para el ministerio, mientras trabajan en lugares nuevos, con el fin de fundar trescientas iglesias nuevas en el transcurso de dos años. El método que se emplea es el colportaje combinado con los Grupos pequeños. Se comienza colportando de casa en casa para encontrar interesados en el estudio de la Biblia y, a medida que se los encuentra, se forman Grupos pequeños de estudios bíblicos. Los primeros bautismos se llevaron a cabo a los tres meses de iniciar el programa. Ocho meses después había 901 Grupos pequeños con 6.067 miembros de iglesia. A partir del año 2003 el énfasis estará puesto en la conquista de territorios grandes o pequeños donde la Iglesia Adventista sea la principal. El proyecto “Siberia para Cristo” tratará de conseguir que la iglesia tenga la mayor cantidad de miembros en ese territorio, donde ahora hay algo más de doce mil adventistas.

Ministerio: Siempre relacionamos el regreso de Jesús con el cumplimiento de la misión. ¿Depende Dios de nuestra actividad en este sentido?

Pastor Veloso: El regreso de Jesús no depende de lo que nosotros hagamos, pero lo que hacemos ayuda. Pedro dice que los cristianos deben practicar una “santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios” (2 Ped. 3:11, 12). Al comentar este texto, Elena de White dijo: “Al dar el evangelio al mundo, está en nuestro poder apresurar el regreso de nuestro Señor. No se trata sólo de esperar, sino de apresurar el día de Dios. Si la iglesia de Cristo hubiera hecho la obra que se le encomendó, el mundo entero ya habría sido advertido y el Señor Jesús habría vuelto a la Tierra con poder y grande gloria”. Lo que hacemos no determina el momento de su venida ni lo atrasa. Pero lo puede apresurar. Cristo organizó a la iglesia para que lo ayudara en la predicación del evangelio. Pero si ella no cumpliera ese papel, Dios tendrá otra manera de predicar.

Ministerio: ¿Es aceptable decir que el regreso de Cristo se está demorando?

Pastor Veloso: No. Cristo no está demorando su regreso. Nunca dio la fecha de ese evento. Al contrario, afirmó categóricamente que nadie sabe ni el día ni la hora. Si no existe una fecha para su regreso, no puede haber demora. Y dijo más. Declaró que la fecha de ese acontecimiento es algo que está totalmente bajo la autoridad del Padre (Mat. 24:36). Dios el Padre decide; nadie más. Y él va a decidir eso cuando la predicación del evangelio haya llegado a todo el mundo (Mat. 24:14).

Ministerio: Algunos críticos argumentan actualmente que la iglesia se está volviendo más ecuménica de lo que debería, en el intento de aproximarse a otros grupos religiosos. ¿Cómo respondería usted a esto?

Pastor Veloso: Yo diría que esa conclusión no es real. Es sólo una interpretación de los hechos. La iglesia se tiene que acercar a toda la gente y a todas las organizaciones que tienen algún poder y ejercen alguna influencia sobre los hombres. ¿Por qué? Con el fin de predicar el evangelio y preparar al mundo para el regreso de Cristo. Ese acercamiento no es ecumenismo. El ecumenismo sería un acercamiento para establecer un sincretismo, como consecuencia del cual la iglesia modificaría sus doctrinas para que fuera posible una integración con otros grupos religiosos que hicieran lo mismo con sus doctrinas. Este no es el caso. La Iglesia Adventista no ha modificado ninguna de sus doctrinas. Es posible que algunos en la iglesia hayan tratado de hacerlo, y hasta que hayan escrito libros proponiendo que se lo haga. Pero la iglesia nunca aceptó oficialmente propuestas de esta naturaleza. Decir que la posición de un individuo o de varios miembros de iglesia, aunque sean líderes, es la posición de la iglesia, sería una interpretación exagerada de los hechos, y hasta una calumnia contra la iglesia. Ningún adventista bien intencionado haría eso.

Ministerio: Algunos evangélicos todavía consideran que la Iglesia Adventista es una secta. ¿Ha ayudado en este sentido el diálogo con algunos evangélicos?

Pastor Veloso: Sí. Las consecuencias positivas de esos diálogos se han producido en lugares muy distantes de aquellos en donde se produjeron. Este efecto positivo seguirá aumentando en el futuro, en la medida en que más miembros de esas iglesias se informen de su contenido. Pero hay un hecho insuperable: el prejuicio. Muchos alientan prejuicios muy arraigados contra la Iglesia Adventista. Esos no cambiarán. Seguirán pensando como siempre lo hicieron. Necesitamos desarrollar la paciencia cristiana frente a esa realidad que, para muchos, será inalterable. Eso no debería ser problema para ningún adventista. Puede ser rechazado, pero él mismo no debe rechazar a nadie. Tiene que amar a todos con el mismo amor con que Cristo amó a los que vino a salvar.

Ministerio: ¿Cree usted que deberíamos estar preocupados por identificamos con los evangélicos?

Pastor Veloso: No. Nuestra preocupación no debería ser identificamos doctrinariamente con los evangélicos. En cambio, deberíamos preocupamos por que ellos comprendan nuestras doctrinas y por qué creemos en ellas. En general, los evangélicos conocen las doctrinas adventistas tal como los autores las presentan en los libros que escriben para atacamos. Así nunca sabrán lo que realmente creemos. Esa debería ser razón suficiente para que cada adventista trabaje con el fin de que todos los evangélicos reciban una humilde explicación de las doctrinas, llena de simpatía y amor, sin controversias, basada sólo en la Biblia.

Ministerio: Se manifiesta un (reciente interés en la libertad religiosa. ¿Debemos luchar por eso, o debemos dejar que las cosas sigan su curso?

Pastor Veloso: Nuestra lucha en pro de la libertad religiosa no puede parar jamás. La razón es sencilla: la libertad religiosa no es un asunto pragmático que defendemos porque nos conviene como minoría. Es un principio fundamental establecido por Dios, que él respeta y ordena respetar. Sabemos que en los últimos momentos de la historia, justo antes del regreso de Cristo, la intransigencia se apoderará de la conducta humana y no habrá libertad religiosa. Es una señal del fin, pero este no depende de su ausencia. Si así fuera, sería fácil provocar la intolerancia y de esa manera apresurarlo. Pero el fin no depende de las acciones humanas. Depende del Padre, y él solo decide cuándo van a suceder las cosas. Tampoco estamos postergando el fin al defender la libertad religiosa, así como no lo hacemos al observar otros principios de conducta establecidos por Dios.

Ministerio: En algunos lugares se están cuestionando ciertas enseñanzas, como el don de profecía, la inspiración de la Biblia y el regreso literal de Cristo. ¿Cómo analiza usted esta situación, y cómo la está encarando la iglesia?

Pastor Veloso: La disidencia parece ser, en los días que corren, la manera correcta de actuar. Hasta algunos religiosos creen que una actitud disidente es señal de madurez, de desarrollo intelectual, de amplitud mental y hasta de más fidelidad a Dios. En la base de esa actitud está la idea de que todo está mal y necesita reforma. Ellos, los disidentes, se creen reformadores que van a poner las cosas en su verdadero lugar, y que ayudarán a la iglesia a superar su actitud retrógrada. No se dan cuenta de que las verdades divinas no pueden ser objeto de reforma, sino de restauración. Si de alguna manera sufrieron modificaciones en lo pasado, se las debe restaurar a su condición original, a la forma como Dios las reveló. Lo mis mo debe suceder con el don de profecía, con la inspiración y la autoridad de la Biblia, con la literalidad del regreso de Cristo y todas las doctrinas que Dios reveló. Modificarlas o abandonarlas, alegando que la iglesia se equivocó al aceptarlas en lo pasado, sería estimularla a cometer hoy el error que no cometió antes. Sólo la Biblia debe ser la base de toda doctrina. Si rechazamos su inspiración o la condicionamos a la actual manera humana de pensar, eliminamos la autoridad de la Biblia y, automáticamente, eliminamos la autoridad bíblica de todas las doctrinas. La única autoridad sería la razón humana y lo que es correcto para la sociedad. Nada sería verdadero en sí mismo. Y daría lo mismo creer o no en algo. La restauración de la verdad sería imposible, porque no existiría. La tarea de la teología ya no sería la búsqueda de la verdad bíblica, sino una permanente adaptación de ella a los valores que acepta la sociedad o cada individuo en particular. Esa amplitud mental no es bíblica. Es la fuente de todo error y el comienzo de todas las apostasías.

Ministerio: Otro concepto bastante debatido es el del remanente. ¿Qué dice usted al respecto?

Pastor Veloso: La respuesta para esa pregunta complicada puede ser sencilla. Se reduce a una pregunta: ¿Es la Iglesia Adventista el remanente? Un grupo dice que sí; otro, que no. Este acusa al otro de arrogancia, falta de espíritu cristiano, y de defender una posición histórica adoptada por los primeros adventistas sólo para salvaguardar su prestigio, a causa de una desilusión que ellos mismos provocaron como consecuencia de su ignorancia. ¿Cómo se contesta esta pregunta? Primero, el remanente existe. La profecía de Apocalipsis 12:17 no deja dudas al respecto. Segundo, hay un período durante el cual el remanente toma forma. Y eso, simultáneamente con la formación de Babilonia. La terminación de ese período está marcada por el descenso de la lluvia tardía del Espíritu Santo (Apoc. 18:1-8). Tercero, durante este período de formación existen dos núcleos en tomo de los cuales se agrupan todos los cristianos. La iglesia-núcleo del remanente es la que nació al final de los 2.300 años de Daniel 8:14, es decir, la Iglesia Adventista. Cuarto, desde el fin de los 2.300 años hasta el cumplimiento de Apocalipsis 18 los cristianos de todas las iglesias pueden formar parte, ya sea del remanente o de Babilonia, de acuerdo con la decisión de cada cual. Quinto, para que puedan escoger o decidir, todos tienen que saber qué está pasando. Y esa información se debe dar con humildad, simpatía y consideración por los demás, pero asimismo con mucha claridad. Sexto, después de la lluvia tardía la cristiandad se dividirá en dos grupos: Babilonia y el remanente. Las iglesias que antes fueron núcleos de integración, desde ese momento hasta la venida de Cristo, serán una, la verdadera, y otra, la apóstata.

Ministerio: Algunos estudiosos dicen que los movimientos religiosos que pasan los ciento cincuenta años de existencia terminan absorbidos por el secularismo y pierden su sentido de misión. ¿Corremos nosotros ese peligro?

Pastor Veloso: Esa ha sido, al parecer, la experiencia de los movimientos religiosos del pasado. Y si queremos aplicar una buena filosofía de la historia debemos aprender del pasado. Y eso incluso se puede usar con el fin de prepararse para el futuro, al evitar cometer los mismos errores de las generaciones anteriores, porque los errores parecidos producen consecuencias parecidas. Pero hay una enorme diferencia entre los movimientos religiosos del pasado y el movimiento que le dio origen a la Iglesia Adventista de la actualidad. Surgió del último movimiento religioso impulsado por el Espíritu Santo. Con este movimiento se termina la historia. Nada volverá a ocurrir de la misma manera que en lo pasado. Pero el hecho de que el movimiento adventista contemporáneo no siga la senda secularista y antimisionera de los movimientos religiosos del pasado, no debe estimular una actitud descuidada e indiferente hacia las enseñanzas de la historia. Los miembros de iglesia, y hasta algunos líderes, pueden desarrollar una mentalidad secularizada y perder el sentido de misión. Es como si un virus se introdujera en el organismo. No lo mata, pero lo enferma. Rebaja el nivel del celo misionero, enfermedad que, para superarla, se necesita emplear tiempo y energía que sería mejor usarla en el cumplimiento de la misión. Peor todavía, esa mentalidad secularizada y sin celo misionero puede, a la larga, llevar a la apostasía a su poseedor. La iglesia no puede ser feliz con esto. Es mucho mejor que todos los miembros participen de la misión, porque de esa manera siempre serán de primera generación, y el celo misionero siempre será de calidad superior.

Ministerio: ¿Cómo analiza usted los sucesos del 11 de septiembre del año 2001 en los Estados Unidos, a la luz de los escritos de Elena de White y de la escatología adventista?

Pastor Veloso: Esos acontecimientos modificaron la manera de pensar de los norteamericanos y ejercieron una influencia importante sobre casi cada habitante del mundo. Sin duda tienen un gran significado escatológico. Hasta la gente ajena a la Biblia los interpreta de manera apocalíptica. Para la escatología adventista no puede ser diferente. La destrucción de las Torres Gemelas forma parte de la destrucción de grandes edificios que anunció Elena de White, pero no podemos afirmar que ella anunció exactamente la destrucción de esas torres. Tampoco es correcto usar sus escritos para condenar a la gente que, entristecida por este desastre, necesita más de un mensaje de esperanza que de juicio y condenación. Tenemos que informar al mundo lo que significan estos acontecimientos. El elemento más importante de ese desastre fue la acción del terrorismo. Jesús dijo que los tiempos de su regreso a la Tierra serían como los de Noé. La gente sería irresponsable, actuaría sobre la base de la rutina diaria, sin darse cuenta de la inminencia de la venida del Señor. La Tierra estaría llena de violencia; la palabra hebrea de este texto es precisamente hamos. Según G. von Rad, especialista en Antiguo Testamento, esa palabra significa “ruptura del orden jurídico por medio de la violencia”; en otras palabras, terrorismo. La guerra contra el terrorismo tiene un claro significado escatológico. Indica que estos tiempos semejantes a los de Noé están anunciando que no tardará el regreso de Jesús.

Ministerio: ¿Qué llamado o invitación especial le gustaría extender al ministerio adventista de Sudamérica?

Pastor Veloso: Sean celosos en cuanto a la misión. Esta les da una visión global, un deseo de conquistar a todo el mundo para Cristo. Ya llegó el momento de trabajar en favor del verdadero objetivo de la misión: todas las naciones. No se trata de un blanco expresado en números limitados por años, aunque sean muy altos. Lo que vale ahora es todo. Trabajemos para alcanzar a toda la gente del lugar donde estamos, y Dios hará el milagro de darnos todo el mundo para él.

Sobre el autor: Zinaldo A. Santos es director de la edición brasileña de la revista Ministerio Adventista. Mario Veloso es doctor en teología y actual vicepresidente de la División Euroasiática

El Dr. Mario Veloso es uno de los teólogos adventistas más respetados, además de ser un prestigioso escritor y predicador. Chileno de nacimiento, sirvió a la iglesia como pastor y profesor de Teología. También ocupó durante muchos años las responsabilidades de director de Jóvenes y secretario de la División Sudamericana. Después se lo eligió como secretario asociado de la Asociación General. Actualmente es el vicepresidente de la División Euroasiática, que incluye el territorio de la ex Unión Soviética.