Por razones de espacio disponible omitimos en el número anterior la introducción al documento cuya mejor traducción es La dinámica de la salvación. El pastor J. R. Spangler es el autor de la introducción a dicho documento, que ofrecemos seguidamente:

“Reimprimimos aquí un documento de estudio titulado “La dinámica de la salvación” (se editó en el Ministerio adventista, mayo-junio de 1988, n° 212, pág. 56). Entre el 3 y el 4 de octubre de 1979, una comisión de consulta sobre la Justificación por la fe, compuesta por 145 miembros, se reunió en Washington, D.C. Luego de ésta, otra comisión editorial, compuesta por 24 miembros, se reunió en el mes de febrero de 1980 y produjo este documento (La dinámica de la salvación, editado en el número anterior), que primeramente fue distribuido entre todos los componentes de la comisión de consulta para que se lo evaluara y revisara en armonía con las opiniones de los componentes del grupo. Este documento apareció el 31 de julio, en la edición de Adventist Review. El contenido no era sólo el producto de la Comisión consultora sobre la justificación por la fe, sino que reflejaba las discusiones de las reuniones dedicadas al estudio de la justificación por la fe.

“Hay quienes acusan actualmente a la iglesia de tener un enfoque oficial de la justificación por la fe comparable con el que sostuvieron los que rechazaron el mensaje en 1888. Este es un cargo muy serio, y si tiene fundamento, entonces el único curso de acción posible para la iglesia es repudiar este enfoque. Sin embargo, antes de que nos aboquemos a esta tarea, estudiemos lo que creemos como iglesia con respecto de este gran tema.

“Tuve el privilegio de ser miembro de la comisión consultora y de otras comisiones que consultaron en profundidad todo el espectro del plan de salvación. Creo que este documento proporciona un medio excelente para comprender lo que la dirección de esta iglesia cree con respecto a la justificación por la fe. Si contiene errores, o serias omisiones, nos gustaría que se transmita esa perspectiva. Su sugerencia y sus comentarios serán bien apreciados.

“Hay, y siempre habrá, niveles de comprensión del Evangelio. No hay dos personas, y mucho menos toda una congregación, que puedan estar en el mismo nivel de comprensión y de crecimiento espiritual; sin embargo, puede haber una armonía general y una unidad entre nosotros en los aspectos básicos de la salvación.

“Cualquier discusión con respecto a lo que ocurrió en 1888 debiera ser vista a la luz de una advertencia que Elena de White hizo en 1891: ‘Muchos cometen el error de intentar definir minuciosamente los aspectos más insignificantes para distinguir la justificación de la santificación. Al tratar de definir estos aspectos, a menudo presentan sus propias ideas y especulaciones. Pero, ¿por qué intentan ser más detallistas que la Inspiración con respecto a un tema vital como la justificación por la fe? ¿Por qué revelar cada pequeño matiz, como si la salvación del alma dependiera de la comprensión exacta de este tema? No todos pueden tener la misma perspectiva’ (Del diario de Elena de White, del 27 de febrero de 1891, citado por George R. Knight, From 1883 to Apostasy, Hagerstown, MD., Review and Herald Pub. Assn., 1987, pág. 69).

“Como dirigentes espirituales de la iglesia, debemos establecer el ritmo del estudio de nuestro precioso mensaje y orientar a los miembros de nuestra iglesia para que hagan lo mismo. Entre nosotros hay muchos iletrados doctrinales. En muchos hogares está faltando el culto familiar, y el estudio de las Lecciones para la Escuela Sabática. Un reavivamiento y una reforma en medio del movimiento adventista resultará del estudio de la Palabra, y esto producirá una relación más profunda con nuestro Salvador. Oramos para que esta experiencia llegue a ser una realidad. Antes de debatir, criticar y condenar, quiera Dios ayudamos a experimentar el gozo de la salvación y alcanzar y compartir con otros esta vivencia”.