La óstraca (trozo de cerámica) de Izbet Sartah puede ser la más antigua fuente extrabíblica que nombra a un personaje bíblico y suplementa el registro escritural de un evento histórico.

     Israel sufrió un revés mayúsculo en el tiempo de los jueces cuando perdió el arca del pacto que quedó en manos de los filisteos durante siete meses (véase 1 Sam. 4-7). Los filisteos concentraron sus fuerzas en Afee, en la llanura central de la costa. Las tropas israelitas, para contrarrestar esta amenaza, bajaron de la zona montañosa a su campamento en Eben-ezer.

     Actualmente, el histórico sitio de Afee se encuentra en un parque administrado por el pueblo de Petah Tikvah, en el lado oriental de Tel Aviv en Israel. Hasta hace muy poco la situación geográfica de Eben-ezer era desconocida. Gracias a las excavaciones hechas por los arqueólogos de la Universidad de Tel Aviv en un lugar llamado Izbet Sartah, tenemos ahora un sitio posible para Eben-ezer. Este está localizado en la parte baja de las colinas que se hallan al oriente de la llanura costera, a unos cinco o siete kilómetros del sitio de Afee. Entre estos dos lugares hay una carretera, un ramal ferroviario y campos de cultivo. Es posible que esos campos de cultivo hayan sido el sitio de la batalla librada entre los israelitas y las tropas filisteas.

     En realidad, se libraron dos batallas allí. La primera resultó en serias pérdidas para los israelitas, pero les quedó la posibilidad de volver a formar un ejército. Los ancianos de Israel se reunieron en el campamento después de esta derrota y se preguntaron: “¿Por qué nos ha herido hoy Jehová delante de los filisteos?” Y luego encontraron la solución al problema: “Traigamos a nosotros de Silo el arca del pacto de Jehová, para que viniendo entre nosotros nos salve de la mano de nuestros enemigos” (1 Sam. 4:3).

     Y esto fue precisamente lo que hicieron. Enviaron mensajeros a Silo, y Ofni y Finees, hijos de Eli, trajeron el arca al campamento israelita. Esto alentó a las tropas israelitas. Cuando los sacerdotes entraron al campamento con el arca, gritaron con tal fuerza que los filisteos pudieron oírlos desde su campamento. Lo que alentó a los israelitas desalentó a los filisteos, que decidieron portarse “como hombres”, en el campo de batalla, incluso aunque tuvieran que enfrentar al propio Dios de Israel.

     Al otro día, cuando se encontraron en el campo de batalla, las tropas de ambos bandos se sorprendieron de los resultados. El conflicto terminó en una derrota masiva para los israelitas, la muerte de los sacerdotes Ofni y Finees, que eran custodios del arca, y la pérdida de ésta, el mismo objeto que habían pensado les aseguraría la victoria. La habían traído al campo de batalla como un talismán mágico, intentando manipular a Dios para alcanzar sus propios objetivos.

     El regocijo de los filisteos por su gran victoria pronto se tornó en lamento. Cuando las tropas regresaron a su país, las autoridades colocaron el arca en el templo de Dagón, su dios, en la ciudad costera de Asdod. Pero esta acción originó un desastre, tanto para Dagón, como para el populacho. A Dagón lo hallaron en el piso inclinado frente al arca. Pero lo peor fue que una epidemia atacó la ciudad. La gente fue herida por “tumores”, probablemente inflamación de los ganglios linfáticos como resultado de la peste bubónica. La gente llegó a la conclusión de que estos reveses se debían al hecho de tener el arca en su medio, y decidieron deshacerse de ella.

     Cuando los habitantes de Asdod protestaron, los gobernantes filisteos ordenaron llevar el arca a Gat, ciudad filistea que estaba lejos de la costa. Cuando los habitantes de esta ciudad sufrieron aflicciones semejantes, el arca fue llevada a Ecrón, otra ciudad filistea del interior. Pero los habitantes de aquel lugar rehusaron aceptarla, exigiendo que el arca fuese devuelta a Israel. Los gobernantes filisteos accedieron y el arca fue enviada a Bet-semes.

     En total, el arca estuvo en territorio filisteo siete meses, y los filisteos la enviaron de vuelta con una ofrenda especial para aplacar a Jehová y para que cesaran así sus plagas.

     Con tas excavaciones hechas en Afee, en el sitio probable de Eben-ezer, surge la pregunta de si alguno de los hallazgos producidos en estos dos lugares arroja alguna luz sobre este episodio bíblico. Aunque Afee se convirtió en un lugar arqueológicamente interesante (fue la residencia del gobernador egipcio en Canaán durante el siglo XIII a. C.), no se halló nada con relación a la batalla que estamos considerando.

La óstraca de Izbet Sartah

     Pero Izbet Sartah se ha convertido en objeto de considerable interés en este contexto. El sitio se encuentra en una colina baja en el contorno exterior de las colinas de Israel. Cuando se libró la batalla, el asentamiento no era muy grande, consistía apenas en un complejo de casas. Estas eran construcciones típicamente israelitas efectuadas durante el tiempo de los jueces. Consistían de cuatro habitaciones ordenadas en forma paralela y perpendicular.

     En un patio pequeño del lado norte del lugar se hallaron varios depósitos para granos excavados en la roca. Uno de ellos contenía una óstraca relativamente grande. (Una óstraca es un trozo de cerámica sobre el cual se ha escrito algo, ya sea con pluma y tinta o raspando.) Esta óstraca en particular es más o menos del tamaño de la palma de la mano de un hombre. Las letras que contiene se hicieron raspando la superficie del tiesto.

     Cuando se encontró el pedazo de cerámica se produjo una discusión entre los excavadores. Algunos pensaban que se había escrito algo en él, pero otros no lo creían. En algún momento el fragmento se les dio a dos de los voluntarios menos capacitados para que vieran si tenía alguna inscripción o no. Ellos decidieron que sí, de modo que el tiesto se conservó como un objeto especial.

     A Aarón Demsky, erudito israelita, le tomó sólo una semana o dos determinar que la línea inferior de la inscripción que estaba en el tiesto era un ejemplo temprano del alfabeto hebreo de 22 letras. Y esto fue un verdadero descubrimiento que facilitó el desciframiento del texto. Dio la clave con la cual las otras cuatro líneas podían descifrarse. Desafortunadamente, aquellas otras cuatro líneas eran muy difíciles de leer. La mayoría de los eruditos que trabajaron con la óstraca se dieron por vencidos, concluyendo que el escrito era un texto de práctica producido por un escriba que estaba escribiendo las letras del alfabeto en forma casual a manera de prueba.

     La primera indicación de que las cuatro líneas superiores contenían un texto inteligible la dio otro erudito israelita, Aarón Dotan. En un artículo publicado argüía que el texto de dichas líneas mencionaba el regalo de cierta vestidura de una persona a otra, cuyos nombres se mencionan. Halló el nombre Baal como parte del nombre de una de las dos personas; halló la palabra equivalente a “vestidura” al principio de la segunda línea, y el verbo “venir” se usaba en tres de las cuatro líneas del texto. Estas ideas representaban un buen avance hacia la comprensión del texto.

     La óstraca parece reflejar una etapa primitiva en el desarrollo de la escritura hebrea. El hebreo bíblico se lee de derecha a izquierda, pero el escrito en la óstraca debe leerse de izquierda a derecha para que tengan sentido las palabras.

     Yo me sentí inclinado a estudiar este texto motivado por el trabajo de Dotan. Al principio lo interpreté en forma similar, como un texto que habla de un regalo. Sin embargo, sugerí que las vestiduras fueron dadas a una estatua de Baal en un templo y no a un individuo cuyo nombre personal era el de Baal. Expuse mis hallazgos en un artículo y lo envié a una revista profesional, que lo aceptó. Antes que el artículo fuera publicado, llegué a conclusiones diferentes acerca del texto y lo retiré.

     Un estudiante de posgrado estaba buscando la óstraca, y así mi interés volvió a ella. En esta ocasión noté que Dotan y yo habíamos leído en forma errónea la primera palabra al principio de la segunda línea. Habíamos tomado las consonantes ktn, como indicando la palabra hebrea ketonet, “vestidura”. Pero un análisis más profundo reveló que la palabra podría pronunciarse con más exactitud como kttm, eso es, Kittim (ya con las vocales presentes).

     Kittim nos sugería originalmente gente procedente de Chipre. Pero pronto llegó a connotarse como cualquier pueblo que hubiera entrado al Medio Oriente desde el Mediterráneo: Es decir, pueblos del mar”. Y como los filisteos eran de ese tipo de gente, me pregunté si no tendría ese texto que ver con los contactos entre los filisteos y los israelitas.

     Un trabajo más amplio, con fotografías publicadas del texto, reveló algunos nombres de lugares en la última mitad de la segunda línea y en la tercera. Y como dos de los nombres aparecen en el relato de la pérdida del arca a manos de los filisteos, comencé a pensar que este texto podría ser una referencia extrabíblica a ese evento.

     La elucidación de este asunto ha exigido un arduo trabajo. Hoy me siento feliz de presentar a los lectores de la revista El Ministerio, en un formato popular, los resultados de esta investigación. En esta presentación incluyo un dibujo del texto y una transliteración y una traducción propuesta.  El dibujo (véase la figura) ha sido tomado de una comparación de fotografías del texto que han aparecido en revistas eruditas y de la original que está en exposición en el museo de Israel en Jerusalén.

     En la transliteración y traducción que siguen, las líneas verticales indican la rotura en medio del tiesto.

Línea 1: ‘el<f128MKl2>é<F255MIK4>d<KO>y ’atyn ‘apqm<212>1

     Llegamos al campo, [a] Afee de Silo.

Línea 2: kttm 1q<J8>.<JOK8>h<KO> ’at l’azr dqn b’l ’a<212>ddgt

     Los de Kittim [la] tomaron y vinieron a Azor, [a] Dagón el Señor de Asdod, [a] Gat,

Linea 3: y’rm qryh<D>

     [y a] Yearim Kiriah, [o Quiriat-jearim],

Línea 4 r’ rglm <J8>.<JOK8>H<kO>pn ’at Igh<K8>d<KO> zqnm sws ba’ ‘al ’a<J8>.<JOK8>- h<KO> Iqbrn <M>

     El soldado de a pie, Ofni, vino a decir a los ancianos, “un caballo ha venido [y] sobre [él estaba mi] hermano para que lo sepultemos”.

Línea 5: ‘a, b, g, d, h, n(l), w, <J8>.<JOK8>h<KO>,z, <J8>.<JOK8>t<KO>, y, k, I, m, s, p, <J8>.- <JOK8>s<KO>, q, r, <212>/S<F128MK12>é<F255M-IKO>, t<M>

     [El alfabeto]

Desciframiento de la óstraca

     La primera mitad de la primera línea puede leerse con relativa facilidad. La segunda es más difícil dados los daños que ha sufrido el pedazo de cerámica. Esta línea habla de la llegada de los israelitas al campo de batalla donde subsecuentemente se enfrentaron con los filisteos.

     La primera parte de la segunda línea es también más fácil de leer que su última parte. La primera palabra, Kittim, mencionada arriba como una designación para los pueblos del mar, incluía a los filisteos. El verbo “llevar” aparece a continuación. Del relato bíblico podemos inferir que el objeto llevado aquí tiene que haber sido el arca. El verbo “venir* sigue después de esto, y luego hay una preposición (I) que precede a una serie de nombres de lugares.

     El primero que aparece en la lista antes de la rotura en el tiesto es claramente Azor. La Biblia no menciona Azor, pero otras fuentes antiguas como los Anales de Senaquerib, lo hacen. A través de ellas sabemos que estaba situada en el centro de la llanura costera. Breves excavaciones hechas en este sitio han revelado su carácter totalmente filisteo.

     Al final de la segunda línea, a lo largo del borde del tiesto, aparece el nombre de Asdod. Justamente debajo de ella están las dos letras gt, que significan Gat. (Los textos antiguos, incluyendo manuscritos bíblicos pre-cristianos, no usan las vocales.)

     La tercera línea, que es muy breve, me pareció muy confusa, hasta que comprendí que las palabras se refieren al nombre del lugar Quiriat-jearim, con la salvedad de que el escritor invirtió el orden de la palabra. La inversión de los dos elementos en el nombre puede haber sido intencional para indicar, por ejemplo, la dirección del movimiento, el regreso del arca hacia territorio israelita. Después de una breve estancia en Bet-semes, el arca descansó por fin en Quiriat-jearim durante veinte años. Esta estancia más larga y más significativa explica, probablemente, por qué el escritor pasó por alto a Bet-semes.

     De los cuatro nombres escritos en la segunda y la tercera línea, tres aparecen en el relato bíblico de 1 Samuel 4-7: Asdod, Gat y Quiriat-jearim. La mención de Azor amplia nuestro conocimiento de las escalas que hizo el arca al viajar por territorio filisteo. Estas probablemente no eran más que estaciones en la ruta, en el camino de retorno del territorio filisteo, en comparación con la estancia más prolongada en las ciudades más grandes.

     La óstraca pasa por alto el último sitio filisteo mencionado en la Biblia (Ecrón) y también el primer lugar israelita al cual retornó el arca (Bet-semes). Ecrón es simplemente un sitio más en la lista de lugares filisteos, y la importancia de Quiriat-jearim ya se ha mencionado antes. Si he leído correctamente la porción difícil del texto en la mitad de la segunda línea, este texto implica también un conocimiento de la confrontación que ocurrió entre Yahweh y Dagón en Asdod.

     Por tanto, la primera línea de la óstraca se refiere a la venida de Israel a la batalla. La segunda y tercera líneas mencionan los lugares por los cuales el arca viajó después que los filisteos la capturaron, incluyendo un sitio israelita al cual fue devuelta. La cuarta línea retorna a la escena de la batalla para dar un vistazo más detenido al curso de los eventos ocurridos allí. El nombre de Ofni, escrito con un razonable grado de claridad, aparece en esta línea final del relato. Ofni es descrito como volviendo al campamento junto con algunos soldados para dar un informe a los ancianos que esperan allí. La batalla todavía no había terminado, pero ya podía dar un informe que permitiera anticipar un resultado desastroso. En él dijo a los ancianos: “Un caballo ha venido [y] sobre [él estaba mi] hermano para que lo sepultemos”.

     Esta declaración revela un toque de intensa habilidad literaria. Al ver que Ofni regresa al campamento con las manos vacías, y al oír que su hermano fue asesinado, los ancianos percibieron todo lo que necesitaban saber acerca del destino del arca. ¡Se había perdido en la batalla!

Conclusión

     Resumiendo, observamos que la óstraca provee el mismo bosquejo general de los eventos como los presenta 1 Samuel 4-7. El registro bíblico incluye naturalmente mucho más texto que estas brevísimas cuatro líneas. Sin embargo, hay algunos detalles registrados en el tiesto que no se mencionan en el registro bíblico.

     Por ejemplo, el texto hace notar que las tropas israelitas se reunieron en Silo (el lugar donde se hallaba el tabernáculo), unos 30 ó 35 kilómetros al este de Afee. No podemos sino imaginar que Eli ofreció sacrificio en favor de los guerreros y los envió con su bendición sacerdotal. El texto refiere también que Azor fue el lugar donde el arca hizo su primera escala con el ejército filisteo que regresaba del campo de batalla. El registro bíblico no menciona este sitio, probablemente porque sirvió sólo como una estación en el camino. El registro bíblico describe la escena que se produjo en Silo cuando llegaron las noticias de la desastrosa derrota. Pero el texto indica que fue Ofni quien llevó a los ancianos que estaban en el cuartel general una información más cabal acerca del curso del conflicto mientras la batalla todavía estaba en proceso.

     El resultado final que se le comunicó más tarde a Eli en Silo ya podía vislumbrarse, y probablemente era inevitable incluso en ese momento. Este detalle nos da también un marco cronológico relativo a la muerte de los dos hermanos sacerdotes. Finees murió antes que Ofni, porque éste informó su muerte en el campamento. Ofni regresó entonces al campo de batalla donde también cayó muerto.

     A juzgar por este contenido, un escriba que estaba bien al tanto de los detalles del trágico conflicto escribió este registro de la batalla de Afee y relató los eventos después que el arca fue devuelta a Quiriat-jearim.

     Fuera de este texto, la óstraca de Izbet Sartah, la más temprana referencia que conozcamos de una fuente extrabíblica acerca de un evento del Antiguo Testamento es la inscripción de Sisac, en el muro del templo de Kamak, Egipto. Allí se hace referencia a la campaña ocurrida en la última mitad del siglo X a.C. La campaña de los filisteos descrita en 1 Samuel 4-7 y en la óstraca de Izbet Sartah ocurrió en la primera mitad del siglo XI a. C., o sea más o menos siglo y medio antes de la campaña de Sisac.

     La más antigua referencia extrabíblica a una persona conocida del Antiguo Testamento ocurre en varios textos asirios que nombran a Omri, el rey de Israel, que edificó Samaría como su capital. En este nuevo texto tenemos una referencia al nombre de un israelita conocido en la Biblia, que data del siglo XI a. C., referencia hecha aproximadamente dos siglos antes del tiempo de Omri.

     De modo que, aunque difícil de leer, la óstraca de Izbet Sartah ha extendido nuestro conocimiento de eventos y personas mencionados tanto en la Biblia como en fuentes extrabíblicas de aproximadamente dos siglos. Y nos ha proporcionado varios nuevos datos acerca del importante episodio descrito en 1 Samuel 4-7, la batalla de Afee y los eventos ocurridos en relación con ella.