Jacques Benjamin Doukhan nació en Argelia en 1940. Cuando se transformó en joven adulto, aceptó a Cristo como el Mesías. Debido a su determinación en permanecer fiel a la observancia del sábado, sufrió persecución, tortura, amenazas de muerte, y quedó preso durante varios meses mientras estuvo en el servicio militar obligatorio francés, entre 1961 y 1963. Esos momentos difíciles y dolorosos acabaron transformándose en ocasiones para intervenciones milagrosas, y desempeñaron un papel importante en su decisión de dedicarse al ministerio y, consecuentemente, al estudio de la Teología.

En el inicio de la década de 1960, Jacques y su familia se mudaron a Francia, donde él obtuvo dos diplomaciones: una en Teología (1967) y otra en Hebreo (1970). En 1971 obtuvo una maestría, y en 1973 el doctorado en Hebreo por la Universidad de Estrasburgo. Durante el año siguiente, participó del posdoctorado en la Universidad Hebrea de Jerusalén. En 1978 recibió su segundo doctorado, en Teología Bíblica y Sistemática, por la Universidad Andrews, en los Estados Unidos. En 2004 obtuvo su tercera maestría, en Egiptología, por la Universidad de Montpellier, en Francia.

Enseñó hebreo, estudios bíblicos y exégesis en Francia, en las Islas Mauricio y en los Estados Unidos, donde trabaja desde 1984. Jacques Doukhan es autor de veinte libros y varios artículos, y fue editor de las revistas L’Olivier y Shabbat Shalom. Actualmente, es editor general del Seventh-day Adventist International Bible Commentary (SDAIBC), un proyecto que comenzó en 2010 y estaría terminando en 2020. Está casado con Lilianne, con quien tiene una hija, Abigail.

Ministerio Adventista (MA): ¿Qué habilidades importantes deben adquirir en su proceso de capa- citación las personas que desean servir a Dios?

Pr. Jacques Doukhan (JD): Estoy profundamente convencido de que las habilidades más importantes que las personas que desean servir a Dios deben desarrollar son aquellas relacionadas con el estudio de la Palabra del Señor a quien quieren servir. Usted no puede servir a un maestro eficientemente, si no conoce correctamente el significado de su palabra; si no aprecia las riquezas, la belleza, la profundidad, la relevancia y la urgencia de sus orientaciones.

Desdichadamente, en este mundo de las comunicaciones y de los medios de comunicación en masa, el foco ha ido cambiando del contenido hacia el medio de comunicar la verdad. Poco a poco, las formas de expresar el contenido de la Palabra prevalecieron sobre la propia Palabra. Cada vez más, el ruido de la voz humana ha cubierto, y a veces ha llegado a sustituir, a la Palabra divina.

En muchas partes del mundo, el púlpito ha sido utilizado para promover una variedad de intereses, mientras que la exposición de la Biblia recibe poca atención. ¿Cómo puede ser revertida esa realidad?

JD: ¡Desdichadamente, ustedes tienen razón! Esa situación puede ser observada en muchas confesiones cristianas, pero también en sinagogas y mezquitas. En lugar de exaltar la Palabra, el púlpito ha sido utilizado, cada vez más, para promover la trivialidad humana, incluso agendas culturales o hasta políticas.

¿Cómo revertir ese cuadro? ¡Necesitamos una revolución! ¡Necesitamos volver a pensar nuestras prioridades! ¡Necesitamos una conversión! Eso no podría, y no debería venir, por medio de votos administrativos. Usted no soluciona un problema espiritual por medio del poder político. Naturalmente, para eso se necesita el poder del Espíritu Santo, para que despierte nuestros intereses y nuestras sensibilidades en relación con su Palabra. Tal vez, en el nivel humano, debamos simplemente volver al Texto Sagrado. Irónicamente, pasamos más tiempo en el púlpito mostrando nuestra espiritualidad y predicando sobre la necesidad de estudiar la Palabra de Dios, de lo que realmente pasamos estudiándola, dejando que ella hable por sí misma. Los sermones deben ser más centrados en la Biblia y menos centrados en nosotros mismos.

En el sermón, se debe abrir la Biblia, una ocasión para la glorificación del Autor de la Palabra; y no un momento de diversión, entretenimiento vacío o una oportunidad para la autoexaltación. El pastor, muchas veces, habla más sobre sí mismo que sobre Dios. Incluso cuando él se refiere a Dios, las palabras humanas frecuentemente prevalecen sobre que el Señor hable de sí mismo. Por lo tanto, la única solución es, simplemente, presentar el Texto inspirado a los miembros, e involucrarse con ellos en el transitar y en las sorpresas de la Palabra.

Una tendencia que surgió en algunos círculos evangélicos es lo que ha sido llamado “pastor-teólogo”. ¿Cómo pueden transformarse los pastores en mejores pensadores?

JD: El concepto de “pastor-teólogo” es realmente interesante. Necesitamos más pastores que puedan pensar de manera más profunda. Pastores que no quieran meramente mantener el statu quo, sino que deseen inspirar y nutrir a sus congregaciones con el Pan sustancioso y sabroso de la vida. Sin embargo, también necesitamos pastores que sean humanos, en contacto con la realidad y la complejidad del mundo; sensibles al sufrimiento y que se relacionen con las personas, que las amen y que sean amados por ellas. Y sí, el pastor (y el profesor de Teología) debe unir los dos aspectos, de la misma manera que lo hacía Jesús. Él era el gran Rabino y el gran Pastor.

¿Por qué es importante que el investigador sepa trabajar con los diferentes géneros literarios de las escrituras? De modo específico, ¿cuáles son algunas de las trampas que los adventistas deben evitar, en su pasión por las profecías?

JD: Reconocemos que tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo Testamento tienen el mismo grado de inspiración. De esa manera, toda la Biblia debe recibir nuestra atención. Sin embargo, a veces, alguna parte parece ser más relevante, dependiendo de momentos particulares en nuestra vida o en períodos específicos de la historia humana.

Personalmente, fui atraído hacia la literatura apocalíptica cuando pasé por una experiencia de intenso sufrimiento, y necesité despertar y nutrir mi esperanza. Por otro lado, fui atraído hacia la literatura sapiencial por causa de la profundidad de su pensamiento, por su belleza poética y su relevancia existencial. Esa doble apreciación puede ser observada en el transcurso de la historia. No es anormal que las personas se interesen por los libros de Daniel y Apocalipsis en estos días problemáticos.Sin embargo, esa “atención especial” no  debe distraernos del resto de las Sagradas Escrituras. Sería teológicamente equivocado y psicológicamente insano concentrarse solamente en la literatura apocalíptica. La historia muestra que esa “obsesión” produjo personas mentalmente perturbadas, y hasta criminales peligrosos. Por otro lado, una atención excesiva a la literatura de sabiduría a costa de los textos apocalípticos, puede promover el escepticismo y, en último análisis, llevar a la negación de Dios.

Tanto la literatura apocalíptica como la sapiencial son importantes, y deben ser tomadas en conjunto. La necesidad de esa integración es testificada en el libro de Daniel, que combina ambos géneros. Curiosamente, Daniel es descrito como profeta apocalíptico y como sabio, ilustrando, en sí, la importancia de esta conjunción.

¿Cuál es el factor clave en las discusiones acerca de una hermenéutica bíblica?

JD: Creo que establecer el método hermenéutico es importante en función de su claridad. Sin embargo, no tengo la plena seguridad de que esa discusión sea crucial en todos los lugares y en todos los momentos. Muchos buenos cristianos ni siquiera son conscientes de esas cuestiones, y a pesar de eso, están cerca de la Palabra de Dios. En mi opinión, el “factor clave” en la hermenéutica bíblica difícilmente se encuentre en cualquier sistema, sino que debe ser encontrado en la exploración del propio Texto Sagrado.

Otro “factor clave” importante, por lo tanto, en la cuestión de la interpretación bíblica, es la aplicación de la Palabra de Dios a nuestra existencia. Hay un proceso de doble mano entre las Sagradas Escrituras y el lector. Por un lado, la lectura del Texto Inspirado afectará a la persona y a su vida; por otro, la experiencia de continua conversión, dirigida por el Espíritu Santo, guiará a la búsqueda de la comprensión correcta del texto bíblico.

Usted es editor general del Seventh-day Adventist International Bible Commentary (SDAiBC), una importante herramienta para el estudio de la Biblia. Sin embargo, ¿por qué es necesario un comentario bíblico más, publicado por los adventistas?

JD: A pesar de que el Comentario bíblico adventista del séptimo día es un clásico, se hizo necesario escribir un nuevo comentario por, como mínimo, tres razones. Primera: el mundo cambió, y la humanidad enfrenta nuevos desafíos filosóficos y espirituales. Segunda: el conocimiento de las Sagradas Escrituras y de las lenguas originales. Nueva información y habilidades técnicas nos proveen de nuevos descubrimientos, que iluminan y enriquecen la lectura de la Biblia. Tercera: la iglesia cambió. Antes era predominantemente estadounidense; actualmente, es una comunidad internacional. Por primera vez en la historia, la iglesia puede contar con los beneficios de tener muchos eruditos en diversas áreas del conocimiento teológico y de todas partes del mundo.

¿Cuál es el propósito del SDAiBC y cómo debe ser leído?

JD: El comentario bíblico es una herramienta para ayudar en la comprensión de las Sagradas Escrituras. Aunque su lectura pueda ser, a veces, fácil e interesante, en otros momentos el nivel de dificultad aumenta y exige mucha atención. Algunos podrán usarlo en el aula como libro de texto, leyendo desde la primera hasta la última página. La mayoría, sin embargo, tiende a utilizarlo como una obra de referencia, consultándolo para solucionar problemas específicos o para comprender mejor determinados pasajes bíblicos.

¿Cuál es el público al que está dirigido el Seventh-day Adventist International Bible Commentary? ¿Quiénes serán beneficiados con esta serie de comentarios?

JD: El SDAIBC tiene, como objetivo, alcanzar a dos tipos de lectores. El primer grupo está compuesto por pastores, estudiantes de Teología, teólogos y profesores de Biblia que exponen las Sagradas Escrituras en la iglesia o en las aulas. El segundo grupo incluye a todas las personas que están interesadas en entender el texto bíblico en un nivel más profundo. Aunque los comentarios estén siendo elaborados sobre la base de los textos en sus lenguas originales, han sido escritos para que sean comprendidos sin necesidad de cualquier conocimiento de esas lenguas antiguas. Sin embargo, cuando es necesaria una referencia a la lengua original para formular un argumento, la transliteración de la palabra hebrea o griega está provista. Los autores intentaron, en la medida de lo posible, escribir de manera simple y clara, a fin de permitir que el mayor número de lectores posible siga su explicación. Para los lectores interesados en detalles más técnicos, incluimos las discusiones en las notas de pie de página, con la información bibliográfica más relevante. Además de esto, las lecciones teológicas y espirituales, con sus aplicaciones prácticas, son integradas en el comentario y presentadas a medida que se avanza en la lectura del texto bíblico.

¿Qué abordaje es utilizado en el SDAiBC para el análisis del texto bíblico?

JD: El método adoptado es el close reading. Eso significa que hemos dado atención al texto bíblico, a su manera de expresarse; involucrando un estudio de sus palabras, de su significado, de su gramática, de sus formas y estructuras literarias, y de su teología. Ese abordaje surge de la convicción de que Dios actuó en la historia para inspirar a los escritores bíblicos y transmitir su mensaje por medio de palabras y las expresiones literarias humanas. De esa manera, el texto es estudiado en su fondo histórico, no para determinar el contexto a partir del cual surge el texto, sino para entender el contexto en el que Dios comunicó su mensaje.

La búsqueda del significado del texto es acompañada por la mayor comprensión de todo el contexto bíblico (el del Antiguo Testamento y el del Nuevo Testamento). Cuando se citan otros comentaristas o son indicados en las notas al pie de página, es para dar el reconocimiento obligatorio a la parte de una investigación bíblica realizado para apreciar una declaración particularmente bien formulada de una verdad, y no representa acuerdo acerca de todo lo que el autor pudo haber escrito. Las especulaciones y las presuposiciones filosóficas del método histórico-crítico y de teorías derivadas de él fueron rigurosamente evitadas.

Para finalizar, ¿qué mensaje le gustaría dejar para los pastores que no se sienten capaces de enseñar eficazmente el mensaje bíblico?

JD: Paradójicamente, tengo más confianza en aquellos que se sienten inseguros y saben que necesitan ayuda especial, que en aquellos que tienen todas las respuestas y lo saben todo. Por ejemplo, el profeta Daniel  comenzó su proceso de comprensión (Dan. 9:1) recién después de que se dio cuenta de que no entendía todas las cosas (Dan. 8:27).

Entonces, lo que me gustaría hacer es animarlos: a que continúen reconociendo la necesidad que ustedes tienen. Dios responderá a sus oraciones. En la práctica, lo que quiero decir es que la humildad y la capacidad de escuchar la Palabra de Dios es el mejor método para compartir el mensaje bíblico. Esté atento a la Palabra, vaya a fondo en sus verdades, interrogue al texto y, entonces, déjese envolver por él. Compartir la verdad fluirá de manera natural. El Espíritu Santo forma parte de ese proceso.