Desde su nacimiento ocurrido, en 1922, la Asociación Ministerial procuró encontrar un instrumento de comunicación y formación ministerial para los pastores de todo el mundo. Al principio se les enviaba una serie de boletines mimeografiados que despertó un interés inusual en ellos. Pero fue hasta enero de 1928 que se publicó el primer número de la revista Ministry.

 A partir de entonces, todas las divisiones del mundo enfrentaron el desafío de lograr que la revista llegara a manos de sus pastores. En 1932, la División Sudamericana publicó el primer ejemplar de El Predicador Adventista, que contenía muchos artículos de The Ministry y de escritores locales. Tiempo después, la División Interamericana comenzó a traducir The Ministry, bajo el nombre español de El Ministerio Adventista.

 Fue a partir de 1953 que las Divisiones Interamericana y Sudamericana decidieron publicar juntas la revista bajo el nombre ya conocido por la División Interamericana: El Ministerio Adventista.

 En aquella época la Asociación Ministerial estaba dirigida; en la División Sudamericana, por el pastor Walter Schubert y en la División Interamericana, por el pastor Arthur H. Roth. Los presidentes de ambas divisiones eran, en este orden, Walter Murray y Cien Calkins. La secretaria de la redacción era Margarita Deak.

 El propósito que ambas divisiones tenían para la revista “Ministerio Adventista” era que sirviera de instrumento para promover cinco métodos de evangelizar al mundo de habla hispana:

  1. Evangelismo público, a través de campañas diseñadas por pastores y evangelistas en sus diferentes aspectos.

 2. Evangelismo laico porque, según el editorial que el pastor Schubert escribió en el primer número, “La obra que nos fue encomendada nunca será terminada hasta que los miembros de iglesia no unan sus esfuerzos al de los pastores y evangelistas”.

 3. Evangelismo por medio de la página impresa, que es el medio más poderoso e indispensable de apoyo de los evangelistas, pastores, colportores y miembros laicos.

 4. Evangelismo por medio de la educación de nuestros colegios y escuelas, cuyos profesores trabajan con el objetivo supremo de la salvación de los niños y la preparación de los jóvenes para la obra de Dios.

 5. Evangelismo médico, brazo derecho de la obra evangélica, que “ayudará a muchas almas a encontrar el camino de la salvación”.

 El pastor Walter Schubert terminaba su editorial diciendo que las Divisiones Interamericana y Sudamericana acababan de tomar la decisión de publicar la revista en forma mancomunada, “con el fin de obtener un ministerio adventista más piadoso, consagrado y activo”; y además, con el propósito de “incentivar la obra evangélica, de perfeccionar la obra pastoral y revitalizar los diferentes departamentos e instituciones de la obra”.

 Por su parte, el pastor Glenn Calkins, presidente de la División Interamericana, escribía en ese mismo número que “parte del material se obtendrá de la revista The Ministry, al mismo tiempo que muchos de los artículos serán escritos originalmente en castellano por los mismos obreros del campo”.

 El tiempo ha pasado, y las dos divisiones hispanas han crecido mucho por la gracia de Dios. Cada año, más de cien mil almas son añadidas al reino de Dios en cada una de ellas. Hoy ejercemos un ministerio con una mayor preparación. Los obreros terminaron no sólo el curso de Licenciatura en Teología, sino también la maestría y el doctorado. Y en la estructura actual, hemos visto cómo la revista Ministerio Adventista ha sido un instrumento de inspiración, unidad, capacitación, y hasta fuente de recursos para el ministerio adventista hispanoamericano. ¡Alabado sea Dios!

Sobre el autor: cuando escribió este artículo era Secretario Ministerial y Evangelista de la División Sudamericana.