Tema: La Asociación de Profesionales y Hombres de Empresa Adventistas

La Iglesia Adventista no hace acepción de personas basada en el color de la piel, la nacionalidad, profesión o grado de educación. Es muy común ver sentados en la plataforma de una iglesia a un médico o un industrial al lado de un operario de la construcción o un zapatero. Muchas juntas de iglesia son una clara ilustración de la igualdad que predicamos y practicamos.

Sin embargo, creemos que es necesario llevar el mensaje a la gente de posición social elevada, quienes tienen el mismo derecho y la misma necesidad de la salvación que el pobre. Poco es lo que hemos hecho en este sentido.

En la ciudad de Lima, Perú, surgió hace algún tiempo una organización misionera con el propósito de llevar el mensaje a profesionales y hombres de empresa, experiencia que creemos debería repetirse en muchos otros centros urbanos donde hay quienes estarían en condiciones de realizarlo.

Para conocer mejor el funcionamiento de esta original organización entrevistamos al Dr. Max Mallqui, asesor jurídico de la Unión Incaica y el inspirador de este movimiento misionero.

El Dr. Mallqui es adventista desde hace cuatro años habiendo llegado en forma providencial al conocimiento de la verdad. Como asesor jurídico de la obra en el Perú, ejerció una labor decisiva al enfrentar la iglesia problemas graves en aquel país. Con su cordialidad habitual el Dr. Mallqui responde así a las preguntas de EL MINISTERIO ADVENTISTA.

Hemos oído de la existencia de una organización de la cual es Ud. el presidente, ¿podría darnos el nombre que lleva y los objetivos que persigue?

La organización se llama Asociación de Profesionales y Hombres de Empresa Adventistas del Perú. Funciona desde hace dos años y su único objetivo es misionero, es decir, llevar el mensaje adventista a profesionales, gente que debido a prejuicios sociales es a veces difícil de ganar para la verdad a través de los métodos tradicionales de evangelización.

¿Es la AP una entidad independiente de la organización de la iglesia o en su constitución han buscado apoyo y asesoramiento de las personas responsables o juntas de iglesia en el Perú?

No es éste un plan independiente o espontáneo, sino que todo fue organizado en común acuerdo y en consejo con la dirección de la obra, de quienes –es preciso decirlo– hemos recibido el apoyo total al llevar adelante nuestro programa de actividades.

Agregaría además que nuestro presidente honorario es el pastor Roberto Pierson, siendo vicepresidentes honorarios los pastores R. Wilcox y R. Gullón, presidentes de la Asociación General, de la División Sudamericana y de la Unión Incaica respectivamente. Son además consejeros el director de Educación de la Unión, el director del Centro de Educación Superior Unión y el pastor de la Iglesia de Miraflores.

Aunque no sabemos aún quiénes son miembros de la AP, desearíamos saber quiénes forman la directiva actual, además de aquellos a quienes Ud. ha mencionado.

En este momento la directiva está formada por las siguientes personas:

Presidente: Dr. Max Mallqui

Vicepresidente: Dra. Verna Alva (psiquiatra)

Secretario: Ing. Alejandro Salas (ing. civil y arquitecto)

Vicesecretario: Dr. Pedro P. León (doctor en Educación y pastor jubilado)

Prensa y R. Públicas: Andrés Achata (pastor y educador jubilado)

El desaparecido Dr. Daniel Hammerly Dupuy era el director de conferencias hasta el momento de su fallecimiento.

Aunque el nombre ya lo sugiere, desearíamos que nos indique quiénes pueden ser miembros de la AP y qué requisitos deben cumplir para ser admitidos en ella.

Pueden ser miembros los profesionales laicos y los pastores de las iglesias adventistas, además de sus respectivas esposas. En nuestro reglamento provisional se estipulan las condiciones de admisión, que podrían ser resumidas así:

1) Ser miembro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

2) Ser presentado por dos miembros activos.

3) Aceptar someterse a los reglamentos y cumplirlos.

4) Ser aprobado su nombre por la junta, luego de presentar una solicitud por escrito.

5) Pagar una cuota de 20 soles por mes, equivalente a 0.45 dólar.

Las esposas son miembros automáticamente, si lo es el esposo. Actualmente contamos con 85 miembros activos.

¿En qué forma es elegida la junta directiva?

Durante una asamblea general de todos los miembros y con la asistencia de los consejeros, se elige democráticamente la nueva directiva.

Sin duda lo que más interesará a nuestros lectores es el trabajo misionero que realizan y el método usado. ¿Podría Ud. explicarnos las actividades que realizan en tal sentido?

Tenemos sesiones-comida cada mes, cada dos meses o cuando algún acontecimiento especial lo aconseje. Por ejemplo, en ocasión de la reciente visita del pastor Pierson al Perú, tuvimos una reunión con la asistencia de más de 160 personas, en la que nuestro presidente mundial hizo uso de la palabra. Había más de 60 profesionales no adventistas. Las reuniones las realizamos en el Country Club en Lima, lugar de reconocido prestigio en la ciudad.

¿De manera que a las reuniones asisten otros además de los asociados?

Efectivamente. Cada socio adventista invita a cuantos profesionales desea, entendiéndose que correrá con la cuenta de la comida de su o sus invitados. Aparte de esta limitación hay una de orden moral: todo invitado deberá ser persona de reconocida idoneidad moral y prestigio profesional. El propósito de la reunión es dar a conocer nuestros principios a nuestros invitados, tanto por nuestra manera de ser como por el alimento servido, y lógicamente a través del programa de la reunión.

¿Podría explicarnos en qué consiste el programa que realizan?

El programa se divide en dos partes: una social y la otra cultural y religiosa. La primera consiste en la comida en sí, a través de la cual enseñamos nuestros principios del sano vivir. Más de una visita ha quedado profundamente impresionada por ello. La segunda consiste en una presentación artística, cultural y religiosa que varía de una reunión a otra. Hay participantes musicales, tanto de los adventistas como de los visitantes y una charla a cargo de un pastor o profesional. Podría mencionar algunos de los temas presentados: El ejemplo de Daniel como funcionario público; el valor de la reforma pro salud; la arqueología y la Biblia, presentado por el Dr. Daniel Hammerly Dupuy que de veras impactó a los visitantes; la obra médico misionera mundial adventista, con explicación de diapositivas, especialmente del Hospital del Pénfigo, a cargo del pastor H. J. Peverini. En algunas ocasiones ha hecho uso de la palabra también un visitante como en el caso del Dr. Guillermo Focks, capitán de navío y director de medicina nuclear del Hospital Naval del Perú.

Luego de dos años de actividades, ¿están Uds. satisfechos con lo logrado por la AP?

Por supuesto. Estamos satisfechos con lo logrado hasta el momento. La influencia de la AP se ha manifestado en tres aspectos:

Primero, un mayor conocimiento de la Iglesia Adventista por parte de altas esferas del país, lo que redundará en un mayor aprecio. Se ha podido llegar a esferas difíciles de alcanzar por otros medios. Segundo, como consecuencia lógica de lo anterior hemos recibido el apoyo de personas influyentes en la solución de problemas o en lograr que se abrieran puertas para la predicación del mensaje. Gracias a nuestras actividades fue posible conseguir un espacio gratuito en el Canal 4 de TV de Lima para la transmisión de Una Luz en el Camino. De paso, puedo agregar que la AP compró, a través de una campaña entre sus socios, 20 películas del programa mencionado, por un valor equivalente a 900 dólares. Con el mismo sistema se está adquiriendo otra partida nueva, de la que la AP paga el 50% del valor y la unión el otro 50%. Gracias a esas transmisiones llegan infinidad de cartas solicitando lecciones o informaciones. Tercero, varias personas connotadas, entre ellos militares de alta graduación, o sus esposas, están estudiando las lecciones de La Biblia Habla. Algunas ya asisten a la iglesia.

Lógicamente el programa no puede ser demasiado agresivo en lo teórico, aunque mucho se ha hecho, pero nos hemos propuesto presentar a nuestros invitados en las reuniones y fuera de ellas, mediante nuestro ejemplo, que el mensaje adventista es la verdad para esta hora. La oración que se eleva impacta en forma especial a los visitantes que a menudo expresan su satisfacción y agradecimiento por ella. Esperamos conversiones como fruto de este trabajo.

¿Cree Ud., Dr. Mallqui, que podría realizarse un plan similar en otras ciudades sudamericanas también?

Por supuesto que sí. Aunque no conozco las congregaciones adventistas en algunas de las grandes ciudades sudamericanas, tengo información de la existencia en ellas de decenas y centenas de profesionales y hombres de empresa. Si el plan se extendiera, creemos que llegaríamos con el mensaje a mucha gente que aunque se halle en una elevada posición socioeconómica está necesitada de Jesús y de la salvación. Si en algo podemos servir a nuestros hermanos a través de más información sobre nuestra agrupación y sus actividades en organización, lo haremos gustosamente.

Y así termina nuestra entrevista. Nos alejamos con la convicción de que estamos frente a un intento fructífero de llevar a la realidad lo que aconsejaba la Hna. White. Dijo ella, refiriéndose a las clases elevadas: “Dios convertirá a hombres que ocupan puestos de responsabilidad, hombres de intelecto e influencia. Mediante el poder del Espíritu Santo, muchos aceptarán los principios divinos. Convertidos a la verdad, llegarán a ser agentes en las manos de Dios para comunicar la luz. Sentirán una preocupación especial por otras almas de esta clase descuidada. Consagrarán tiempo y dinero a la obra del Señor, y se añadirán nueva eficiencia y nuevo poder a la iglesia” (Servicio Cristiano, pág. 253).

Ojalá esta semilla pueda brotar también en otras ciudades de esta división.