La erudición y la evangelización no se excluyen mutuamente. Eso ya lo había demostrado San Pablo, y el autor se encarga de referirnos el caso de un profesor de teología que también dedicó tiempo para la evangelización

¿Qué está haciendo esa carpa parecida a la de un circo erigida en el parque, justo en el corazón del complejo edilicio del Colombia Unión College? ¿Por qué está allí ese gran cartel justamente en la esquina, confrontando el tránsito de Takoma Park? ¿Acaso el colegio otorgó permiso para que un circo se estableciera en el predio del colegio? ¿O se trata de una gran convención de educación? ¿O de una bienvenida? Bueno, en realidad no es nada de esto, sino que la Iglesia de Sligo y el colegio están realizando una serie de reuniones de evangelización.

El evangelista fue John Brunt, que se doctoró en Nuevo Testamento y es el decano de la Escuela de Teología del Walla Walla College. Este es el tercer ciclo concretado por el pastor Brunt y su asociado Donald Bigger en los últimos tres años. Donald Bigger es el pastor de la Iglesia Adventista del Walla Walla College.

La inscripción para el colegio habría de comenzar al día siguiente del regreso del pastor Brunt a su casa. ¿Por qué este erudito estaba celebrando reuniones evangelizadoras en otra parte del país cuando era el momento de estar listo para el comienzo de las clases?

¿Por qué la evangelización?

La primera respuesta de Brunt, cuando nos sentamos a charlar en la casa rodante que funcionaba como oficina instalada detrás de la carpa, se orientó a señalar que la erudición en Nuevo Testamento requería de la evangelización. Insistió: “En realidad, me llama la atención que haya tantas personas sorprendidas de que los profesores de religión estén evangelizando, porque me parece que esta tarea forma parte de lo que todo cristiano debiera hacer de un modo u otro. Por supuesto que mi área de especialización es el Nuevo Testamento, pero no se puede leer y estudiar el Nuevo Testamento sin percibir la fuerte noción que de él surge con respecto a la misión y a la necesidad de evangelizar”.

El pastor John Brunt considera que el intelectual adventista necesita evangelizar. “Nos preocupa que haya una cantidad de adventistas del séptimo día para los que la evangelización ha llegado a ser virtualmente una mala palabra. Y no creo que la iglesia pueda disfrutar de una condición saludable si un segmento eclesiástico destacado piensa de esta manera. Tenemos la esperanza de que los colegas que estén desilusionados con la evangelización puedan favorecer este enfoque. En las reuniones pasadas hemos visto que los que estaban muy negativos con respecto a la participación en la evangelización, con el tiempo cambiaron de actitud”.

El pastor Brunt vive en una zona que se caracteriza por ser la de mayor concentración de adventistas en Norteamérica. Compartió con nosotros su preocupación de esta manera: “Usted sabe, es fácil, cuando se vive en un ghetto adventista, olvidar el mundo que está alrededor y dejar de percibir cuántas personas están heridas, cuántas personas están necesitadas y cuántas otras se pueden beneficiar cuando llegan a conocer cosas que nosotros, generalmente, damos por sentadas. Pienso, ¿se podría hacer algo más para convertir a las personas a la evangelización?”

¿Qué clase de evangelización?

¿Qué clase de evangelización es la que practica este erudito evangelista en esta atmósfera intelectual y en esta comunidad profesional? En realidad es muy directa. De todos modos, no es posible presentar todas las doctrinas de la Iglesia Adventista en una serie de tres semanas, pero las que no se presentan en las reuniones públicas, se exponen en las clases bíblicas. El pastor Brunt pone énfasis en tres tipos de evangelización:

  1. La evangelización cristocéntrica. Dice: “Creo firmemente que necesitamos predicar cuáles son las características distintivas del adventismo, pero, para mí, la verdadera emoción es demostrar cómo se relacionan con Jesucristo”.
  2. La evangelización basada en la Biblia. Dice el pastor Brunt: “Tengo la convicción de que las personas necesitan tener la Biblia en sus manos y leerla. Esta es la razón por la que a los asistentes les damos la Biblia que leemos en las reuniones. De este modo puedo citar los números de las páginas, porque todos tienen la misma Biblia. Así las personas no se confunden si no saben en qué parte de la Escritura se encuentra determinado libro”.

Este intelectual es muy sencillo al presentar sus temas: “Creo que a veces cometemos algunos excesos al presentar los temas. En promedio utilizo unos cuatro o siete versículos por tema. Predico sin ningún tipo de notas y trato de que los temas sean lo suficientemente sencillos como para que se los pueda recordar. Creo que así mi auditorio los podrá recordar con facilidad”.

  • La evangelización práctica, relacionada con la vida. El pastor Brunt explica: “Estamos utilizando como anzuelo a las necesidades cotidianas, como el punto de interés que intenta establecer un vínculo que salve la separación entre el Evangelio y las preocupaciones diarias. Por ejemplo, cuando hablamos del sábado lo relacionamos con el estrés. Presentamos el día de reposo como la respuesta divina al problema generado por el estrés. Primero, Donald Bigger habla sobre el estrés, y cuando llega mi turno, hablo del Dios que conoce mis necesidades de descanso y de distracción, por lo que nos dió el don del sábado para suplirlas”.

¿Por qué evangelizar?

Si el pastor Brunt puede, yo puedo. Y también usted. Su ejemplo es un mensaje para los pastores: la evangelización no está en decadencia; involucrarnos en esta tarea no disminuye nuestra dignidad.

El ejemplo de este pastor les dice a los profesores: La evangelización ayuda a que la teología del erudito sea práctica. La preparación de nuestros predicadores debiera constar de la labor evangelizadora. Sólo los ganadores de almas generarán salvadores de almas. La División Norteamericana debería aprender mucho de otras divisiones, donde los profesores de religión están estrechamente relacionados con el ministerio pues trabajan regularmente junto a los pastores en tareas de evangelización.

El ejemplo del pastor John Brunt les dice a los administradores que preguntan: ¿Cómo encontrar tiempo para realizar esta tarea?: “Usted no ‘encuentra’ tiempo, usted hace tiempo. Usted es el que decide qué es lo que va a hacer al margen de si ‘encontrará’ tiempo o no”.

Si el pastor John Brunt pudo encontrar tiempo para hacer esta labor evangelizadora, también usted podrá hacerlo. Y, por supuesto, yo también.

Sobre el autor: Floyd Bresee es el secretario ministerial de la Asociación General.