La iglesia de Cristo está destinada a triunfar. No somos triunfalistas, ¡somos triunfadores en Cristo!

     Quiero que me acompañe a revisar algunos números que son reveladores:

     El 8 de abril de 1901, el pastor W. H. Thurston presentó el siguiente informe sobre el crecimiento de la iglesia en la Rep. del Brasil, durante la trigésimo cuarta sesión de la Asamblea General de la Asociación General en Battle Creek, EE.UU:

     “El año pasado (1900), fue el de mayor éxito y desarrollo desde que se inició el trabajo en el Brasil. Fueron agregadas al pequeño rebaño 232 almas”. “Ahora tenemos 15 iglesias y 10 grupos, con un total de 700 miembros (de esos, 100 hablan portugués y 600 hablan alemán)”. “Tenemos cuatro pastores, un licenciado, seis colportores y seis profesores” (Thurston, W. H. General Conference Bulletin, Battle Creek, USA, 8 de abril de 1901).

     En el “Statistical Report” de 31/12/1900, aparece el siguiente informe de iglesias y miembros:

     Oficialmente, la División Sudamericana comenzó en 1916. En ese año, había en todo el territorio de la División 103 iglesias, y 5.331 miembros, distribuidos de la siguiente manera:

     El 31 de marzo de 1918, durante la 39° Asamblea General de la Asociación General, se votó aceptar a la División Sudamericana en la “hermandad de las divisiones”. La moción fue propuesta por O. Montgomery (General Conference Bulletin, 39° sesión, Mountain View, California, EE.UU.).

     A partir de este histórico y humilde comienzo, la División Sudamericana ha alcanzado, al 30 de junio de 2000, 1.761.523 miembros, 6.186 iglesias y 8.107 congregaciones organizadas.

     El 1° de enero de este año, 2015, teníamos 2.329.245 miembros de iglesia, 12.339 iglesias y 13.603 congregaciones organizadas. Esto es un total de 25.942 lugares de cultos, además de los más de 60.000 Grupos pequeños.

    Actualmente, la División Sudamericana tiene 3.111 distritos pastorales, de los cuales 1.519 están en las 8 Uniones hispanas y 2.890 en las 8 Uniones brasileñas. En total, en la División Sudamericana, tenemos 4.409 pastores.

     Durante el año 2014, se necesitaron 9,69 hermanos de iglesia para bautizar a una persona. El promedio de bautismo por distrito fue de 75,05; y alcanzamos a bautizar 639,67 personas por día. En los oídos de los pastores que tienen algunos años más de ministerio, todavía resuena la frase “1.000 días de Cosecha”, cuando el blanco de la iglesia mundial era llegar a 1.000 bautismos por día. Hoy, solo la División Sudamericana está próxima a alcanzar esa cifra.

     El año pasado, el Señor nos regaló el privilegio de bautizar a 233.481 personas. Si recordamos la cantidad de bautismos del año 1900, en el Brasil, veremos que por cada persona bautizada en ese año hoy bautizamos 1.000.

     No obstante, no todo ha sido tan hermoso: Hemos perdido a 153.178 hermanos durante el año 2014, lo cual significa que hemos tenido un crecimiento real del 3,55%; es decir, 80.303 miembros.

     Querido colega, cuando vemos estos números, sin duda vienen a nuestra mente al me‐ nos dos grandes pensamientos: 1) alabanza y gratitud a Dios por el crecimiento de la iglesia; y 2) necesidad de comprometernos y trabajar, para bautizar aún mucho más y perder mucho menos.

     Al comienzo de nuestro diálogo, mencionamos que la iglesia del Señor está destinada a triunfar. Dijimos que no somos triunfalistas, sino triunfado‐ res en Cristo. Pero, el triunfo no se manifiesta simplemente en números: alcanzaremos el triunfo cuando, por la gracia del Señor, hayamos cumplido con la “misión”.

     Y… ¿cuál es la misión? Sin duda, un buen pastor tiene muy en claro cuál es la misión de la iglesia. Sin embargo, en un próximo número, queremos recordar cuál es nuestra verdadera “MISIÓN”. ¡Hasta entonces!  

Sobre el autor: Secretario ministerial de la División Sudamericana.