A lo largo de la historia, la variedad de interpretaciones del texto bíblico ha sido responsable de varias divisiones en el cristianismo. En la raíz de este problema se encuentran las diferentes presuposiciones que resultan de los enfoques hermenéuticos utilizados. A pesar de su apego a las Sagradas Escrituras, la Iglesia Adventista no está exenta de problemas en este sentido.
En esta entrevista, el Dr. Frank Hasel explica por qué se publicó el libro Biblical Hermeneutics: An Adventist Approach y cuáles son los principales desafíos relacionados con la interpretación bíblica en la actualidad. Nacido en Alemania, trabajó como pastor, profesor de teología, director de la Facultad de Teología y del Centro de Investigación Elena de White en el Seminario Bogenhofen, Austria. Desde 2016, se desempeña como director asociado del Instituto de Investigación Bíblica de la Asociación General de la Iglesia Adventista, en Washington, DC.
¿Qué motivó al Instituto de Investigación Bíblica a publicar el libro Biblical Hermeneutics?
En el Congreso de la Asociación General de San Antonio, en 2015, hubo una solicitud de estudios más profundos sobre la hermenéutica adventista, ya que en algunos contextos tenemos interpretaciones bíblicas muy diferentes, e incluso conflictivas, que tienen implicaciones para la teología y la unidad de la iglesia. Entonces, el libro Biblical Hermeneutics: An Adventist Approach es una respuesta a esa solicitud.
Considerando los temas que se debaten actualmente en la Iglesia Adventista, ¿qué puntos relacionados con la hermenéutica exigen más atención por parte de los pastores?
Cuando las presuposiciones extrabíblicas o las preferencias personales dan forma al modo en el que interpretamos las Escrituras, a menudo se llega a conclusiones erróneas y contradictorias. Podemos verlo, por ejemplo, en las acaloradas discusiones sobre la Trinidad y también en las diferentes interpretaciones de algunos aspectos de la profecía bíblica, que a menudo representan una gran amenaza para la unidad de la iglesia.
Del mismo modo, nuestra comprensión de la fe y la ciencia impacta directamente nuestra comprensión de la creación bíblica, que es cuestionada por algunos que no aceptan la literalidad del texto bíblico. Esto tiene profundas implicaciones en otros temas, como la naturaleza y la santidad de la vida humana, el matrimonio y la visión bíblica sobre cuestiones de género, por nombrar solo algunos. Otras áreas sensibles son el papel de Elena de White en nuestra interpretación de las Escrituras, qué traducciones de la Biblia son confiables o qué en las Escrituras es universalmente válido o no, y por qué.
Como adventistas, nuestra historia de interpretación bíblica generalmente comienza con William Miller. Al considerar las reglas de interpretación que defendió, y dado que la iglesia maduró ¿continuó la iglesia con estas reglas o cambió su forma de interpretar la Biblia?
Las reglas básicas de interpretación sugeridas por William Miller siguen siendo válidas. Los primeros cinco de sus catorce principios de interpretación son reglas generales para el estudio de la Biblia; el resto se ocupa del estudio de la profecía bíblica. Cuarenta años después del Gran Chasco, Elena de White observó que aquellos “que se dedican a proclamar el mensaje del tercer ángel están examinando las Escrituras de acuerdo con el mismo plan que el padre Miller adoptó” (Elena de White, “Notes of Travel”, Review and Herald, 25/11/1884). Si bien, más recientemente, algunos se han centrado en encontrar cumplimientos históricos en eventos contemporáneos, otros han seguido un enfoque más orientado al texto y han descubierto aspectos temáticos que brindan una comprensión más profunda del mensaje bíblico. En ese punto, la iglesia ha ampliado su comprensión de las Escrituras a lo largo de los años.
¿Qué tendencias hermenéuticas recientes parecen ser más atractivas para los pastores y académicos adventistas y qué peligros se esconden en ellas?
En el pasado, hemos rechazado enérgicamente el método crítico-histórico. Pero en los últimos 50 años, en parte como respuesta a algunas deficiencias del método histórico-crítico, han surgido varios enfoques nuevos en el área de la interpretación bíblica que nunca hemos desafiado oficialmente como iglesia. Algunos de estos enfoques, como la crítica canónica, literaria, retórica o narrativa, parecen muy atractivos para algunos eruditos adventistas, porque se enfocan en la forma canónica del texto bíblico y estudian sus características literarias, en lugar de diseccionar el texto y reconstruir la historia detrás del texto, al igual que el método histórico-crítico.
Los adventistas siempre aprecian que se respete el texto canónico y se estudien sus características literarias. El papel decisivo del texto canónico hace que estos enfoques sean atractivos. Sin embargo, muchos no se dan cuenta del hecho de que incluso estos métodos no carecen del todo de las características del criticismo. Algunos de ellos fueron desarrollados para la interpretación de la literatura secular, y su aplicación a la interpretación bíblica a veces presenta problemas. Esto es más obvio cuando la “realidad verbal” del texto bíblico se contrasta con la realidad histórica que relata. Además, los adventistas creen que el texto bíblico no es solo una narrativa ficticia hábilmente narrada, sino que tiene un referente histórico directo en el que la historia y la narrativa van de la mano. La separación de la historia y el texto bíblico es inaceptable para nosotros.
Aún más desafiantes son algunos enfoques posmodernos de interpretación bíblica en los que el significado ya no se encuentra en el texto, sino en el lector, como es el caso del reader-response criticism. En este caso, el texto bíblico pierde su capacidad para definir su significado. La interpretación de la Biblia se convierte en un ejercicio abierto, en el que varios lectores producen interpretaciones nuevas y siempre cambiantes. Cuando el lector se convierte en creador de significado, y todo está sujeto a las restricciones de métodos que funcionan puramente en relatos inmanentes, la voz de Dios ya no es perceptible en las Escrituras y la Biblia pierde su autoridad y poder para reformar y corregir nuestra pensamiento y acción.
Otro enfoque que se ha vuelto muy atractivo para algunos adventistas es la hermenéutica cristológica, en la que Jesucristo o el evangelio se convierte en la clave hermenéutica que determina qué es válido y qué no en las Escrituras. Por muy atractivo que parezca, en la práctica este enfoque conduce a una crítica del contenido de la Biblia y a un canon dentro del canon.
El tema de la hermenéutica bíblica es un divisor de aguas para nuestra teología y, en última instancia, afecta nuestro mensaje y misión. Esto requiere un tratamiento deliberado y prudente del tema, que no solo copie otros enfoques interpretativos, sino que desarrolle una metodología que sea verdaderamente bíblica e histórica por naturaleza. El libro Biblical Hermeneutics: An Adventist Approach ofrece eso.