Se trata de una recopilación de apuntes hechos por el Dr. Eduardo S. Ninde, con el propósito de utilizarlos como una base de una verdadera historia del canto cristiano. La muerte sorprendió al Dr. Ninde antes de terminar su obra. Sin embargo, un familiar, al encontrar entre sus archivos un valioso y documentado material relacionado con la historia del canto cristiano, lo reunió en un volumen de 191 páginas.
En el primer capítulo, titulado “Himnos de la iglesia primitiva,” se recuerdan especialmente aquellos cantos que por muchas generaciones entonaron los hebreos y en los cuales encontraron verdadero aliento espiritual. Esa herencia del canto hebreo, sublime en sus expresiones y recogida por la iglesia cristiana, ejerció en ella una poderosa influencia y al mismo tiempo le sirvió de medio de evangelización.
Aparecen los cantos más notables en la naciente iglesia cristiana, y las circunstancias en las cuales sus autores dieron expresión a los sentimientos más íntimos de su alma. Allí aparecen: la virgen de Nazaret, el sacerdote Zacarías, las huestes celestiales y el anciano Simeón, unidos en un mismo motivo de inspiración; el primer advenimiento del Redentor.
Al leer los comentarios del autor en torno a los cantos en las distintas etapas de la historia de la iglesia cristiana, se recuerda lo que significa el canto en la lucha contra el mal, se recuerda a San Pablo y Silas en la cárcel, el informe enviado por Plinio el Joven al emperador, acusando a los cristianos de cantar himnos a Cristo como si fuera un dios, los cantos que dejaban oír los mártires al ser llevados a la hoguera, como el que entonara el valiente mártir de la cruz, Gerónimo de Bohemia, cuando fué llevado al suplicio.
El libro “19 Siglos de Canto Cristiano,” es una interesante obra que será de mucha utilidad para los que no están familiarizados con la himnología cristiana. Si bien los himnos aparecen sin música en el libro y sin el metro de los versos en el idioma de origen, se ha tratado de conservar sin alteración el sentido original de la poesía. El autor ha escogido himnos a través de diecinueve siglos, en algunos casos sólo una estrofa, para dar una idea clara de la importancia del canto en el culto divino y de su poderosa influencia en la vida cristiana.
Sobre el autor: Pastor de la Iglesia Central de Montevideo.