En el relato bíblico de la creación encontramos que Dios dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” Y añade: “Creó Dios al hombre a su imagen… varón y hembra los creó” (Gen. 1:26, 27).
“Cuando el hombre salió de las manos de su Creador era de elevada estatura y perfecta simetría… Eva era algo más baja de estatura que Adán; no obstante, su forma era noble y plena de belleza… Entre todas las criaturas que Dios había creado en la Tierra, no había ninguna igual al hombre. “X dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él’ (Gén. 2:18)” (Patriarcas y profetas, p. 26).
Se ha escrito mucho acerca de lo que significa ser mujer y lo que se espera de ella. Pero según Moacir Andrade, de la Academia de Letras del Estado de Minas: “¿Quién conoce a la mujer? Todos creen que es su deber calificarla, etiquetarla. Lo hacen los filósofos, los poetas, los escritores de todas clases, los artistas, los naturalistas, los biólogos, los hombres de ciencia, los sacerdotes y hasta el hombre común, ese que no tiene ningún título. A pesar de los millones de opiniones acerca de ella, la mujer sigue siendo un enigma”.
Al leer el libro A mulher, essa desconhecida |La mujer, esa desconocida], de Haroldo Lobo, encontré que es objeto de las más bellas y significativas definiciones:
“El hombre hace grandes cosas. La mujer las inspira”— A. Segur.
“Con admirable sabiduría las leyes le dieron muy poco poder a las mujeres, porque la naturaleza ya le había dado demasiado”.—Samuel Johnson.
“La importancia de las actividades femeninas no tiene que ver con el sexo sino con la humanidad”—E. E. Puntan.
“La actividad honesta y fecunda duplica la belleza femenina y valoriza extraordinariamente sus facultades”.—Mano Gonfalvez Viana.
“La mujer es la verdadera esperanza de un mundo que se desgasta en el dolor y el egoísmo”.—Pa. da Costa Regó.
“La mujer hace el milagro de esbozar una sonrisa cuando las amarguras del infortunio le laceran el corazón”. —Paul Janet.
“Todo para el amor, todo en el amor; esta es la máxima de la mujer”.—Alejandro Dumas.
“Por su dulzura y su belleza, las mujeres causan la impresión de ser ángeles y serafines que descendieron del cielo y se humanaron en la Tierra”.—Marica.
“La mujer es la mitad más bella del mundo”.—J. J. Rousseau.
“Toda la inteligencia de la mujer está en el corazón”. —Edmond Goncourt.
“Nada es más fascinante, más irresistible, que el entusiasmo de una mujer”.—Mantegazza.
“Dios puso el genio de las mujeres en el corazón, porque las obras producto de ese genio son todas obras de amor”.—Alphonse de Lamartine.
“El hombre posee un tesoro precioso en la mujer que lo ama. No hay corazón desde el cual el amor caiga desde más alto, con ondas más fuertes, que el corazón de la mujer. La ternura no tiene manantial más profundo. La abnegación no tiene abandonos más sublimes. El sacrificio no tiene hechos más santos, ni más completos que el de ese corazón”.—Anónimo.
“La mujer no tiene, en general, el valor de los grandes hechos, pero tiene, en un grado mucho más elevado, el valor de la lucha cotidiana, de la vida y sus situaciones dolorosas”.—Alceu Amoroso Lima.
“El encanto de la mujer puede más que el valor del hombre”.—J. A. Glaser.
“Trate de estudiar a la mujer con fidelidad y ternura. Es el mayor encanto de la vida”.—Afranio Peixoto.
“La mujer es el mejor regalo que Dios le hizo al hombre”.—Legouvé.
Es maravilloso enterarse de que los escritores y los pensadores tenían un concepto tan elevado de las mujeres. Pelo lo más importante es que le demos al Maestro lo mejor de nosotras y que, como María, escojamos la “buena parte” de vivir en comunión con él (Luc. 10:42). Del mismo modo, seamos agradecidas por todo lo que él hace en nuestras vidas, de manera que el Señor también pueda decir de nosotras: ‘Dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho” (Mat. 26:13).
Sobre el autor: Coordinadora de AFAM de la Asociación Ministerial de la División Sudamericana.