NOTA: Es común entre las denominaciones cristianas afirmar que el diezmo es la guía bíblica más segura para establecer el mínimo de nuestro dar aceptable a Dios. En forma simple, el autor demuestra que el dar comienza con las ofrendas y no con el diezmo.
EL DIEZMO
1. Propiedad de Dios: Lev. 27:30. Por eso devolvemos el diezmo, porque es propiedad de Dios y Él lo reclama como suyo.
2. Obediencia al pedido de Dios: Mal. 3:10; Deut. 14:22. Demuestra nuestra obediencia al pedido específico de Dios. Por eso, al igual que el sábado, no tenemos la facultad de elegir (de la décima parte más o menos, etc.).
3. Amor a Dios: Juan 14:15; 15:10. Es el amor el que nos lleva a cumplir nuestro deber o responsabilidad para con Dios.
4. Dios acepta tanto lo bueno como lo malo: Lev. 27:32, 33. Dios se preocupa no tanto por la calidad, sino por la cantidad. Por la parte que El reclama como suya.
LAS OFRENDAS
1. “Propiedad” del hombre: Deut. 16:10. Dios permite que lo que resta después de devolver el diezmo, lo consideremos como “nuestro”. De allí que podamos ofrendar voluntariamente. Por eso damos ofrendas.
2. Obediencia al criterio de evaluación del hombre: Deut. 16:17. Decidimos CUANTO vamos a dar conforme a la evaluación que hacemos de las bendiciones recibidas de Dios. Por eso, tenemos facultad de elegir.
3. Amor a Dios: Juan 3:16: 1 Juan 3:16; Juan 15:13. Es el amor que va más allá del amor que cumple el deber o responsabilidad. Así como Jesús es la ofrenda divina que el Cielo no estaba obligado a dar, así también nosotros damos nuestras ofrendas para expresar un amor a Dios que va más allá del cumplimiento de nuestro deber para con El.
4. Dios acepta sólo lo PERFECTO: Lev. 22: 21, 22. Dios se preocupa por la calidad de las ofrendas. Por eso, la reprensión de Dios a Malaquías, si bien es por la retención de diezmos y ofrendas, la gran CENSURA tiene que ver con la CALIDAD de las ofrendas: Mal. 1:8.
Sobre el autor: Paul Smith es director general de Mayordomía y Desarrollo de la Asociación General.