Después del éxito del “Proyecto Impacto Esperanza”, realizado el año pasado, la Iglesia Adventista en la División Sudamericana está lista para revivir las fuertes emociones con la ejecución de un nuevo proyecto titulado “Futuro con esperanza”, lanzado en ocasión de las reuniones de la Comisión Directiva de la DSA, los días 10 al 13 de noviembre de 2008. Al igual que en la embestida anterior se distribuyeron millones de revistas que transmitían el mensaje del regreso de Jesús, este año será distribuido el libro Señales de esperanza, con un abordaje más directo y profundo del mismo tema de las revistas.
Pero eso no es todo. Según el Pr. Erton Köhler, presidente de la DSA, lo que se pretende hacer en 2009 es aproximar a los miembros al estilo de vida de la iglesia primitiva. “En ese período, la iglesia estaba unida, el Espíritu Santo fue derramado de manera especial, miles de nuevos creyentes fueron agregados y la base de las acciones misioneras eran los hogares”, explica el líder. Inspirado en esa experiencia, el liderazgo de la DSA quiere usar hogares y templos para la predicación de la Palabra, los Grupos pequeños, el evangelismo de cosecha y las clases bíblicas.
El proyecto “Futuro con esperanza” está divido en cuatro fases: la primera de ellas sucederá entre los días 23 y 30 de mayo, durante la Semana de la Familia. En la segunda fase, con el inicio previsto para el día 30, seiscientos mil hogares adventistas de Sudamérica deberán abrir sus puertas para recibir amigos, familiares, vecinos y compañeros de trabajo no adventistas, en un encuentro fraternal y evangelizados El horario debe ser el más apropiado para los invitados.
La tercera fase incluye oración intercesora, el trabajo de los Grupos pequeños, las parejas misioneras y las clases bíblicas, preparando interesados para la cuarta fase, que es el evangelismo de cosecha, vía satélite, dirigido por el Pr. Mark Finley, a partir de Brasilia (24-31 de octubre) y de Cochabamba, Rep. de Bolivia (1-7 de noviembre). El blanco del proyecto llevar a cien mil personas al bautismo, en las dos semanas de evangelización. “Nuestro desafío es ver a cada Grupo pequeño llevar por lo menos una persona al bautismo durante esas dos semanas. Será el mayor bautismo de la historia en Sudamérica. Además, pienso que podemos ir más allá. El ‘Impacto Esperanza’ ya probó de lo que la iglesia es capaz, cuando está unida, comprometida y dirigida por Dios”, finalizó el Pr. Erton Kóhler.