Después de cuatro años en el ministerio, Rubén Pereyra sentía que estaba fracasando, y su organización empleadora estaba dispuesta a creerle. Había trabajado en la evangelización con poco resultado. No tenía poder. Parecía estar fuera de lugar. Los hermanos decidieron darle otra oportunidad. Si las cosas no mejoraban pensaban recomendarle que buscara otra línea de trabajo.

 Como necesitaba comenzar de nuevo, la asociación lo cambió a otro distrito. Comenzó a visitar a sus miembros, uno de los cuales era comerciante. Al entrar en su negocio, Rubén se presentó como el nuevo pastor. “¿Es Ud. mi nuevo pastor?” Después de asegurarle que había escuchado bien, el comerciante miró a Rubén directamente a los ojos y le preguntó: “¿Es Ud. la persona que he estado esperando durante veinte años para que ore por mí a fin de que pueda abandonar esta silla de ruedas y caminar otra vez?”

 El pedido era demasiado grande. La confianza de Rubén en el ministerio divino por su intermedio era muy débil. Lo apresó el pánico. ¿Qué hacía allí? ¿Qué hacía en el ministerio? La carga de ese pedido y su sentimiento de fracaso e incapacidad lo llevó sobre sus rodillas. Pero no lo llevó fuera del ministerio.

 En cambio, comenzó a estudiar diligentemente y con oración acerca del Espíritu Santo. Día tras día oraba y estudiaba, estudiaba y oraba. Aprendió que el Espíritu Santo estaba disponible para el ministerio, pero más que eso, experimentó ese poder en su propia vida. Su ministerio cambió completamente. Sus esfuerzos por ganar almas tuvieron éxito. El mismo dice que nunca más puso en duda su llamamiento al ministerio. Hoy es el presidente de la Unión Austral, y nos contó este incidente como parte de un culto devocional matutino en el Concilio Anual de 1986 en Río de Janeiro.

 Rubén predicó en castellano, en un país de habla portuguesa, a una audiencia acostumbrada al inglés. Su sermón me demostró en forma dramática que los 20.000 ministros adventistas del séptimo día en el mundo entero son muy diferentes y, sin embargo, muy parecidos. Cada uno de nosotros afrontó sentimientos de fracaso e incapacidad para el ministerio como los de Rubén. Esperamos que cada uno de nosotros haya buscado la misma solución. Somos diferentes y, sin embargo, parecidos. V somos más parecidos que diferentes.

La perspectiva mundial de la iglesia

 Una iglesia mundial descubre que es cada vez más difícil y costoso reunir a los dirigentes de la iglesia. Como el 86% de la feligresía de la iglesia vive fuera de la División Norteamericana ni es justo ni prudente suponer que los Congresos y los Concilios Anuales de la Asociación General debieran reunirse siempre en los Estados Unidos. Sin embargo, más miembros viven en los Estados Unidos que en cualquier otro país. Brasil es el segundo en número, y las Filipinas, el tercero. No obstante, la División Interamericana es la mayor, y la Sudamericana recientemente desplazó a la Norteamericana del segundo lugar. Además, la División Sudamericana estaba celebrando el 70° aniversario de su organización, por lo que el Concilio Anual 86 se celebró en Río de Janeiro, Brasil.

 Los planes actuales contemplan realizar un Concilio Anual de 1988 en Nairobi, Kenya, y en Australia en 1991. Planificar reuniones a tanta distancia de las oficinas centrales es difícil y costoso, pero es parte del hecho de constituir una iglesia mundial.

 Río fue el primer Concilio Anual en el que todos los materiales fueron preparados en tres idiomas: inglés, portugués y castellano. Se proveyeron auriculares para que cada delegado pudiera escuchar las presentaciones en su propio idioma, no importa cuál fuera el idioma del orador. Los traductores hicieron una traducción simultánea y fiel de todas las sesiones plenarias.

 La teoría fue buena y los traductores diligentes, pero los resultados chasquearon un poco. Los traductores no pueden traducir hasta que el orador haya dicho una oración, de modo que la traducción siempre llega un poco atrasada. Como había que cubrir 130 ítems en unas 17 horas de sesión plenaria, había disponibles sólo ocho minutos para cada tema. Como ciertos temas requerían más estudio que otros, algunos pasaron muy rápidamente. No había ninguna intención de acortar la discusión si los delegados deseaban hablar, sin embargo, algunas veces se aprobaba un punto casi antes de que los traductores pudieran informar a sus oyentes de cuál era el punto en consideración.

 Los detalles de los reglamentos ya son suficientemente difíciles para muchos de nosotros sin la complicación del idioma. Además, como los presidentes de las sesiones y los que presentaban los puntos sólo lo hicieron en inglés, los delegados que hablaban otros idiomas se sentían un tanto tímidos en cuanto a expresarse.

 En son de broma nos molestábamos señalando que los hermosos idiomas español o portugués podrían ser el idioma del cielo. Pero un delegado norteamericano dijo, con un poco de picardía en los ojos: “No, el idioma del cielo será seguramente el inglés, porque Dios mismo no podría enseñar otro idioma a los habitantes de los Estados Unidos”. Al principio me sentí un poco avergonzado de que se usara casi exclusivamente el inglés en las sesiones. ¿Habíamos viajado miles de kilómetros sólo para que los delegados norteamericanos controlaran todo?

 Luego me di cuenta de que aunque todas las discusiones (o casi todas) fueron hechas en inglés, un alto porcentaje de quienes hablaron venían de países cuyo idioma nacional no es el inglés. Eran delegados de habla inglesa que procedían de todas partes del mundo, incluso de América Latina. El inglés es el idioma de la iglesia, no porque la iglesia esté basada en los Estados Unidos, sino porque el inglés es entendido por más miembros de la iglesia que cualquier otro idioma. Sin embargo, debemos afrontar la triste realidad de que sólo los que pueden comunicarse en inglés tienen la posibilidad de hacerse oír en la iglesia mundial.

 Una iglesia mundial tiene problemas culturales. Esto también fue evidente en Río. El Concilio Anual comienza normalmente con una reunión a las siete de la tarde. En Río, nadie espera que una reunión vespertina comience tan temprano. Por ello los dirigentes locales anunciaron la reunión para las ocho. Los delegados llegaron a la reunión a las siete. Centenares de miembros de las iglesias locales habían recibido entradas para escuchar al presidente de la obra mundial en su discurso inaugural. Pero no hicieron planes de llegar antes de las ocho. Como me tocaba organizar la plataforma, pueden comprender cuán profundamente quedó impreso en mi mente que el amor fraternal incluye el respeto y la aceptación de la cultura de mis hermanos.

 Uno de nuestros hermanos latinos trató de ayudarme a entender por qué él y sus amigos no intervenían más en las sesiones. “Ustedes hacen demasiados planes. A nosotros nos gusta la acción. Si hubiera menos discursos acerca de reglamentos y más acerca de cómo ganar almas y terminar la obra, hubiéramos hablado más”. Y ésa es una lección por la que bien valió la pena ir a Río.

 Una iglesia mundial tiene problemas producidos por su rápido crecimiento. Consideren, por ejemplo, el África. Si continúa la proporción de crecimiento actual, habrá en el África cinco millones de adventistas en el año 2000 -tantos como hay ahora en el mundo entero. Pero ¿cómo ayudaremos a tantos conversos a estar bien fundamentados en la iglesia? ¿Cómo les proveeremos de iglesias y capillas para que adoren, y escuelas y colegios para que se eduquen? ¿Cómo les proveeremos de pastores que los conduzcan?

 Actualmente tenemos un ministro por cada 450 adventistas africanos. Si la iglesia sigue creciendo así, tendríamos que adiestrar más de 10.000 nuevos ministros en el África antes del año 2000 para mantener esa proporción. Eso sería como la mitad de los pastores que tenemos ahora en todo el mundo. ¿Cómo podríamos lograr esto en el África con sus problemas económicos? Y si pudiéramos prepararlos, ¿cómo podríamos financiar su empleo entonces?

 Se está considerando con toda seriedad un plan singular. La idea es la de preparar sólo cinco mil nuevos ministros, con lo cual habría un pastor por cada mil miembros. Pero esa preparación incluiría una mejor preparación que la de quienes ya están en el campo, como para tener una fuerza ministerial bien calificada y bien pagada de modo que puedan adiestrar a los ministros laicos para dirigir sus iglesias locales.

 Es difícil ser una iglesia mundial. Pero eso es menos de la mitad de la situación. También entusiasma ser una iglesia mundial.

Ventajas de ser parte de una iglesia mundial

 Más de 448.000 nuevos miembros se bautizaron en el mundo desde que comenzó Cosecha 90 en julio de 1985. Esto significa un promedio de 1.034 bautizados cada día durante los doce primeros meses de Cosecha 90. Ocho de las diez divisiones mundiales alcanzaron sus blancos de bautismos, y una de ellas fue la División Norteamericana.

 No sólo la iglesia crece, sino que crece con un ritmo creciente. En 1981 crecimos un 5,66% por año. En 1985 un 6,68%. En 1900 uno de cada 24.390 habitantes de la tierra era adventista del séptimo día. Hoy la proporción se está acercando a uno por cada 1.000 habitantes. Si el ritmo actual de crecimiento continuara, cada habitante de Papúa Nueva Guinea será adventista dentro de veinte años.

 En una iglesia mundial siempre hay razón para estar de buen ánimo. Si las cosas no van muy rápido en una parte del mundo, podemos mirar a otra parte donde las cosas se aceleran. Durante 1985 el pastor promedio en la División Norteamericana bautizó diez almas, pero en la División del África Oriental cada pastor bautizó 132 almas como promedio.

Delegados laicos

 El Concilio Anual de Río fue el primero en el que cada división había sido estimulada a enviar un delegado laico. Cuando el pastor Wilson hizo la presentación de ellos, todas las divisiones estuvieron representadas salvo una. Ustedes hubieran estado orgullosos del alto calibre de los laicos que fueron escogidos, y la calidad de su contribución al Concilio.

 Soo Chong Oh fue el delegado del Lejano Oriente. El presentó un estimulante devocional matutino. Nacido en Corea, era budista antes de convertirse al adventismo siendo joven. Fue bautizado junto con su madre. Ahora es dueño de una compañía que fabrica cilindros para gases a alta presión. Los empleados en Corea trabajan seis días por semana, pero no en esta compañía. Allí trabajan cinco días, y el sexto está reservado para actividades ganadoras de almas. Y su empresa está prosperando. La compañía tiene un ómnibus y motocicletas para usar en actividades de testificación. Cinco empleados reciben su sueldo para trabajar tiempo completo en la ganancia de almas.

 Soo Chong Oh enfatizó que el mensaje de los tres ángeles debe proclamarse a “gran voz”. ¿Por qué a gran voz? Si su hijo estuviera parado frente a un auto que se acerca a gran velocidad, usted no hablaría en un murmullo. Las emergencias requieren hablar en voz alta. El nos animó a considerar que los problemas del mundo son catastróficos. Nuestro mundo afronta una emergencia, y como tal se requiere que el pueblo de Dios hable a gran voz.

 Otra cosa que entusiasma acerca de ser una iglesia mundial es ver que los miembros de países desarrollados apoyan la obra en los países en desarrollo. A fines de 1985 la División Norteamericana tenía 942 misioneros sirviendo fuera de su propia división. Todas las demás divisiones combinadas habían enviado 490 misioneros. Durante 1985 el adventista promedio en América del Norte entregó 804 dólares a su iglesia. En el resto del mundo el promedio fue de 175 dólares.

Sin embargo, no debemos suponer que sólo América del Norte está haciendo sacrificios en favor de las misiones. Durante los ocho primeros meses de 1986 las ofrendas para las misiones mundiales de los miembros que viven fuera de América del Norte aumentaron nada menos que un 24%.

 Entusiasma ser parte de una iglesia mundial.

Acuerdos de especial interés para los ministros

 Educación continua. Un programa de educación continua a fin de mantener a nuestros ministros profesionalmente activos ha recibido el apoyo creciente del campo mundial. Casi todas las divisiones del mundo han establecido ya un programa de educación permanente para sus pastores. La División de África y Océano Indico les envía los cursos por medio de la revista Ministerio y de casetes. La División del Pacífico Sur realizó un seminario de cinco días sobre educación continua por toda la división con resultados excelentes. Durante los primeros nueve meses de 1986 fueron entregados más de dos mil certificados de educación permanente a los cuatro mil ministros de la División Norteamericana.

 El Concilio Anual de Río acordó “estimular a las organizaciones empleadoras que faciliten a los pastores tomar por lo menos veinte horas de educación continua cada año”. Cuando se renueva la credencial/licencia se repasará su registro de educación continua. Si el ministro se ha atrasado, “un representante de su organización empleadora conversará con él y lo animará a participar del programa de educación continua para los ministros”.

 Los créditos de educación continua pueden obtenerse al participar de asambleas de obreros, cursos por correspondencia aprobados, otras actividades que ofrecen crédito de educación continua, o por programas académicos regulares.

 El secretario ministerial de la Asociación/Misión registra los créditos de educación continua en su territorio y los pasa al secretario de la Asociación/Misión. “Este administrador registrará el crédito de educación continua en la hoja de servicios del ministro”. Como esta hoja de servicios sigue al ministro durante su trabajo, el registro de su educación continua también lo seguirá.

 Por qué aumenta el costo de los seguros denominacionales. El Servicio de Administración de Riesgos de la Asociación General informó que su propia compañía de seguros tuvo la siguiente relación de pérdidas y gastos: en 1983, 94,9%; en 1984, 119,3%; y en 1985, 140,5%. Las razones que explican este aumento son que los costos de reposición son mayores, que los jurados sentencian arreglos más costosos, y que los miembros están más dispuestos a demandar a su iglesia. Por esto las tasas aumentan.

 Conmemoración y nuevo énfasis sobre 1888. Se están elaborando planes para la conmemoración del centenario de la Conferencia bíblica sobre la justificación por la fe y el Congreso de la Asociación General en Minneapolis en 1888. El Concilio Anual de 1988 en Nairobi tendrá como tema devocional la justificación por la fe. Las reuniones de la Junta Directiva plenaria de la División Norteamericana de 1988 se realizarán en Minneapolis, Minnesota. Comenzarán con una convocación de tres días que destacará el tema de la justificación por la fe.

 Un acuerdo tomado en Río sugiere que “la conmemoración de la conferencia de 1888 debe interpretarse como un intento de afirmar la confianza y dedicación a la doctrina de la justificación por la fe”. Se espera que este énfasis “eleve el nivel de sensibilidad y aprecio de nuestros miembros en el mundo entero con respecto a esta doctrina básica”. Más que eso, debiera “efectuar en las vidas de los laicos y de los obreros denominacionales por igual una renovación de la fe y el fervor que acompañe a la total confianza en los méritos de Jesucristo”.

 Proyecto de investigación de El Deseado de todas las gentes. ¿Copió la Hna. White grandes porciones de El Deseado de otros autores? El Dr. Fred Veltman recibió el encargo de hacer un estudio de tres años del libro para responder a esa pregunta. La tarea fue inmensa. En realidad, habría sido imposible realizarla sin la ayuda de las computadoras. El estudio se extendió a cinco años con un costo de unos 250.000 dólares, a pesar de mucha ayuda donada. El pastor Neal C. Wilson explicó al Concilio que la iglesia siente que el dinero fue bien invertido, pues permitirá enfrentar a los críticos con hechos irrefutables.

 Veltman examinó unos 500 libros, la mayoría de los cuales trataban acerca de la vida de Cristo. Encontró que aparentemente Elena de White consultó 33 de ellos, escritos por 27 autores diferentes. La mayoría tenía sólo unos pocos paralelos con El Deseado.

 A fin de mantener la tarea dentro de límites razonables, se escogieron al azar quince capítulos de El Deseado para hacer un análisis completo. En estos 15 capítulos hay 2.615 oraciones. De ellas, el 62% demostraron estricta independencia de otros autores, y un 31% algún grado de posible dependencia. Treinta oraciones fueron tomadas de otros autores casi palabra por palabra. Sin embargo, ninguna oración fue tomada textualmente de otra fuente.

 Métodos de estudio de la Biblia. Informe. La comisión sobre los métodos de estudio de la Biblia trabajó bajo la dirección de Comisión de Investigaciones Bíblicas durante varios años. Su informe final fue presentado y aprobado este año. El informe completo de diez páginas puede ser solicitado al Instituto de Investigaciones Bíblicas al precio de un dólar. Transcribimos tres párrafos del documento que de alguna manera resumen el problema:

 “En décadas recientes el método más difundido de estudio de la Biblia se conoció como el método histórico-crítico. Los eruditos que lo usan, en la formulación clásica, operan sobre la base de presuposiciones que, antes de estudiar el texto bíblico, rechazan la confiabilidad de los informes de milagros y otros acontecimientos sobrenaturales registrados en la Biblia. Aun una forma modificada de usar el método que retenga el principio que subordina la Biblia a la razón humana es inaceptable para los adventistas.

 “El método histórico-crítico minimiza la necesidad de la fe en Dios y de la obediencia a sus mandamientos. Además, por cuanto este método reduce drásticamente el elemento divino en la Biblia como un libro inspirado (incluyendo su unidad resultante) y desprecia o entiende mal la profecía apocalíptica y las porciones escatológicas de la Biblia, animamos a los estudiantes adventistas de la Biblia a evitar apoyarse en el uso de las presuposiciones y las deducciones asociadas con el método histórico-crítico.

  “Aun los eruditos cristianos que aceptan la naturaleza divino-humana de las Escrituras, pero cuyo enfoque metodológico les hace considerar extensamente sus aspectos humanos, se arriesgan a vaciar el mensaje bíblico de su poder al relegarlo a un segundo plano muy lejano mientras se concentran en el medio mismo. Olvidan que el medio y el mensaje son inseparables y que el medio sin el mensaje es una cáscara vacía que no puede satisfacer las vitales necesidades espirituales de la humanidad’’.

 La radio adventista en Guam. La Radio de Guam es la única institución de la Asociación General fuera de América del Norte. Bajo la hábil dirección financiera de Don Robinson, el proyecto de construcción se completará con un gasto menor de los cinco millones de dólares presupuestados. El camino que conduce a la estación misma costó más que lo proyectado, pero el resto de la construcción costará un poco menos. Nuestra feligresía mundial donó más de cuatro millones de dólares para el proyecto.

 Títulos otorgados por el Home Study Institute. El Home Study Institute (Instituto de Estudios por Correspondencia), que hasta ahora no ha otorgado títulos, espera ofrecerlos pronto a nivel de graduación y posgraduación. La próxima afiliación con la Universidad Andrews permitirá ofrecer un magister en Religión o en Ministerio pastoral para el año escolar que comienza en septiembre de 1988. Esto podría ayudar a resolver un problema serio en muchos países en desarrollo. Demasiado a menudo, cuando se envían jóvenes ministros para estudiar en el extranjero o no regresan o vuelven con menos disposición para adecuarse a la cultura local. En países como la Unión Soviética no tenemos manera de adiestrar ministros, y un programa como el que se propone podría ser muy útil allí. El plan es el de reducir los precios como para que los alumnos de los países del tercer mundo puedan inscribirse a un costo razonable.

 Congresos de 1990 y 1995. El Congreso de la Asociación General de 1990 se realizará en el Hoosier Dome de Indianápolis, Indiana, con capacidad para 60.000 personas. Antes del congreso mismo habrá una presesión ministerial. Ya se han elegido treinta y cinco hoteles para la ocasión, y se espera que las divisiones hagan muy pronto sus reservas.

 Si el Señor no regresó para 1995, tenemos que hacer planes para celebrar otro Congreso de la Asociación General. Algunas instalaciones del tamaño que necesita nuestra iglesia ya están reservadas hasta el año 2000. Se ha aplicado una larga lista de condiciones a diversas ciudades, y de la búsqueda preliminar que hizo Don Robinson la posible elección se reduce a cuatro: Amsterdam en Holanda; Birmingham en Inglaterra; Vancouver y Montreal en Canadá.

 Informes de la Unión Soviética y de la China. Hubo en el Concilio dos delegados de la Unión Soviética. M. P. Kulakov trajo saludos al Concilio e informó que 1.950 nuevos adventistas se habían bautizado en esa nación el año pasado.

 En junio de 1986, varios dirigentes de la iglesia visitaron la China. Las condiciones respecto de la iglesia siguen mejorando. Se han hecho contactos amistosos con los dirigentes religiosos. Se espera que muy pronto podamos contar con la asistencia de representantes de la China en concilios celebrados fuera de su país.

 El Centro de estudios arqueológicos y bíblicos de Jerusalén. La iglesia ha tenido por algún tiempo una propiedad en Jerusalén, a unos diez minutos a pie de la Ciudad Antigua. Como el edificio no se ha usado mucho en años recientes (las oficinas de la Misión en Israel están en otro edificio en Jerusalén), se había deteriorado un tanto, aunque la estructura era sólida (las paredes tienen 1’20 m de espesor). Por ello el Dr. George Reíd invitó a los miembros de Maranatha Flights International a que fueran a Jerusalén en abril de 1986 para renovarlo y remodelarlo. Cambiaron las cañerías de agua, mejoraron la cocina y renovaron la instalación eléctrica para que pudiera servir como un centro de estudios.

 La estructura será la de un hotel. Hay un gran dormitorio para hombres y otro para mujeres. Hay un departamento para el profesor invitado. Una cocinera voluntaria preparará las comidas.

 Se prevé un máximo de 25 personas en las sesiones de estudio del Centro, y cada sesión durará unas pocas semanas. Se dispondrá de crédito académico o de educación continua por medio de la Universidad Andrews. Parte del tiempo se ocupará en las aulas con un conferenciante invitado y otra parte en la visita a lugares significativos, museos y bibliotecas en Jerusalén y otras partes de Israel. El Dr. Siegfried Horn será el conferenciante invitado en las primeras sesiones. Se anima a los pastores a enrolarse.

 El Centro ha de ser de autofinanciamiento, pero el costo de asistencia no será alto. Los que deseen detalles adicionales pueden escribir al Dr. William Shea en el Biblical Research Institute, 6840 Eastern Ave., N.W., Washington, D.C., 20012, U.S.A.

 Informe de las campañas de evangelización. Se tomó el siguiente acuerdo: “Los gastos e ingresos de los equipos de evangelización serán revisados regularmente por los síndicos apropiados. Estas revisiones incluirán la venta de materiales en las reuniones de evangelización… No se tomarán ofrendas especiales en esas reuniones para beneficiar directamente a una persona o al equipo, ni se venderán elementos, incluyendo grabaciones, para lucro personal en las reuniones de evangelización”.

 Estudio de deportes intercolegiales. Se nombró también una comisión para estudiar el problema de los deportes en nuestras escuelas y colegios. Algunas de nuestras instituciones son más conservadoras que algunas de nuestras iglesias, y se está solicitando una posición más consecuente dentro de la iglesia. Una parte del acuerdo que designa esta comisión dice:

 “La principal preocupación de este pedido es la competencia atlética entre escuelas y colegios adventistas. Sin embargo, como esta actividad recibe considerable influencia de las prácticas de las iglesias locales y las instituciones denominacionales, el centro de este estudio y las consiguientes recomendaciones debieran ocuparse también de estas actividades”.

 El estudio considerará la competición entre escuelas adventistas, escuelas adventistas y no adventistas, iglesias adventistas, iglesias adventistas y no adventistas, e instituciones adventistas y organizaciones comunitarias. La comisión presentará un informe en el Concilio Anual de 1987.

 Guía para estudios bautismales. Una guía para dar estudios bautismales revisada que siga estrechamente las 27 creencias fundamentales de la Iglesia Adventista del Séptimo Día fue preparada por la Asociación Ministerial de la Asociación General, principalmente bajo la dirección de Ken Wade. Se publicará en forma de carpeta de hojas sueltas para que el instructor pueda distribuirlas separadamente en cada clase. Destaca la relación personal con Cristo y ayuda a los participantes a hacer aplicaciones prácticas y diarias de nuestras doctrinas.

 La Asociación Ministerial recibió el encargo de seguir adelante con la publicación de esta Guía y se solicita a cada división que prepare las traducciones necesarias.

 Hacia una estrategia global. El último día del Concilio Anual de 1986 debiera tener efectos perdurables para la iglesia. Después de escuchar el informe sobre Cosecha 90, el pastor Neal C. Wilson desafió a la iglesia a hacer un estudio en profundidad que conduzca a la formación de una estrategia global específica para la terminación de la obra. Actualmente no tenemos un plan específico, normativo y escrito para alcanzar a cada grupo lingüístico, cultural o étnico.

 Insistió: “Gastamos demasiado tiempo en discutir reglamentos. Dios nos dio tres cosas: un mensaje, una misión y una organización. Las tres son necesarias, incluyendo la organización. Pero gastamos demasiado tiempo en la rutina de la organización y muy poco tiempo en una estrategia global”.

 Respondiendo a la invitación del presidente, los delegados se pusieron de pie comprometiéndose a preparar y poner en marcha una estrategia global para nuestra iglesia. Desearía entender esa invitación a cada lector de Ministerio. Unamos nuestras manos con las manos de nuestros dirigentes, y sobre todo con nuestro Salvador para encontrar a los perdidos y terminar su obra.

Sobre el autor: es secretario ministerial de la Asociación General.